Mis manos temblaban.

El pensar que Hirugami estaba muerto por mi culpa y que él asesino fuera Takami me estaba destruyendo.

Con la nervios de punta jalo mi cabello con desesperación, como una manera de poder reaccionar ya que estamos en shock.

—¿Sasaki donde estas?—preguntaba una y otra vez por que no respondimos—¿Te encuentras con Hoshiumi?

—Takami... Tú le disparaste.... —hable dejando la frase al aire.

—¿De que mierda estas hablando?—exclamó ofendido—¡Yo nunca le haría daño a Hirugami!

Apenas término de hablar se escucharon más disparos.

No entendíamos que estaba pasando en ese lugar. Todo estaba muy confuso.

—¡Tus padres nos están cazando!

¿Mis padres...?

—Espera, tienes que explicarnos que es lo que está pasando. ¿Quienes son los malos?—pregunto Hoshiumi confundido.

No lo culpaba yo me encontraba igual.

—No puedo hablar mucho. ¡Me están disparando, carajo!—explicó agitado. Estaba corriendo—Tu madre donó, y varios objetos electrónicos explotaron, logre salí y tu abuelo me salvó la vida.

Escuchar todo eso con los disparos de fondo no era nada agradable.

—¿Donde está Hirugami?—cuestione. Takami tenía su celular pero no sabíamos nada de él.

—¡Le dije que corriera, yo los estoy distrayendo para que él corra!—grito para que pudiéramos escucharlo—¡Mueran infelices! —se escucho la voz de Takami junto a más disparos.

—Ve a la puerta y confirma que mis padres sigan sentados en el comedor—le susurro al albino quien de inmediato siguió mi orden.

—Seré breve Reiko—soltó Takami—Tú madre le tenía tanto odio a tu tía y prima que las asesino, no fue por una enfermedad... La atropello un camión. Mando a tu abuela a un hospital psiquiátrico y le quitó mucho poder a tu abuelo, no es mafioso, trabaja en el Gobierno. ¡Es posible que también te quiera matar!

—Pero ha tenido muchas oportunidades de matarme, ¿porque no lo había hecho antes?—pregunto desconcertada. Cual era la verdadera razón del porque estaba en medio de todo esto.

—¡No eres su hija!—contestó—Tú padre accidentalmente se metió con ambas. Amaya se enteró asesinando a su gemela apenas naciste, dejando a tú hermana mayor viva para luego de unos años matarla... Tu abuelo pelea para que la verdad salga a la luz, y poder quedarse con tu custodiada.

—Si eso es verdad... Tengo que salir de esta casa—murmuro—Gracias Takami, perdón si dudé de tí.

—¡Dudaste de mí!

—Porfavor ten cuidado—exclamó ignorando lo último que dijo.

—Los frascos tienen veneno pero no los va a matar por completo, sólo quedarán inconscientes por el dolor, también sirven como inhaladores así que no respires cerca de ellos... Ten cuidado—explicó advirtiéndome y colgando la llamada.

¡Tenemos que salir de esta casa de inmediato!

Guarde los frascos en mi chaqueta; comienzo a buscar algo que sirva para defendernos, agarra dos cuchillos que parecen de asesinos seriales, pero en realidad son para cortar carne... Los dejaremos como cuchillos y ya.

—Reiko—me llamó Hoshiumi tartamedeando.

Volteo para verlo impactado, mirando más precisamente al comedor.

—Ellos están.... Tus hermanos y tu padre—habló apuntando hacia afuera.

Con el seño fruncido me acercó a él para ver lo que intentaba decirme.

Los tres se encontraban con sus caras pegadas a la mesa y no se movían.

Mi madre no se encontraba.

Takami no estaba mintiendo... Ella era el causante de todo.

Y no dudó en hacerle algo a sus propios hijos y esposo.

Agarro el cuchillo con fuerza dándole el otro a Hoshiumi.

Me acercó a mi padre quien era el más cercano y me doy cuanta que tiene un dardo en su hombro. Era el mismo con el que me habían dejado inconsciente cuando fui a ver a mi abuelo.

Trago saliva poniendo dos dedos en su cuello.

—¿Esta vivo?—pregunta Hoshiumi en voz baja.

No contesto. No logró encontrar sus latidos y eso comienza a preocuparme, pensando que no estaba colocando mis dedos correctamente.

Suspiro al darme cuenta que si tiene pulso.

—Esta vivo—respondo agachado mi cabeza, era un alivio.

Parece que Korai vuelve a respirar, se había contenido al no darle respuesta. Deja el cuchillo en la mesa y va con mis.. Los mellizos para también confirmar su bienestar.

La cabeza de mi padre se encuentra de lado y en el plato, embarrado de comida hasta su cabello.

Es posible que los tres sabían sobre el tema de mi verdadera madre y los actos que cometió Amaya. Si ese es el caso, ¿porque los había dejado aquí inconscientes?

Nunca había entendido a la mujer que se hacía pasar por mi progenitora.

Me causaba miedo algunas veces, pero en otras era amable conmigo, me trataba como su propia hija.

¿Para que tomarse las molestias de crear toda una historia sobre mi abuelo si iba a terminar de esta manera?

¿Que era lo que estaba esperando?

—Es posible que tú madre no les haya contado algo importante y por esa razón los dejara dormidos... Fuera de su camino—argumento Hoshiumi quitándoles los dardos a los gemelos—Esto aún es extraño.

—No tengo ganas de ir a buscarla sí tiene personas trabajando para ella, a saber si son mercenarios o algo por el estilo.

—¿Dejaremos aquí a tu padre y hermanos?

Tampoco es como si pudieras cargarlos y llevarlos por ahí como si nada e irnos, antes de eso es posible que Amaya nos dispare o a saber que hace con nosotros.

Eso fue lo que quise decir, pero mejor me lo guarde dado la situación en la que nos encontrábamos.

Por otro lado solo pude asentir a su pregunta.

Si los dejó inconscientes es porque al menos les tenie algo de afecto y los apartó de su camino con nosotros....

¿Hoshiumi también estará en su caminó?

—No te permito morir aquí—exclamó con temor y con los ojos bien abiertos.

Tenía una forma muy extraña de expresarme.

—Pues tampoco voy a permitir que te mueras—respondió igual de raro que yo.

En conclusión.

Somos unos raros.

Vaya forma de atender nuestros miedos y temores.

—¿Y que hacemos? Aceptó sugerencias que no impliquen nuestra muerte segura—pregunto tomando con fuerza el mango del cuchillo.

—¿Tú madre no querrá negociar? Digo, luego de tantos años de convivir contigo y que repentinamente quiera matarte de la nada.... debe existir alguna razón de porque cambio de opinión—objeto levantando sus hombros no muy seguro de sus palabras.

—Eso es... Bueno, si es una buena idea—le di la razón, para luego aclarar un punto—Pero ella no es mi madre, es mi tía.

—Cierto. Perdón.

Tenía que haber algo que la hiciera cambiar de opinion luego de tantos años de crianza para que luego quisiera matarme. Hoshiumi tenía un buen punto.

—Falta un año para que cumplas los dieciocho, ¿no?—cuestiono dando más hipótesis—Talvez tu verdadera mamá te dejó algo de suma importancia.

¿Algo que podría haberme dejado?

Ni siquiera la conocí.

¿Porque me dejaría algo antes de mi nacimiento?

No tenía ni idea de la mujer que me dio la luz.

Había muchos agujeros en la historia y no sabía cómo rellenar eso huecos.

—Oye, esto no tiene nada que ver pero... ¿Te das cuenta que a tu hermana mayor le gustaba mi hermano mayor?

—Ustedes tienen su encanto. No me sorprende que a mi hermana mayor le haya gustado tu hermano—contestó desviando los ojos. Akitomo si que tenía lo suyo.

—¡Oye!—exclamo con el ceño fruncido.

Al parecer Hoshiumi solo había escuchado una parte de la conversación que tuve con Takami, sin embargo, no estaba segura si escucho la parte donde pudo haber sido tío.

Me pregunto si Akitomo se enteró o si en realidad si amaba a mi hermana.

No se como sentirme al respecto. Enterarme de golpe que tuve una hermana y que había muerto... Era algo impactante.

Quiero más respuestas.

—Tenemos que buscar a Amaya.

—No es necesario buscarme, ya llegué—exclamó la voz monótona de la mujer que se hizo pasar por mi madre durante años—Supongo que ya saben todo, ¿o me equívoco?

Disimuladamente Hoshiumi llegó a mi lado colocandome detrás de el, protegiendome con su cuerpo. Tome su mano asomandome para ver mejor.

—Aun hay huecos que no hemos resuelto, pero si, ya sabemos lo que hiciste—respondo controlando mi voz para no sonar asustada.

En su mano izquierda sostenía un arma y en su derecha un cigarro electrónico.

Recuerdo que de niña se me acercaba para echarme el humo en la cara, sabiendo que odiaba que lo hiciera y me preocupara por ella. Le dije a mi padre pero desviaba el tema, y mis hermanos no me creían.

Supongo que ya se la razón de porque lo hacía.

—¿Los mellizos saben lo que hiciste?

—No tenían ni idea, pero terminaron descubriendolo y se fueron del país; ubieras escuchado sus voces cuando se enteraron que habías desaparecido... Pensaron que te había matado y regresaron a casa en unos instantes.

La sinceridad de sus palabras junto a su cara sin expresión alteraba cada músculo de mi cuerpo, tenía la sensación que en cualquier momento atacaría.

—Se fueron por una "beca", apenas cumplieron los dieciocho años y advirtieron venir por ti cuando estuvieran estables. Supongo que lo cumplieron—siguió hablando soltando todo el humo por su boca—Pero terminaron de mi lado, vigilando cada movimiento que hiciera en tu contra, fingiendo ser una familia unida y estable en frente de todos.

Comenzaba a sudar.

No nos estaba amenazando con el arma, pero es claro que era intimidante ante dos adolescentes con dos cuchillos que no servirían control un disparo que podía lograr una mayor efectividad y velocidad.

—¿Por que no me mataste cuando era una bebé?—cuestione apretando el agarre que tenía con el albino.

Había logrado ver una chispa de brillo pasar por su ojos. Fue por un instante pero, demostró un sentimiento.

—Un capricho supongo—habló dándole poca importancia.

—¿Y que hay de tus hijos y esposo?—soltó Korai por primera vez entrando a la conversación—¿Qué paso con la hermana mayor de Reiko?

Sus afilado ojos calleron sobre él, por lo cual impotentes retrocedimos unos pasos.

—¿Una enfermedad incurable?—contestó sarcástica—La verdad es que murió en un accidente automovilístico. Pobrecita, murió tan jóven y con un bebé en camino.

Aprete los puños mirando a la mujer de cabello rojo.

—Espero que la historia no se repita con ustedes chicos. Un Hishumi y una... Sasaki—se burló, dudando en mencionar mi apellido—Tan enamorados que no se cuidaron y la jóven termina muerta, dejando a su amado destrozado y sin saber la verdad de lo que sucedía.

Estaba narrando la historia de Akitomo con mi hermana. Utilizando la referencia de sus vidas con la nuestra.

Mi respiración se estaba acelerando.

La conversación se estaba desarrollando más rápido y eso me colocaba nerviosa.

—¿Pero que tal sí está vez la chica queda destrozada?—susurro levantando el arma.

Apenas dijo esas palabras yo le lancé el líquido de los frascos a la cara, saltando a un lado cuando ella comenzó a disparar sin poder ver, quitando de sus ojos el veneno.

—¡Tenemos que escondernos!—exclamó Hoshiumi entre el sonido de los disparos. Ambos gateando hasta llegar debajo de la mesa.

Los desgarradores gritos de "mi madre" nos ponía los pelos de punta. Eran tan dolorosos que hasta podía sentir su dolor. 

—¡Llama a la policía!—grite sosteniéndo mi cabeza por instinto.

Saco el celular marcando el número, sus manos temblaban igual que las mías.

El miedo nos estaba consumiendo y la adrenalina se encontraba con nosotros.

—¡REIKO!—solto un doloroso chillido—¡MIS OJOS REIKO!

Lloraba tapando mis oídos de los de los desgarradores gritos de mi madre.

No quería escucharla.

¡Si no lo ubiera hecho estaríamos muertos!

Temía que uno de sus descuidados disparos llegaran a mi padre o a los mellizos. Lloraba por que no podía moverme.

Estaba paralizada.

Podía escuchar apenas la temblorosa voz de Hoshiumi  hablar. También podía escuchar los objetos de vidrio estallar con a otras cosas.

Se sentía como una eternidad, los disparos seguían y seguían. Parecía que nunca iban ha acabar.

Me coloque en forma fetal en el suelo intentando desesperadamente cubrirme con mi brazos.

—¡Reiko!—me habló Hoshiumi sacudiendo mi cuerpo—¡No es el momento de entrar en pánico!—su voz se estaba haciendo más clara—¡Amor responde!—mi respiración estaba tan agitada que sentía que el aire se me escapaba.

Agarro mi cuerpo pasando sus brazos por debajo de mis axilas, abrandome fuerte.

Me aferre a su cuerpo temblando, escondiendo mi cara en su cuello.

Estaba tan asustada que estaba actuando de forma egoísta. Él también se encontraba asustado y aún así me estaba ayudando.

Cubriendo mi cuerpo por completo, ambos de alguna forma tumbados en el piso.

—¡R-REIKO!—alzo un último grito tembloroso y luego se escucho un impacto.

Los disparos cesaron y con eso los gritos de sufrimiento y tormento acabaron.

Pero apesar de eso, no nos atrevimos a movernos.

Nuestras respiración era lo único que podíamos oír. No mostrábamos signos de movernos por un tiempo.

Aun con mi corazón trabajando a toda velocidad respire profundamente, sintiendo todo el perfume de Hoshiumi inundar mis pulmones.

—¿Estas aquí?—susurro más como una afirmación.

—Aquí estoy—respondió suspirando en mi cuello más tranquilo.

Nos separamos poco a poco, aun mis manos temblaban pero Korai las sostuvo con fuerza dándome apoyo.

Siendo mi pilar.

—Reiko...—exclamaron con voz rasposa jalando con fuerza mi pierna hasta salir debajo de la mesa, por lo que grite.

Mayor parte de la casa se encontraba destruida y con agujeros en las paredes.

La cara de Amaya se encontraba ligeramente quemada y tenía los ojos inyectados de sangre.

—¡Reiko!—grito Hoshiumi saliendo.

Amaya tenía uno de los cuchillo que antes teníamos para defendernos.

—¡Atrás!—ejerció presión en mi cuello, amenazando con cortar. Podía sentir los hilos de sangres resbalar por mi piel—Te odio... ¡Te odio, te odio, te odio!—expresó llorando y gritando.

Ya era tarde.

El cuchillo había perforado el cráneo.

La sangre salpica en mi rostro junto a las lágrimas, los gemidos de dolor duraron solo unos segundos para luego sentir el cuerpo pesado en mi pecho.

Solté temblando el mango del cuchillo que había logrado alcanzar a tiempo.

—Reiko—soltó Hoshiumi ayudandome a quitar el cuerpo que estaba encima mío.

Narrador omnisciente.

Las sirenas de la policía se escuchaba para alivio de ambos.

El albino miraba preocupado a la persona que amaba; quien estaba en total shock y murmura con una voz apagada, destruida como físicamente y psicológicamente.

—Yo la.... —dejó al aire la frase, tomando su rostro con sus temblorosas manos, mirando la espesa sangre salir de la cabeza de Amaya. Tocando con más presión la piel de sus mejillas, que tenían el mismo color que salía del cuerpo de la mayor.

—Fue para defenderte—aclaró el chico tomando las manos de la peliroja, quien no podía apartar su cara del cuerpo de su "madre"—Reiko porfavor mírame.

La chica totalmente desorientada volteó para verlo a los ojos—Tienes que despertar Hoshiumi—susurro. A fondo se escuchaba todo el relajo de los policías que estaban entrando a la casa—Es hora de que el sueño se acabe.

La policia entró a la habitación azotando la puerta con armas en las manos, inspeccionando el lugar y acercándose a la familia Sasaki para ayudarlos.

—Despierta Korai.

Pestañeo varias veces, moviendo la cabeza de un lado a otro por un molesto dolor. Soltó a la peliroja escuchando un pitido, su  mirada estaba pérdida por varios giros que daba las imágenes de la casa y su novia enfrente suyo.

Su cuerpo había dado un giro de 180° y abrió sus ojos de golpe. Con la respiración agitada y sudar escurriendo por sus sienes.

Mirando el color blanco del techo de su habitación perdido, entre cerro sus ojos por la luz prendida.

—Korai, ¿estas bien?—pregunto su madre quien era la responsable de haber prendido el foco—Murmurabas asustado, ¿tuviste una pesadilla?

La mujer buscaba una respuesta pero en su hijo quien aún parecía desconcertado.

—Había una chica llorando... Pero ya no recuerdo muy bien que estaba pasando—contestó el albino sentándose.

—Es un sueño Korai, no le des muchas vueltas—aconsejó su madre saliendo de la habitación 

—Pero... Era... Ella era importante.

Perdón si hay faltas de ortografía.

Intente mostrar el lado vulnerable de una persona cuando está en un momento tan criticó como este.

Pueden decir que Reiko actuó de forma "cobarde" y que ustedes ubieran golpeado a la otro persona o alguna otra cosa, pero siendo personas que nunca hemos vivido o pasado por algo como eso no podemos confirmas que va ha pasar, es la realidad.

Lo digo por que yo ya pase por algo similar y todo lo que imaginaba que pudiera haber hecho en esa situación era todo lo contrario a lo que desgraciadamente me tocó vivir.

No quiero malos comentarios sobre Sasaki.

Si se dan cuenta los sueños sueles ser extraños y aveces no son lógicos, puedes ser tu mismo y en un momento eres otra persona.

No le daré muchas vueltas. Hoshiumi creo toda una historia en sus sueños de una persona con otras involucradas.

Queda uno o dos capítulos para el final.

Me tarde en publicar porque me di mis dos semanas de vacaciones en wattpad, porque ya regrese a clases ayer.

¡Voten y comenten, es gratis! ❤✨👊🏻

Ayame🌸