• ≪─ ♠ ONCE UPON A TIME THERE WAS A STORY ♠ ─≫ •

A pesar de sus claras diferencias y desacuerdos, las cosas poco a poco se estaban reorganizando en la Torre de los Vengadores. Lugar donde los héroes más poderosos de la tierra residían desde hace varios años, liderados por Tony Stark alias Iron Man y Steve Rogers el buen Capitán América, las cosas finalmente parecían estar en su mejor punto. Aquel lugar que era su base de trabajo poco a poco se había convertido en un hogar para la mayoría allí. Después de todo, los vengadores por más poderosos y maravillosos que fueran eran personas, personas solitarias con diferentes pasados que trataban de ocultar pero todos compartían esas similitudes de dolor y abandono. 

La mayoría de ellos podían admitir que sus relaciones más solidas y duraderas se habían formado en aquel lugar que se había convertido en su hogar, su familia. Con las pocas excepciones de Tony Stark que tenía a Pepper Potts y Happy Hogan en su vida como su primera familia, Clint Barton que durante mucho tiempo ocultó a su esposa e hijos y Steve Rogers que  tenía a su viejo mejor amigo de la infancia Bucky Barnes, de nuevo a su lado. 

Hecho que sin duda había sido complicado al inicio, dado que el ex-sargento Barnes no recordaba quién era o de donde venía, siempre trabajando como asesino para el mejor postor bajo el nombre de Soldado de Invierno, solo con unos pocos recuerdos intactos de su mente logró llegar a Steve a tiempo, antes de que las cosas se complicarán mucho más cuando fue acusado del ataque sucedido en Nigeria al firmar los acuerdos de Sokovia.

Entonces cuando se entregó voluntariamente a su mejor amigo, asegurando que él no fue el terrorista del evento, Steve trabajó incansablemente con ayuda de su familia los Vengadores, para demostrar su inocencia y así recuperarlo. Gracias a las pruebas encontradas por Natasha había sido fácil poner a sus amigos de su lado, y con ellos, al resto del mundo. 

Tony Stark con las debidas pruebas que la espía rusa del equipo obtuvo no le fue difícil con la ayuda de sus abogados e influencias lograr limpiar el nombre de James Buchanan Barnes, mejor conocido como Bucky, al comprobar totalmente que ninguno de los horribles crímenes cometidos por el hombre fueron realizados bajo su propia voluntad. Sino que estaba siendo controlado y manipulado, con reprogramaciones regulares, por dos de las organizaciones más peligrosas del mundo, H.Y.D.R.A y la KGB.

Luego de probar aquello y de encontrar al verdadero terrorista de los acuerdos de Sokovia para llevarlo ante la justicia Wakandiana, en agradecimiento por encontrar al asesino del Rey T'Chaka, el nuevo Rey T'Challa decidió brindarle la debida ayuda al soldado para que esté recuperará su mente, y tras varios meses de tratamiento James Barnes había logrado recordar la mayoría de sus memorias, y con esto, sus más profundos errores y secretos.

Y era por esto que a pesar de todo el apoyo que había recibido de Steve y el resto de los Vengadores tras su regreso de Wakanda con ellos, a Bucky le era imposible sentirse del todo cómodo en aquel lugar, y mucho menos actuar como una persona normal cuando no era así.

Consciente de sus acciones o no él había hecho millones de atrocidades que nunca le iban a permitir avanzar y continuar con su vida. Y si eso no era suficiente existía otro tema que en todos esos meses no le daba la paz que tanto anhelaba;  Él estaba obligado a convivir a diario con la única persona de su maldito pasado que lo hacía sentir como un humano nuevamente, la única persona que lo hacía sentir vivo, y especialmente la única persona que deseaba en todo el jodido mundo que lo recordara, aún cuando sabía que era imposible que sucediera.

El soldado del Invierno y todo su programa había sido comprometido cuando lo pusieron a entrenar a una rusa que se esperaba habría de convertirse en la asesina más preciada de la KGB: la Viuda Negra, que ahora era parte integral de los vengadores, esa mujer era la llamada Natasha Romanoff, su alma gemela.

Años atrás, en el momento en que el Soldado de Invierno le fue asignada la misión de entrenar a la próxima arma de la KGB, en el momento en que él llegó a su vida, ella aún no portaba el temible nombre de la Viuda Negra, ella solo era una jovencita de 16 años que había sido criada desde los cuatro por el programa de la Sala Roja con el objetivo de volverla el arma perfecta de los rusos. Criada entre asesinos, matones y espías, ella era la joven esperanza de la KGB.

Quienes creían que para expandir el poderío soviético en los países de sus enemigos era necesario que existiera alguien que pudiera dominar todas y las más mortíferas habilidades de un espía, y nadie era mejor para aquel trabajo que una mujer.

Natasha, que en aquel entonces respondía al nombre de Natalia Alianova Romanova, solo era una joven niña huérfana que había caído bajo la tutela de Alexei Shostakov que, junto a sus superiores, la internaron en el programa de la Sala Roja apenas tuvieron oportunidad, junto a muchas otras niñas que tendrían que estudiar, matar y entrenarse para tratar de conquistar el título de Viuda Negra. Su orfandad, por otro lado, como las otras miles de cosas de la enigmática mujer, era algo completamente desconocido pues la KGB se había encargado de borrar todo rastro de la verdad, después de todo a Natalia nunca se le permitió saber sobre su pasado, así que para ella solo existía el presente cuando se trataba de aquel lugar. Allí solo era morir o matar, y Natasha lo único que le importaba era sobrevivir.

Cuando el Soldado de Invierno fue ingresado al programa como el entrenador de las futuras viudas apenas y había sobrevivido un pequeño tercio de las niñas que habían iniciado su entrenamiento. Las demás habían muerto, ya fuera porque habían sido desechadas por mostrar debilidad, o asesinadas por sus compañeras, sus entrenadores, de enfermedades o simplemente dejadas a morir fuera de la Habitación Roja, en el crudo invierno de Siberia, por haber desobedecido alguna de las importantes normas del lugar, sea como sea, ellas ya no estaban allí. Y así era como funcionaba aquel lugar, no sobrevivías por no matar o matabas para vivir, no había otra opción para salir con vida de allí, después de todo cualquier cosa humana tan simple como sonreír, disfrutar, jugar o aprender era solo un mero sueño, una fantasía que estaba completamente prohibida.
¿Y un alma gemela?, Solo te volvía alguien débil, inútil y desechable. No servía, y si no le servías al programa morías, era simple. Encontrar a tu alma gemela, tratar de buscarla o solo anhelarla te volvía un blanco perfecto para ser eliminada. Era un sinónimo de muerte.

Cuando el Soldado las conoció la mayoría de las jovenes que seguían con vida ya habían perdido toda sensibilidad ante lo ocurrido con sus compañeras, sus muertes, torturas, violaciones y dolor, simplemente no les importaba, a todas menos a Natalia. La joven rusa sabía que solo debía hacer tres cosas para sobrevivir en aquel lugar; Matar, seguir las reglas y sobresalir. Y por más incómoda que se sintiera hiriendo a las pequeñas niñas que seguían entrando en el programa ella sabía que tenía que seguir siendo la mejor para tener alguna posibilidad de salir viva de su infierno personal. Y de todos en aquel lugar, solo a James le había confiado su mayor secreto, Natalia Alianovna Romanova nunca quiso ser la Viuda Negra, solo quería no morir.

El Soldado del Invierno cuando llegó a la Habitación roja había sido obligado a asumir la responsabilidad de instruir a las jóvenes en técnicas de combate cuerpo a cuerpo. Aunque ellas habían dedicado toda su vida en el manejo de armas, carecían de muchos conocimientos sobre cómo eliminar a un oponente usando únicamente su cuerpo, sin arma alguna. El hombre de brazo metálico, con su experiencia, era todo un maestro en ese arte. Además, aunque implícitamente, se le había informado que se esperaba que educara a las chicas mayores, como Natalia, en las artes de la seducción, la provocación y el sexo, habilidades que se esperaba se convertirían en sus armas más poderosas en el futuro al salir en sus misiones. A diferencia de los pocos agentes masculinos en la Sala Roja, quienes junto a los guardias del lugar tenían intenciones más perversas hacía las niñas, lo que significaba violarlas para castigarlas o usarlas para su propio placer, el Soldado y Madame B, la principal entrenadora del programa, querían enfocarse en tácticas más sutiles para obtener información en beneficio de la KGB, las niñas eran expertas en metodos clasicos como una bala directo al corazón o cráneo, y torturas variadas, pero ninguna estaba muy segura de como seducir a alguien para obtener información, y eran esos medios los que se esperaba aprendieran a mejorar.

Y entonces la mayoría de las chicas observaron a su nuevo entrenador con ojos de deseos y decidieron que querían todos los beneficios que el hombre pudiera aportarles, así que empezaron mostrándose ante él como regalos, inclinándose ante su persona como si fuera alguna especie de santo, tratando de acariciarlo en cualquier oportunidad y vestidas con la ropa de entrenamiento más corta que podían encontrar, todas esperando que él las tomará allí mismo o que fueran llamadas a su habitación por las noches. Nada de eso sucedió y aquello había decepcionado a las jovenes asesinas. 

Después de todo era un secreto a voces abiertas que algunos de los soldados pedían a una o dos de las adolescentes para compartir sus camas por las noches y que los guardias solían colarse en sus habitaciones para tomarlas al anochecer cuando deseaban buscar placer, la mayoría de las jovenes se aterraban cuando les sucedía pero aun conservaban la esperanza de recibir algún beneficio de la situación, un regalo, un permiso o incluso un poco de protección dentro de aquellas paredes. Todo siempre fue en vano.

Y entonces el Soldado de Invierno no tenía su mente adecuada para una mujer y las jovenes se sorprendieron porque el hombre nunca trató de tomarlas o colarse en sus habitaciones. James rechazo todas y cada una de las propuestas pese a sus implícitas ordenes y bajo la iracunda mirada de la directora de la Sala Roja, que sin duda, pese a su acuerdo con los superiores de H.Y.D.R.A, deseaba mantener al asesino fiel a la KGB así fuera por medio de alguna de sus chicas.

James había sido ordenado para entrenar a las chicas mayores al incio, aquellas de dieciocho y diecinueve años aprendieron rápido pero sin sobresalir. Entonces Madame B decidió que lo mejor sería ubicarlo como el maestro de sus mejores alumnas, unas chicas más jovenes pero letales, más mortíferas y fuertes, jovenes de solo dieciséis años que habían pasado toda su vida en aquel lugar y eran la esperanza del programa. Fue entonces cuando los ojos de James y Natalia se encontraron por primera vez en una de las antiguas habitaciones de entrenamiento de la KGB rodeados de los superiores de ambos y de otras treinta jovenes esperando a ser entrenadas.

No hubo una chispa al conocerse, no exactamente, Natalia estaba acostumbrada a no sentir y James no se permitía dejar llevar por ninguna mujer por más atractiva que fuera, mucho menos por una niña. Entonces comenzaron los entrenamientos y se tocaron por primera vez, Natalia sintió un escalofrío subir por todo su cuerpo desde la marca cubierta de su muñeca derecha y James logró sentir algo por primera vez viniendo en dirección de su prótesis izquierda. El soldado se quedó inmóvil y cualquiera que hubiera visto a la joven pelirroja no hubiera notado algo fuera de lo común, nadie excepto James que notó como los ojos de la joven se abrían ligeramente en shock cuando luego el temor se apoderó de los hermosos ojos verdes de la niña antes de actuar como si nada hubiera sucedido. 

Entendiendo que no sería adecuado revelar lo sucedido el Soldado lo guardó en el fondo de su mente como un secreto más y simplemente terminó el primer entrenamiento de la joven con normalidad. Cuando más tarde llamó a la joven Natalia a su habitación se sorprendió cuando la chica no apareció, eso no lo detuvo y día tras día trato de llamar su atención, en sus entrenamientos, descansos y en aquellas noches cuando se encontraban vagando despiertos por el complejo, Natalia siempre huyó de él.

Pero entonces Natalia Romanova empezó a ser superior a todas sus otras compañeras, todas sus habilidades parecían potenciarse mucho más cuando luchaba cuerpo a cuerpo y ella siempre se coronaba como la vencedora. Era simplemente brillante como lograba engañar a sus oponentes usando su propia fuerza contra ellos, pues al ser ella pequeña, delgada y de baja estatura Natalia era como una pequeña araña que tejía lentamente sus redes haciéndole creer a su oponente que estaba ganando cuando en el momento exacto sacaba su as bajo la manga y los destruía por completo, acabando con ellos en un corto instante cuando antes todo parecía perdido. Todos sus entrenadores y superiores se impresionaron ante tal habilidad y fue cuando James tuvo su oportunidad. Se había tomado la decisión de que solo Natalia entrenaría bajo la exclusividad del Soldado de Invierno en total privacidad. Nadie mejor para entrenar a la mejor. 

Entonces en su primer entrenamiento privado el Soldado confrontó a Natalia y fue la primera vez que la joven pelirroja se quebró frente a él. De su primera lección James aprendió que haberlo conocido, una bendición para cualquier ser humano, era una sentencia de muerte segura para ella. Un alma gemela era una debilidad, te convertía en alguien inútil y sin valor, te mataba. Y Natalia ya había sobrevivido a doce infernales años y no quería morir. 

Así que el Soldado juró sacarla de ese lugar y para eso Natalia debía ser la mejor, así que James la entrenó con todo lo que tenía todos los días para hacerla mortífera de día, pero de noche, en la privacidad de sus habitaciones solo eran James y Natalia, dos almas que se habían encontrado por casualidad y solo querían salir de su planeado destino para encontrarse realmente así mismos.

Entonces bajo la tutela completa del Soldado de Invierno la joven Viuda Negra floreció lo suficiente como para convertirse en un tesoro invaluable para la organización.

Eso solo le causó muchísimas más enemistades de la que ya tenía allí, puesto que la mayoría de las estudiantes pensaban que ya existía un claro favoritismo hacía ella sus compañeras trataron hasta lo imposible para hacerla desaparecer, pero no podía. Nadie podía con ella. Ni siquiera el soldado de Invierno que ya había caído bajo las redes de la araña. Nadie podía con la chica de ojos esmeralda que solo quería sobrevivir.  

Sin embargo esa joven niña de cabellos pelirrojos y ojos esmeraldas había madurado y logrado salir del infierno que era su vida. Apenas se le presentó la oportunidad Natalia había logrado huir y salvar su vida, tomando una nueva identidad como Natasha Romanoff logró dejar atrás su oscuro pasado y todos los secretos que este traía con ello. Y era precisamente por eso que Natasha evitaba a toda costa toparse sola con aquel hombre, porque ver a James solo la devolvía a esos oscuros días y la hundía en recuerdos que solo le causaban dolor.

Verlo luego de tantos años aquel día en Washington D.C había sido suficiente para recordar muchas cosas que se suponía habían sido eliminadas de su cabeza, ver aquellos ojos azules nuevamente y tocar aquel brazo izquierdo que tanto le había hecho sentir en el pasado le devolvieron recuerdos que la rompieron. Secretos que hubiera sido mejor mantener en el pasado.

Natasha se sintió desfallecer cuando los recuerdos volvieron a ella. Recordó a James y todo lo que el hombre había significado para ella cuando era una joven adolescente, recordó sus entrenamientos para convertirla en el arma que era hoy en día y recordó tantas otras cosas que no debían ser posibles. 

No era un secreto que durante años la conocida KGB tenía un control absoluto sobre Natalia, así como sobre el Soldado del Invierno y otros agentes clave de la organización. Así que cuando las torturas o castigos no surtían efecto les gustaba recurrir a una tecnología basada en investigaciones nazis de la división H.Y.D.R.A. para borrarles la memoria y manipularlos. Después de todo fue la KGB quien introdujo el concepto del Soldado del Invierno y el control mental en la Unión Soviética mucho antes de que Estados Unidos siquiera considerara proyectos como el MK-Ultra. Y aún así, sin importar todas las sesiones a las que Natasha fue sometida como castigo para tratar de controlarla, solo basto un suave tacto con el infame Soldado asesino para devolverle recuerdos que daba por perdida, los únicos recuerdos que valía la pena recordar de su estancia en la Habitación roja.

Las caricias rápidas y secretas en los pasillos de la Sala Roja, los besos robados en los callejones de la fría rusia, sus largas conversaciones a medianoche abriendo sus almas y corazones, aquellas confesiones susurradas en los confines del complejo donde nadie pensaba en buscarlos, las promesas que se hicieron al conocerse y los suaves murmullos llenos de cumplidos y secretos que le susurraba en el oído al entrenarla. Los planes de huída al enterarse del riesgo que corrían, la breve felicidad de haber creído estar libres por un tiempo y luego todo el fracaso que vino después. Tres años de promesas fallidas, llantos y momentos de felicidad se redujeron a nada cuando fueron encontrados y los obligaron a salir de su fantasía feliz.

Una vida entera de recuerdos que les arrebataron, Natasha los había recuperado con un pequeño roce a pesar de saber que él no la recordaba, ni todo lo que habían vivido. El dolor, la felicidad y todos los secretos que habían compartido, ahora era un peso solo para ella.

Después de tantos años de reprogramación cerebral, control mental y crío-preservación estos habían sido suficiente para hacerlo olvidarla a ella y su identidad misma. Natasha sola también había tardado un buen tiempo en recordar lo que era real y lo que no de su pasado. 

Tras su entrada en S.H.I.E.L.D le tomó muchísimos tipos de terapia y tratamientos mentales para poder descubrir quién era ella en realidad y que fantasías había implantado la Sala Roja, y aún así, con todos los años que había pasado desde ello, Natasha no logró recordar todo hasta que James la tocó nuevamente años después.

Pero estaba segura de que James era real, y que por muchos años fue la única realidad en su vida a la que aferrarse. Aún después de su descubrimiento aquel primer toque años atrás los sentimientos surgieron lentamente. Para un Soldado que no sabía lo que era sentir y una niña que lo había olvidado todo era nuevo para ambos. 

Así que la joven Natalia hizo lo único que sabía hacer, sobrevivir. Empezó a seducir y jugar lentamente con el Soldado para ganar sus enfrentamientos pero con el tiempo terminó enamorándose perdidamente de él como su marca lo había predicho tiempo atrás. Porque James era diferente con ella a quien era frente a sus organizaciones, él era real. James era mucho más que una máquina asesina cuando estaba junto a la joven de ojos verdes y eso hizo que con el tiempo ambos corazones se abrieran totalmente, revelando sus miedos, deseos más profundos, secretos e historias. Sin desearlo y tratando de evitarlo para seguir vivos, se enamoraron y huyeron apenas tuvieron oportunidad.  

Aún así nada podía durar para siempre y eventualmente los encontraron, una vez que destruyeron lo poco que habían construido ambos fueron separados y torturados por su desobediencia, entonces les borraron sus memorias juntos y peores recuerdos les fueron implantadas en sus mentes para asegurarse que bajo ninguna circunstancia volvieran a juntarse, era el precio a pagar por su traición. 

Así que Natalia escapó de aquel lugar apenas tuvo oportunidad, decidida a que morir era mejor que seguir allí pero entonces un joven arquero la encontró y contra sus órdenes de matarla él la salvó y le dió una nueva vida como espía para una organización americana conocida como S.H.I.E.L.D. A su lado la ahora Natasha decidió dejar su pasado atrás y comenzó a borrar esos números rojos de todas las atrocidades que cometió y se forjó una vida diferente como espía y luego Superheroína y Vengadora, siempre conservando ese maldito título de Viuda negra para no olvidar nunca lo que Rusia le había hecho, lo que en algún momento les haría pagar.

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CANARIO FUERA 💖

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