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Capítulo 2

Colocadora.

Recuerda, eres la colocadora.

Tienes que colocar el balón a las demás, menos a nuestra libero.

El silbato sonó y el equipo contrario sacó, lo bueno es que no pasó la red y fue punto nuestro.

Si no me equívoco me encuentro en la posición tres, la chica que está en nuestro equipo logró pasar el balón y el otro equipo apenas recibió, levantaron e iban a rematar.

Nakamura bloqueo el remate, pero fue sólo un toque, lograron levanta el balón para pasarmelo.

Colocar. Sólo era colocar el balón.

Aún así preferí hacer una finta, me daba paresa hacer una buena colocación, aparte de que no sabía si me saldría bien y habían tres bloqueadoras en frente de Nakamura, quien era a quien le tenía pensado pasar el balón.

La pelota tocó el piso y todas mis compañeras empezaron a gritar como locas, no sólo ellas, los demás alumnos que nos veían también habían quedado impactados.

Me sentía totalmente el centro de atención de todos, creo que lo utilizaría a mi favor.

Nuevamente cuando balón venía a mí las jugadoras del equipo contrario se me quedaron viendo. Le pase el balón a otra chica y ella anotó.

Aquí venían otra vez los gritos de emoción.

—¡Eres muy buena en ésto Sasaki-chan!—exclamó Suki brincando de emoción enfrente de mi, de hecho todas las chicas de mi salón me felicitaban—¿Ya habías jugado antes?

—No—es más, ni me acordaba en que posición iba cuando me lo dijo—Creo que llegue a ver los entrenamientos de mi antigua preparatoria.

—¿Encerio puedes aprender sólo viendo? Que miedo... me alegro que estés de nuestro lado—habló temblando y poniendo los ojos en blanco.

Así el partido continuó, otros alumnos de diferentes salones llegaron a la chancha para ver el partido improvisado, al final terminamos ganando con un muy diferente marcador.

25—14

La mayoría por fallas de nosotras.

Caminamos a las gradas, nos aplaudían y halagaban por el juego.

Me aleje de ellos con sed, no debí de haberme esforzado mucho en ese juego, no tenía mucho dinero para estar comprando agua sólo por el ejercicio.

Frunci el ceño al darme cuenta de mi error, pero sólo por unos instantes, realmente se me había olvidado y me había divertido.

Suspiro tranquilizandome, ¿que más podía hacer?

—Sasaki-chan—me habla Nakamura extendiendo una botella de agua—Quedatela, eres nuestra estrella y como toda una estrella necesitas brillar.

—Gracias—respondo tomando la botella agradecida. Un poco desesperada tomó el agua.

—¿No eres de muchas palabras verdad?—pregunta, pero más bien parecía una afirmación.

Niego con la cabeza cerrando la tapa del recipiente, guardaría el agua para todo el día y quizá para mañana.

—Estuvieron genial chicas—entraron en la conversación chicos y las demás del equipo.

—Eso eso, dinos tu nombre chica nueva, te pondremos en el periódico escolar como la mejor jugadora de voleibol femenil—habló otro chico con lentes y tomado fotos desde distintos ángulos.

Yo ni siquiera se jugar... Sólo me dijieron que tenía que hacer.

—¡Sasaki Reiko!—contesto Nakamura Suki por mí, ni me dejó hablar, aunque pensándolo bien no iba a contestar—Está en tercero B, junto con tú servidora.

Todos empezaron a preguntar y a preguntar cosas de mí, me estaban asfixiando con todas sus pláticas.

—Señorita Sasaki—me grita el maestro llamándo la atenció de todos los presentes, con la mano me dijo que me acercara a él.

¿No será usted mi salvación entre éste mar de personas y preguntas?

—No se si te interesa pero, podrías integrarte éste último año en el equipó de voleibol femenil—aclaró extendiéndome una hoja—Si tienes dudas sobre horarios u otra cosa lo puedes encontrar ahí.

Era la primera vez que jugaba voleibol y ya me están diciendo ésto, que cosas.

—Lo pensaré—muchos club's y al parecer tengo talento en uno físico, encerio que nunca pensé en practicar alguno donde tendría que entrenar.

Talvez no era mucho de deportes, pero si mantenía una buena condición física. Correr para hacer entregas o caminar todo el día entre las tiendas o restaurantes me mantenían sana. Al menos eso creo.

Con la hoja de los datos en mis manos decido sentarme lejos de todos para descansar psicológicamente.

Encerio que no quería entrar a un club donde tenga que ver con lo físico pero, el voleibol parecía tentador.

La clase de educación física término y por fin regresamos a las aulas. Ya era la última clase de hoy.

Cuando porfin término historia guardo mis cosas en la mochila, me tomó mi tiempo para que todos salgan corriendo como estampida de animales.

Alguno que otro se despiden de mí, uno de ellos es Nakamura, ella literalmente me grito que tenga un buen día y que nos veíamos mañana.

Porfin todos salen y yo soy la última en salir, aún así se escuchaba el escándalo entre los pasillos por la hora de salida.

¿Qué podría comer hoy? Bueno, tampoco es como si tuviera mucho dinero para comprar algo tan glamuroso o costoso.

En mi casillero cambio los zapatos y dejo los otros, el día estaba soleado apesar de su viento agradable.

Más adelante en el camino me encuentro con el gatito blanco de está mañana, quien no duda en seguirme.

En nuestro recorrido ayudó a un niño que se cayó de su bicicleta, tenía curitas de animalitos por si acaso, así que le puse una y le dije que fuera fuerte para intentarlo de nuevo.

Parecia satisfecho con mi recomendacion y tomó nuevamente su bicicleta para intentarlo una vez más.

Un pequeño maullido me saca de las nubes, el gatito estaba teniendo caricias por parte de un chico que estaba en cuclillas y tenía ciertas marcas extrañas alrededor de sus ojos.

—Es tan lindo, ¿es tu mascota?—pregunta sin quitarle la mirada al felino.

—Callejero—contestó acercandome y también poniéndome en cuclillas.

—Aww es tan tierno y pequeño, quisiera llevarmelo a casa—exclama eufórico sonriendole al gatito—Que mal que mi madre no me deja tener mascotas.

Parecía que tomaba confianza muy rápido, eso o realmente estaba encantado con el felino que ni se daba cuenta que estaba hablando mucho.

—Es más, siempre me quiero llevar todos los animales que me encuentro en la calle, talvez es por eso que mi mamá luego se enoja—continúa contando, su cabello negro estaba cortado hacia abajo pero hasta eso parecía extraño, no sabía decir si era lacio, ondulado o chino—¡Deberíamos ponerle un nombre!

Sus ojos parecían tener estrellitas por buscarle un nombre al felino.

—Que tal... Miyabi o talvez Yukiko, ¿crees que suene mejor Miyumi?—mencionaba un nombre tras otro pero no se detenía—¡Akemi! Tiene cara de akemi. Eres muy buena buscando nombres.

Ni siquiera me había dejado hablar.

—Akemi está bien—digo acariciando también al gatito blanco.

—Talvez tiene hambre. ¡Vamos a la tienda de enfrente y compremosle algo! —habla sonriendo y levantándose, cielos, era más alto de lo que había pensado—Andando chica que no conozco.

Y justo como dijo, camino a la tienda de enfrente. Saque lo único que tenía de dinero, apenas y tenía para comprar algo de comer, aparte de que tenía que ir a trabajar pronto.

Miro al gatito con el nombre de Akemi seguir al extraño chico, creo que hoy no comeré nada.

Al menos Akemi sería feliz, camino apresurada para alcanzar al más alto y lo sigo a la tienda.

Ya adentro Akemi nos deja de seguir y se queda afuera esperandonos, es muy listo apesar de ser tan pequeño.

—Creo que por aquí está la sección de alimentos para mascotas—murmura el peli negro asomándose por el pasillo—Si, aquí es.

Las estanterías muestran distintas marcas de comida para gatos, todos con precios elevados para mí, miro una vez más mi único dinero.

Suspiro rendida.

—Éste es perfecto para ese pequeño—exclama tomando el más costoso—Vamos a pagarlo chica.

¡Porque tomaba el más caro! Definitivamente quedaría sin ningún yen.

Llegando a la caja registradora le tocó el hombro al chico.

—Sólo tengo ésto—aclaró mostrándole mi dinero—¿Si puedes a completarlo?

—Claro que sí—contesta sacando varios billetes.

Algún día tendre más dinero y podré comprarle comida los gatos que yo quiera.

—Gracias por su compra—nos dice la mujer en el mostrador.

La campana suena al salir de la tienda, Akemi rápidamente se levanta y se frota contra nosotros.

—¡Mira lo que te compramos Akemi!—le dice al felino enseñando la bolsita con el alimento—¿Quieres hacer los honores chica desconocida?

Me extiende el alimento, agarro la bolsa y la abro, ahora que lo pienso, ¿donde le ponemos el alimento?

Parece que el también se da cuenta de nuestra situación, porque empieza a reír.

—Lo olvidé—sigue riendo y se pega la frente—Espera aquí.

Se levanta y otra vez entra a la tienda, Akemi y yo nos miramos.

Tenemos hambre...

Cuando regresa el peli negro coloca un plato para alimento.

—Adelante—presiona señalando el plato.

Inclino la bolsa y el alimento cae al plato, Akemi no tarda en empezar a comer. Verlo así me daba cierta envidia.

Yo también quería comer.

Mi estómago no tarda en a ser su aparición ante la necesidad de algún alimento. Las mejillas se me sonrojan de inmediato por tal acto.

El chico se queda totalmente paralizado y luego comienza a reír.

—¿Tenías hambre? Me ubieras dicho compañera—reclama aún riendo—Vamos, te invitó algo.

Pues no parecía ser mala persona, es más, ya me ubiera secuestrado desde hace tiempo y no lo a hecho.

—Porfavor—murmuro aún avergonzada.

—Utilizaste todo tu dinero en compar el alimento, verdad—afirma sonriendo—Eso fue un acto muy bondadoso de tu parte.

La rara plática que tenemos se ve interrumpida por el sonido de una canción de su celular.

—Esperarme un segundo—avisa levantando un dedo y contestar la llamada.

En la otra línea parece gritarle al chico, porque aparta de inmediato el teléfono de su oreja y pone cara de horror.

Se escuchan más gritos de parte de la otra persona, más bien reclamos. Para cuando cuelga la llamada voltea a verme desanimado.

—Perdón desconocida, pero tengo que irme pronto—dice totalmente desanimado—Nos veremos otro día, pero antes de eso.

De su bolsa del pantalón saca una carrera y extiende unos billetes.

—Cuando dije que iba a invitarte algo era realmente encerio—habla tomando mi mano para colocar el dinero y cerrarlo en un puño—Espero que sea suficiente, oh cierto, me llamó Hoshiumi Akimoto.

—Sasaki Reiko—me presentó inclinandome levemente—Y muchas gracias por el dinero, encerio.

—No te preocupes por eso. Ya me tengo que ir para entregar unas cosas a mi hermano menor—exclama señalando la maleta deportiva que cargaba—Ahora que lo pienso, debes estar con él en la preparatoria, tienen el mismo uniforme.

Que pequeño es el mundo.

—Soy nueva.

—Eso explica mucho, mi hermano conoce a casi toda la escuela—ríe ante lo dicho—Es imposible no reconocerlo, se la pasa gritando y su cabello blanco destaca mucho.

Tampoco es como si tu presencia no fuera notable, literalmente parecía que brillaba su alrededor.

—Bueno Sasaki-chan, ahora si ya me tengo que ir, fue un gusto conocerte—sonríe despidiéndose—Espero vernos otro día.

—Tenga cuidado senpai—le advierto al verlo caminar hacia atrás y había un escalón.

—¡Gracias Sasaki-chan!—me grita desde lejos.

Parece que nuevamente le marcan, porque saca su teléfono y empieza a correr.

—¿Cuanto tardará en darse cuenta que no lleva la maleta?—murmuro viendo a Akemi aún lado mío y en el otro el bolso deportivo.

Curiosidades:

1. En un principio la historia iba a ser de Kageyama Tobio.

2. Si no me equívoco el padre y hermano mayor de Kōrai tienen el pelo negro, mientras su mamá y él lo tienen blanco.

3. La protagonista mide 1.65, yo diría que está bien considerando la estatura de Kōrai y la de los demás personajes de Haikyuu.

¡Votar y comentar no cuesta nada! ❤✨✌🏻

Ayame🌸








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