No sabía casí nada sobre voleibol, y aún así verme aquí, en la última hora de clase esperando ansiosa a que sonara el timbre para salir directamente a las canchas.

Recuerdo las risas de Takami burlándose de mí, mientras esperábamos a que la lavadora terminara de trabajar.

Más tarde apareció lanzandome una bolsa con dos libros sobre reglas básicas para el voleibol. Quise ponerme sentimental pero el solo huyó como cobarde para evitar la afectividad. Ya sabía que me tenía aprecio.

Apenas sonó el timbre comenze a guardar mis materiales.

—¿Porque tanta prisa?—pregunto Nakamura a lado mío—¡Ya encontraste un club al cual permanecer!

Esta chica si que me llegaba a sorprender. Siempre parecía desinteresada en todo, pero realmente ponía atención a cada detalle.

—Si—respondo acomodando mi ropa para luego cargar la pequeña mochila.

—¿Entraste al club de voleibol?—cuestiona mirándome eufórica—¡Tienes talento! ¡La otra vez esas chicas no pudieron contra nosotras!

¿Podra darse cuenta que las chicas que menciona son del mismo grupo y la están matando con la mirada por lo que había dicho? Yo creo que solo las molesta adrede.

—Más o menos—pienso con cuidado mi respuesta—Creo que me estoy arrepentiendo—murmuro mirando las palmas de las manos.

—Que tan malo podría ser—exclama moviendo la mano con indiferencia—Por cierto amiga...

Oh cielos. Nakamura me consideraba su amiga.

Aún que estaba feliz que me considerará su amiga, el tono de su voz significaba peligro.

—Escuche que dos chicos estaban apuntó de pelear por tí. Me preguntaba quienes eran, eres toda una belleza que atrapa a los chicos.

¿Belleza? ¿Se refiere a mí?

Como logra conseguir esa información si había faltado el día de ayer.

—Lo mal intrepetaron—respondo saliendo del salón. Talves si estaban por iniciar una pelea, pero no porque tuvieran sentimientos encontrados por mi. Uno de ellos sólo por unas disculpa, y él otro sólo por tener problemas personales que tiene con él hermano del primero—¿Crees que soy linda?

Nakamura se detiene y me mira sorprendida.

—¡Eres la más bonita de toda la escuela!—extiende sus brazos desesperada—¡Tú belleza y actitud fría son increíbles! ¿Como es posible que no te hayas dado cuanta? Es más, ¡Porque soy amiga de un ser celestial como tú!

Creo que estaba exagerando. No mentía que mi cabello resaltará entre los demás junto con los lunares, pero no creía que fuera la "más bonita de la escuela".

Mantener ese título sería ridículo y cansado. En ese caso tendría que actuar como alguién que no era; el maquillaje y las cosas tan femeninas no pegaban conmigo.

Era como en los libros recalcaban, el típico clique de la chica bonita. ¡No me gusta!

Con desagrado miro a la castaña—Eres buena... Amiga, así que no hables de tí misma de esa manera—la regaño sincera.

—¡Sasaki-chan!—grita feliz lanzándose a mi para abrazarme.

—Vas a ensuciar mi uniforme—habló con voz monótona dándole palmaditas en su espalda—Recuerda que tenemos club.

Ambas nos separamos y Nakamura irradia felicidad.

—Espero que te vaya bien en el entrenamiento, ve con calma—suelta sacudiendo la mano en forma de despedida.

Santo cielo. Creo que no explique mucho sobre el club que había escogido. De todas formas ya estaba lejos como para gastarme la voz gritando, ya le contaría después.

¿Debería llevar mi mochila o dejarla en el casillero? Preferí no darle tanta importancia y mejor decidi ir directo a las canchas.

—Disculpen las molestias—entró con los zapatos ya cambiados.

El golpe de un impacto hacía mi dirección me hace reaccionar y agacharme para esquivar el balón que sale por la puerta con velocidad. Volteo a la cancha donde se encuentran todos los chicos viéndome impactados.

—Por algo no acepta tus disculpas Hoshiumi—él castaño habla riéndose de su mejor amigo.

—¿Ah?—se queja el mencionado con el ceño fruncido, para luego dirigirse a mí—¡Sasaki-chan fue un accidente!

Corre hacía donde me encontraba con los brazos extendidos.

—No importa—contestó pasando un poco de él.

Sabía en lo que me estaba metiendo al inscribirme como mánager del equipo de voleibol masculino, aparte de que también tenía en mente que vería más al albino escandaloso.

—Auch—expresa Hirugami viendo a Kōrai quejarse de ser ignorado de esa manera—Tan cálida como siempre Sasaki-san. ¿Que te trae por aquí si puedo preguntar?

—Yo soy... Creo que la nueva mánager—habló aún indecisa sí realmente ya contaba como parte del club. Faltaba la aprobación del responsable que manejaba al equipo.

—Eso es increíble Sasaki-san—dijo Hakuba Gao, sí no me equivocaba, era el más alto del equipo.

—Supongo—me encorvo un poco en mi lugar. Era extrañamente intimidada por aquel chico, por su altura.

Después de eso llegó el entrenador saludando para luego hacer que todos comenzarán a calentar. Los había regañado por no haberlo hecho antes.

Como no tenía conocimientos de ser mánager, me quedé a lado del mayor con una libreta para anotar todo lo que me llegaba a mencionar y tenía que hacer.

Me sentía un poco desubicada, pero a la vez era divertido ver a los chicos.

—Todos tienen una posición distinta, y cada una tiene su función quiero que ellos mejores todas sin importar el lugar donde jueguen—argumenta el antrenador sin quitar los ojos de los chicos.

—Armador, bloqueador central, atacante lateral y libero, ¿no?

Si seis personas juegan en la cancha, ¿porque sólo hay cuatro posiciones?

—Exacto. Un armador, dos bloqueadores, tres atacantes laterales y el libero—explica mostrándome un pequeño pizarrón con imanes y el nombre de cada categoría—Aprendes rápido Sasaki-san.

Más bien comenze a leer un libro del deporte. Aún que apesar de eso, creo que no me aprendido muchas cosas.

—Lo intento—mencionó llendo por mi mochila. Recuerdo haber guardado el libro por si lo llegaba a ocupar, ahora es el momento de utilizarlo.

Regresando a las bancas donde se encuentra el mayor comienzo a buscar las páginas de cada posición para saber con exactitud cual era su función.

—Tómalo con calma Sasaki-san—se ríe viéndome tan inmersa en la lectura.

No puedo evitarlo. Las vibras que producían todos aquí me hacían querer esforzarme también. No importaba cuantas veces veía los increíbles movimientos de los chicos, siempre quedaba conmovida y sorprendida.

Ya era la segunda vez en el día que me decían que me lo tomará con calma.

Una vez más veía a Hoshiumi brincar para rematar con esa fuerza impecable. Es agradable verlo tan concentrado y con seguridad haciendolo.

—¿Porque quieres ser mánager Sasaki-san?—pregunta el entrenador—Escuche que tienes talento para jugar con el equipo femenino.

Ni yo sabía la respuesta. Es verdad que me había gustado el voleibol como para practicarlo, sin embargo, aquí estaba como mánager. Aparte de que esa vez sólo fue un partido de educación física. Estaba tan atrasada con la práctica y experiencia, creo que me daba miedo ser la única sin conocimientos tan básicos.

—Aprenderé todo lo que pueda en este año... Talves el próximo año podría combiarme—contestó aún indecisa por mi respuesta.

—Será difícil, pero si muestras tanto interés como esperar todo un año podría ayudarte para que entres al equipo—habla conmovido el entrenador. Ya solo faltaba que limpiará una lágrima falsa—¡Ustedes dos, pongan más fuerza en esos brazos!

Creo que me rompió un tímpano.

Después de dos horas término el entrenamiento, todos calentaban para poder irse. Con varias botellas de agua, que antes había llenado, se las voy dando a los chicos que van terminando.

En cuclillas miro a Hoshiumi que estaba acostado en el suelo, parecía muerto. Miro a Hirugami buscando respuesta pero el solo levanta los hombros sin saber.

¿Debería confirmar que este vivo?

—Hoshiumi-kun... —le susurro llamándolo, como no contesta comienzo a preocuparme más. Pues creo que si respira, su cuerpo se levanta un poco, lo que significa que si respira.

Con el dedo índice le pico una costilla. No reacciona. ¿Se quedó dormido?

—¡Que te levantes enano!—llega Hakuba pegándole a un costado de su cuerpo—¡No vez que preocupas a nuestra nueva mánager!

Hoshiumi brinca desorientado por la reciente patada, sorprendiendome y cayendo hacia atrás. No estaba bien equilibrada estando en cuclillas, y eso me hizo caer.

—¡Ahora tumbas a nuestra mánager!—grito el más alto sacudiendo al albino.

Que extraña amistad tienen.

—¿Te encuentras bien Sasaki-san? —me auxilia Hirugami extendiendo su mano.

Aceptó su ayuda y me levanto del piso para luego sacudir mi uniforme.

—¿Siempre son así?—pregunto mirando a los dos chicos "pelear" mientras Hoshiumi sigue un poco desorientado.

—Te acostumbras. Hoy Kōrai se vio más motivado y se esforzó casí el doble—explicó pasandome la botella de agua que antes quería darle a Hoshiumi—No me extraña que terminara casí muerto.

¿Podrá ser que fue mi presencia que lo puso de esa manera...? Sonrió un poco y decidida voy con ambos chicos que seguían gritando.

—Aquí tienes Hoshiumi, procura no sobre pasarte con el entrenamiento—le muestro una pequeña sonrisa y extiendo la botella de agua junto con una toalla para el sudor.

—Claro—contesta seco, algo extraño en él.

Bueno, creo que al final mis pensamientos se habían equivocado. Un poco triste bajo la mirada.

—Bueno chicos, yo ya me voy a casa, así que los veo luego—me despido decaída y voy por mi mochila para irme.

Que tonta había sido como para pensar que Kōrai se estaba esforzándose más de lo normal por mí.

Suspiro rendida guardando mi libro y libreta en la mochila para salir de las canchas, escuchando la despedidas de los demás chicos.

—¡Hasta que porfin sales! Ya estaba por irme solo—exclama Takami esperándome afuera.

Sin muchas ganas de hablar apenas logró decir un "vámonos a casa" cansada.

—¿Estas bien?—pregunta más serio.

—Quiero dormir—respondo cerrando los ojos con cansancio.

También tengo hambre...

Dejó de caminar porque Takami me detiene poniéndose en frente mío de espaldas y agachandose.

—Sube.

—¿Qué?—lo miro sorprendida.

—Te voy a cargar maldita. Así que no te quejes y ya subete—dice gruñendo—Ayer te quedaste dormida hasta las tres de la madrugada ayudandome a lavar toda la ropa; para luego despertar a las cinco para aprender a cocinar con la señora Saiki.

Santo cielo, tenía razón. Sin quejarme o decir algo más me subo a su espalda y recuesto mi cabeza a lado de su cuello.

Que nostálgico se sentía estar así...

—¡Sasaki-chan! ¡Takami-kun!—nos grita Nakamura llegando a nuestro lado—Chicos vamos a comer.

Luego de lo que había pasado aquella vez que levantaron mi falda los tres nos habíamos hecho muy unidos. Resulta que Takami y Nakamura hicieron una clase de pactó para protegernos entre sí, aun que yo no estaba presente en ese momento.

Hasta ahora ella no conocía sobre el refugio, pero teníamos pensado decirle pronto.

—Quiero un ramen... —murmuro con hambre, ya me lo estaba saboreando.

—Si que te cansó el entrenamiento, eh Sasaki-chan—ríe Suki.

Es cierto, no le había aclarado que realmente no entre al equipo para jugar.

—Más bien es mánager—corrige Takami por mí—Del equipo de voleibol masculino.

Parece que el cerebro de Nakamura reacciona de forma lenta, porque apenas entendió las palabras del chico ella grito.

—¡Era la única que no sabía!—exclama triste—Que cruel Sasaki-chan.

—Fue mi culpa por no explicarte bien, perdón—me disculpó aún con mi cabeza recostada.

—Yo creo que si nos merecemos un buen tazón de ramen, así que Nakamura paga—suelta Ryota burlándose de la azabache.

—¡Que injusto!—reclama la mencionada—Dile Sasaki-chan.

—A la otra él invita—murmuro bostezando.

—Y aún que te cargo te pones de su lado, traidora—habla dramático el castaño.

—La que sigue de tí soy yo, así que luego yo también los invito—afirmó sin titubear.

—¡Así se habla Sasaki-chan!—Nakamura cierra los puños y los alza mientras salta.

—Apurate en caminar Takami, tengo hambre y aún tengo que trabajar más tarde—me quejó por ir muy lento.

—¡No me apresures maldita!

—¡No le digas así a nuestra amiga!

Santo cielo, ya van a pelear.

Curiosidades:

1. Hoshiumi realmente se esforzó más para que Sasaki lo mirara solo a él. Pero quedó tan cansado que ni se dio cuenta de la amabilidad de ella cuando le ofreció la botella con agua y le sonreía solo a él.

2. Cuando se dio cuenta de ello fue porque Hakuba le dijo que lo había arruinado. Salió corriendo para enmendar su error pero la había visto siendo cargada por Takami y mejor lo dejó así, triste.

3. Nakamura realmente quiere a Sasaki y Tamaki como sus amigos, son los únicos que no la apartan solo por como es.

Extra. 4. Takami tiene ligeros cambios de personalidad.

Perdón si hay faltas de ortografía.

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Ayame🌸