Adolorido 1/3
A la mañana siguiente Jimin despertaba de una manera muy diferente a los que vivía desde hace más de 7 años.
Siempre que tenía un celo amanecía satisfecho en brazos de su primo y sabiéndose deseado y mimado, pero esta mañana todo estaba al revés.
Estaba a medio vestir aún con la ropa de anoche hecha girones, su cabello y ropas olían a cigarrillo y alcohol de la fiesta de anoche lastimando horrorosamente su olfato exageradamente sencible por el celo, su maquillaje corrido y pegajoso le causó asco y algo de autocompasión, encima estaba todo húmedo entre las piernas y a media erección, su cabeza dolía como si hubiera tomado toda la noche pero sabe que es quizá por tomar supresores, cada que lo hacía le daban fuertes migrañas y seguro anoche tuvieron que recurrir a darle uno para volver.
Lo último que recordaba era ver un par de Omegas acercarse a Namjoon y a Min, y cuando se levantó sintió un jalón en el abdomen, su celo estaba más que presente - ¿DONDE RAYOS ESTABA SU PRIMO PARA AYUDARLO? - entonces como pudo caminó hasta la regadera y al mirarse en el espejo no lo podía creer, aún traía el collar, - ¿porqué rayos no se lo habían quitado? - como sea sólo sería buscar más tarde a Min o a Jin, alguno de ellos tendría la llave, en tanto, luego de bañarse podría divertirse un rato con su primo y calmar los dolores que le afectaban.
Se dio un regaderazo rápido con agua tibia que relajo sus músculos, salió y se coloco una camiseta de algodón delgado con la que a veces dormía, y un bóxer, caminó hasta la cama donde quito toda la ropa haciéndolo un montón para que luego alguien se lo llevara y tendiera su cama, sólo lo quito porque ya no soportaba ese olor de nicotina y alcohol en su cama y cerca de él, entonces fue hasta la puerta y trato de abrir, para su sorpresa le fue imposible, tocó la puerta, grito y pataleo, nada, nadie contestaba.
Se deslizó hasta caer sentado en el suelo, rendido, adolorido, y poco a poco recordaba que anoche Jin le comentó que su celo sería en tres días más pero que temía se adelantara porque se sentía demasiado acalorado mientras bailaban, su tío saldría de la ciudad ese día temprano, y les había avisado que le daría el fin de semana al personal, no sabía dónde estaba su primo desde el día de ayer en que lo ignoro por que estaba molesto con él debido a las marcas que este le había dejado, no encontraba por ningún lado, el celular, o las llaves, nada, estaba desesperado, caliente y hambriento, se habría aventado de su ventana desesperado de no ser que contaba con protecciones soldadas que su tío mandó colocar por protección para sus sobrinos Omegas.
Por la tarde escuchó los pasos perezosos de su primo en el pasillo, Jimin aletargado le llamó al pasar
-T-Tae...
- Hey muñeco, hasta acá puedo captar tu delicioso olor, ¿quieres ayuda? Pero no prometo que no dejaré marcas. - comento coqueto el castaño fuera de la habitación del rubio.
- Sí, necesitaré tu ayuda pero antes ábreme, estoy encerrado - pidió tratando de estar tranquilo aunque su mente nublada por el celo no respondía muy claramente.
- ¡Ja! ¿Crees que te creeré eso? Mejor dime que sigues enojado y como siempre te estas vengando de mí, a quien tienes ahí ¿eh? ¿Al paliducho que observas como si fuera carne fresca? Apestas a nicotina y seguro es por él, bien, quédate con tu alfa, ¡idiota! -
Jimin escuchó con terror sus pasos alejándose apresuradamente, quiso gritar para explicarle que le decía la verdad, que no estaba molesto y que él olor a nicotina y olores mezclados con el suyo eran las cobijas, quería gritarle que estaba hambriento y en dolor pero su vientre se contrajo de tal manera que sólo pudo hacerse pequeño en su lugar y quejarse cansado y adolorido.
Taehyung no volvió ese día, ni al día siguiente, Jin tampoco se había asomado, el paquete de galletas a medio terminar y una botella de agua que encontró en su mochila del baile ya se habían terminado y estaba tan cansado y frustrado de tratar de estimularse y quedar satisfecho autocomplaciendose pero su omega pedía más, específicamente lloriqueaba por ese alfa que ni siquiera había vuelto para retirarle el collar, ya tenía marcas rojizas alrededor al tratar de retirarselo, Jimin jamás se había sentido tan solo, adolorido y patético.
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