being this young is art

ROWAN ALDERIDGE

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she/her  · twenty three  ·heterosexual 

La vida no es amable con aquellos que no poseen la paciencia para apreciar las pequeñas cosas que quiere ofrecerte. Esa, como tantas otras, fue una de las grandes enseñanzas que Margaret Windsor le enseñó a la pequeña Rowan Alderidge en uno de sus tantos viajes ¿habrá sido en Paris? ¿O en las calles de Italia? No lo recuerda bien, pero cada palabra y enseñanza sí, como si se pegasen a su piel. 

No obstante, eso no significa que siempre estuviese de acuerdo con aquellas enseñanzas. Por esa razón, cuando la noticia de que sería ella quien heredaría toda la fortuna de Margaret Windsor llegó a sus oídos, no supo si realmente la vida estaba siendo amable con ella o no. Muchos dirían que sí, pero para ella, la noticia azotó su mundo como una tormenta eléctrica. Peligrosa, sin aviso y con mucho riesgo de muerte. 

Rowan jamás fue partidaria de creer en los grandes cambios, después de todo ella no eligió nacer y siempre supo que su trabajo sería ayudar a quien lo necesitase, bajando la cabeza y acatando órdenes. Sabía que la vida tenía sus requisitos, pero lo importante siempre estaría en su mente, en cómo afrontaría cada desafío era la clave de todo. Su mayor error fue creer en eso, porque ahora, no sabe como afrontar el total cambio que ha dado su vida. De todas las historias alocadas que hay en la gran biblioteca de los Windsor, jamás leyó una como lo que está viviendo. 

Su llegada al mundo viene cargada de tragedias, amores imposibles, presentaciones cargadas de dolor y duelos silenciosos. Su padre fue Pierce Alderidge, un cocinero que trabajaba en la mansión Windsor. Su nombre no tiene importancia para nadie, no proviene de ninguna cuna de oro ni ha participado en ningún baile. Se podría decir que es un hombre olvidado por todos. A excepción de una persona, quien ha descrito a Pierce como un caballero al cual ningún noble podrá llegarse a los talones. 

Margaret Windsor amó tanto a Pierce, que hasta el día de hoy, lo busca en aquellas cocinas. La gente dentro de estas puede haber cambiado, pero los fantasmas de las memorias jamás se irán mientras aquella mujer siga viviendo. Todas las noches escabulléndose en encuentros secretos,  roces y miradas de cómplices permanecen en su débil mente. La mujer parece aferrarse a esos recuerdos como si fuesen lo más preciado de su vida. Porque si alguna vez llega a olvidarlos, nadie será capaz de devolvérselos, de recordárselos. Solo Rowan y aquella misma mirada soñadora y esas sonrisas perspicaces son la viva conmemoración de aquel hombre. 

Un amor imposible, una muchacha de alta alcurnia y un joven de un apellido sin importancia jamás podrían haber acabado juntos. Y no fue la excepción. Pierce hizo su vida, formó una familia, Margaret se transformó en una de las mujeres más poderosas de la sociedad; y jamás se volvieron a ver. 

La noticia del fallecimiento de Pierce llegó a los oídos de Margaret cuando una Rowan de doce años llegó a su vida. Una mujer que se había vuelto tan difícil de sobrellevar como los fríos inviernos se quebró totalmente al ver a aquella jovencita en su cocina, trabajando para ella, explicándole que estaba ahí porque su padre le había dicho como última voluntad que se fuese a trabajar allí. Por primera vez, Margaret abrazó a alguien, recibiendo a la jovencita como una hija. 

Poco a poco, la relación entre ambas se fue entrelazando como la hiedra, al punto que Margaret comenzó a llevar a Rowan a cada uno de sus viajes, volviéndola su dama de compañía, enseñándole sobre la sociedad, sobre la vida. Rowan acompañó a la mujer en sus mejores y peores momentos, cuidándola y escuchando todo lo que tenía para decir y, cuando le diagnosticaron demencia, ella también estuvo allí. Fue entonces cuando aquella decisión surgió; Rowan seguiría con el legado. 

Ahora, la dama de compañía se ha vuelto un enemigo para todos los verdaderos sobrinos de Margaret ya que para heredar todo, debe contraer matrimonio. La nueva temporada se alza y hay una nueva debutante a los ojos de todos. Rowan es una joven brillante, aprendiendo de a poco a manejarse dentro de aquella extraña y nueva sociedad y con una fortuna que enloquecería a cualquiera ¿quién podría irse? ¿pero quién podría quedarse?

En términos de personalidad, Rowan es una joven tan cálida como el otoño y tan predecible como la fortuna. Posee una sonrisa hechizante y  Una joven que sabe demasiado pero que se queda callada frente a la alta sociedad ya que sabe dónde se encuentra su lugar. Hay muchas cosas que le aterran, como por ejemplo las miradas juzgadoras y la exposición en la que se encuentra ahora; pero no hay nada peor para ella que el amor.

Rowan no quiere enamorarse, está completamente negada a casarse o aceptar la mano de alguien ya que sabe que el casamiento en realidad es una tortura disfrazada de pasión y felicidad. Ha visto mucha gente sufrir por aquella emoción y no quiere ni arriesgarse a perder la cabeza por alguien. Le gusta estar centrada en ella misma, en sus libros, en la cocina, en sus deberes. Toda su vida ha visto de ejemplo de Margaret, y si una solterona pudo llegar tan lejos, entonces ella también quiere hacerlo. Está segura que habrá otra manera de solucionar el tema de su herencia sin casarse.

Es una mujer impredecible y su mente está tan desordenada como su cabello. Tiene muchas ideas, muchos sueños, muchas ocurrencias que no sabe en qué momento tendrá el tiempo para todo. Le encanta la idea de vivir por la esperanza de tenerlo todo, de disfrutar cada pequeño segundo siendo joven. Un tanto terca a veces, se da la cabeza contra la realidad varias veces, pero eso le hace aprender de sus errores.

Las responsabilidades de la alta alcurnia nunca fueron de su incumbencia, pero ahora se encuentra totalmente perdida. Sabe que debe ser astuta, pero en un mundo donde no puede confiar ni siquiera en ella ¿en quién lo haría? Cada cosa que pierde es un paso que hace ¿pero será en falso o hacia adelante? Toda su vida se basó en ser la sombra de una mujer poderosa ¿Y ahora qué? Está sola, tal vez siempre lo estuvo. 

🧡 Es un tanto despistada, a veces se olvida de lo que estaba haciendo antes. Ha quemado muchos pasteles por acabar hablando con alguien más o una vez le acabó cortando demasiado el pelo a Margaret por distraerse con la hermosa vista en la ventana. 

🧡Cuando está muy estresada se pone a cocinar. Más que nada cuando pierde el control de su vida, es más, se la ha visto haciendo galletas a las tres de la mañana. 

🧡Su respeto y tranquilidad solo se ve frente a la alta sociedad, fuera de eso, es bastante charlatana y no tiene miedo a decir lo que piensa. 

🧡Es una joven que todo le fascina y le sorprende, le encanta observar las obras de arte de los castillos. 

🧡No sabe bailar, tiene dos pies izquierdos.