Sketch
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Decir que estaba aburrido era un eufemismo, estaba a punto de subirse por las paredes al no tener nada que hacer, no entendía como el resto de la familia se tomaba con tanta tranquilidad la aparente calma en la que la ciudad de ahogaba desde hace dos semanas.
Incluso Damián parecía tranquilo pues pasaba horas en el estudio pintando o cuidando de sus animales en el establo que habían acondicionado para Batcow. Tim pasaba todo su tiempo libre con Conner y Garth e incluso Jasón rondaba por la mansión con su actitud de vago en lo que el mercenario denominaba como unas vacaciones de Kori y Roy.
Dick por su parte ya había abusado del tiempo que podía pasar acosando a Barbara o Wally dando como resultado a un muy hiperactivo Nightwing que no sabía cómo liberar toda esa energía.
Decidiendo que lo mejor era molestar a alguno de sus hermanos en la mansión emprendió la búsqueda de Damián el cual esperaba estuviera en su habitación; por desgracia al entrar en ella sin importarle llamar primero se encontró con que estaba vacía a excepción de algunos juguetes de Pennyworth y Titus. Desilusionado y con el ánimo abandonándolo de a poco decidió ir en busca de Jasón, cuando la vista de un llamativo cuaderno descansando tranquilamente en el escritorio del menor le llamo la atención como si de una lámpara se tratara para una polilla.
Se acercó con cuidado, temiendo que su pequeño demonio apareciera en cualquier momento y amenazara con arrancarle las entrañas por descubrirlo en la habitación sin permiso. Recordaba perfectamente el cuaderno; había sido un regalo de Bruce a su hijo por el cumpleaños número dieciséis de este, importado de Alemania y cosido a mano con el nombre de Damián grabado en oro, podía ser fácilmente confundido con un diario, pero en realidad se trataba de un cuaderno de bocetos.
Decidiendo que no tendría otra oportunidad como esa, pues Damián solía mostrarse reacio a mostrar su arte a los demás, lo abrió con la curiosidad ardiendo por dentro. Los primero dibujos retrataban, como era de esperar, a sus animales en el día a día, durmiendo, alimentándose o simplemente siendo ellos mismos; conforme avanzaba por las páginas y las mascotas eran reemplazadas por miembros de la familia a Dick le quedaba claro que el muchacho era en realidad mucho más talentoso de lo que el mismo creía.
Encantado con el trabajo de su niño barajeaba en su cabeza la posibilidad de convencer a Bruce de sugerirle tomar algún taller de arte en la universidad de Gotham e incluso se imaginó a sí mismo en una reluciente galería llena de los trabajos del menor, hasta que noto que los bocetos de cierto mercenario conocido por todos comenzaban a ser demasiados en comparación con los de cualquier otro, incluido Bruce.
Página tras página podía ver retratos de Jasón en diferentes posiciones y ángulos, en algunos aparecía con su máscara de Red Hood y armas en las manos, pero los más impresionantes eran aquellos en donde Damián parecía haberse esforzado sobre manera en capturar su expresión, el nivel de detalle con el que trazaba los ojos de su hermano rebelde y las sombras cuidadosas que añadía para darle vida le dejaron sin habla.
Había tantas preguntas rondando su cabeza que no fue capaz de sentir al dueño de la habitación en la misma viéndolo con horror hasta que fue demasiado tarde y el "pequeño" le arranco el cuaderno de las manos.
- Dami yo... - intento decir Dick pero no tenía una excusa creíble, había estado invadiendo la privacidad de su hermano sin restricciones y si ahora el hijo de Bruce lo asesinaba lenta y dolorosamente se lo tenía bien merecido.
Estaba a punto de empezar a rezar por su alma cuando noto que además de la mirada furibunda su hermano mostraba también un inconfundible sonrojo en las ya no tan infantiles mejillas...estaba avergonzado.
- Fuera de aquí Grayson. - gruño cuando intento acercarse al menor. Dick solo negó con la cabeza y tomo asiento frente al escritorio indicándole a Damián que se acercara.
El hijo de sangre sabía que cuando Dick se ponía en modo hermano mayor podía ser más testarudo que él y su padre juntos así que optando por ahorrar energías se sentó en la cama frente a él esperando a que Dick comenzase a hablar sobre lo que fuera que quisiera decirle y planeando su venganza, la cual se aseguraría fuera dolorosa y lenta...muy lenta.
- Así que te gusta Jason. - Directo y sin escalas, eso era algo nuevo para Dick que usualmente solía ser más parlanchín e irse por las ramas en las conversaciones.
Damián no supo cómo responder a aquello, no porque desconociera la respuesta, sino porque nunca imagino en realidad tener que escuchar a alguien formulando la pregunta.
- Tomare tu silencio como un sí. - La tranquilidad con la que Dick manejaba la situación era sorprendente hasta para él mismo, en el fondo deseaba salir de allí y patear hasta el cansancio el huesudo trasero de Jasón por corromper el joven y virgen corazón de su hermanito, pero sabía que eso no iba a servir de nada pues lo único que lograría con ello es que el mercenario se alejara rompiéndole el corazón a Damián en el proceso y definitivamente tampoco deseaba eso. Prefería verlo siendo corrompido por mayor que sufriendo por culpa suya, y si eso no era amor, no sabía entonces que lo era.
- ¿Por qué no estas gritando como lunático? - pregunto Damián obviamente esperando que en cualquier momento Dick saliera de allí echando chispas.
El mayor lo medito por un momento, era cierto que deseaba colgar a Jasón del edificio más cercano o convencer a Superman de arrojarlo directo al sol, pero una vez que todo el enojo inicial por la noticia pasaba, tenía que admitir que no le sorprendía demasiado que las cosas terminaran dándose de esa forma, incluso podría asegurar que Jasón compartía los sentimientos del demonio y le hacía feliz saber que el segundo Robín era lo suficientemente maduro para no presionar al hijo de Talía al respecto.
- Porque no creo que sea algo malo Dami. - contesto el mayor. - Aunque eso tampoco significa que me fascine la idea. - Añadió para dejar en claro que no iba a brincar de la emoción por dicha noticia.
- ¿No piensas que sea un monstruo? - pregunto anonadado su hermano menor.
- Por supuesto que no, jamás pensaría eso. - Y rápidamente Dick se puso en pie para darle un abrazo que sorprendentemente Damián no rechazo. - Es más, voy a ayudarte.
Afirmo alegre Dick, y fue entonces que Damián en verdad y por primera vez en mucho tiempo tuvo miedo. Le alegraba que Dick no le repudiara por haberse enamorado de uno de sus "hermanos", pero la idea del acróbata ayudándole a "conquistar" a Jasón distaba mucho de considerarse conveniente.
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