"Llámame entre jadeos , con tu voz aterciopelada, endulzame el oido y envenena mi piel con tus caricias."

Tanjiro por fin se había calmado, Giyu lo mantenía entre sus brazos, sabiendo que ese no era un buen logar para hablar con su solecito lo llevo con el hasta la barra, tras hablar unas cuantas cosas con Sanemi e Iguro, tomo la mano de el peliburdeo para salir de el club.

Al sentir el frio de la noche Tanjiro se estremeció, Giyu al verlo se quito el saco color que iba a juego con la corbata de el traje que llevaba esa noche, ninguno dijo nada durante todo el camino hasta el departamento de el azabache.

Una vez que entraron al departamento, el azabache llevo hasta su habitación a su solecito, Tanjiro mantenía la cabeza baja, razón por la que el azabache tomo con delicadeza su rostro, el azabache beso con cuidado al peliburdeo, Tanjiro correspondió el beso, un suspiró abandonó sus labios al sentir las manos de Giyu en su cintura, el beso termino por falta de aire, Giyu miro a Tanjiro observando esos hermosos ojos rubíes que siempre lo miraban con amor-solecito, ¿estas bien?- Tanjiro asintió, Giyu lo beso una vez más, Tanjiro aprovecho la cercanía con el azabache para aferrarse a el.

Giyu abrazo al peliburdeo, se preocupó al sentir temblar a su solecito, tomandolo de la mano camino hasta la cama, una vez sentado coloco sobre su pierna a Tanjiro, quien de inmediato se acomodo quedando cerca del cuello de Giyu.

- Mi solecito, ¿podemos hablar?- Tanjiro asintió, Giyu sonrió al ver como Tanjiro se acomodaba para verlo a los ojos, el azabache tomo la mano de el peliburdeo entrelazando sus dedos.

- ¿Recuerdas que te dije que trabajaba con unos amigos?- Tanjiro asintió, Giyu dejo un beso en su mejilla antes de continuar hablando-. Ese lugar fue idea de Tengen, nosotros convivimos con los clientes, jamas se llega a mas con ellos, tienen prohibido pedir nuestros números, si quieren una cita o algo así deben esperar a que nuestros turnos terminen, no se que paso por esa loca y borracha cabecita esta noche, pero quiero que sepas que no tengo ojos para nadie que no seas tu.

Tanjiro miro a Giyu, un puchero apareció en sus labios, Giyu lo acerco a el para besarlo, las manos de el azabache viajaron a las caderas de el peliburdeo, cuando el aire les faltó se separaron con la respiración agitada.

- Lo siento, yo, yo creí que tu...- Tanjiro no pudo seguir hablando un nuevo beso se hizo presente, tomando a Tanjiro entre sus brazos con delicadeza, Giyu lo dejo sobre la cama, y con sumo cuidado se coloco sobre el.

Una nueva serie de besos comenzó, el azabache beso con delicadeza desde el mentón hasta el cuello de Tanjiro, el peliburdeo solto un jadeo al sentir como el azabache paseaba su lengua por la tibia y sensible piel, cuando Tomioka regreso a besar aquellos dulces labios aventuró su mano hasta los ajustados pantalones que llevaba puestos su solecito, sin poner mucho esfuerzo el botón cedió de inmediato al igual que el cierre, Tanjiro no pudo evitar jadear al sentir la mano de Giyu adentrarse y tocar por encima de la ropa interior su miembro.

Giyu sonrio al ver a Tanjiro morder su labio inferior en un intento de no gemir, separándose de el peliburdeo se dio el tiempo de contemplarlo, Tanjiro tenia los ojos cerrados y la respiración acelerada, llevando sus manos hasta el pantalón no dudo en deslizarlo por las piernas de su solecito quien de inmediato se sonrojo.

- Tanjiro, ¿puedo seguir?-, el peliburdeo asintió, un pequeño gemido escapo de sus labios al sentir como el azabache paseaba sus manos por la piel de sus caderas, un nuevo gemido salio al sentir estaba vez la lengua del mayor probar su piel.

Los besos y caricias poco a poco subian la temperatura en su cuerpo, Tanjiro se dejaba llevar, en poco tiempo el peliburdeo estaba a completa merced de el azabache.

Intentaba recordar como respirar, el azabache movia con cuidado los dos dedos dentro de su entrada que poco a poco comenzaba a dilatarse, solto un fuerte gemido cuando Giyu encontró aquel punto que le provoco un gran placer.

Cuando el azabache considero que estaba listo retiró sus dedos provocando un nuevo gemido por parte del peliburdeo, acomodando su miembro en la entrada de su solecito, Giyu se dio el tiempo de disfrutar el ver a Tanjiro con lagrimas en los ojos debido al placer , la respiración acelerada y aquellas marcas que el se habia encargado de dejar, tomando las manos de el peliburdeo entrelazó sus dedos con los de el, de manera lenta y delicada penetró a Tanjiro quién mordió su labio ante la sensación tan diferente a la de momentos atrás.

-Ire despacio lindo, si duele dímelo y parare　-, Tanjiro asintió, agradeció que Giyu fuera tan gentil, un par de besos fueron dejados en las sonrojadas mejillas del peliburdeo, Tanjiro correspondió a los besos, mirando a Giyu a los ojos por un momento se perdió en aquel bello azul que poseían.

Las embestidas eran lentas pero precisas, Tanjiro mantenía sus piernas enredadas en la cintura de Giyu, el peliburdeo jadeaba entrecortadamente el nombre de el azabache, ambos jadeaban de manera errática, con cada embestida los dos sentían que alcanzarían pronto el paraíso.

Y así fue, cuando Tomioka cambio de posición dejando sobre el a Tanjiro quien se movia de manera lenta balanceando las caderas los dos alcanzaron el paraíso.