Capítulo 13.
- ¿Dices que solo se fue?
-Sí. - Phoom asintió comiéndose otra cucharada de helado.
-Eso es raro. - La castaña frunció el ceño mientras secaba las puntas de su pelo con una toalla.
-Apuesto a que cree qué hay algo entre nosotros. - Canturreó el castaño.
- ¿Lo dices en serio? - Preguntó y él asintió- De cualquier manera, ¿Por qué actuaría así?
-Ay Becky - Phoom negó repetidas veces con la cabeza.
- ¿Qué?
-Quizás le gustas. - Sugirió a la ligera.
-Claro que no. - Respondió de inmediato descartando la idea- Somos amigas.
- ¿En serio lo crees? No lo sé. - Se encogió de hombros- Últimamente he notado que te ve distinto.
- ¿Cómo?
-Cómo si le gustases, cómo si fueras la persona más fascinante que ha visto jamás...- Hizo una pausa pensativo- Como si se muriera por besarte.
Otra vez lo que tanto se había esforzado por olvidar vino a su mente como una ráfaga de imágenes. La noche en la que se habían besado. Mismo beso cuya existencia ambas habían acordado olvidar por completo. Se dio cuenta de que había estado pensando en ello demasiado y sintió la mirada interrogante de su amigo sobre ella esperando a que dijera algo respecto a lo que él había sugerido.
-No, no lo creo. - Se negó a admitirlo. No podía ser así, lo habría notado ¿No? - Sólo somos buenas amigas y nada más, estás confundiendo las cosas. Además, tiene novia ¿Recuerdas? - Preguntó- Quién, por cierto, es tu mejor amiga.
- ¿No te lo dijo?
Rebecca vio a Phoom sin tener ni la más mínima idea de a qué se refería exactamente con aquella pregunta. ¿Decirle qué?
- ¿Decirme qué? - Frunció el ceño otra vez.
-Heidy y Freen llevan separadas un buen tiempo. - Contó- Fue Freen quien rompió con Heidy.
¿Freen terminó con Heidy? ¿Por qué? ¿Y no se lo dijo? Sintió una punzada en el pecho junto a una sensación desagradable. ¿Por qué no se lo dijo? Creía que había suficiente confianza entre ambas como para contarse tales cosas la una a la otra. De seguro existía una razón válida como para que Freen no lo dijera ¿Verdad? Supuso que ya tendría tiempo para preguntarle.
- ¡Chicas! - La señora Bernard sonrió al verlas entrar- ¿Cómo están? Que alegría verlas por aquí.
-Hola, también me alegra verla otra vez. Comenzaba a extrañar el lugar, pero alguien aquí no ha tenido el tiempo suficiente. - Mind rodó los ojos dándole un golpe en el brazo a Freen quien parecía perdida en sus pensamientos.
-Escuche que ganaste la competencia de natación, Freen. Felicidades cariño.
Tanto Mind como la señora Bernard se quedaron esperando a que Freen respondiera lo que acababan de decir, pero la ojimiel estaba ausente. Su rubia amiga frunció el ceño y le dio una mirada confusa a la mujer tras el mostrador antes de mover una mano frente al rostro de la pelinegra.
- ¡Tierra llamando a Freen! - Exclamó y Freen se sobresaltó volviendo a la realidad.
- ¿Qué? - Preguntó desconcertada viendo a su alrededor y recién notando dónde se encontraba- Oh, hola. - Saludó provocando la que mujer mayor riese negando con la cabeza.
-Vamos a querer lo mismo de siempre. - Dijo Mind- Lo siento, está claramente distraída. - Se disculpó antes de tomar a Freen por el codo y guiarla hasta la mesa que solían ocupar- ¿Cuál es tu problema?
- ¿Problema? - Intentó hacerse la desentendida, pero su amiga no se tragó el cuento ni por un segundo- Es complicado. - Bufó.
-Por favor, puedes decirme lo que sea. - Rodó los ojos- ¿Es Heidy? ¿La extrañas? - Ella negó.
-Es...alguien más. - Murmuró.
- ¿Hay alguien más? - Ella asintió jugando con sus manos- ¡¿Terminaste con Heidy por alguien más?! - Exclamó la rubia sin poder contenerse ganándose una mirada asesina por parte de su amiga- Lo siento. - Susurró- ¿Quién es?
-Si te lo digo, ¿Vas a gritarlo a toda la cafetería de nuevo? - Preguntó alzando una ceja.
-No.
-Es Rebecca. - Soltó.
- ¡¿Rebec...?! - Se contuvo antes de gritar el nombre de la castaña a los cuatro vientos- Lo siento. - Se disculpó otra vez y respiro profundo para relajarse y poder continuar- ¿Rebecca? - Su voz salió más baja, pero aún llena de sorpresa.
-Sí. - Murmuró pasándose una mano por el cabello.
- ¿Ella lo sabe? - Freen negó- ¿No se lo dirás?
-No lo sé- Dijo molesta al recordar a Phoom en el piso de Rebecca aquella mañana.
-Creo que deberías decírselo.
-Siento que eso sólo complicaría las cosas. - Explicó- Además...- Hizo una pausa.
- ¿Además qué? - Mind la vio interrogante.
-Creo que Phoom y ella...
- ¿Por qué? ¿Porque están viviendo juntos? - Sus ojos se abrieron como platos frente a las palabras de su amiga.
- ¡¿Están viviendo juntos? - Ahora fue ella quien gritó y los presentes se voltearon a verlas por tercera vez.
-Sí. - Mind asintió- Becky nos contó que Phoom es su nuevo roommate. De hecho, planean dar una fiesta hoy por la noche.
-Tiene que ser una jodida broma. - Cerró los ojos al tiempo que se sostenía el puente de la nariz con dos dedos.
-Freen, sólo son amigos. Estoy bastante segura de que Rebecca nos contaría si algo más llegase a pasar. - Trató de tranquilizarla.
¿Viviendo juntos? ¿Por qué? Rebecca podría haberle sugerido a cualquiera de ellos la idea de compartir el piso con ella. Podría habérselo dicho a ella, a quien conocía desde hace años, pero no, se lo propuso a Phoom. Y por supuesto que él iba a estar encantado con la idea. Antes solía caerle bien el jugador de béisbol. Es el mejor amigo de su exnovia, por tanto, siempre estaba alrededor y ella estaba bien con eso. Era importante para Heidy. Pero ahora, ahora era distinto. No podía evitar sentir celos de la cercanía que el castaño tenía con Rebecca. Demasiados celos. Había sentido náuseas al verlo aquella mañana en el departamento y también unas tremendas ganas de golpear lo primero que tuviera enfrente.
Ahora que sabía que ambos estaban viviendo juntos, esos celos y esa intensa molestia se habían triplicado. Recibió un mensaje de texto por parte de Rebecca en donde la invitaba a la fiesta que ella y Phoom darían por el nuevo piso. Una parte de ella quería evitar a toda costa presenciar algún otro acercamiento que la hiciera estallar en celos entre Rebecca y el jugador de béisbol, pero a su vez, otra parte de ella necesitaba desesperadamente interrumpir todo tipo de cercanía entre ambos. Y esa parte ganó la discusión que tuvo consigo misma al tener que decidir si debía o no ir a la fiesta. Así que allí estaba, abriéndose paso entre los cuerpos que la apretaban contra otros debido al reducido espacio.
-Déjame adivinar, ¿Aquí dentro hay más gente de la que debería? - Preguntó en el oído de la castaña.
Rebecca estaba de pie junto a la barra de la cocina teniendo una vista panorámica de la fiesta. Definitivamente habían excedido la capacidad de personas que podían entrar en el piso y aun así tener su propio espacio personal.
-Sí, esto no era lo que tenía en mente. - Hizo una mueca girándose a verla- Qué más da. - Añadió encogiéndose de hombros.
-Culpa a Raven House. - Señaló a un grupo de chicos de la fraternidad- Adonde quiera que vayan los sigue un gran número de personas como si fueran una especie de séquito o algo así.
-Tendré eso en mente la próxima vez que a Phoom se le ocurra dar una fiesta. - Murmuró entre risas.
La mirada de Freen fue a parar hasta el nuevo roommate de la morena quien estaba charlando muy a gusto con un par de chicos y Heidy. Se sintió un poco extraña al ver a la rubia allí, pero se lo esperaba. Los ojos de Heidy dieron con ella justo en el momento en que ella se disponía a apartar la mirada del grupo. Notó la nostalgia ensombrecer su mirada y se sintió horrible cuando su exnovia dejó de verla cabizbaja.
- ¿Quieres ir a mi habitación? - Rebecca llamó su atención y dejó de mirar a Heidy- Demasiadas personas.
-Sí, seguro. - Asintió dispuesta a seguirla.
La puerta blanca se cerró tras ellas apagando el sonido de la música y las voces en el exterior. Freen estudió la habitación quedándose de pie justo en el medio como si temiera romper la tranquilizadora atmósfera que había allí dentro al dar otro paso. Todo lo que había, la forma en que las cosas estaban distribuidas, la combinación de cálidos colores, absolutamente todo gritaba Rebecca. No estaba segura de recordar bien cómo era la habitación de la castaña en Oakland, pero podía apostar a que se parecía bastante.
- ¿Aún no terminas de desempacar?
Las miradas de ambas fueron a parar a la única caja de mudanza que seguía intacta en una esquina junto al tocador. Rebecca encontró la caja en el maletero de su nuevo auto el día posterior a la visita de su madre. No fue necesario abrirla para saber de qué se trataba. En cuanto vio la caja supo exactamente de qué iba su contenido.
-No. Esa caja se quedará así. - Respondió y Freen solo asintió apretando los labios- Son mis reconocimientos de cuando...
-Entiendo. - La pelinegra volvió a asentir- De seguro amas tener todo este espacio para ti luego de pasar por la residencia.
-Supongo. - Se encogió de hombros- Es decir, amo tener un poco más de privacidad, pero extraño a las chicas. - Frunció los labios en una mueca- Yo no quería nada de esto. - Dejó en claro.
-Lo sé.
La ojimiel la vio con expresión comprensiva. Podía pensar en un montón de razones por las que Rawee podría haber sacado a su hija menor de la residencia estudiantil y podía apostar a que más de alguna la involucraba.
- ¿Quieres hacer algo que no deberíamos? - Preguntó Rebecca.
-Siempre. - Dijo sonriendo ampliamente.
Rebecca ladeó su cabeza indicando que la siguiera y caminó hasta el ventanal de la habitación. Movió las pesadas cortinas de tela y lo abrió saliendo hacia un pequeño balcón. Había una pequeña mesa redonda de fierro junto a dos sillas a juego en una esquina del reducido espacio, y hacia la derecha estaba la escalera de incendios. La nadadora se le quedó viendo con los ojos bien abiertos en cuanto ella se dispuso a trepar por la escalera. La castaña contuvo la risa al ver su expresión y la animó a seguirla. La escalera de metal se sentía fría al tacto y Freen sintió que se le congelaban los dedos, pero no se detuvo ni siquiera para recuperar el aliento mientras escalaban colándose momentáneamente en los balcones vecinos.
Al estar por fin en la azotea del edificio Freen se acercó al borde de la pared de concreto y echó un vistazo hacia abajo. No solo acababan de subir siete pisos usando las escaleras de incendio, sino que Rebecca se había encargado de liderar la operación que muchos habrían clasificado como una acción un tanto suicida. Pero a ninguna de las dos les importó demasiado el peligro.
-Bueno. - Murmuró Freen sentándose en el suelo y recargando su espalda contra la pared de ladrillos- Eso ha sido un poco suicida.
-Sí. - Rebecca asintió mientras reía y se sentaba a su lado- Si algún día me visitas y no me encuentras en el piso ya sabes en donde debes iniciar tu búsqueda.
-Anotado.
-Vine aquí la primera noche. - Comentó- Estaba enojada. - Confesó.
- ¿Por qué exactamente?
-Por tener que dejar la residencia, por los arrebatos de mi madre, porque jamás consulta nada conmigo antes de actuar. - Suspiró cerrando los ojos- Porque hice que se fuera molesta conmigo.
- ¿Qué hiciste? - Freen preguntó.
-Una insinuación. - Dijo por lo bajo aún sin abrir los ojos.
- ¿De qué tipo?
-Le dije que la razón por la que de pronto había decidido que estaría mucho más cómoda en un piso solo para mí eres tú. - Murmuró.
- ¿Yo? - La pelinegra la vio confundida.
-Sí. - Rebecca asintió abriendo los ojos- Bueno, jamás fuiste de su completo agrado y siempre te culpó por todas las cosas 'rebeldes' que hice cuando éramos unas crías.
-Tiene un poco de razón. - Freen rio por lo bajo.
-El punto es que...- Aclaró su garganta- Desde que te vio en la habitación el día que regresé, no lo sé, siento que teme que comience a hacer cosas que no suelo hacer que no sean de su agrado porque tú estás cerca mío otra vez y....esta es su forma de poner distancia entre nosotras. - Terminó de decir.
- ¿Y eso te molesta?
-Claro que sí. Tú me haces bien, eres mi mejor amiga y....no me gustaría perderte otra vez. Mucho menos por su culpa. - Confesó.
-Hey, no te preocupes. - La ojimiel pasó un brazo tras los hombros de la castaña abrazándola- No importa si llega a enviarte a China con tal de alejarte de mí. Iré tras de ti. - Le aseguró viéndola a los ojos.
-China está bastante lejos. - Bromeó.
-Estoy dispuesta a soportar las largas horas de vuelo. - Dijo Freen sacándole una sonrisa- No te preocupes por eso. No voy a dejarte. - Dejó un beso en la frente de la morena.
Rebecca dejó caer su cabeza contra el hombro de la ojimiel y se quedaron unos minutos más abrazadas hasta que la castaña decidió que era una buena idea volver al piso y asegurarse de que no estaba completamente destrozado o en llamas. En cuanto Phoom las vio aparecer se acercó a ellas y, después de saludar alegremente a Freen, tomó la mano de Rebecca y se la llevó con él. La nadadora los observó hasta que se perdieron entre los presentes e hizo su camino hasta la cocina para conseguir algo de beber. Para su sorpresa, la cocina era el único lugar del departamento en el que no había personas aglomeradas, lo cual era bastante inusual tratándose de un espacio de un solo ambiente.
-Hola. - La voz de Heidy se escuchó a sus espaldas justo cuando ella terminaba de abrir una cerveza con la ayuda de un tenedor.
-Hola. - Respondió- No sabía que estarías aquí.
-Phoom se encargó de invitar a toda su lista de contactos. - Dijo la rubia riendo.
-Lo noté. - Freen también se permitió reír.
Ambas se quedaron de pie en la cocina recargadas contra el lavaplatos viendo hacia el caos que había en la sala.
-Fue por ella ¿No? - Dijo Heidy luego de unos minutos de silencio.
- ¿Cómo? - Freen la vio con el ceño fruncido.
-Rebecca. - Su tono de voz estuvo lleno de calma lejos de sonar recriminatorio o molesto. Freen abrió la boca para decir algo, pero no supo qué debía decir- Está bien. Lo entiendo. - Murmuró.
-Lo siento, yo no quería...
-Freen, está bien. No estoy enojada contigo. - Aseguró- No es culpa tuya. Uno no puede elegir en este tipo de cosas, solo...pasan. - Se encogió de hombros y la pelinegra asintió- ¿Ella tiene alguna idea o estás esperando a que lo descubra sola?
-No, no se lo he dicho. - Negó con la cabeza.
-Deberías.
...
-No me siento bien. - Se quejó Ratchanon.
-Bueno amigo, eso es lo que pasa cuando bebes demasiado. - Heng le dio unas palmaditas en la espalda. Baitoey rio sentada junto a él.
- ¡Buenos días estrellitas! - Chase los saludó enérgicamente.
-No, buenos días no, sólo días. - Murmuró Mind tomándose la cabeza con ambas manos.
-Jesús Chase. El volumen. - Dijo Ratchanon cubriéndose los oídos.
-Lo siento. - Se disculpó sonriente dejándose caer en la única silla libre que había en la mesa- Mis queridos amantes de la resaca, será mejor que se recuperen porque esta noche les tengo una invitación.
- ¿De qué se trata? - Preguntó Rebecca.
Chase dejó un flayer sobre el centro de la mesa golpeándola con fuerza y ganándose los reproches por parte de sus amigas debido al ruido. Él no les tomó importancia a los reclamos y siguió sonriendo emocionado como si fuera un niño pequeño que tenía en sus manos entradas para Disney World. Freen estiró su mano y tomó el papel para leer lo que decía.
-Hoy, noche de música en vivo. - Leyó- No shame.
-Así es y todos ustedes estarán allí esta noche. - Anunció el chico de cabello grisáceo- Tengo que decírselo a Jazmín. Rebecca, puedes invitar a Phoom.
Luego de decir eso, se puso de pie con tanta rapidez que su silla se arrastró contra el piso generando un desagradable chirrido que hizo a Ratchanon maldecir y a Mind cerrar los ojos con fuerza mientras se cubría los oídos.
- ¿No shame?
-Es el nombre de su banda. - Explicó Heng.
- ¿Chase tiene una banda? - Rebecca preguntó con algo de sorpresa.
-Sí. - Freen asintió- Junto a su hermano mayor y su primo. Son buenos.
- ¿En serio? - Se quedó viendo al resto para saber la opinión de los demás.
-Del 1 al 10 les daría un...6.- Dijo Baitoey.
-Genial.
-Si vamos a hacer esto necesito mucha agua, otra pastilla para el dolor de cabeza y dormir al menos 2 horas más. - Dijo Mind poniéndose de pie- Vamos, cariño.
Ratchanon se puso de pie con algo de esfuerzo y tomando la mano que su novia le tendía la siguió como si fuera un verdadero zombie. La noche de sábado cayó y todos estaban reunidos en la barra del bar en el que la banda de Chase se presentaría esperando a que el barman les pusiera una ronda de chupitos frente a ellos.
-Andando, Chase nos quiere en primera fila. - Mind tomó la mano de Baitoey y está la de su novio.
Los tres caminaron entre las mesas del bar hasta estar a unos metros del escenario en el que Chase y sus compañeros ya comenzaban a preparar todo para tocar. Rebecca se sorprendió un poco al ver que había varias personas entusiasmadas con escucharlos tocar y supo que Freen debía de tener razón cuando dijo que eran buenos.
-Necesitamos otra ronda. - Dijo Ratchanon haciéndole una seña al chico tras la barra.
-Hace solo unas horas estabas teniendo una de las peores resacas de tu vida. - Le recordó Freen.
-Amiga, no tienes resaca mientras no dejes de beber. Todo el mundo sabe eso. - Respondió.
- ¡Así se habla Non! - Exclamó Phoom alzando su chupito.
-Creo que con esos dos chupitos tengo más grados de alcohol en mi cuerpo de los que he tenido jamás. - Dijo Rebecca riendo por lo bajo.
- ¿Vas a decirme que jamás te has emborrachado?
-Nop. - La castaña negó y Phoom abrió mucho los ojos.
-A Rebecca no le gusta beber. - Dijo Freen.
-Tampoco es que haya tenido muchas oportunidades. A mi madre no le agradan las fiestas. - Explicó.
-No puede gustarte algo que no has hecho de la manera correcta. - Dijo el jugador de béisbol- Yo me encargo. - Agregó dándole un guiño y pidiendo otros dos chupitos.
Freen apretó los labios sin decir nada. Ratchanon se dio cuenta de la expresión que su mejor amiga había adoptado y le dio una mirada de reojo. Phoom le entregó uno de los pequeños vasos a Rebecca y después de chocarlos ambos se los bebieron de golpe. La pelinegra observó cómo el rostro de la castaña se contrajo en una mueca debido al alcohol y escuchó a Phoom reír por ello.
-No te rías. - Rebecca le dio un juguetón golpe en el brazo.
-No te preocupes cariño. - Dijo él- Aun así, te ves hermosa. - Le lanzó un beso.
-Entonces, Phoom, ¿Por qué dejaste la fraternidad? - Preguntó Freen.
-No la he dejado. - Aclaró.
-No lo entiendo. - Frunció el ceño- ¿Por qué estás viviendo con Rebecca?
-No me gustaba el ambiente, es todo. - Le restó importancia.
-O quizás estás esperando a que algo ocurra.
Ratchanon carraspeó al escuchar lo que su amiga acababa de sugerir. El castaño frunció el ceño y Rebecca se giró para ver a Freen sin entender por qué había dicho eso.
- ¿Disculpa? - Phoom se le quedó viendo confundido.
Justo antes de que Freen tuviera la oportunidad de decir cualquier otra cosa que seguramente empeoraría la incómoda situación, la voz de Chase se escuchó por todo el bar anunciando que estaban a punto de presentar la primera canción de la noche, consiguiendo llamar la atención de todos los presentes. La tensión que de pronto se había generado se disipó cuando la banda comenzó a tocar y todos se concentraron en escuchar y apoyar a Chase. Rebecca disfrutó del show y hasta se atrevió a bailar junto a la barra con Phoom, pero aun así no pudo dejar de pensar en la actitud de la ojimiel.
- ¡Otra ronda! - Anunció Phoom y ella se quejó.
-Siento que soy 70% tequila. - Murmuró.
-Eso no es suficiente, Becky. - Dijo Non tomando uno de los tragos que el barman sirvió- ¡Esta es la vida que merezco! - Gritó por sobre la música antes de ir en busca de su novia.
-Salud.
Rebecca se bebió el tequila con algo de dificultad. Ya comenzaba a sentir que se le dormía la lengua y el alcohol cada vez le quemaba menos la garganta. Una clara señal de que estaba llegando a su inexperto límite. Freen se le quedó viendo fijamente.
- ¿Por qué sigues bebiendo? - Preguntó como si no pudiera entenderlo.
-Solo me estoy divirtiendo.
-Vas a arrepentirte. - Dijo.
-Creo que necesitas relajarte. - Phoom le dijo un poco más serio.
-Tú solo quieres que se embriague para poder aprovecharte cuando vuelvan a casa. - Lo acusó descaradamente.
- ¡Freen! - Rebecca la vio sin poder creer lo que acababa de decir.
-Oh lo siento. - Se disculpó con ironía- Claramente, estás ansiando que eso pase así que no voy a intervenir.
Aquellas palabras salieron como veneno de sus labios y no pudo quedarse allí a esperar alguna respuesta. Necesitaba tomar aire y tranquilizarse. Rebecca se quedó viendo como la pelinegra se marchaba y se disculpó con su amigo antes de seguirla.
...
Freen empujó la puerta trasera del bar y salió hecha un lío al exterior tomando grandes bocanadas de aire para intentar tranquilizarse luego de todo el alboroto. Gruñó entre dientes tirando ligeramente de su cabello entre sus dedos mientras daba vueltas. Se había comportado como una estúpida con Rebecca, pero es que todo dentro de ella se revolvió cuando la vio tan a gusto con aquel chico. Estuvo mucho tiempo mordiéndose la lengua hasta que Rebecca tuvo que notar su actitud y comenzar a hacer preguntas que lograron hacerla explotar. La puerta se abrió a sus espaldas y no fue necesario que se diera la vuelta para saber de quién se trataba. Con la respiración aún acelerada esperó pacientemente a que fuese ella quien rompiese el silencio.
- ¿Puedes explicarme qué ha sido todo eso? - Rebecca preguntó con sus ojos clavados en la espalda de la ojimiel- Freen, estoy hablándote. - Dijo lo obvio al ver que ella no parecía querer responder.
-Vuelve adentro, Rebecca. - Murmuró por lo bajo.
- ¡Ugh! ¡Eres increíble! - La morena exclamó irritada- ¡No voy a moverme de aquí hasta que me digas qué es lo que te pasa!
- ¡Nada! - Gritó dándose la vuelta rápidamente, su cuerpo quedando a centímetros de la castaña- Absolutamente nada. - Dijo modulando muy bien cada palabra mientras le veía fijo a los ojos.
-Eso es una mentira de mierda y lo sabes. - Rebecca la señaló con un dedo acusador- Te has puesto a insinuar cosas y a hacer comentarios fuera de lugar sin motivo alguno.
-Lo sé. - Dijo admitiendo su error.
-No lo entiendo. - La castaña frunció el ceño- ¿Por qué? ¿Hice algo para molestarte?
-No. - Freen negó descartando aquella idea de inmediato. Era cierto, en teoría ella no había hecho nada.
- ¿Alguien más? ¿Phoom, por ejemplo?
La pelinegra gruñó entre dientes y volvió a darle la espalda mientras frotaba su rostro con ambas manos. Se quedó quieta y cerró los ojos con fuerza tomando el valor para lidiar con lo que estaba a punto de decir.
-No puedo hacer esto. - Murmuró por lo bajo- No puedo. - Repitió.
- ¿A qué te refieres? - La confusión en el rostro de la morena era más que evidente- ¿Freen? - La aludida se giró para verla una vez más.
-No puedo seguir siendo tu amiga, Bec. - Dijo armándose de valor- No puedo ser tu amiga porque no consigo sacarte de mi cabeza. - Confesó- Eres todo lo que pienso desde que abro los ojos por la mañana hasta que regreso a mi cama por las noches. - Fue aún más clara- Y eso está matándome.
Rebecca se quedó paralizada frente a la revelación poco esperada. Su boca de pronto se secó y ya no sabía que hacer o decir a continuación. Los ojos miel de Freen miraban directo a los suyos suplicando por alguna respuesta a lo que ella acababa de decir. Parpadeo un par de veces mientras pensaba en las palabras adecuadas, pero seguía en blanco.
- ¿Eso que significa exactamente? - Podía imaginarse que significaba, pero necesitaba que la pelinegra fuese lo suficientemente clara respecto a sus sentimientos.
-Significa...- Freen hizo una pausa sin dejar de verla fijamente- Significa que no importa cuánto me esfuerce por controlar mis sentimientos o qué tanto haya tratado de concentrarme en mi relación con Heidy. - Se lamió los labios- Sigues aquí. - Señaló su pecho. Rebecca se estremeció bajo su intensa mirada y contuvo la respiración al percatarse de la cercanía entre ambas- Y temo que me estoy enamorando de ti.
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