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Cuando todo parecía estar el calma. Pepper se quito algo de cabello del rostro y miro a su alrededor. De inmediato noto junto a Chris que Steve había desaparecido. 

Se miraron complicados. Había sido un momento muy intenso que no alcanzaron a procesar.

Pepper se puso en pie y se cubrió rápido con la camisa de Chris. Miro a su alrededor intentando vislumbrar donde estaba.

Ambos lo encontraron en la MasterRoom de la cabaña.

-Hey...- Le hablo incomoda, avergonzada. Casi sin voz.

-¿Todo bien?- pregunto Chris tras ella en boxers.

-Si...- Arrastró la afirmación haciendo esa pausa que daba prueba de que estaba escogiendo muy bien sus palabras.-... Ustedes estaban algo ocupados- Se obligo a sonreír.

Steve acababa de salir del baño luego de acabar con lo suyo. Y tenía esa desagradable sensación en el cuerpo. No el relajo que debía estar sintiendo.

-No deberías...- Fue a hablar Pepper. Que no debía haberlos dejado solos pero era una soberana idiotez. Por eso se quedo en silencio a medio camino.

Steve levanto ambas cejas en un arco pronunciado.

-Tu y yo estábamos en algo- Reclamo de golpe y con descaro la morenita de la discordia.

Steve hizo un esfuerzo sobrehumano para no verse en ridículo. Intento no sonreír con sarcasmo u otra cosa.

-Ummmm... bueno. Ya esta todo okey...- Respondió sin tener mas que contestar.
Se acerco a la cama y levanto los cobertores de un costado.

Sin agregar comentarios se quito la camiseta, los jeans y se acomodo bajo el edredon relleno de pluma de ganso.

-¿No nos vas a acompañar?- Su amiga pregunto al tiempo que algo le comprimia el pecho.

-Mmmmmhhhh.....- Arrastró el murmullo -... Noooohhh- Termino de sacudir su cabeza.

Pepper no lo podía creer. Ahí Steve había retrocedido de macho alfa a bebé berrinchudo.

-¿sabes de que tengo ganas Chris?- Le pregunto después de intentar encontrar una solución.

-No- Respondió a secas tras la chica. Viendo con esa ira pasiva a su amigo. El rey de los cretinos... imbécil manipulador...

-Helado...-Se sonrió luego de escuchar ese sutil tono de voz. Lo conocía. Los conocía. Aquello no podía estar peor. Pero su experiencia pasada...

...En aquella época feliz... No había nada que no se solucionara con un atracón de helado y un maratón de Dragon Ball Z... Goku era invencible y los inspiraba a superar lo que fuera.

Pepper giro vuelta a la cocina y sin buscar la mirada de Chris se retiro.

-De verdad...- Chris resolvió empezar por alguna parte. Lo miraba incrédulo - No creo que tu tengas la mínima intención de lo que yo esperaría...- Intento darse a explicar.

-No hermano...- Steve lo atajo serio- Yo no voy a hacer esto- Continuo. ¿Discutir?¿Quien era el modelo de moral?... no era tan cínico. Y en el fondo sabia que Chris tan poco. Solo estaba cabreado. Nunca pensó a imaginar que Pepper llegaría a enfrentarlos de ese modo.

Ni si quiera Emily lo había conseguido.

-Entonces...- Pepper les hablo desde el pasillo. No tenía energía para enfrentar una discusión entre ambos. Tampoco noto que algo maravilloso obraba en ella. Sí. Por fin estaba creyéndose, eso que incansable repitió Chris durante años y que luego confirmo Steve. Era guapa. Y se estaban peleando por ella.

-Me ayudas con esto- Le sonrió debilitante  Pepper, le entrego  una bandeja y se arrimo a la cama acomodándose al lado de Steve. -¿Qué estas esperando?- Le sonrió estirando las manos para recibir el azafate.  Chris subió una ceja intentando comprender 

-¿Chris....?- Balbuceo sin voz.. y le indico la almohada. Para que de una vez se dejara de hacerse de rogar.
Espero a que Teddy se acomodara a su otro lado. Ella sonrió feliz -Creo que te ganaste el control remoto... has sido un chico muy bueno esta noche-

-Solo lo dices porque no tienes ni idea donde esta...- Gruño estirando la mano hacia el cajón en su mesita de noche.

-¿Por que solo una?...- Steve llamo su atención frunciendo el ceño.  En la bandeja" una caja de helado de chocolate recién abierta, una lata de crema batida y una sola cuchara.

-Imagine que ninguno de los dos quieren compartir ...- Comento. -¿O van a querer?-  Pregunto suspicaz mientras notaba toda la atención de su amigo en ella. De nuevo.

-"De querer" ...quiero muchas cosas preciosa - Respondió con desplante acomodándose en su costado viéndola con esa sonrisa que hacia estragos entre las mujeres que conocía en los centros nocturnos que frecuentaba.

Chris le subió una ceja. No lo podía creer. Otra babosada. -Yo no soy  "la reina del drama" preciosa.- Finalmente se le salió.

-Okey...- La chica arrastro la expresión  sin paciencia.- ¡Te quedaste sin Control!- Lo sentencio  arrebatándole el aparato de la mano.

-CUIDADO...- Chris le advirtió con esa expresión sombría en su rostro

-¿Me estas amenazando? - Contesto divertida e incrédula.

-No nena. Yo no amenazo- Volvió a advertir. Esta vez potencialmente mas fiero

Ella volvió a sonreír sin ni una pizca de respeto, se llevo una cuchara colmada de helado a la boca y  saboreo.

-Yo también quiero...- Le hablo Steve luego de observarla. Como movía la punta de su lengua retirando la crema de la cuchara.

Pepper fue a sacar otra porción de helado,  Steve tomo su mano y la llevo debajo de las sabanas sobre su sexo. Había sido imposible ser indiferente. Ella... su boca. Sabia que estaba bajo el cobertor sin ropa interior. Era suficiente estimulo. 

Ella pareció inmutable y cedió al principio forzada. No porque no quisiera. Mas que eso por el placer de dar un poco de guerra. Se dejo guiar. Era otra actitud,  Steve no tenía para ella esos detalles de Teddy. Menos caballero. Claro que sentía mucho cariño por ella pero no estaba ahí por saldar un pendiente. Solo quería enfocarse en saciar esa hambre que jamás pensó despertaría en el.

Y eso era excitante. Como sentir esa reacción entre sus dedos. De como su hombría tomaba fuerza para y por ella. Entonces se atrevió a apretar y Steve se trago el gruñido. El descubrió su erección ya punzante y permitió que ella lo explorara con soltura.

Chris observo esa mirada. La indecencia brillando en su rostro. Revelando a la hembra que llevaba dentro. Volviéndola tan deseable. Quito la bandeja con el postre encima del cobertor. Y sin invitación esta vez dejándose llevar por su instinto, una de sus manos se metió entre las piernas de Pepper.
Steve la vio hacer esa mueca. Chris esta vez no fue con todo cuidado.

-Así... justo así- el entrenador le hablo sin voz.  Respirando profundo cerrando los ojos disfrutando la caricia.

-Awggghh...-  La morena se quejo. Apretó las piernas. Punsaba. Dolía. Sensible. Comenzó a arder. Resbalar.

La hombría de Chris ya palpitaba. Aprontándose a esa indecente idea ¿Para Pepper? ¿Quien Sabia? Al inicio de la noche ella insistía que ni siquiera le gustaban los hombres. Tal vez terminara de convencerla.

-Así... así...- La voz grave seca y profunda de Steve retumbaba en sus oídos.

Chris desde el otro lado de la cama forzó su pierna levantándola sobre su costado buscando hacerse espacio para maniobrar. Decidido empujo el borde de su mano separando sus nalgas. Despacio y lento comenzó a acariciar moviendo uno de sus dedos recorriendo con lascivia la profunda linea entre sus nalgas. Pasando por ese otro rincón inexplorado, pero sin detenerse. Al parecer indiferente. Cálido. Buscando lograr que esa tensión de lo inesperado desapareciera de sus caderas.

Pepper se aproximo a Steve buscando sus labios su lengua hasta sentirla por completo dentro saboreandola. Tomo su mano y la empujo  entre sus piernas. 

Los dedos de Steve se unieron a los de Chris. Jadeante, ella se quejo al lograr respirar.

Chris soltó su coñito invadido...  luego arrastro sus dientes por el cuello de su amiga moviéndose por sus hombros delicioso. 

La castaña le entrego su espalda dejándose mimar. Sin imaginar que Steve se dirigía en ese momento a sus pezones.

Bajo los cobertores la temperatura empezaba a volverse sofocante.

Ella se retorció al sentir ese malicioso apretón de sus labios mojados sobre su pezón sensible. Al descubrir su reacción, los dedos de Steve se hundieron buscando sentir que tan mojada  y caliente estaba ya su hendidura. Un claro y ahogado jadeo se escapo de su boca.

Ella empujo su coño inflamado sobre su mano, buscando algo mas intenso.

Steve gruño maravillado. Se acerco a ella apegandose buscando ese debilitante contacto sobre su cuerpo. Pepper se unió a su búsqueda y en el acomodo se le escapo el aire. Acababa de sentir la erección de Steve empujando separando sus pliegues sin llegar a penetrar.
Un quejido agudo. Se le escapo el aire. Su mirada se volvió atribulada. Haciendo un esfuerzo por verlo a los ojos. Porque sabia lo que iba a hacer. Lo estaba deseando. Pero no salían los pensamientos de su boca. Solo intentaba respirar.
Steve miro difuso por un segundo a Chris y volvió a mirar a Pepper.
Llevo su mano a su gran trozo carne inflamada y sin espera acomodo la punta en su abertura inexperta.

De golpe se hundió en ella haciéndola gemir. Deshaciéndose el mismo en un largo gruñido. Ardía, apretada. Exquisita. Steve se dio el tiempo y el gusto de disfrutar su estrechez. La dejo que se acostumbrara a su invasión seguro de que le estaba molestando. Orgulloso. Como un pervertido. Ella ya había puesto esa adorable cara de dolor. Ahora si. Pepper sabría lo que era un verdadero hombre. Y ya jamás podría negarse prefiriendo a una chica.

Chris podría haber robado justo en ese momento un beso. Steve se retiro por completo sin piedad para volver a empujar por completo. El placer que le provocaba lo hizo respirar acelerado y buscar aun mas.  Pepper se dejo maniobrar... acoplo sus movimientos al ritmo de Steve disfrutando cada entrada y salida. Buscando empujar contra el, sin prestar atención a lo que dejaba atrás. 

Aquel increíble trabajo de joyería. El índice derecho de Chris se había atrevido a entrar en el ano de su amiguita, despacio, en un suave y rítmico masaje circular. Mezclado con esos arrebatantes besos en su espalda. No la había escuchado protestar. Ella solo se estaba dejando llevar. Hasta que noto que era suficiente. Las caderas de la chica se movían ya con vigor... los jadeos de los tres se estaban entremezclando. El cobertor había caído a los pies de la cama. Era tiempo de llenar ese espacio que se había hecho paciente... Que le dolería, eso era inevitable. Pero ella estaba tan caliente. Podía sentirlo. Aunque no hubiera puesto una mano encima de ella, aun solo observándola de espalda, la piel abrillantada con esa agitación, su cabello húmedo de transpiración, ese sutil sabor a sal y esos movimientos ondulantes. Chris solo se apego. Se apego mucho, mas que suficiente. Con una calma, que rallaba en lo insano, separo sus nalguitas con ese grandioso trozo de carne que ya había conquistado su otro espacio. Eso se sintió mas tosco. Grueso. Altero su percepción. La hizo saltar. Noto como buscaba, entrometiéndose. Gimió. Su cuerpo se estremeció. Con el pensamiento casi nulo... en un estado intoxicado, gracias a esos embistes de Steve que se negaban a dejarla racionalizar nada.  Chris a su espalda pudo haber pasado una de sus manos por debajo de su cintura buscando su vientre en un movimiento mas cariñoso. Pero fue diferente. Si se le antojaba, Steve tendría que contenerla. Ahora, ya no importaba tanto, como la desquiciante urgencia de traspasar esa frontera. Separo esas perfectas pompitas. Sujeto firme cada una. Decidido. Con ese palpitar punzando en su sexo y se abrió paso inmiscuyéndose sin piedad. La hizo gritar, Claro que si. Temblaba. Su cuerpo se lleno de calor... mucha energía. Chris no se detuvo... No a hasta estar por completo ensartado. Steve si lo hizo. Quieto abrió sus ojos, para observarla por unos cuantos jadeos. Perplejo. De patito feo a inmaculado cisne y luego de princesa a la mas guarra de todas las putas... Hambriento enredo sus dedos en el cabello de la chica y la obligo a recibir ese violento beso. Una de las manos del entrenador le hizo una seña a su amigo. Decidido a moverla se tendrían que re-acomodar. - Cuidado que esto te va a doler...- Le advirtió viéndola fascinado. Steve sonrió con malicia. Luego la vio sobre él y empujo sus caderas hasta sentirse por entero dentro. Provocándole ese chillido. Pepper sacudió su cabeza como negándose con esa mirada atormentada.

-Muévete preciosa...- Le ordeno Steve. No fue solicitud o sugerencia. Pero no era él, el que estaba aguantando esa fuerte punzada en su trasero que estaba haciendo arder sus entrañas.

-Muévete Pepper...- Escucho a Chris a su oído. Y aquello la estremeció aun mas. Esa entonación morbosa en su voz.

Ella no lo iba a entender... quizá hasta mucho tiempo después. A pesar de todo, esos dos seguían teniendo alma de caballeros. No querían atropellarla. Le estaban cediendo todo el control.

La dulce chica de ojos marrones giro cuerpo buscando los ojos de Chris... - si me salgo yo no...- Exhaló nerviosa, angustiada.

-Yo lo hago...- Se sonrió expectante. Un par de dedos retiro algo de cabello de su rostro y fueron a acariciar sus labios. Ella beso sus dedos. Luego volvió a ver a Steve. Y ahí estaban los dos... esos enormes hombres.

-¿Si no puedo?...- resoplo luego de sentir la erección de Steve moviéndose dentro, exigiendo su atención.

-Ya lo hiciste- Se sonrió con un adorable matiz depravado.

Pepper respiro profundo. Por fin se decidió a elevar las caderas, acomodada a horcajadas. apoyo ambas manos sobre las costillas de Steve y el quejido de la chica no se dejo esperar al sentir como ambos miembros comenzaban a moverse retirándose de ella, sin poder definir, cual era mas grande, grueso, duro... perfecto.

Chris apretó las mandíbulas. No quería salir de ahí... No. de rodillas tras ella la alcanzo a sujetar de las caderas antes del final. Y antes de que volviera a protestar ambas manos del rubio la empujaron contra el y su amigo. 

Grito. sintiéndose aplastada e invadida. Steve gruño de Placer, Chris solo contuvo el aire. 

-Por el amor de Dios...- Balbuceo al descubrir que las manos de Steve habían ido a dar a sus costados... Esta vez el volvió a elevar su pequeño cuerpo...

Minutos mas tarde Pepper comenzó a perder la cordura. Empujada y aplastada, Sometida, perforada. Resbalando entre los cuerpos de esos chicos. Con los ojos tan cerrados, jadeaba, sus quejidos se mezclaban entre ellos y hasta que dejo de luchar y solo se dejo poseer. Estallando antes que ellos y luego con cada uno de los dos... termino rendida, lacia, sin vida, sobre los brazos de Steve, luego de ser completamente devorada por sus amigos.

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Behind the Wheel | DEPECHE MODE

https://youtu.be/8tWa8rjIBNI

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