CAPITULO 1 

––———–┊⁀➷ El diablo está en los detalles.

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⠀⠀⠀⠀NATE RELLENA SU TAZA CON CAFÉ, siendo esta la cuarta del día y aun sabiendo que le quitará aun más el sueño, le da un sorbo antes de detenerse a observar el blanco pintado de color morado en la taza, y del otro lado su nombre junto al "autógrafo" de Clint hecho con marcador permanente. Nate creía que era ridículo pero también se había esperado en mantener la firma íntegra, pasándole una capa de esmalte para uñas transparente.

Era un regalo de su héroe, después de todo. Y todo estaba en los detalles.

Natasha también le había regalado una, pero ella había sido más creativa y le había escrito la dedicatoria directo en la taza en lugar de una nota. La nota de Clint se había perdido entre los cajones de la cocina, pero si la buscabas probablemente aparecería.

¿Ven? Detalles. Nathan los valoraba muchísimo. Había sido maldecido con una memoria perfecta y se aseguraba de guardar cada pequeño detalle de esos pequeños momentos que robaban él y el par de espías que lo entrenaron.

Que lo salvaron.

Sin embargo, uno de ellos ya no estaba, si tu mente evoca a Natasha Romanoff, déjame decirte que vienes del universo equivocado.

⠀⠀⠀⠀Hablando de la reina de Roma (Rusia, mejor dicho), una llamada entrante de la letal pelirroja sacude el teléfono de Nate, él quiere responder... pero no lo hará, no ahora, no así. No está listo para ver a Natasha, en parte porque sabe que en cuanto la vea ambos se vendrán abajo y ninguno podrá ser el soporte del otro, (porque si alguien puede atravesar las barreras de Black Widow ese sería su pequeño petirrojo) y en parte porque si fuera mentira lo que vio en las noticias ella no se tomaría la molestía de llamarlo.

Las noticias lo rompieron pero hablar con Nat lo haría trizas.

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⠀⠀⠀⠀Sí, Nathan iba a aplazar ese encuentro lo más posible hasta que aceptara que Clint Barton había muerto. Pero Natasha no iba a dejar que lo hiciera y por eso estaba recargada en umbral de la puerta de la cocina, observando cada movimiento del chico, estaba algo decepcionada de que este ni siquiera se haya inmutado de que alguien se coló en su casa sin el mayor esfuerzo, pero en parte lo entendía, diablos, lo entendía mejor que nadie.

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—¿No vas a contestar? — Natasha rompe el silencio, no hay reacción de sorpresa por parte de Nate así que da por hecho que la había notado. La pelirroja corta la llamada y se guarda el teléfono mientras observa al chico girarse hacia ella, inmediatamente mira las ojeras bajo sus ojos y la taza en su mano diestra, ver esa taza era todo un golpe de nostalgia.

—Nat yo...— Nathan intenta hablar pero no hay palabras que pueda decir en ese momento, su mente parece nublada y su cuerpo inundado en un mar de emociones negativas que quiere arrancarse del pecho.

—Hey, lo sé — La pelirroja avanza hasta el castaño y lo abraza. —, lo sé. Es una mierda ¿no? Siempre creí que sería yo quien se iría primero, supongo que estaba siendo egoísta porque así no tendría que lidiar con esto.

—Esperaba que-- — Hace una pausa, la voz se le rompe en aquella última palabra, mientras sus ojos se llenan de las lágrimas retenidas por aquellos largos días en los que esperaba que eso fuera una mentira, su ceño se frunce ante las palabras de Romanoff, sintiéndose invadido completamente por el miedo a perderla —. Esperaba que fuese una equivocación o una fachada, tenía la esperanza de que... de que esto no estuviera pasando de verdad — Un suspiro se evapora entre sus labios entreabiertos, cuando Natasha lo suelta aún es incapaz de sostenerle la mirada así que la baja hasta sus propios zapatos, "mierda, esos también habían sido un regalo de Clint" piensa. —. ¿Cómo pasó?

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Natasha toma asiento sobre la mesa, desvía la mirada hacia las facturas sobre esta, distrayéndose ficticiamente para evadir la pregunta. No obstante, sabe que su petirrojo es terco y va a insistir hasta sacarle una respuesta satisfactoria, hasta tener la verdad.

La verdad es que, ni siquiera ella sabe lo que pasó. Pero le gustaba fingir que lo sabía.

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—Ya sabes cómo es esto — Murmura, con los papeles entre las manos, empezando a hojearlos para causar una distracción en el menor, pero Nate conoce esos trucos y no se va dejar engañar como antes. —. Sabes como es-- era Clint, creía que iba a poder solo con el asunto, pero se complicó demasiado y... lo perdimos. Pero eso no es de lo que venía a hablarte, vine porque los Vengadores te necesitan, te necesitamos. Sabes lo que tienes que hacer.

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⠀⠀⠀⠀El rostro de Nathan cambió por completo de un momento a otro. ¿Cómo podían pedirle eso? ¿Cómo precisamente Natasha podía pedirle eso? No era estupido, querían usarlo para reemplazar a Clint, llenar el hueco que había dejado, asumir el manto de Hawkeye. Hace unas semanas habría rogado por una oportunidad de jugar en las ligas mayores más que como un héroe de alquiler, hace unos días se hubiera en Hawkeye si se lo pedían. Pero ahora no, se sentía incapaz de pensar en ocupar el lugar vacío que había dejado Clint.

Tenía claro algo, él nunca sería Hawkeye.

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—Sabes que puedes pedirme lo que sea, Nat, pero no eso — Cruzó los brazos sobre su pecho, adoptando una pose decidida y seria, probablemente se veía más decidido que nunca, —. No puedo hacerlo, no estoy listo para eso. Ni siquiera me hago a la idea de que está muerto, mucho menos podría salir usando su uniforme y su nombre, además no estoy calificado... Solo soy el chico al que salvaron del circo, no soy un héroe y definitivamente jamás seré Hawkeye.

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—Sé mejor que nadie que esto es difícil para ti, pero también sé que esto es lo que Clint quería. No te lo estaría pidiendo si no estuviera segura de que puedes con esto, porque si alguien puede ocupar el puesto de Clint ese eres tú, te has preparado toda tu vida para ello, has seguido nuestros pasos desde el principio y ya llegó la hora. — Las palabras de Natasha son bastante acertadas y sin una gota de mentira, había perdido a su mejor amigo lo que hacía que toda su confianza recayera en Nathan. También era difícil para ella tener que pedirle eso, pero aparte de que se estaba quedando sin opciones, lo necesitaba.

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"Ocupar el puesto, diablos, eso suena tan mal." Piensa Nathan con la vista fija en ningún punto en específico. La nariz se le había enrojecido y tiene los ojos llorosos, pero se ha negado hasta ahora a derramar alguna lágrima, aun con el semblante triste que mantiene se ve bastante decidido a no ceder.

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—Lo siento, Nat. No puedo... Solo hay dos Hawkeyes y uno está muerto, pero suerte con Katherine, ella es más Hawkeye que yo y ya es una vengadora.

—Ese es otro problema, Nate, nadie ha podido contactar a Kate en semanas, se suponía que Clint iba a encontrarla, pero ya sabes cómo terminó.

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