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Capítulo 19

Sean discretas con este capítulo. Es mi primera vez escribiendo un "+18 ", si no les gusta saltenlo, habrá una advertencia de inicio y de terminado.

Sueños constantes.

Ver a personas que nunca habías conocido invadiendo tu mente de manera persistente.

Es como si estuviera viviendo otra vida.

Y lo común de esto es que nunca podía recordar el rostro de la chica.

Amigos y familiares notaron de inmediato que algo era diferente en el albino. Aveces despertaba llorando, gritando o susurrando con miedo; ¿pesadillas? pensaron, pero como podían ser si el dormía más de lo debido y se acostaba con gusto.

En algunas ocasiones no podían despertarlo, ocasionando que sus padres y hermano se preocuparan.

Ya no era normal dormir tanto.

Primero comenzo con 12 horas, luego con 16 horas y así aumentando de forma masiva hasta llegar a dormir casí por dos días. Buscaron una explicación para esto,  lo llevaron a hospitales pero sus análisis y todo estaba bien.

Lo dieron de baja en la preparatoria y del club de voleibol, pensando que talves se cansaba demaciado en un principio y también por no consumir alimentos en el tiempo que dormía. Claro que el se enojo en su momento, pero se dio cuenta de que era la verdad lo que decían.

Sus amigos lo visitaban pero varias veces solo lo encontraron acostado durmiendo pacíficamente.

Todo empeoró cuando llegó a dormir hasta los tres días y lo internaron por completo. Conectadolo a unas intravenosas y sondas para manterlo vivo antes de que muriera por deshidratación o falta de nutrientes.

Cuando despertaba tenía chequeos y otras cosas para detenerniar mejor su enfermedad, llegando a que posiblemente sea una cerebral. Algunas partes ya no funcionaban y se extendia rápidamente por todo su cerebro afectado su cuerpo.

Como una maldición que no tenía forma de quitar.

Estaba despierto. Estirando sus músculos con la ayuda de su madre, a la vista de su padre, hermano y mejor amigo Hirugami. Todos juntos en el cuarto, determinando aproximadamente cuando despertaría para poder verlo una vez más despierto.

Todo en silencio.

—¿Aun estoy dormido?—habló ronco el menor, intentando dispersar la tensión. Apesar que ya tenía un rato despierto pero nadie hablaba.

—Estas despierto hijo, estas despierto—afirmó muchas veces su madre preocupada. A todos les estaba afectando lo que le ocurría.

—Digan algo o me volve loco—bromeó riendo sin muchas ganas.

—Tienes que recordar que estas dormido cuando te acuestes—habló serio su hermano Akitomo—Fuerza a tu cerebro a recordarlo.

—No se como hacerlo.

—¡Pues inténtalo!—grito el pelinegro levantándose de la silla—¡Si sigues así ya no sólo dormiras días, sino semanas y luego meses o años!—exclamó con impotencia con los ojos critanlinos.

El albino de baja estatura se quedó en silencio viendo triste a su hermano. Pidiéndole perdón callado. No podía detener lo que le estaba sucediendo y tampoco quería hacerlo.... Había olvidado como comenzo todo y porque no quería despertar.

Unas horas más tarde volvió a acostarse sintiendo el cansancio y sueño que lo estaba invitando a cerrar sus ojos.

Despierta pronto Korai—oyó a lo lejos la voz de Hirugami—Tienes que hacerlo.

Abrió sus ojos y ahí estaba ella.

Le daba miedo algunas veces, ya no podía saber si se encontraba en lo profundo de sus sueños o en la vida real.

Ya no lo distinguía.

Comenzaba a confundirse que era verdadero y que era producto de su imaginación. Todo era tan....real, podía sentir dolor en ambos "mundos" por así decirlo, también oler y disgustar. Como si estuviera viviendo dos vidas diferentes.

—Oye Korai, te quedaste un rato dormido. ¿Pedimos comida o hacemos algo?—pregunto la de lunares, analizandolo con una ceja alzada—¿Estas bien?

El mencionado miro sus manos un tanto inquieto.

¿Cómo podía saber si se encontraba dormido o no?

Estaba desorientado.

—Un poco cansado—respondió cerrando sus ojos para recortarse en el hombro de la peliroja.

—Acabas de despetar. Te quedaste dormido a la mitad de la película.

Esté tema comenzaba a consumirlo lentamente.

Para él, dormir era como despertar en el mismo lugar pero con una clases de realidad diferente.

Uno donde no existía Reiko Sasaki, o eso pensaba.

Procuraba no dormir estando con Sasaki por alguna extraña razón, después de todo amaba estar con ella y oler su leve fragancia de vainilla, aprovechando cada segundo a su lado desde que se dio cuenta de que algo andaba mal con él.

—Puedes dormir otro rato sí quieres, la tarde de películas puede esperar—aconsejó dándole caricias en la cabeza como si fuera un masaje, para tranquilizar su cuerpo tensó.

Ella también se había dado cuenta de que no estaba comiendo bien y tampoco dormía, notando cada detalle de su aparecincia decadente y los ligeros cabeceos por el cansancio.

—No quiero dormir y tampoco olvidarte—pensó el chico tomando la mano de la joven para darle un tierno beso.

Hace días Hoshiumi comenzo a darle significantes muestras de afecto más seguido, enterneciendo el corazón de la chica que recibía cada uno de ellos contenta. Antes ambos se ponían nerviosos y terminaban tropezando sus palabras y muestras de afectividad.

—Ew ya empezaron con sus cosas de novios empalagosos—exclamó Takami entrando al cuarto de la peliroja.

Él castaño había terminado viviendo junto su abuelo, adoptandolo como su hijo. Reiko no quiso ir con su padre y hermanos... Al menos no por ahora, algo que ellos aceptaron.

Por lo que la convivencia fuera agradable. Contando que sus amigos los visitan constantemente para hacerles compañia y saber cómo estaban, aunque Hoshiumi ya parecía vivir con ellos.

Su abuelo trabajaba mucho pero también se preocupaba demaciado por ellos, y no le molestaba que el albino se quedara.

—¿Porque estas vestido así?—pregunto el Hoshiumi cuando abrió sus ojos y vió a Takami bien vestido y peinado; en conclusión, todo lo contrario de él.

—Mientras ustedes comprarte sus cosas cursis yo voy a tener una cita... Que posiblemente termine en otra cosa—aclaró resaltando lo último bajando y subiendo sus cejas—Sólo diganme si me veo bien.

—Depende, la vas a llevar a un restaurante o al cine?—cuestionó Sasaki frunciendo el ceño—Aparte, ¿en que momento compraste esa ropa?

Los tres quedaron en silencio, dos de ellos esperando la respuesta del mayor.

—El viejo me dijo que puedo tener estilo sin usar ropa como de pandillero, así que me regalo varias cosas—contestó con la mejillas sonrojadas, para luego tener una cara melancólica—Recuerda que la mayoría de mi ropa se quemó luego de....

Una vez más el silencio reino en la habitación.

Takami pasaba mucho tiempo culpandose por lo que pasó en el refugio; varios aún lo buscan por ayuda y otros perdieron su confianza gritándole asesino y demás cosas.

De hecho era un milagro que aún fuera a la preparatoria, porque después de eso se encerraba en su cuarto y salía de vez en cuando para socializar con los chicos que venían a visitarnos, pero era más por educación que otra cosa.

Luego del accidente y varios semanas después, la muerte Nakamura se había reportado. Empeorando el estado emocional de sus dos mejores amigos, Sasaki y Takami.

Ambos yendo a terapias para mejorar, algo que estaba funcionando poco a poco.

Hoshiumi miro a Sasaki y los dos se sonrieron cuando cruzaron miradas.

—Te ves bien—habló la chica lanzándole unos lentes de sol que tenía en su mesita de noche—Cuidate y usa protección. 

—¡Ustedes también!—exclamó de igual forma lanzando un sobre metálico a Hoshiumi para luego salir corriendo sin dejarlos hablar.

Los cansados ojos del chico se dirigieron al sobre para luego abrirlos totalmente rojo.

—Es de sabor—comentó avergonzado—Nunca había visto de este sabor.

Aunque su comentario fue inocente, Sasaki quedó perpleja.

Hoshiumi comenzo a sentirse incómodo cuando lo empezó a mirar de forma persistente.

—Y... ¿No quieres probarlo?—insinuó tomando el preservativo de las manos del chico.

Su pregunta lo había dejado congelado.

El nunca imagino ver a la chica de hermosos ojos grises ofrecerle tal acto carnal y menos de esa forma. En sus ojos demostraba vergüenza y temor, algo que el también compartía en esos momentos.

Todo el sueño que tenía se había ido en un instante, teniendo una alerta en su cerebro sobre lo que estaba sucediendo.

Ella estaba invitándolo a perder su pureza juntos.

Y él parecía aún en shock.

—T-te refieres a eso—hizo énfasis a la última palabra. Aún no podía creer que la chica le diera esa indirecta tan directa.

—Si. Me refiero a eso—recalcó Sasaki dejando el condón de lado, juntando sus manos para moverlas con nerviosismo. Pasando saliva cuando dejó de mirarlo a los ojos, recordando su torso desnudo la vez que lo vio saliendo del baño sin una playera.

Ahora poniéndole atención a sus manos y brazos con algunas venas sobresalientes.

Recordando que él aún estaba creciendo y era un hombre. Ambos jóvenes y con las hormonas al tope.

El ambiente era un poco más caliente y aún no hacían nada, solo se daban una que otra ojeada disimulada.

Hoshiumi se levantó acomodándose mejor a su lado, con sus manos juntas tocando su frente como si estuviera orando.

La peliroja quiso hacer el primer paso, agarrando sus brazos para separarlos y sentarse en sus piernas.

—Vayamos lento—habló dándole seguridad, poniendo las manos ajenas en su propia cadera.

Su voz era clara y suave. Provocando que el mencionado tensará su mandíbula.

¡No podia relajarse y menos pensando que todo era posiblemente falso!

Un escalofrío recorrió por su cuerpo provocando que su piel se pusiera de gallina, la chica le estaba dando pequeños besos en su cuello.

—No se que hacer, creo que voy a entrar en pánico—confeso sincero abrazando el cuerpo, sintiendo los besos repartidos en su piel caliente y recostando su mejilla en el hombro de Sasaki.

—Podemos detenernos si alguno de los dos no estamos seguros—aconsejó separándose un poco.

¿A quien engañaban?

Ya no querían detenerse.

Dejando atrás esa sensación tan placentera.

Necesitaban más.

El oji oliva tomó valor para quitarse su playera y tomar los cachetes ajenos, repartiendo besos por todo el hermoso rostro de la chica hasta llegar a sus labios y comenzar a saborarlos gustoso.

Los dos teniendo el pensamiento de que estaban junto con la persona que más amaban.

Se separaron agitados con sus frentes pegadas. Las pequeñas y curiosas manos de Sasaki tocaron su abdomen marcado sin exagerar por los duros entrenamientos, admirando las sensuales marcas de sus huesos de la pelvis que iba bajando, dejando mucho a la imaginación de la famosa "v" que no tardaría en descubir por completo más adelante, deteniéndose para volver a subir pasando las yamas de sus dedos por todo el torso—Diablos, si que lo habían creado con ganas—pensó la peliroja agradeciendo mentalmente los genes de los Hoshiumi. Mientras tanto el albino se estaba aguantando unas pequeñas risas por mirar a la chica tan curiosa y por sentir cosquillas junto a pequeñas descargas de electricidad que iban bajando.

Se estaba excitando e iba empeorando con los inocentes e involuntarios movimientos de la peliroja que estaba haciendo sentada en sus piernas.

Ya no quería ser el único provocando esas sensaciones.  De un momento a otro la tomó de sus muslos y la cargo para llevarla a la cama, recostandola poniendo sus brazos a los costados de su cabeza para no aplastarla.

Aquel acto los había encendido más.

Rápidamente le quito la blusa a su novia, dejando a la vista los senos cubiertos por el brasier con encaje negro. Hizo un puchero al verlos ahora escondidos por los brazos de Sasaki.

—Amor... —exclamó entre ansioso y enternecido.

Le había entrado inseguridad, no tenía grandes senos como otras chicas, y tampoco tenía un abdomen marcado como el de su lindo novio.

Sólo fruncio su ceño negando con la cabeza de manera tierna para el chico.

—Tu mandas...—susurro sin volver a insistir—Pero ya se que eres hermosa sin la necesidad de verte desnuda—sonrió jugeton besando su nariz, sacándole unas risas a Sasaki.

—Eres un tonto—dijo quitando sus brazos, simplemente se había sentido más segura al escuchar sus palabras.

—Un tonto con 98 en matemáticos, ¿que raro, no?—se burló ganándose un golpe un su cabeza—Uy, ¿te enojaste porque te gane?

Claro que se enojo y tomaría venganza justo ahora. Bajo sus manos hasta la orilla de sus pantalanes cortos para retirarlos lentamente, todo ante la atenta mirada de Hoshiumi quien había dejado de reír para morder su mejilla por dentro, siguiendo los movimientos que hacia la chica.

—¿Seguimos?—pregunto lanzando con sus pies el pantalón para pasar sus piernas a la cintura del albino, provocando un increíble choque entre ambas parte privadas. Definitivamente el miembro de Hoshiumi se había levantado luego de haber soportado tanto.

Ya no había vergüenza ni pena  como el de un principio. Estaban siendo controlados por la lujuria del presente.

—¿Eres la chica de hace unos minutos?—cuestionó gruñendo por el dolor. Tenía que quitarse de inmediato el pantalón de mezclilla que lo estaba torturando.

¡Como podía ser tan tierna y luego tan caliente!—grito Hoshiumi en su cabeza.

Se bajo su pantalón mostrando el boxer ajustado de color gris, por el brusco movimiento hubo una fracción que los hizo gemir a los dos de golpe.

—¿Donde esta el condón?—pregunto impaciente besando el cuello de la chica, quien sacaba leves gemidos y se estremeció por las manos que recorrían su cuerpo.

—Nn-o recuerdo—tartamudeo por las embestidas simuladas.

Sin decir nada el chico se levantó y fue al sillón donde encontraban amteriormente, buscando el sobre.

Sasaki se había molestado por un momento pero reaccionó al darse cuenta de su importancia. Al menos tenía una hermosa vista.

Cuando el albino encontró el preservativo volteo, encontrándose con la traviesa mirada de su novia en su cuerpo.

—Si me ves demaciado me pondré más ansioso cariño—habló mostrando el condón para acercarse dárselo.

Definitivamente ya no eran los chicos nerviosos e inocentes de hace rato.

La lujuria los consumía.

El chico le quito el brasier para poder tocar los senos de la peliroja, masajeando con inexperiencia pero escuchando los jadeos de placer de Sasaki cerca de su oreja.

Debía.... Estaba tentado.... Bajo su cabeza y chupo su pecho succionando el pezón en el proceso, teniendo cuidado para no llegar a lastimarla. Pero toda aquel cuidado se había ido luego de que la excitación aumentara y succionara con más fuerza hasta perder el control.

Acercó su pelvis al de la peliroja causando que sus intimidades chocaran simulando estocadas como los de hace rato. Detrás de la tela que impedía la entrada por completo Sasaki comenzaba a lubricar.

Si no lo impedía ambos terminarán de esa forma sin llegar más haya de lo ansiado.

—Korai d-detente—exclamó apenas.

Al momento que las palabras salieron de su boca el mencionado se detuvo por completo.

—¿Quieres.... que paremos?—cuestionó dolido. Pensaba que la había lastimado o apresurado las cosas.

—Quiero que te quites los boxers—aclaró sin más. Hoshiumi suspiro. No la había molestado o incómodado—Si seguimos así vamos a tener un orgasmo con ropa—explicó sonrojada.

—Pues tengásmolo—expresó sincero sujetando las pierna para acomodarse mejor, volviendo a golpear con mayor fuerza ambas partes íntimas.

Sasaki grito por la bruscalidad pero no de dolor, al contrario, fue por placer. Sus cuerpos estaban chocando provocando los "aplausos" tan vulgares que emitían, encajó sus uñas en los omóplatos de Hoshiumi escuchando un gruñido pero sin detenerse o quejarse, solo aumentando los movimientos.

Y así marcando distintos ritmos pero sin detenerse hasta llegar al tan deseado final con un gemido alto. Quedando ambos quietos, disfrutando las sensaciones que habían provocado tan solo con la fricción.

—Mierda—susurro como un gruñido el albino, inclinándose a un lado para dejarse caer a la cama al costado de Reiko.

Ambos agitados y con la respiración escuchandose en la habitación.

—Creo... creo que tuve un orgasmo—exclamó agitada la chica, girando su cabeza para ver mejor a su novio quien tenía los ojos cerrados.

—No hizo falta el condón—se rió viendo el preservativo a un lado—Ew transpiro—murmuro levantándose un poco para mirar su ropa interior.

—¿Eso sería un problema?—pregunto de broma con una hermosa sonrisa.

Los ojos de Hoshiumi se abrieron de inmediato, quedándose congelado.

No pasaría nada. ¿Verdad? Después de todo no hubo penetración—pensó el albino—¡La escuela no especificaba si alguien se podía embarazar tienendo relaciones con ropa!

—Carajo—habló la peliroja levantándose de la cama para ir al baño ansiosa.

—Amor—grito Hoshiumi siguiendo sus pasos al verla nerviosa. Se estaba preocupando de que se enojara o retractarse por lo que habían hecho.

—¡Nos vamos a bañar y luego ocuparemos el condón!—exclamó riendo—Quiero hacerlo bien, pero esta vez sin ropa.

Una vez más el albino se quedó congelado. Ella no se estaba preguntando lo mismo que él, su novia quería enserio hacerlo hasta el final. Todo lo contrario a lo que el pensó que ocurriría.

—¿Si te vas a bañar conmigo verdad?

Definitivamente eso lo ánimo demaciado.

—¡Te acompaño!—aclaró quitándose el boxer para ir a bañarse.

Luego de haber terminado decidieron dormir, cansados por el acto y haber limpiado por si llegaba alguien se acostaron para descansar.

O al menos solo uno de ellos.

Para el otro era volver a despertar en otro lugar.

Solo que esta vez había sucedido algo nuevo.

Hoshiumi había despertado en el suelo de alguna calle al parecer. Todo estaba obscuro y apenas podía ver cierto rango de la dichosa "calle".

Entre cerro sus ojos intentando acostumbrarse a la poco visión que tenía, pero era imposible.

Todo era negro.

No había edificios, tiendas, casas y mucho menos personas.

Solo estaba el en una calle.

—¡Hola!—grito, recibiendo solo el eco de su propio llamado. Intentando de no entrar en pánico buscó algo en sus bolsillos, su teléfono podría iluminar algo o llamar a alguien, pero no tenía nada.

Luego de haberse cambiado dejó el celular en la mesita y se acostó para dormir.

Fruncio el ceño, comenzo a caminar sin saber a donde llegaría.

El lugar no parecía llevarte a ningún lado en concreto.

Se detuvo, presentía que algo iba a pasar.

De la nada a sus dos lados y a lo lejos se abrieron dos puertas, mostrando dos tipos de luz diferente detrás de cada una de ellas.

¿Izquierda o derecha? ¿Cual era a la que tenía que ir?

A su izquierda la luz era cálida, mientras el de la derecha era fría.

Justo en medio de ambas puertas se encontraba él. Sin saber cual tomar.

Se sentía atraído por ambas. Sabía que una de ellas sería posiblemente la salida.

Indeciso se quedó quieto. Claro que tenía un ligero miedo.

De ambas puertas salieron dos personas vestidos de blanco.

Eran Sasaki y Hirugami.

Cada uno de ellos mirándolo, como si estuvieran pidiéndole elegir.

—Es hora de elegir tu destino Hoshiumi Korai—habló con una voz tranquila y serena la peliroja.

—Ya no puedes estar brincando de un lugar a otro. Es hora de que decidas en cual quedarte—anclaro Hirugami dándole una calidad sonrisa como la luz de cual provenía su puerta.

Apesar de que todo esta obscuro, la luz de ambos iluminaban aquella obscuridad que había.

—Tú decisión será escuchada por ambos. Te daremos el privilegio de escoger por primera vez toda la historia del universo—hablaron al unísono.

Una gota de sudor comenzo a escurrir por la cien de Hoshiumi.

Estaba confundido.

Pero tenía que escoger entre las dos personas que más quería y apreciaba.

Esto es malo—pensó el albino mirando de un lado a otro 

Perdón si encuentran faltas de ortografía.

Aclaraciones:

1. Se podría decir que Hoshiumi esta en dos realidades. Mientras en una duerme mucho (olvidando lo que "sueña") y se le considera una enfermedad cerebral, él se encuentra en otra realidad donde esta con Sasaki (recordando lo de ambos lugares).

2. Ya terminando la historia voy a editar y acomodarlo para que quede mejor con el final.

Ya lo explicaré mejor en el siguiente capítulo.

Curiosidades:

1. Takami no salió con ninguna chica, en realidad fue a la tumba de Nakamura a dejarle flores. No quería decirles la verdad porque quería ir solo, sabiendo que si lo decía la pareja lo acompañaria.

2. Reiko no esta embarazada, de una vez anuncio.

3. Korai tiene miedo cuando "despierta" en la realidad de Sasaki, pero después de un rato se calma. Todo es porque recuerda ambos lugares de golpe, sintiéndose culpable de hacer llorar a su familia en una y egoísta por querer quedarse con Reiko en otra.

Foto de disculpa por tardarme en publicar.

Porfavor llenenme de comentarios, dudas o preguntas yo las voy a leer con gusto. ❤✨

Ayame🌸






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