17.- Alianzas y venganzas.
Disclaimer: AMOLAD pertenece a The Snipster.
Tim estaba extasiado, ya no habría sorpresas, las pistas habían sido difíciles de reunir, pero no imposibles de conseguir. Des era cauteloso pero lo sabía, Aeva nunca amaría Spindler, por el pasado y no le daría hijos porque era estéril. Todo tan malditamente bien maquinado. Sin embargo, el éxito de Des se balanceaba en el delgado hilo que era la devoción de su alfa.
Vanya debía tener razón, la única cosa que podría quitarles la victoria, sería que el Omega pudiera concebir, después de todo, los hijos siempre han sido anclas en los matrimonios rotos, pero eso no pasaría, y Spindler no tardaría en quitarse aquella venda sobre los ojos, o bien ¿Porqué no darle una mano? Había tanto que sacar a la luz, tanta inmundicia que empañaría a cualquier corazón ¿Y el omega? Sencillamente, pasaría a segundo plano, la dilución del matrimonio sin un hijo de por medio; les haría recuperar lo que ellos habían "perdido", la fortuna Aeva, y al Omega.
Vanya y Tim se habían estado reuniendo para maquinar aquella situación y con la venganza como propósito común, los dos ayudarían a tirar ese "arreglo" que ostentosamente Des llamaba matrimonio, el tiempo era su aliado, y Sheppard un muy dispuesto socio.
El único que podría salvar a Des, era al que él mismo intentaba alejar de sí mismo. Leo.
—Aun hay mucho tiempo—Contestó Des apacible, con una tenue sonrisa. —Discúlpame, me veré con Leo para arreglar unos asuntos.— Se despidió con cortesía mientras se encaminaba a la salida.
En el pasillo encontró al moreno el cual le daba unas indicaciones a Sheppard y entregaba unos documentos, volteó a verlo mientras le sonría radiante. —¿Estamos listos para nuestra junta?—Le preguntó.
—Lo estamos ¿A dónde va Sheppard?—Preguntó Des al alcanzar a Leo, y pasar su brazo por su hombro.
—Tenemos otra junta, Des. Parece que algunos no están de acuerdo con las "transacciones" deberemos hablarlo más tarde. —Contestó el moreno, mientras Des lo miraba sorprendido.—No te preocupes, todo sigue bajo control —Le sonrió con sinceridad.—Aunque tengo que arreglar algunas cosas, perdona robarte tu tiempo de manera tan poco útil.
—Lo hablamos en casa entonces, no pasa nada, gracias por venir—Contestó con tranquilidad, obviamente sabía leer entre sus líneas, algunos incautos han de haber supuesto que por mantenerse tranquilos en las calles y al haber hecho su alianza, las aves y los blights ya no eran tan fuertes como antes, ilusos. Tenían que poner a los niños en su lugar, sería una semana larga. — ¿Me ayudarías después con los acuerdos de Ardent?
Leo beso su mejilla—Siempre. —Ambos jefes corporativos se despidieron frente a la oficina del más alto con una promesa para otro día.
El día trascurrió con tranquilidad para Aeva, el cual no podía evitar sentir desazón por el futuro que no estaba escrito pero, que él había ordenado para que tuviera un solo camino. De esa manera fue que él día para Aeva termino.
Al día siguiente, Des se encontraba en su oficina meditando acerca de lo que había estado discutiendo con Emma, pensado si tenía más opciones, en eso se hallaba cuando el intercomunicador, sonó.
—Sr. Aeva. El gerente del Sr. Spindler desea hablar con usted — Habló cortésmente Emma por el comunicador que daba con la oficina de su jefe.
—Déjalo entrar—Habló Des algo cansado, ¿Qué querría Shepard?
El rubio entró en el recinto, con su impecable traje gris y sus lentes de pasta negros sobre sus ojos aceitunados, su expresión y tono de voz no denotaba alguna emoción, pero el ambiente desde su entrada se volvió pesado. —Buenas tardes, Leo me pidió que te diera estos documentos, y si podrías firmar estos.
Des los tomó entre sus delgados dedos, mientras leía los archivos que le habían entregado y tomaba su pluma para firmar aquél oficio que beneficiaba a su empresa, un acuerdo entre las alas del águila y Ardent, entre él y su "esposo". Sonrío, era más que obvio que le daba más utilidades, y que el moreno era consciente de todo lo que se le escapaba o más bien, todo lo que cedía para el beneficio de la empresa de Des.
La mirada del alto se dirigió a Sheppard el cual lo observaba con desdén, Los ojos ámbar de Aeva brillaron con una extraña chispa, pocas veces podía meterse con el gerente de su esposo, y que decir, quería sacar la frustración del día, quien mejor que el rubio.
El beta debía estar enojado por las decisiones de Leo, demasiado listo se creía Samuel, intentando sabotear sus planes y alejarlos, le molestaba el sólo verlo, así que, no podía evitar meterse con él —Sheppard, Podrías evitar lucir tan...—El alto jugó con la pluma en su mano, intentado encontrar la palabra— ya sabes, ¿Apático? ¿Frustrado? ¿Celoso? ...
—Termina de firmar ese oficio Aeva, tengo prisa—Contestó el rubio, indiferente. — No estoy de humor para tus juegos.
Des lo observo arqueando una de sus delgadas cejas, mientras le sonreía socarronamente —No te preocupes, ya termino. —Contestó regresando la mirada al documento. —Humm... el 35% eso no llega ni al 5% de las ganancias que produce Ardent, ¿cierto?¿Teniendo problemas? Pensé que eras más...visionario.
El ceño fruncido de Sheppard incremento —No los tendríamos si el socio mayoritario hiciera bien su trabajo.
—¡Oh!—Exclamó impresionado—Pero—Habló jugando nuevamente con la pluma, recargando su mejilla sobre su mano— el socio mayoritario, no está teniendo esos problemas. Deberían analizar sus estrategias de mercado.—Le dijo apuntándolo con el bolígrafo y guiñándole un ojo.
—¡Tu- maldita paria!—Grito Sheppard enojado, era suficiente estaba cansado, frustrado de soportar al consorte de Leo, de romperse el lomo con su jefe para que el estúpido omega se regodeara en su cara y dijera que no hacían bien su trabajo. —¡Sabes que Leo te beneficia! ¡Ardent, Terra y Las alas del águila deberían ser de él! ¡No has hecho más que llenarte los bolsillos con su trabajo!
—Yo no le he pedido nada—refutó con desinterés, mientras veía a la arteria en la frente de Sheppard crecer. —Y yo no veo a Leo quejándose aquí conmigo...—Le provoco.
—¡Porque lo has engañado! ¡Admítelo Omega, no tendrías nada sin él! Sí sólo Leo pudiera ver lo ruin que eres... lo manipu...
Des lo interrumpió.—No lo hará, y aunque se lo digas sabes que él me preferirá antes que a ti, Sheppard.—Sentenció Aeva. —¿O quieres apostar?—Retó.
Samuel abrió ampliamente sus ojos oliva, no se dejaría humillar tan fácilmente ¿Qué sí Leo lo prefería? Él no podía revelar nada de esa conversación con él—¿Hum... enojado de que te digan la verdad a la cara? Usas a Leo porque el alejarlo sería peor para ti, No conseguirías lo que tienes con él con otro alfa, Zerban no te escogería... ni te escogió ¿Por eso llevaste al "fondo" al viejo? —Pregunto sardónico—¿Qué? ¿Molesto de darte cuenta del papel que juegas en este mundo? Leo te hizo un favor, al colocarte ese "collar"—Escupió, señalando su cuello— estarías a la par de los otros de no haberlo tenido, vendido al mejor postor. —Sonrió con superioridad. —¿No es eso lo que hace la gente de tu posición?
El verde oliva sin brillo de la mirada de Sheppard pareció oscurecerse un poco más con lo dicho, mientras su mirada se confrontaba a las llamas de la mirada de Des, él cual se levantó de su escritorio para tomar al rubio por el cuello. —¡No hables como si me conocieras! ¡No sabes lo que dices! —Contestó el alto, enojado.
—Lo mismo va para ti, no me intimidas Aeva, tú no sabes lo que es sufrir; Sólo alguien que desconoce su valor desprecia la vida, death. —Retiró el brazo del alto, mientras continuaba— Un consejo, cubre tus pisadas. Leo podrá estar cegado, pero para eso estoy yo, ten por seguro que te desenmascararé. Gracias por tu cooperación. — Terminó mientras tomaba los documentos y se iba por la puerta por la cual había llegado.
Des se dejó caer sobre la silla, con el cólera subiendo por su torrente sanguíneo y disparándose fuertemente, mil veces maldito Sheppard, a que se refería con cubrir sus deslices... él no podría saber nada, estaba alardeando, y que mierda era eso de que Leo le había hecho un favor... Era un hecho... Estaba confundido.
La noche cayó, se hallaba alistándose para un enfrentamiento con el bando contrario, cuando decidió romper el silencio entre el moreno y él.
—Leo, ¿Has pensado en el pasado?¿En el presente? ¿En el futuro? —Preguntó Des, con la mirada perdida en la taza que descansaba entre sus largos dedos, con sus ojos ámbar remontando a algún momento lejano. Saldrían en un instante para poner en su lugar a los niños de la banda que intentaba apoderarse de su territorio.
El moreno lo miró primero con confusión, sin embargo su semblante trasmuto a tranquilidad, Le regaló una sonrisa y levantó su barbilla para que lo mirase — No me gusta ver al pasado, intento hacer lo mejor que puedo en el presente, después de todo: El presente es el pasado del mañana— Rió, mientras el alto respondía con la misma sonrisa.
—Ya veo Mr. Life —Habló el alto, poniéndose de pie, y acomodándose su chaqueta de cuero marrón — Vayamos entonces a mostrarles a esos "niños" como se juega esto. — Golpeo con sus dedos la nariz del moreno y murmuro—Hay que recordarles quien manda.
La soledad de las altas horas de la mañana, brindaban las condiciones necesarias para que el crimen se desatara, había algo en la madrugada que encendía las alarmas en la mente de los pandilleros, pereciera que la noche es tranquila pero, el sonido de las llantas raspando la acera sin control, y el encuentro de las bandas, daba un ambiente que contrastaba demasiado con aquella.
No se tenía que discutir nada, era un enfrentamiento de pandillas, una batalla que ellos tenían ganada, y aun con ello, nada estaba escrito.
Leo derrapó, haciendo al líder de aquella banda bajar de su motocicleta, los ojos oliva del moreno lo miraban con soberbia desde su posición, el supuesto líder se abalanzo a él, repartiendo golpes certeros e intentando clavar la navaja que portaba, sin embargo el combate cuerpo a cuerpo siempre sería una de las cualidades de Spindler, despojo al hombre de aquel, mientras tomaba su puño y torcía su brazo en un llave doblegándolo en el suelo. —Te falta experiencia. —Comento con presunción, era demasiado fácil. —Te podría instruir, sí me das tu lealtad. —Sugirió apretando más su brazo y dejando caer su peso sobre él.
Alrededor las aves combinadas con los blights atacaban a sus adversarios, dejándolos tendidos en el suelo, esa victoria era tan sencilla, o por lo menos para las personas que tienen claro lo que están haciendo.
Des batallaba con dos alfas que habían llegado a pelear contra él, ciertamente no era delicado como una flor, pero tampoco era duro como la roca, esquivo los puños que habían intentado golpearlo, esos hombres se movían veloces y porque no decirlo, violentos.
Uno sujeto con fuerza su muñeca tirándolo hacía él, haciéndolo trastabillar con su bota, Des los miró desairado, estaban jugando con él, intento usar una llave con su pierna la cual quedo apresada entre las fuertes falanges del otro sujeto, el cual usando su fuerza lo hizo caer al suelo, el otro aprovecho para aprisionarlo contra el muro del callejón. Estaba atrapado. Con la vista nublada y posiblemente un esguince de tobillo.
—Suélta..me—Ordenó, con la respiración entrecortada y los nervios a flor de piel, nunca le había intimidado tanto estar en una pelea de territorio, estando tan lejos de todo y todos.
—¿O qué?— Cuestionó con arrogancia el sujeto que había apresado su brazos por encima de su cabeza. —Omega... —Le susurró a su oído.
Los vidriosos y dorados ojos de Des se abrieron descomunalmente, sus facciones se descojonaron por un segundo, y el miedo cubrió cada fibra de su ser.
—¿Así que es verdad? Apestas a miedo, es... tan... de "ustedes"—Soltó con fanfarronería mientras olía su piel.
Era eso, esos sujetos se movían como maquinas de instinto puro y rudo, haciendo demasiada alusión a su nombre "Savage"
—Creí que Death era el más temible de los dos.—Comentó el otro, jugando con el filo de la navaja de Des en su mano. —¿Qué será mejor, hermano?
El otro rió—¿Cogerlo?¿Matarlo?¿Descubrirlo con los de su bando?— Preguntó, mientras tiraba del collar de Des hasta desprenderlo de su cuello.
El alto se estremeció en su posición, era un costal de nervios y miedo, pero no, no lo dejaría ahí, ¿Por qué? Por qué? ¡Maldita sea! Por qué sus piernas debían ser de pura gelatina en ese momento, ¿Por qué su maldito instinto gritaba ayuda y no ¡Pelea!?—Leo...—Susurró, Su maldito subconsciente lo saboteo, como si aquella persona lo pudiera salvar, lucharía si lo tenía que hacer. Lucharía porque él llegaría.
El alto flexionó su piernas, haciendo que sus rodillas al estirarse golpearan con toda su fuerza contra el tórax de aquél alfa, haciendo que se apartara de él, Des azotó en el suelo, pero no se quedo ahí, se levanto con brusquedad buscando en su pantalón algo que le pudiera servir para combatir.
—¡Oh, Oh, Oh, aun tiene fuerza para pelear!—Dijo extasiado el otro, mientras se burlaba del hombre que había caído de espaldas por el golpe de Des.
—Definitivamente los Omegas marcados no tienen encanto— Masculló con enojo el alfa que había sido apartado, —has firmado tu sentencia, Death— habló con malicia y una sardónica sonrisa. —Me hubiera encantado ponerte mi marca ahí—Apuntó a su cuello. —¡Eres de lo que no hay!—Se mofó acercándose nuevamente a él.
Des no despego la vista de frente, dispuesto a dar todo en ese encuentro, sin embargo todo sucedió deprisa; el sonido sordo de la bala cruzando la cabeza y boca de aquél sujeto, mientras su inmenso cuerpo caía al suelo envuelto en una mancha carmesí, la mirada helada de Spindler mientras miraba al otro alfa, el cual había intentado luchar contra él, pero con el instinto doblegado, y el golpe certero de Leo, aquél se halló sometido en el suelo, suplicando perdón, —¡Cierra la boca!—Gritó Leo, mientras aplastaba su tórax con su bota, y clavaba la pistola en su frente. —Hiciste una mala elección.
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Créditos: Set It Off- I think it's Arrogance
N.A:
Oh dioses, Buenas noches a todos, en verdad quería llegar a este punto... estoy motivado e inspirada, bueno. esperando tengan un hermoso jueves y bonito viernes, me despido.
Ya saben dudas, comentarios, piedrazos, todo es bienvenido.
Por cierto, lo bueno de los secretos es que TODOS los saben, ¿No les ha pasado? y Sheppard, Tim y Vanya Saben demasiado.
sin más por decir, sólo que agradezco inmensamente el tiempo que se dan de leer mis pequeños textos, me despido <3 <3 <3 <3
atte: morachan
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