El mundo se consumía en la tristeza, los buenos tiempos solo se encontraban en recuerdos tan lejanos que se confunden fácilmente con sueños, la obscuridad había acabado con todo lo bueno y reconstruir un mundo de sufrimiento seria la tarea más difícil para aquellos que decidieron quedarse.

Ya había pasado tiempo desde que la maldad y las sombras ¨abandonaron¨ Arda, pero el corazón de los elfos no olvidaba fácilmente el tiempo en el que las estrellas eran su único consuelo.

El pueblo de las estrellas sabia con exactitud que el mal regresaría mientras el anillo de poder existiera, necesitaban ayuda para combatir la obscuridad y acabarla por completo, pero es imposible claro, el bien y el mal dependen una de la otra para existir, sin embargo recibieron la ayuda que tanto anhelaban aunque no imaginaron la manera en la que la recibirían.