25.
Último capítulo ;) espero hayan disfrutado la lectura, los dejo invitados a ver mi perfil, puede que haya otro fic/ adaptación que sea de su interés!<3
Sin más que agregar disfruta la lectura.
JAKE.
El aire invernal me hiela la piel, pero los nervios hacen que no me preocupe por ello. Me acurruco más en la chaqueta de Heeseung y tomo asiento en una de las grandes rocas que enmarcan la costa. No parece posible que haya pasado tanto tiempo desde que vine aquí con él. En los momentos que pasé en sus brazos mirando el agua, nunca se me ocurrió que esa podría ser la última vez que compartiera una puesta de sol con él. Ahora es lo único en lo que puedo pensar.
Miro fijamente el grueso sobre marrón que tengo en mis manos y paso los dedos por encima de mi nombre en el anverso. Pueden cambiar tantas cosas en seis meses. Pensar que aparecerá es una prueba más de que he perdido el control de la realidad, si es que alguna vez lo tuve.
Lo único más absurdo que estar enamorado de un hombre que no existe, es estar enamorado de uno que es demasiado perfecto para existir.
Entonces mi mente comienza a dar vueltas a teorías sobre cómo debo haber exagerado sus sentimientos por mí. Incluso si los sentimientos que Heeseung tenía por mí eran auténticos, me recuerdo a mí mismo que ha pasado el tiempo suficiente para que se hayan enfriado.
Seguro que ha encontrado a otra persona.
Una mano me toca el hombro, sacándome de mi tormento auto-infligido.
Incluso cuando me doy la vuelta para ver a Lee Heeseung de pie delante de mí, una parte de mí sigue teniendo miedo de creer que realmente está aquí.
Nos quedamos así por un momento, mirándonos fijamente en un estado de incredulidad mutua. Sé por qué me sorprende que haya venido, pero no puedo entender por qué me mira de esa manera.
Sus ojos se dirigen al manuscrito sin abrir en mis manos, mientras que los míos se dirigen a la carpeta rota en las suyas.
—Has venido...—Es todo lo que se me ocurre decir. He repasado esta escena mil veces en mi cabeza, y eso es todo lo que se me ocurre.
Sus labios se curvan en una sonrisa que me hace olvidar que estamos en el día más frío del año.
—Es una buena historia—dice Heeseung, levantando el sobre—. Pero le falta un final.
Le devuelvo la sonrisa.—Es un trabajo en progreso. Esperaba que tal vez tú pudieras ayudarme con eso.
Se acerca un paso, y su mirada se posa en el manuscrito.—¿Qué te pareció?
—Es una de las cosas más honestas que he leído, y creo que ayudará a mucha gente—acorto la distancia entre nosotros—. Pero el final deja algo que desear.
Heeseung frunce el ceño y estudia mi rostro con profunda contemplación antes de desistir.—No lo entiendo... Pensé que querías un final.
—Yo también lo creía—respondo, mordiéndome el labio—. Sin embargo, cuando volví a pensar ello me di cuenta de que no quería un cierre para Ethan, sino para mí. En cierto modo, estaba viviendo en un mundo de fantasía tanto como tú, sólo que no lo estaba viviendo realmente. No amo a Ethan, Heeseung, te amo a ti. Me relacioné con él, viví indirectamente a través de él, pero tú eres el que me hace sentir vivo.
Miro el manuscrito y lo agarro con fuerza antes de lanzarlo a la bahía. Una vez que el agua se acerca a la orilla y lo arrastra con ella, me vuelvo para mirar a Heeseung.
—No necesito un final porque su historia y la mía ya no son la misma. No quiero que nuestra historia termine, Heeseung.
Me mira fijamente durante un momento eterno. Espero que proteste, pero entonces me atrae hacia sus brazos y me besa con la suficiente fuerza como para hacer desaparecer cualquier otro pensamiento de mi mente. Todo lo que puedo hacer es permanecer en el ojo del huracán, demasiado feliz de dejar que me alcance. Cuando finalmente se separa, el me mantiene en sus brazos. Lo cual es bueno, porque mis piernas parecen haber olvidado su función principal de mantenerme erguido.
—Sé que no te gustan los finales ambiguos, así que ¿cómo ves el resto de la historia?—pregunta.
—Bueno... para empezar, creo que es necesario un cambio de escenario—digo despreocupadamente—. No he hecho nada oficial, pero estaba pensando en vender el taller y poner la casa en venta. Estoy bastante seguro de que Hoon hará una oferta antes de que pueda poner un cartel en el patio.
Sus ojos se abren de par en par.—Sé lo mucho que significa ese lugar para ti, Jake. Nunca podría pedirte que lo dejaras.
—No es el lugar, Heeseung, son los recuerdos—admito—. Por mucho que ame Geumcheon, esta ciudad nunca ha sido realmente mi hogar. Mis abuelos fueron mi hogar durante un tiempo, pero ahora lo eres tú. Además, por mucho que me guste lo que hago, no soy un hombre de negocios. Hoon puede mantener vivo el viejo taller y sacarlo adelante. Todo lo que hice yo fue convertirlo en un mausoleo, y mi abuelo no habría querido eso para mí.
—Pero te encanta trabajar en los autos...
—También puedo hacerlo en Gangnam.
—¿Gangnam?
—He estado hablando con un tipo que dirige un taller que arregla autos para famosos. Ha visto el trabajo que hice en un salón del automóvil hace un tiempo, y me dicho que tiene un lugar para mí cuando lo quiera. Podré centrarme en lo que me gusta hacer sin tener que manejar el lado administrativo de las cosas... o de los clientes—añado, sonriendo—. Además, por lo que he oído... Gangnam es el lugar ideal para los estudios de cine.
—No tienes que hacer esto—dice Heeseung, con la voz cada vez más ronca. Si no me equivoco, es algo más que el aire salado el responsable de la humedad en sus ojos—. No puedo pedirte que dejes tu casa sólo para ayudarme a perseguir mi sueño.
—Oye, me voy a Gangnam, estés o no en el viaje—digo con toda franqueza.
Una lenta sonrisa se extiende por su rostro cuando sacude la cabeza.—Estás lleno de sorpresas, Shim Jake.
—Todas las mejores cosas lo están—digo, tomando su mano—, y me encantaría experimentarlas contigo. Sé que he tardado bastante en llegar aquí, pero estoy seguro de que no hay otro día en mi vida que quiera pasar sin ti en él. Ya he tenido suficientes.
—Yo también—dice, tomandome en brazos de nuevo. Su beso pasa de casto a digno de un delito menor en un segundo, y grito cuando una de sus manos baja hasta mi espalda baja.
—¡Aún no estamos en Gangnam, Heeseung!
Vuelve a llevar sus manos a mi cintura de mala gana.—Oye, no puedes culpar a un hombre por ponerse ansioso.
—Ya podremos recuperar todo el tiempo perdido.
—¿Ah, sí?—una sonrisa irónica se extiende por su rostro—. Sólo por curiosidad, ¿cuáles son mis posibilidades de tener un final feliz?
Me rio mientras tiro de él hacia su auto—Oh, creo que es más o menos una garantía, entre otras cosas. Nunca me gustaron los cliffhangers. (Acantilados)
Sisea aire entre los dientes y retrocede un momento, dejando que su mirada me recorra.— tu inglés es sexy como el infierno y estás lleno de malos juegos de palabras. Creo que me quedaré contigo, Shim—me aprisiona contra su auto—. Aunque... tal vez sea necesario un cambio de nombre. Me gusta como suena Shim, pero Lee Jake suena mucho mejor.
—Mmm, puede ser...—reflexiono—. ¿Es una propuesta?
—Eso, y todo lo demás—dice Heeseung, poniéndose serio mientras me mira y toma mi mejilla con la palma de la mano—. No quiero que seas el único que se sacrifica para que esto funcione, Jake. Si cambias de opinión, aunque sea por un segundo, podemos volver aquí. Si ir a Gangnam te hace feliz, lo haremos. Si quieres quedarte aquí, entonces filmaré películas en Geumcheon. Haré lo que sea necesario para hacerte feliz, porque tú eres todo lo que necesito para ser feliz.
Cierro la brecha entre nosotros y aprieto mis labios contra los suyos.—Siento lo mismo. Pero después de todo lo que hemos pasado, creo que necesitamos ir a un lugar donde podamos empezar de nuevo juntos.
—Sólo me aseguro—dice Heeseung, y pronto su mano sube por mi muslo. Me engancha la rodilla en la cadera y, cuando siento su erección contra mí, mi cuerpo responde de la misma maner
—. ¿Cuál es exactamente la pena por indecencia pública?
—No lo sé...—gimoteo mientras él me besa suavemente el cuello. Por primera vez en mis veintiún años de vida, sin ni siquiera una multa por exceso de velocidad, me encuentro con un flagrante desprecio por la ley—. Pero probablemente valga la pena.
Se ríe roncamente, y finalmente se aparta. El brillo travieso de sus ojos se convierte en algo más suave.—No lo dudo, pero preferiría que nuestra nueva historia no comenzara en los tribunales. Además, ya te he hecho esperar antes.
—Un hombre tiene sus límites—refunfuño.
Heeseung sonríe y presiona sus labios contra mi frente antes de subirme al coche.—¿Quieres volver a tu casa?—me pregunta, marchándose por el pequeño camino de tierra que se aleja de la playa.
—No—miro por la ventanilla mientras el campo neblinoso pasa a nuestro lado—. En cuanto volvamos a nuestras vidas, tendremos mucho trabajo que hacer. Compromisos, planes de mudanza, trabajo. Estoy emocionado por todas esas cosas, pero ahora mismo sólo quiero estar contigo en ningún sitio en particular.
—¿Dónde quieres ir?—Heeseung pregunta mientras entra en la autopista
—No lo sé. Si te lo dijera, arruinaría el objetivo de un viaje espontáneo por carretera—sonrío—. Estoy pensando en que sigamos conduciendo hasta que lleguemos al ′felices para siempre′ y partamos de ahí, ¿qué dices?
Heeseung se vuelve hacia mi y me devuelve la sonrisa.—Estoy completamente de acuerdo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro