Abu Dabi: 2021

"El valiente no es quien no siente miedo, sino quien conquista ese miedo."
- Nelson Mandela

Las situaciones que aparentan ser sencillas pueden llegar a ser lo más difícil a lo que te puedes enfrentar. No siempre existen esas personas que te apoyan, que están a tu lado dispuestas a escuchar. Y con el tiempo, aprendes a no depender de esa necesidad, te vuelves fuerte en una manera que nadie aprobaría.

He aprendido una lección dura que se ha adherido a mí: nunca he confiado mi vida personal a cualquiera. Nadie sabe más de lo necesario, y si creen que lo hacen, se equivocan. No está en mis planes tratar de mejorar esa parte porque es lo único que me ha mantenido cuerdo durante tantos años.

Durante años, aprendí a no depender de nadie, a no confiar en que alguien más manejara mi vida personal. Un escudo que ha funcionado, pero poco a poco se transformó en una jaula adornada. Esa misma independencia que me permitió avanzar en este deporte, ahora parece un grillete, porque a pesar de todo, siempre he estado bajo el control de otros: de sus expectativas, de sus sueños. Todo transformado en rutinas y acciones que ya no dependen de mí.

Así que, aunque esté montado en esta bestia dispuesto a ganar, sigue siendo el deseo de otros que tomé como propio desde muy temprana edad. Y es lo que voy a hacer. Voy a cumplir un sueño ajeno que ahora corre por mis venas. Ganaré el título a un heptacampeón del mundo.

Le demostraré a Dietrich que no se ha equivocado al escogerme y le enseñaré a Christian que yo puedo dar los resultados que se esperan y mejor. Mil veces mejor que nadie. Les demostraría a ellos que soy digno de estar en la categoría reina. Y por supuesto que ahora mi padre se daría cuenta que yo no soy un simple piloto mediocre.

Sé que voy a segundos detrás del primer lugar, sé que es imposible rebasar. Pero no me voy a rendir, no ahora que estoy tan cerca. Siento el viento romper contra los alerones, el silbido al pasar entre el Halo y el casco.  Puedo sentir el latido de mi corazón deseando alcanzar la victoria, deseando la velocidad que solo este monoplaza puede darle. 

Y con las luces estridentes alumbrando el asfalto, lo único que suena en el circuito son los trescientos kilómetros por hora. Siendo veinte pilotos en pista, únicamente importa el resultado de dos de nosotros.

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