Horas después Min despertó al sentir al pequeño rubio rubio removerse acomodándose y frotándose un poco contra su entrepierna, causándole un estremecimiento que recorrió toda su columna y salió expulsado en un suspiro.

Este chico es tan peligroso para mí paz mental... Pensó Min.

Revisó su celular y había un mensaje de Namjoon, "Min, cuando recuperes la cordura y el control total de tu lobo, lleva a Jimin a su cuarto, y ven a la casa, debemos hablar.
No temas dejarle solo, Tío y las mozas regresan en la mañana, y no necesito decirte que Tío no será tan comprensivo como nosotros."

Yoongi sacudió su cabeza tratando de liberar tensión y despertar completamente.

Tomó el cojín que había impregnado horas antes y renovó su marca de olor en el.

Despacio acomodó a Jimin para poderlo cargar a su cuarto.

Lo deposito suavemente en la cama y le acercó el cojín, observando como Jimin de inmediato se abrazo a este y hundió su pequeña nariz aspirando profundamente, bajo por un vaso de agua y lo dejó en el buro al lado del rubio, con una pastilla a un lado y una pequeña nota, salió de la mansión luego de mirar fugazmente su reloj, marcaba las 3:33 am.

Caminó por el sendero hasta la casa, donde Namjoon le esperaba despierto en la sala con un Seokjin profundamente dormido a su lado en el sillón con su cabeza recargada en su regazo.

Namjoon dejó de escribir sus notas, retiro sus lentes y dijo en voz queda - Min, hablemos.

Min asintió y escuchó silenciosamente durante unos 20 minutos al chico frente a él, quizá fue por el tipo de dilema que discutían, pero Namjoon ahora se veía varios años mayor, Yoongi no tenía duda que sería un buen líder.

Éste le habló de Jimin, de la historia de su comportamiento con otros alfas, del fuerte instinto de lucha y sobrevivencia de su sangre y de que su tío no toleraría abuso de confianza.

Namjoon observaba sus reacciones mientras hablaba lo más claro y directo posible con Min, de algún modo, aunque sólo lo había tratado un par de días, no quería un final desfavorable para él, sabía que sólo estaría una pequeña temporada con ellos y que si lograba resistirse a sus primos lograría volver a su manada, sano y salvo, tenía el potencial de campo para sobrevivir las misiónes y buenos reflejos.

El pálido alfa cerraba sus puños que descansaban sobre sus rodillas, cuando Namjoon hablaba del comportamiento de su primo con otros alfas, asentía pensativo mordiendo su labio inferior cuando el otro le hablaba de lo fuertes y fríos que podían llegar a ser sus primos.

Min tocaba con la yema de sus dedos el labio inferior de su boca cuando Namjoon le hacía ver lo peligroso que podría ser aventurarse a pensar en algo con Jimin, su Tío era poderoso y fácilmente podrían desaparecerlo.

Cuando Min creyó que ya había escuchado demasiado, se puso de pie, agradeció a Namjoon por no reaccionar desfavorablemente en la otra casa y por su tiempo en esta charla.

Y se dirigió a su habitación cerrando con seguro.

Namjoon apretó su mandíbula, frustrado ante el chico que parecía no entender del todo lo que le dijo, y esperaba que la diosa Luna le iluminará y lo hiciera desistir, quiso autoengañarse y culpar al celo de Jimin, en parte se sentía culpable al llevarse a Jin ese día luego de la fiesta, pero no podría ayudarle con su celo teniendo tan cerca las feromonas de otro omega en celo.

Seokjin no toleraría una distracción de ese tipo, y él, aunque odiara admitirlo, no podría vivir sin estar cerca de Jin. Se volvería loco de frustración y celos.