Isis, tan callada como revoltosa. Cuando se decidía a crear un caos, lo creaba a lo grande. Pero siempre se le veía tranquila, seria, reservada, nunca sabias cuando soltaría una bomba. 

Estaba sentada en una de las bancas que había en el área principal del Colegio Nacional, con la vista concentrada en la pantalla de su computadora. Nadie comprendía lo que hacia, unos cuantos aseguraban ver un extraño lenguaje de programación en la pantalla de la misma, otros solamente decían que veían las ventanas de archivos abierta, pero ella siempre estaba callada ante las especulaciones. 

Levanto la vista ligeramente de su computadora, buscando con la mirada a alguien, observo a Sofia, la chica con la que congeniaba muy bien desde hace mucho tiempo, pero que después de un suceso extraño, ambas terminaran su amistad. Nadie supo lo que paso, ambas eran un misterio ante los ojos del Colegio Nacional. Cuando Sofia centro su atención en Isis, quien llevaba una sudadera gris, una leve sonrisa salio de su boca, el cinismo sobraba en esta. Isis se limito la rodar los ojos y regresar su vista a su computadora. 

La campana sonó, indicando la hora de clases, por lo que todo mundo salio disparado cual bala a las aulas. Todos excepto ella. Se quedó un rato más para no tener que toparse con cierto chico de ojos azules que comenzaba a seguirla desde hace tiempo. Estuvo un rato así hasta que decidió por fin entrar al salón, pero, se detuvo ante un llamado.

—¡Tu! ¡Ven aquí!— Uno de los prefectos le llamo a sus espaldas, Isis solo pudo maldecir por lo bajo.

Se volteó, con una sonrisa forzada y desganada, vio como ese prefecto estaba acompañado de un chico nuevo. O al menos ella deducido eso, porque nunca lo había visto en su vida. Desde el principio ella noto algo extraño en el, se veía demasiado... inocente; pensó ella. El le sonrió, y sin darse cuenta ante el acto del chico, borro la sonrisa cuando el alzo la mano para saludarla. 

Ella se encamino en dirección al chico, y cuando llego hasta el, escuchó un pequeño "hola" de su parte. La expresión de Isis parecía muerta.

—Podrías enseñarle las instalaciones a Javier? Es el nuevo, y necesita un guía.— El prefecto pregunto mirando a la castaña, ella sin embargo, nunca lo vio a la cara.

—Esta bien.—Sonrió. El prefecto le agradeció y se fue como el humo, dejando solos a Javier y a Isis. 

La sonrisa de Isis desapareció en un dos por tres, como de costumbre cuando eran sus días de periodo. Se limito a comenzar a caminar con Javier siguiéndole el paso, noto su piel, bronceada, y sus pequeños ojos almendrados, y sobre todo una sonrisa algo peculiar.

—Juraría que yo te he visto en la televisión—Isis soltó de repente, sonriendole algo curiosa. El castaño la miro, asintiendo.

—Bueno, supongo que si, mi papá es futbolista—Le respondió con demasiado carisma, eso a veces le incomodaba a la castaña, por lo que solo hizo una mueca 

—Yo me refería a alguna telenovela o algo, pero igual funciona— Soltó una pequeña carcajada, llamando más la atención de Javier, pues en todo el camino no la había visto tan animada.

—¿Como te llamas?— Finalmente preguntó Javier, para romper un poco más el hielo que ella había creado

—Soy Isis— Le contesto con una media sonrisa

—Es un muy bonito nombre, me recuerda a un triangulo— Ambos habían parado su camino en el techo de la escuela, Javier ni siquiera se había dado cuenta de que en realidad Isis no le estaba mostrando mucho la escuela.

—Si, el isósceles, así me querían llamar mis padres, pero para ser sinceros era un nombre muy... feo— Hizo una mueca disgustada, pero en ella se asomaba una bella sonrisa

—Cualquier nombre te quedaría bien— Javier sonrió, ella solo asintió con la cabeza.

Isis le mostró gran parte de la escuela, iniciando desde el techo al que habían subido, y para cuando terminaron su recorrido, las clases iban a la mitad de su curso normal. Entraron al salón de clases mientras la clase apenas comenzaba, Isis busco con la mirada a Raul, un poco intrigada.

Ambos se sentaron, la castaña en su lugar habitual sola, no por alguna especie de antisocialismo, sino porque así siempre le agrado a ella. Esta vez, Javier se sentó con ella, tratando de pasar desapercibido. 

Pero no funciono, pues la maestra le pidió presentarse.

—No me digas, eres hijo de Damian Williams— Raul, el ojiazul, hablo, Isis noto un poco de disgusto en la voz del mismo, lo volteo a ver y su expresión estaba neutra, el la miro por un segundo.

Hubo todo un revuelo en el salón, todos adulaban a su padre, pero a el parecía incomodarle. La maestra al notar esto, cambio de tema.

—Bien, necesitamos un compañero para ti. ¿Que te parece Sofia? Siéntate con ella— La maestra ordeno, sabiendo que a Isis (quien no tenia compañero) no le gustaba la idea de trabajar en pareja.

La clase transcurrió normal, Isis se limitaba a evitar a Raul, y se la pasaba echando relajo de vez en cuando, con nadie en particular. Todo iba bien, hasta que citaron a todos al auditorio.

Isis llegaba al auditorio junto con Javier, quien a veces la seguía, el chico rápidamente quiso encaminar a Isis a sentarse junto con Sofia, pero ella se negó rotundamente

—¿Por qué?¿Todo bien?¿De verdad crees que esta loca?— Javier le susurro en modo de pregunta, Isis frucio el ceño y se acerco más a el para responderle 

—No wey, es solo que no quiero, no lo entenderías. Vete tu con ella, yo buscare donde sentarme— Le respondió igual en un susurro. El castaño asintió no muy convencido.

Isis encontró lugar justo en frente de Raul, quien le sonrió levemente. 

El director Quintanilla inicio con un discurso acerca del uso de los teléfonos, para después pedirle a Bruno, quien curiosamente tuvo un desliz con Isis, que pusiera un archivo multimedia en el proyector, el cual, supuestamente, hablaría del uso medido de los dispositivos móviles.

Pero, en vez de un vídeo educativo, se proyecto un vídeo acerca de Isabella de la Fuente, el cual descubría su secreto más grande, era una persona transgénero. 

Tras eso, todo mundo comenzó a publicar en redes lo sucedido, Isis por instinto volteo a ver a Sofia, quien veía directamente a Jerry, quien por consecuente miraba su teléfono. 

—¿No me digas que tu quieres saber quien lo hizo?— La voz de Raul, quien la veía directamente desde el asiento de atrás, interrumpió sus pensamientos

—Seria algo divertido ¿No crees?— Le sonrió, era algo que no podía evitar con el.

—Por supuesto que si— Isis juro notar algo en su voz, una especie de malicia o complicidad, el sabia algo. 

Para ella, esto seria algo interesante. 

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N O T A S .

Pues como todas querían a Raul, pero también a Javier, les voy a dar un trió ahre. 

Espero les vaya gustando y perdón la tardanza, las clase en linea te carcomen la vida. Se viene lo interesante, este capitulo creo que fue algo... aburrido jajaja.

Es difícil escribir una historia cuando aun no sabes quien será el interés amoroso de la prota *llora*

Ya voy a actualizar más rapido, sorry jaja

Que pedo ya son 400 visitas en la primera parte, las amo demasiado