Capítulo 9
No entiendo como terminamos todos reunidos y listos para salir juntos.
Apenas sonó el timbre que indicaba la hora de salida camine con Nakamura y Takami a una cafetería; de un momento a otro se nos unió Hirugami e Hoshiumi. Aunque el castaño mayor y el albino no parecían tener buena relación, se estaba llevando consideradamente bien ahora.
Luego de convivir ayer con la familia Hoshiumi me quedé toda la tarde con ellos, pensé que era muy entrometida pero siempre insistían, hasta recuerdo que me pidieron dormir en su casa.
Si que me había ido tarde, pero valió la pena. Termine contándole mayor parte de lo que había pasado a Korai y de ello surgió un extraño sentimiento más profundo en nuestra amistad... Y si podría llegar a ser atrevida nuestra relación.
Después de todo término enterándose también sobre el refugio, y parecía interesado en hablar con Takami del tema, supongo que si lo hicieron en el recreo porque ya se toleran más.
—Eres muy alto Hirugami-san—murmuro asombrada mi amiga mirándolo hacia arriba—Todos son unos malditos rascacielos.
Concuerdo contigo Nakamura.
—¿De que te preocupas loca?—pregunto Takami riendose—Aun pueden crecer ustedes tres.
Auch, también se había referido a mí.
—¡Me estas subestimando!—exclamaron al unísono la castaña e albino, claramente molestos.
—Es sorprendente tu indiferencia cuando se burlan de tu estatura Sasaki-chan—me habló Hirugami sonriendo al ver a esos dos lanzándose contra Takami para erradicarlo a goloes y violencia.
—No soy una enana, me considero alguien de estatura promedio. Ustedes son los altos—contestó suspirando—O viene de familia.
Recordé que la familia Hirugami también son altos, por lo que se el hermano mayor de Sachiro es jugador profesional en un equipo de voleibol.
—Supongo que tienes razón.
Todos nos detenemos justo en la salida al ver llegar un auto lujoso derrapando.
Lo bueno que nadie estaba en la calle o posiblemente ubiera sido atropellado por quien condusiera.
De la puerta del copiloto sale un chico de cabello rojo y lentes de sol.
—Oh no—murmuro al identificarlo.
Rodea el vehículo y se para justo enfrente de nosotros, o más bien enfrente mío.
—Hermanita—suelta quitándose los lentes.
—Katashi—contestó igual de firme que él, no me dejaría intimidar ni nada por el estilo.
—¡Hora de irnos!—exclama apareciendo Katsu, quien supongo que era el piloto y maniático que conducía.
—Me niego, voy a salir con mis amigos, no se metan en mis asuntos—hablo pasando de ellos para empezar a caminar hacía el otro lado.
—Perdón pero, ya no vamos a tolerar tus berrinches hermanita—responde el pelirojo tomandome de la playera de la escuela y comienza a caminar al carro conmigo a rastras.
—¡Hey espera, no puedes llevartela así!—logró escuchar a Hoshiumi defendiendome mientras los demás lo apoyan.
—Es el chico del que te mencione ayer—me tensó al ver a mi hermano verme un momento para luego dirigir su visita al de ojos color oliva.
Si que eres un traidor Katsu.
De un momento a otro también atrapa a Hoshiumi y nos lanza a ambos al carro.
—Pueden venir también—agrega el pelirojo que tengo como secuestrador y supuestamente hermano.
¿Como puede ver tanta educación al momento de llevarnos a la fuerza a nosotros dos mientras a ellos se los pide amablemente?
—¡Vámonos!—grita feliz Katsu empujando también a nuestros amigos al auto.
Ellos corren y también se suben a los asientos de enfrente.
Ni se como cabemos cinco personas en la parte de atrás, quedamos unos arriba de otros.
—Ustedes dos... En que piensan en llevarnos de esta manera—me quejó moviendome ensima de Hoshiumi quien es él que me cargaba en sus piernas. Quería, no, me urgía jalarle los pelos rojos a Katashi.
—Nos vamos a Tokio con nuestros padres—habló como si nada colocándose otra vez sus lentes de sol.
—¡De que estas hablando!—exclamó Nakamura asustada—¿Si son tus hermanos verdad Sasaki-chan?—pregunto asustada mirándome.
Si que estaban asustando a mis únicos amigos que tenía en la vida.
—Claro que son sus hermanos, miralos—entra a la conversación Takami empujando a un lado a la castaña.
—No creo soportar estar en esta posición más de dos horas—susurro Hirugami quien tenía encima a Takami y este lo golpeaba a cada rato con la cabeza.
—Creo que yo tampoco—habló Hoshiumi apoyándolo.
¿De que se queja, ya no me estaba moviendo?
—Cuida tus sucias manos de mi hermana—amenaza Katashi girándose en su asiento para mirarnos—No se preocupen, iremos en avión. Falta poco para llegar.
—¡¿QUÉ?!—gritaron todos sin incluir a los Sasaki.
—Nagano no está tan lejos de Tokio—susurro con el ceño fruncido, mis hermanos ya no utilizaban el dinero de nuestros padres, parece que arreglaron sus asuntos.
Aún así se estaban excediendo al gastar de esa forma el dinero. Lo odiaba.
Sentía la mirada de Takami en mi persona, quiero pensar que decepcionado. Y lo entendía.
Mierda, lo entendía. El vive apenas junto a los del refugio, junto conmigo.
Hirugami parecía el más tranquilo, todos estaban desesperados y gritando.
Al final si llegamos al bendito avión.
—Esperen, yo apenas le dije a mi mamá que íbamos a salir, pero no de viaje—habló nerviosa Nakamura, y no era la única. Hoshiumi estaba igual que ella pensando en lo que le diría a sus padres.
—Yo no tengo problemas en salir de la prefectura—contestó despreocupado Takami—De todas formas haré una llamada antes de irnos—término por decir y siguió a mi hermano Katsu al avión.
—No tienen que ir chicos, esto se supone que es entre mis padres y yo—les dije mirando a los tres que estaban aún impactados por toda la información recolectada en tan poco tiempo.
—¿Qué pasará con la escuela mañana?—pregunto Hirugami sacudiendo su cabello.
Buena pregunta, ni se si regresaría... Esto estaba siendo tan sofocante.
—Regresaran mañana por la mañana, llamaremos a la escuela y vamos a justificarlos van o no—explicó Katashi—Tomen una decisión pronto, ya nos vamos.
Los cuatro nos miramos esperando a que alguien diera el primer paso en hablar.
—Podría pedir permiso o decirles que estoy con una amiga—murmuro Nakamura sacando su celular—Eres mi amiga, quiero apoyarte sin importar que... También quiero ver un rato más a tus hermanos Sasaki-chan.
Totalmente sonroja sube al avión con el teléfono en la mano fanteasando.
—Le diré a mi mamá que me quedaré en casa de los Hoshiumi, no es la primera vez que hacemos pijamada para jugar hasta el día siguiente—apoya Hirugami dándole golpes suaves en la espalda al albino.
No se porque si me los imagine jugando toda la noche y a Korai pidiendo una partida más.
—No te preocupes por mi Sasaki-chan, le explicaré todo a mis padres ellos lo entenderan—aseguró levantando el puño—¡Vamos con tus padres a Tokio para que resuelvan sus problemas!
Espero mantengas esa actitud cuando los conozcas Hoshiumi... No quiero decepcionarte y a ninguno de nuestros amigos.
—Al final si iremos todos... —suspiro rendida—Vamos.
Subiendo al avión todos agarramos asientos, quedando yo a un lado de Hirugami y enfrente de nosotros se encuentran los más escandalosos de los cinco, a nuestro lado derecho están los mellizos y Takami.
Si que era el más maduro de nosotros cuando se lo proponía, junto a Hirugami.
—¡Podemos pedir comida!—exclamó Suki al ver a la azafata pasar con un carrito.
—Claro.
Este viaje iba a ser corto, pero parece ser que va a sentirse como una eternidad.
No entiendo como es posible que Korai se pueda dormir tan rápido luego de haber comenzado el vuelo. Lucia muy callado y calmado.
—¿Puedes traer una manta?—le pregunte a la mujer—Porfavor.
—En un momento señorita—se inclinó mostrando respeto y se fue luego de darle todo lo que habían pedido los demás para comer.
—No hace frío Sasaki-chan—cuestionó el castaño a mi lado levantando una ceja con duda.
Lo sabía, pero al parecer Hoshiumi si tenía frío. La azafata me extendió la manta y yo se la acomode al albino para que dejara de temblar.
—Eres muy atenta Sasaki-chan—sonrió Nakamura entendiendo mi cometido y chillando de emoción.
—Te dije que había algo entre esos dos—se escucho la molesta voz de Katsu susurrarle muy mal a su mellizo.
—Pues claro que hay algo. No siempre te enamoras de la persona a la que acabas de conocer luego de estamparle una cachetada y salir corriendo—explicó Takami riéndose de mí y recordando ese momento—La verdad pensé que te harían algo luego de herir a nuestra estrella.
Creo que me acaban de apuñalar por la espalda... Maldito Takami, me había prometido nunca recordarlo.
Me sentía súper arrepentida y avergonzada por mis actos de esa vez. Pase las manos por mi rostro intentando ocultar lo roja que estaba.
Todos se habían quedado en silencio ante esa confesión tan penosa, aunque Hirugami y Nakamura ya lo sabían.
La tos falsa de Katashi se hace notar de inmediato—Creo que tenemos que hablar más sobre estos comportamientos tan salvajes Reiko.
—Si hermano—murmuro encorvandome en mi asiento deseando desaparecer de la faz de la tierra.
—Que tensión—habla Hirugami a mi lado.
Es un alivio que el albino estuviera en un profundo sueño.
Luego de un torturoso viaje no tan largo llegamos a Tokio, un auto nos esperaba así que nos subimos.
En el camino note que nos habíamos desviado de la casa de nuestros padres.
—¿A donde?—cuestiono directa teniendo las miradas curiosas de mis amigos asomandose por las ventanas para ver la ciudad.
—No quiero que vean a nuestros padres vestidos con esos uniformes de la escuela—contestó mirandonos de reojo por el espejo retrovisor—¡Es bueno la primera impresión!
Suspiro recordando el trabajo de mi hermano, y con lo que con lleva su buen ojo para lo que se refiere a una buena primera impresión. Aunque no sólo es él... Literalmente es la mayoría de mi familia.
—Creo que no tengo dinero suficiente para comprar ropa formal—soltó Hoshiumi haciendo que todos lo voltearamos a ver. Él pobre tenía su cartera en la mano viéndola deprimido.
Ya somos dos Hoshiumi, yo tampoco tenía dinero para acatar las órdenes de mi hermano, apenas tengo efectivo.
—Los gastos estaran a mi cuenta, no se preocupen chicos.
—¡Tus hermanos son increíbles Sasaki-chan!—exclamó Nakamura estirando sus brazos feliz.
Nos bajamos del carro estando enfrente de un edificio de ropa... Era una de las tantas tiendas de mi madre.
Si los mellizos querían hacerme sentir mal o arrepentirme, pues no lo estaban logrando.
—Pueden escoger lo que sea, pero no olviden que tiene que ser formal y que tenemos poco tiempo—nos explicó señalando su reloj—Diviertanse mocosos.
Apenas término Nakamura y Takami salieron corriendo para haber quien escogía ropa más rápido mientras Hirugami se tomaba su tiempo para inclinarse e irse a ver, y Hoshiumi... Bueno él.
Fue nuevamente secuestrado por Katsu, el mellizo azabache.
—¿Están comprando a mis amigos?—gruñi aprendando los puños enojada, me hervía la sangre de solo pensarlo.
Se supone que ellos no estaban del lado de nuestros padres, algo había cambiado.
—¿No lo hacías antes?—contrataco con otra pregunta, quitando sus lentes se va siguiendo a nuestro hermano y al de ojos color oliva.
Impactada por sus palabras me quedo quieta en mi lugar.
Era verdad. La antigua yo compraba a sus amigos sin darse cuenta; pero al final terminaba sola por mi actitud tan desinterada, para mi eran... Desechables.
Que pensamientos tan horribles tenía antes, por eso me había dado el propósito de cambiar, pero estando con mis padres se me hacía imposible, así que me escape e inicie de cero.
—¿Se encuentra bien señorita Sasaki-san?—me habla un trabajador de la tienda preocupado.
Suspiro cansada y levanto la cabeza—Estoy bien. Puede hacerme el favor de buscar ropa elegante de mi talla, porfavor.
Ya no había necesidad de seguir recordando quien era en el pasado, yo había cambiado en tan poco tiempo y estaba orgullosa de lo que rápido que avanzaba.
Venir a compras no era algo que me gustara, medir y medir ropa tampoco lo era. Normalmente nuestra madre hacia nuestros propios y únicos diseños a nuestra medida. Supongo que estamos contra el reloj.
Al final los mellizos nos habían ayudado a todos en escoger nuestros atuendos y accesorios.
Me pregunto que les dirán los padres de todos cuando vean la ropa tan costosa que llevan sus hijos.
Tenía la ligera sospecha de que Takami terminaría vendiendo su traje para ayudar en el refugio. No lo culpó, yo también haría lo mismo llegando a la prefectura a la que pertenecíamos.
—Sasaki-chan... Luces muy hermosa—exclamó Hoshiumi a mi lado sonrojado.
Ahora que lo notaba mejor, él también se veía muy bien con ese traje puesto. Estaba a su medida y la corbata junto al chaleco le daba un aire muy distinto al que estaba acostumbrada a ver.
—Wow—es lo único que logró decir aún mirandolo. Quiero fotos desde todos los ángulos posibles, el podría ser modelo si quisiera.
Sería aún mejor si llegará a cortarse el pelo, lo haría verse más maduro y apuesto. El rojo también le podría quedar bastante bien.
—Dejen de verse de esa manera. Es desagradable—entró a la conversación Katashi rompiendo aquella burbuja que habíamos creado el albino y yo.
—¡Tenemos menos de treinta minutos para llegar a la casa!—aclaro Katsu comenzando a correr a la salida.
—Aún no hemos pagado—mencionó Hirugami desconcertado.
—Entonces corre antes de que llegue la policia—grito emocionado Takami siguiendo a mi hermano y gritando como loco.
—¡Soy muy joven para que me arresten! ¡Corre Sasaki-chan!—también comenzo a correr Nakamura siguiendo a esos dos.
¿Como podía correr con tacones?
Hirugami intercambio miradas conmigo de que si realmente era real lo que había dicho Takami, pero ya negué haciendo que el dejara de estar tan tenso y caminara a la salida.
Podresito, no se como puede aguantar tanto, ya tiene suficiente con Korai.
—Nosotros también demos ir avanzando chicos—nos empuja el pelirojo—Yo iré a pagar.
—Que divertidos son tus hermanos Sasaki-chan—comenta rascardo su cabello blanco de forma nerviosa—Crees que... ¿Pueda tomar tu mano de aquí al carro?
Sonrio ladeando la cabeza al verlo avergonzado, estiró mi mano para que la tome y el la acepta. Es glorioso ver como se pone por una simple nuestra de cariño mío, ¿y yo? Pues cada vez me enamoró más con estas muestras que él me pide.
La calma antes de la tormenta estaba por iniciar.
Llegando en frente de la enorme casa nos abren la puerta un mayordomo, mostrando una pequeña reverencia y dándonos la bienvenida.
—Reiko—exclamó mi madre apenas cruzamos la puerta.
Curiosidades:
1. No me acuerdo si mencione que Takami era castaño, pero por si acaso lo menciono; también es un año mayor que todos con los que convive y considera sus amigos Sasaki.
2. En el capítulo anterior conocieron al mellizo Katsu (es el azabache y con actitud más positiva), ahora les presentó a Katashi (pelirojo como Reiko y actitud más seca). Espero que no los confundan. xD
3. Nakamura y Hoshiumi comparten las dos mismas neuronas. Podría agregar también a Takami pero, él solo cuando esta en la escuela o con sus amigo, ya que cuando se tarta del refugio es una persona completamente diferente.
Me dije a mi misma "Si voy a hacer a la familia Sasaki millonaria... Que sea bien" Pero si me pase de verga con el avión privado de la madre.
👁👄👁👉🏻👈🏻
Espero que no les este molestando que profundice la historia de Reiko. Para mi es importante porque quiero llegar a dar una impresión un poco más de la vida real. O eso intento.
¿Qué edad creen que tengo?
Mi prima me dijo que parezco de 80 años 💔
Es el primer capítulo más largo que e hecho en mi vida, casi 3000 palabras. ¿Deberia hacerlos más largos o de 2000?
¡Voten y comenten por que es gratis! ✨❤👊🏻
Ayame🌸
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