En la oficina el Sr. Kim, un alfa de compostura macisa, poco más alto que el promedio de alfas, su postura es humilde pero su mirada denota seguridad y arrogancia, como si se supiera el mejor estratega, y es que ha sido así los últimos años, cuando las familias de la manada más grande se separaron e iniciaron su negocio aparte, cada familia poderosa abarcando su territorio y consolidándose mediante negocios ilícitos, tratos con las autoridades y buenos abogados maliciosos.

A la familia del Sr. Kim le tocó algo más modesto, el Sr. Kim era un joven ambicioso y calculó que siendo el más listo de sus hermanos el heredaría el territorio, quedando sus hermanos como sólo apoyo de su parte, así que buscó una posibilidad para abrirse paso y ganar terreno, descubrió una de las familias cuyo líder tuvo una hija única, omega y se decidio cortejarla, logrando que la chica aceptará y él ganará ahora el territorio de esa familia, por un momento temió que no fuera así, el líder de esa manada tuvo un hijo con otra omega, él podría pelear el derecho al territorio al ser alfa y llevar el apellido del líder, sin embargo, para su sorpresa, él no quiso nada que ver, con la condición de que si algo le pasará Kim se hiciera cargo de su familia.

Al cabo de un tiempo el único que quedaba de la familia de ese hijo era un pequeño, y el Tío Kim lo llevó a casa y educó, le dio su apellido y lo crió casi como un hijo pero manteniendo algo de distancia, secretamente aún temía que el pequeño supiera el poder que tenía de quitarle el territorio pero tampoco faltaría a su palabra, para él era importante honrar esa promesa.

Por ello Kim Namjoon era su sobrino y protegido y quien sabe, a veces reía de pensar en la ironía de la vida, al final, si el enfermaba, quizá ese niño heredaría el territorio después de todo y de modo justo.

Perdió casi toda esperanza de volver a utilizar este método de matrimonios para expandirse al darse cuenta que él no podía tener hijos, lo intento más de alguna ocasión, su pareja falleció al cabo de unos años y él se dio a la tarea de buscar una omega para procrear, pero luego de varios intentos decidió hacerse exámenes y se dio cuenta que él no podría procrear hijos propios, entonces sus hermanos, esos que eran su apoyo tuvieron hijos, el señor Kim se llevó con él al primogénito de cada hermano para criarlo como propio y quizá uno sería su futuro heredero, les dio la mejor educación, los preparó en armas, estrategia, pelea, y les dio una vida de lujos y un hogar con cariño y rectitud, esperando que alguno fuera un alfa digno, pero, por cosas del destino, en la adolescencia los tres se presentaron como Omegas, en ese entonces se creyó perdido, toda esperanza de obtener territorio se desvanecía y ahora hasta temía por su propio territorio y la seguridad de sus sobrinos amados, no quería que estos le fueran arrebatados por cualquier alfa oportunista, al menos quería que fueran adorados del mismo modo que él lo hacía.

Entonces fue sorprendido, a la corta edad de 17 años, su sobrino mayor, Jin, se convirtió en la obsesión de un alfa líder, éste, al estar emparejado, no podía cortejar correctamente al hermoso joven, pero con lo que no contaba el Sr Kim es la mente maquiavelica de su sobrino, quien aprovechando la obsesión del líder, obtuvo favores, mimos económicos, e incluso como cereza del pastel una parte del territorio para su tío, a cambio de algo de su atención, el omega sabía instintivamente como mantener al líder obsesionado con él, pero no era nada tonto, jamás permitió más y cuando la obsesión creció peligrosamente Jin se deshizo del líder.

El tío sospechaba que la repentina muerte de ese líder tenía algo que ver con su sobrino pero jamás se atrevió a preguntar.

El hermoso omega era delirio puro y no sólo él, después sus otros dos sobrinos lo sorprendieron también, el rubio, siendo el de menor estatura y de sonrisa dulce escondía una dualidad que volvía locos a los alfas, ademas tenía un olor fuerte, dulce y adictivo, pero su mente era fría y calculadora, incluso más que su primo mayor, este pequeño parecía disfrutar manipulando a los alfas, convirtiendolos en masas manejables, iniciando batallas entre ellos y obteniendo diversos territorios para su tío como regalo a cambio de la oportunidad de cortejar a tan "inocente y dulce" omega, el tío que conocía a su pequeño les daba el permiso pero siempre con la misma cláusula, "puedes iniciar cortejo con mi bendición pero será al final decisión de mi pequeño si te acepta como su alfa" , sobra decir que Jimin no aceptó a ninguno pues ni siquiera estaba interesado, sólo simulaba estarlo hasta obtener lo que quería de ellos, pero su manipulación era tan certera que incluso luego de rechazarlos, ninguno defendía su honor ni peleaban por recuperar sus terrenos, al contrario parecían alejarse pero aún guardar esperanza de que algún día el pequeño cambiará de parecer.

Y Taehyung, su sobrino menor, este pequeño que siempre buscaba su atención y que tenía un modo muy peculiar de ser y de ver la vida, contaba con una mente estratégica que únicamente era opacada en ocasiones por la obsesión que desarrolló en la adolescencia por su primo Jimin, pero cuando estaba enfocado podía presentar planes y estrategias que le habían conseguido crecer el territorio al Sr. Kim casi duplicando sus ingresos al cabo de sólo unos años, además contaba con una energía y vibra dominante, si no fuera por que su tío estaba en sus presentaciones podría creer que su adorado sobrino mimado era alfa, este gustaba de ropas caras y las artes, atraía alfas y omegas por igual y se servía de ellos para obtener sus caprichos.

Por la diosa luna que el Sr Kim amaba a sus sobrinos como si fueran hijos de sangre y a pesar de sentirse gratamente sorprendido y orgulloso de ellos, no podía evitar temer que por su naturaleza depredadora y voraz, no hubiera un alfa capaz de hacerlos sentir amor, sí, el Sr. Kim quería, no sólo que fueran amados de verdad sus pequeños sino que estos se sintieran enamorados y correspondidos, por que era conciente, lo supo con su esposa omega, la única con la que pasó años y compartió enlace, toda la mierda del mundo es tolerable pero sólo si eres amado y amas por igual, de lo contrario se endurecera el corazón y él no quería eso para sus sobrinos, quería verlos felices y llenos de cachorros enlazados con un buen alfa que los trate como tesoros vivientes.

Tres toques discretos y el pequeño rubio se dejó pasar a sí mismo al no recibir respuesta inmediata de su tío.

— ¡Hola, Tiíto, he vuelto! Te he extrañado mucho — le dedica una bonita sonrisa donde sus ojos forman medias lunas y sus bonitas mejillas se enrojecen, corre desde la puerta a abrazar al alfa que lo mira con cariño.

— ¿Cómo te fue pequeño? — lamento no haber podido acudir a verte.

— Oh, Tiíto, ya no te preocupes, no tengo diez años, comprendo que tenías un par de negocios importantes que cerrar ayer y está bien, me fue bien, me siguió un alfa pero Min se encargó de él, hasta le confiscó el celular y la cámara, fue genial.

— Mm Min, ¿hm? ¿Y qué te parece hasta ahora el nuevo?

— Es lindo, casi demasiado, ¿estás seguro que no es un omega? Y su voz... No es mucho más alto que yo pero es intimidante si quiere serlo, pues que te digo tío, tú ya lo viste.

— De hecho no, apenas hoy en la comida le daré la bienvenida.

— Pero si se quedo desde que me fui tío, eres un grosero.

— Pero tu ya lo viste y eso es lo que importa, será tu nuevo guardaespaldas, será una de sus tareas, así que se franco con lo que piensas de él conmigo, en este momento antes de informarle sus deberes.

Jimin lo pensó un momento — ¿Qué pasó con Jiunso?

— Pidió un cambio, dijo estar exhausto de tus caprichos y de la responsabilidad de cuidarte, sobretodo porque solías escaparte de su vista en cada oportunidad.

— Arg, es que era tan aburrido, no me dejaba hacer nada, además siempre que me veía jugar con Tae me veía raro, como si me juzgara.

— Sí, antes de irse de la oficina me comentó de sus juegos "antinaturales", ¿porqué juegas con la obsesión de tu primo pequeño? — algo que le gustaba al Sr. Kim es que sus sobrinos aún cuando lo veían como a un padre eran muy sinceros con él, especialmente Jimin, era franco casi hiriente y hasta descarado, pero sólo a su tío le contestaba siempre con la verdad absoluta, no había confusiones ni verdades a medias entre ellos, y su tío había aprendido a amar eso de su sobrino, no lo juzgaba simplemente lo amaba aún cuando no siempre lo entendía.

— Arg, sólo nos ayudamos con los celos, prefiero pasarlos con Taetae que con algún alfa idiota que pueda embarazarme y querer marcarme aprovechándose que no me puedo controlar del todo esos días, además siempre he sido sincero con Tae, es mi bebé pero sabe que no lo amo de ese modo.

— Bien, sólo no quiero que tengan luego problemas con eso pequeño, no podría tomar un lado si hubiera pelea entre ustedes — aunque secretamente el Sr. Kim sabe que probablemente caería al lado del rubio aún si éste no tiene razón, es de algún modo el que más amaba de los tres y lo sorprendía continuamente, su sobrino le era fascinante y lo amaba profundamente.

— No te preocupes tío, no habrá pelea. Y... ¿De donde sacaste a Min?

— ¿Puedo notar interés?

— Mm mentiría de negarlo Tiíto, es... Diferente y me causa curiosidad, sabes que amo los retos, ¿también es de familia con territorio?, sé que me enviaste sus datos pero estaba muy ocupado ensayando y no pude leerlos, dame al menos una pista para saber como tratarlo.

Jimin logró con su tierna sonrisa, como usualmente, safarse del regaño por no cumplir con su parte de estudiar a su objetivo.

— Eres irremediable pequeño.

— Pero así me quieres Tiíto querido — canturreo dulzón y coqueto consiguiendo una risa enternecida del Sr. Kim

—  Es el hijo mayor de los Min, tiene muy buenas aptitudes en el campo y cuando no lo está es un genio en informática, es un hacker experimentado, y un francotirador de buen nivel, por eso le propuse a Min un trato que no podía negar, jugoso y fructífero para ambos pero para lograrlo tenía que prestarme a su mejor alfa por al menos tres meses, así que ese es tu límite Jiminie, no está enlazado ni tiene pareja estable, eso facilitará tu tarea.

— Oh, muy bien Tío, voy a arreglarme un poco, te veo en un rato en la cena, te quiero — se despidió dejándole un coqueto beso en su mejilla.