Sanemi fingia leer un libro, de vez en cuando miraba en dirección a donde su hermano y el chico que ahora sabía de llamaba Tanjiro estaban, el timbre se hizo presente de nuevo dejando ver a otros dos mocosos entrar a su departamento.

— Hasta que llegan.
—Todo es culpa de Inosuke.
—No me extraña.
—Bien cono sea, aun falta Zenitsu para comenzar por fin con esto.

Sanemi dejo de prestarles atención, toda su concentración se centró en como la puerta de el fondo se abrirá dejando ver a un ojeroso Tomioka salir sin camisa y con marcas de su delito, Sanemi miro a los chicos que hasta ahora permanecían concentrados en otra cosa.

Cuando Tomioka entró a la pequeña cocina y salió pudo ver la intentaba mirada que le dirigía el peliblanco mientras señalaba algo con la cabeza, no fue hasta que el azabache escucho una cantarina risa que reaccionó escupiendo el agua.

—¡Giyu que milagro ver que despertaste!

Antes de que el azabache pudiera hacer algo, cuatro pares de ojos lo miraban, su respiración se acelero al ver al chico de cabellos burdeos mirarle con un enorme sonrojo.

Las carcajadas por parte de Sanemi no se hicieron esperar, Tomioka sin saber cómo corrió a su habitación ocultando su vergüenza de los menores, Genya que no comprendía nada miro a su hermano en busca de respuestas, Sanemi sólo nego mientras evitaba ahogarse de tanto reír.

Tanjiro sentía su rostro arder, Kanao a su lado no dudo en preguntar si se sentía bien, para su fortuna el timbre lo salvó antes de ser interrogado.

Cuando Genya abrió se sorprendió de ver a Zenitsu y Tengen juntos y tomados de la mano, dejandolos pasar vio como estos se daban un corto beso mientras el peliblanco caminaba hasta donde Sanemi estaba, evitó preguntar algo, ya  habría tiempo de saber cómo es que esos dos se conocían y que relación mantenían.

Cuando los chicos comenzaron su trabajo, Sanemi y Tengen no dudaron en ir hasta la habitación de Tomioka, el azabache los miro mal mientas dejaba su cigarrillo en un cenicero.

—¿Acaso no te gustó la sorpresa?
—Debiste decirme.
—No iba a perderme tu cara de pánico.
—Me pueden explicar que pasa.

Sanemi miro a Tomioka, este negó, aun así Sanemi abrió la boca.

—A Tomioka le gusta uno de los amigos de tu conquista.
— Tomioka.
—Espera, espera, ayer creyendo que el pastelito dulce estaba en club se fue con un chico desconocido, nuestro Tomioka se portó mal anoche.

Tengen miro al azabache, este sólo cerró los ojos, tras unas cuantas burlas por parte de ambos peliblancos, no tuvo más opción que salir, al estar en la sala pudo ver al chico de cabellos burdeos, este lo miro de manera tímida con una sonrisa.

Cuando la noche cayó, los amigos de Genya no dudaron en despedirse, Tomioka suspiro al ver que el chico tomaba sus cosas para salir de el departamento, cuando lo vio salir se dirigió a su habitación, estuvo divagando en sus pensamientos hasta que tres toques en su puerta de escucharon, al abrir pudo ver a Genya.

—Perdón por molestar Giyu-san, pero necesito un favor.
—¿Qué pasa?
—Pues, a uno de mis amigos se le olvidó su celular, Sanemi no me deja salir a buscarlo y tampoco quiere ir, ¿podría ir usted?, de seguro Tanjiro está cerca.

Tomioka asintió,  saliendo de el departamento, cuando estaba por cruzar la calle pudo ver al chico de cabellos burdeos, el pobre estaba siendo rodeado por unos chicos, sin pensarlo mucho corrió en su ayuda.

Tanjiro mantenía los ojos cerrados, desde que se había separado de sus amigos para ir a su hogar se pudo dar cuenta que alguien lo seguía, al intentar correr fue rodeado por un grupo de chicos, esperando lo peor sólo pudo cerrar los ojos, un gran alboroto se escucho, aun así el se negó a abrir los ojos hasta que sintió que alguien tocaba con delicadeza su rostro.

Cuando abrió los ojos se sorprendió en ver unos hermosos ojos azules mirarle, antes de que pudiera decir algo,  unos fríos labios se posaron sobre los suyos empezando un lento beso.