Su padre se adentró a la habitación estrechándolo fuertemente en sus brazos, unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos y es que a pesar de ser "fuerte" para él Jimin seguía siendo su cachorro.

Sus nervios estaban a flor de piel, sus manos sudaban y sentía seca la boca, estaban siendo guiados al salón donde se supondría sería la boda. Su prometido y los demás invitados ya estaban dentro esperando, su padre se colocó a su lado mientras su madre fue a sentarse en las bancas de enfrente junto a sus suegras, si bien sabía que su madre aún estaba en desacuerdo era su decisión al final y esperaba que fuera lo correcto.

La música comenzó a sonar, se sujetó del brazo de su padre y ambos comenzaron a caminar hacia el altar, Yoongi se miraba elegante, tenía una sonrisa en sus labios y sus ojos brillaban al observar a Jimin. En cuanto estuvieron cerca el padre del omega le susurró "cuida muy bien a mi muchacho" con un aire un poco amenazante. La ceremonia dio inicio, todos estaban en completo silencio admirando como esos dos jóvenes se unían en matrimonio.

—La Luna los unió por una razón, que su vida este llena de amor y alegría, Min Yoongi puedes besar a tu omega.

Jimin abrió sus ojos sorprendido, había olvidado por completo ese asunto. Estaban mirándose frente a frente con sus manos sujetadas, Yoongi pudo sentir la tensión de este por lo que se acercó lentamente susurrando un "tranquilo", Jimin cerró los ojos por un instante tratando de asimilar lo que pasaría, pero lo único que sintió fue los labios de Yoongi en su mejilla causando que soltara un suspiro de alivio.

Jimin le sonrió en agradecimiento luego todas las personas presentes los felicitaban a ambos, pasaron al salón donde sería la fiesta en honor a su matrimonio, Yoongi se mantuvo a su lado en todo momento y todos se miraban alegres por ellos, excepto una persona.

—Felicidades a ambos.—Jimin lo reconoció en cuanto miro sus ojos, era la misma persona que lo había estado observando por la ventana.

—Que lo digas con tanta emoción me conmueve, pero yo se que en el fondo estás sonriendo.

Puso los ojos en blanco.—Muy en el fondo.

—Ah, ese es tu hermoso sentido del humor que siempre alegra mis días.—Jimin apretó el brazo de Yoongi para que esté lo presentara.—Oh, el es mi hermano mayor y líder de la manada, Seokjin - Jimin, Jimin - Seokjin.

Tiene los mismos ojos que su madre alfa pensó el menor.

—Entonces si escucha pero no habla.—Jimin se encogió tímido.

—Si habla, o bueno mi suegra dice que puede volver a hablar en un futuro.

—Más vale, con que no te conviertas en su niñera.

Jimin frunció el ceño ante sus palabras.—No seré su niñera, es mi esposo mi deber también es cuidarlo.

—Que nuestra madre te obligue a este caso de caridad no significa que debas tomar enserio todo este teatro.

¿Caridad?... si, eso era pero dolía que alguien ajeno a él lo dijera.

Jimin bajo la mirada apenado soltándose del brazo de Yoongi, estaba a punto de alejarse cuando sintió un apretón en su mano.

—No es un caso de caridad Seokjin, no hables de ese modo. Es mi esposo y lo vas a respetar, no quiero que vuelvas a hacer un comentario de ese tipo frente a él, es parte de esta familia ahora ¿Entendido?

Puso los ojos en blanco respondiendo de mala gana.—Como sea.

Miro por última vez a Jimin antes de alejarse perdiéndose entre los demás invitados, aunque que las palabras de Yoongi habían sido muy dulces Jimin comprendía el enojo de Seokjin, a él tampoco le gustaría que a su hermano lo comprometieran con alguien solo porque saben que ningún alfa quiere a un omega usando.

—Hey, ¿Me estás escuchando?—asintió aunque sabía que no era así.—No hagas caso, le encanta molestar. Vamos tenemos que partir el pastel.

Tiro de la mano de Jimin para que lo siguiera, pero le fue difícil mantener su sonrisa al recordar el porqué estaba en ese lugar festejando su boda. No comprendía como Yoongi podía estar feliz si estaba condenado a cargar con él de por vida.

—Cambia esa cara, se que no nos conocemos bien pero no significa que no podamos ser amigos.—una mueca se formo en los labios del omega desanimando también a Yoongi.—¿Quieres que nos retiremos?

Jimin asintio, ya no estaba cómodo en su propia fiesta. Se sintió aún peor cuando Yoongi soltó su mano y no se había percatado que lo había estado sujetando durante toda la velada, fue extraño ese vacío que se presentó, ni siquiera había notado que lo estuvo sujetando durante un largo tiempo y ahora no quería soltarlo, lo que no entendía era el porque.

Alfa.

Se sobresaltó al escuchar la voz de su omega que creía extinguido, un olor extraño llegó a sus fosas nasales asustándolo, su respiración comenzó a ser más acelerada y se sintió en peligro, buscó con la mirada a Yoongi pero no lograba encontrarlo, sus pies se sentía pesados, no podía correr, no podía moverse, se sentía igual a...

—¡Jimin!

Sintió unos brazos sujetándolo antes de caer, sus piernas estaban débiles, su vista se nublo, sin darse cuenta se aferró al cuerpo que lo sujetaba escondiendo su cara en el cuello ajeno.

—¿Que le pasa? ¿Por que está si?—Sooyeon se apuró a llegar con su hijo al verlo tan vulnerable.

—No lo se, estuvo a punto de caer, creo algo lo asusto.

—Lo mejor será que lo saques de aquí, vamos, los están esperando.

Yoongi alzó a Jimin sujetándolo con fuerza, sólo le había tomado un momento alejarse de él para avisarles que prepararán todo para su viaje y se asustó cuando sintió a su lobo inquieto dentro de él, no esperaba encontrar a Jimin a punto de desfallecer.

La forma en la que el omega se aferraba a él le preocupaba, no entendía que era lo que había asustado de esa manera, con algo de dificultad se metieron dentro del auto, la madre de Jimin le pidió que le avisara cuando llegaran y le informara del estado de su hijo.

—Dije no...—fue un susurro demasiado bajo pero debido a su cercanía logró escucharlo con claridad, Yoongi abrió sus ojos completamente sorprendido.

—Jimin acabas de...

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Sus ojos se abrieron lentamente, se sentía cansado, tardo en darse cuenta que se encontraba sentado dentro de un avión, no entendía como había llegado hasta ahí, miro a su alrededor y se encontraba vacío el asiento al lado suyo.

Trato de levantarse pero no sentía fuerzas, tenia un sabor amargo en la boca.

—Despertaste.—Yoongi se acercó con un vaso de jugo en sus manos.—Te traje esto, me habías asustado y también a tu mamá.

Jimin tomó el vaso, no se había percatado de que estaba muy sediento, Yoongi se sentó a su lado mirándolo fijamente poniéndolo nervioso.

—Tal vez debimos quedarnos para que descansaras, pero no quise que mi hermano llegara a perturbarte. Igual te trajeron tus cosas y llegaremos en cualquier momento.—el omega se sintió confundido, no entendía a qué se refería.—Nuestro viaje a Jeju... para ya sabes, ¿No te lo comento tu madre?

Jimin sintió sus mejillas arder la luna de miel.

—No pienses mal, yo encontré muchos lugares que podemos conocer. Se que no sales mucho y esto puede ser divertido para los dos y sirve que nos conocemos un poco más.

Jimin se sentía cohibido, repasando cada paso que tenía que dar a partir de ahora. Yoongi seguía siendo amable con él y no se sentía incómodo a su lado, tal vez las cosas no serían tan complicadas como él pensaba.

Su aterrizaje estuvo tranquilo, Jimin se sujetó de Yoongi en todo momento y es que él nunca salía de su casa desde el incidente por lo que se sentía expuesto, hasta se creía paranoico porque miraba para todos lados.

—Hey, tranquilo. Ya casi llegamos.—apretó el agarre en la mano del omega, este inconscientemente se recargó en el hombro del alfa poniéndolo nervioso.—Tu... tu ¿Estás cansado?—Jimin asintio cerrando sus ojos.

La camioneta que los llevaba se detuvo frente al hotel donde se hospedarían, Yoongi ayudó a Jimin a bajar de la camioneta y los empleados del hotel les ayudaron con sus maletas, pero el omega insistió en llevar una vieja mochila ya que no quería que nadie más la llevara.

La habitación era demasiada espaciosa, tenía una pequeña sala, ventanas enormes que dejaban ver la playa y sobre todo el extenso mar. La habitación tenía una enorme cama en el medio, con un pequeño escritorio y una puerta que daba al baño.

Jimin admiro todo debido a que era tan hermoso, dejo su mochila sobre el escritorio, sin quererlo su mirada se clavó en aquella cama que compartirá con Yoongi, su corazón latía con fuerza y sentía sus manos sudar.

Es mi obligación. Se repetía en su mente, pero ¿Realmente podría hacerlo?

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