— Tae, arréglate, iremos a una fiesta hoy.
El castaño asoma su rostro desde las cobijas y mira a su primo caminando en boxers hacia el baño con la clara intención de tomar una ducha.

— Mm Mochi, pudiste despertarme agradeciendo mis atenciones orales de anoche...

— Ja, no fueron tan buenos guapo, quizá si te esfuerzas más te devuelva el favor.

— Anoche pude contar tres, cuantos más necesitas para agradecerme abusivo — refunfuño aventando un cojín que no llegó ni a tocar al rubio que aún reía quedo por salirse de nuevo con la suya al obtener las atenciones de su primo a cambio de migajas de atención.

— ¡Arg! ¡Tae me volviste a dejar un chupeton y moretes!

Una risita se escucha en la habitación
— Anoche no te importó, hermoso, además así saben que eres mío.

— No soy tuyo omega idiota, soy mío y sólo mío deja de marcarme como loco posesivo — salió hecho una fiera para tomar la ducha en su habitación.

Luego de la ducha y colocar algo de maquillaje en el tono morado que se dibujaba en su cuello, justo donde la marca de enlace suele hacerse, fue en busca de su primo mayor, le pediría ir de compras para buscar el atuendo perfecto, esa noche se vestiría para matar y con suerte atraer al alfa que quería a su lecho.

Jin y él salieron, como era ahora responsabilidad de Min cuidar del rubio también acudió, el otro acompañante era Namjoon, al parecer este también tenía la tarea de guardaespaldas pero su obligación se llama Kim Seokjin.

Les llevaron a la plaza, ambos Omegas entraron de la mano a una tienda, chillando emocionados mientras el par de alfas tomaron asiento en una banca justo afuera teniendo casi el 70 por ciento de visibilidad de la tienda así que se relajaron un poco.

— Así que, Jimin, ¿eh?

La voz de Namjoon distrajo un poco a Yoongi que en ese momento discretamente escaneada visualmente alrededor alerta.

— ¿Eh?

Replicó Min buscando su cajetilla de cigarrillos, sacó uno y lo colocó entre sus delgados labios, justo cuando acercaba el encendedor se giró un poco hacia el moreno a su lado.

— ¿Te molesta si fumo?

Namjoon niega con la cabeza mientras mira al interior de la tienda con un brillo en sus ojos, Yoongi se pregunta si será por alguno de ese par de Omegas que buscan emocionados entre las prendas soltando jadeos de emoción de vez en vez, desde que salieron de casa del alfa Kim notó tensión en la postura y la mandibula contraída del  Moreno, pero parecía evitar mirar hacia los Omegas directamente.

— ¿A qué te refieres Namjoon? — preguntó Yoongi retomando el tema.

— Por favor Min, es obvio y eres alfa, sé que notas toda la actitud de Jimin hacia ti, no es exactamente discreto y lo conozco desde siempre además.

Yoongi lo piensa un momento, da una calada larga y pausa antes de soltar de a poco el humo, agacha un poco la mirada y suelta — oh, mm, sí, supongo que es lindo pero no estoy interesado, no quiero problemas y él grita problemas con luces neón, además por el momento no busco enlazarme ni nada, aún falta para mi celo y ya buscaré entonces algún desfogue si lo decido así pero no quiero compañía de Omegas que luego me traigan complicaciones.

Namjoon abre sus ojos en mueca de sorpresa, realmente sorprendido de la franqueza del alfa con piel pálida, y de su frialdad para pensar, durante toda su adolescencia fue testigo de varios alfas perder hasta los estribos con los coqueteos de sus primos, en especial los que Jimin atraía, estos simplemente solían querer saltarle encima en las primeras insinuaciones del rubio y muchos de ellos eran alfas de alto rango y aquí estaba este alfa no tan altivo que pasaba de Jimin como quien niega comer algo con pereza, poco sabía Namjoon que el rubio si lograba descolocar a Min pero éste se sentía demasiado abrumado e inseguro y prefería pasar del riesgo de meterse en problemas o fallar en el intento de acercarse al omega, lo encontraba incómodo e intimidante y no sabía manejar todo ese torrente de emociones que le hacía sentir.

Un grito desde la tienda alerta a ambos alfas que entran sin dudar rápidamente buscando al omega que ha gritado, Yoongi aún con el cigarrillo encendido en sus labios y ambas manos en el arma desenfundada.

— ¿Verdad que se ve hermoso mi niño? — pregunta chillando emocionado casi con ojos llorosos Seokjin, mirando al rubio que está observándose en el trío de espejos al frente, en un traje guinda que se untaba deliciosamente a su cuerpo ajustándose en los lugares exactos para subrayar la belleza de sus curvas, ambos alfas se detuvieron a admirarlo detalladamente reaccionando de modos completamente diferentes.

Por parte del Moreno, le miró con algo de deseo pasajero para luego posar su mirada lasciva y pesada en el mayor, mismo que no perdió el detalle y le devolvió el deseo en un par de ojos brillosos que le miraban de arriba a abajo como si quisiera comérselo ahí mismo ignorando por completo al rubio.

Min en cambio, su expresión era un poema de fascinación, sí, lo veía con cierto deseo pero no era como la que siempre vio Jimin en los otros alfas, esta era de fascinación pura, de devoción, Yoongi lo estaba viendo como si fuera un espectáculo natural tan raro como un áurea boreal, el brillo en sus ojos y su mandíbula caída, la dificultad al pasar saliva, le contemplaba, no lo estaba comiendo con la mirada lo estaba admirando y eso le hizo sentir cálido y halagado de un modo en que nunca se había sentido antes, el omega interno de Jimin despertó de su apático estado de aburrición y de repente miraba al alfa con emoción.

— Eres... Hermoso... — susurró tan quedo Yoongi, un halago tan breve como un suspiro pero que el omega escuchó y le hizo sentir mil cosas, por primera vez en mucho tiempo se sentía tímido, cohibido y realmente adulado.