Capítulo 9
—Hombre, creo que has llegado tarde...— Comentó Sam al ver como la castaña bailaba con cierto androide.
—Vale, creo que es mejor que nos movamos.— Comentó María mientras tomaba el brazo de Sam y se retiraban.
Steve se quedó viendo como su acompañante bailaba con esa máquina, la vio feliz y se lamentó por no haber sido el que bailo con ella y se maldijo por sus estúpidos miedos. Al girar la cara se topó con Nat que lo veía con cara de pocos amigos y pues él sabía que se lo tenía toda la razón, él era un idiota.
Después escuchó que la canción estaba por acabarse y se acercó a ellos.
Todo está oscuro, es más de lo que puedes tener.
Pero echa un vistazo a la luz del sol, brillando, brillando sobre tu cara.
Tú cara, ho, tu cara.
Y como si la canción tomara vida la vio a ella entre la obscuridad de la habitación donde se encontraban y en sus ojos algo brillo, era hermoso, ya no eran esos ojos tristes de los que él cuidó eran unos ojos que empezaban a tener esperanza y se puso triste al saber que no era parte de eso, él no ocasión esa luz en los ojos de la chica.
Los aplausos llegaron a los oídos del capitán dándole a entender que es ahora de tratar de arreglar lo que hizo.
—Disculpe me permite esta pieza.— Dice Steve mientras le ofrecía la mano a la castaña y está no decía nada más que ver hasta que vio que Visión iba a contestar por ella.
—Claro, es mi pareja en esta noche.— Tomo la mano del rubio y miró al androide.— Gracias por ese primer baile.— el de color rojo solo los miro y se fue del lugar.
—Has tardado en venir.—Comenta ella mientras que tomaba al capitán para bailar.
—Es que existe un problema.— Dijo él algo tímido y posicionó sus manos en el cuerpo de la chica.
—¿Y cuál es?— A la castaña le resultaba algo divertido ver así de nervioso al capitán y la música inicio y la castaña inició el baile.
—Esto, no se bailar.— Dijo mientras daba unos cuantos pasos torpes.
—Me di cuenta, vamos solo relájate, respira tranquilo y deja que te guíe con la música.
Y así empezaron a moverse de un lado a otro mientras que la música inundaba sus oídos y sus vista solo se enfocaba en ellos.
And your heart's against my chest, your lips pressed in my neck
I'm falling for your eyes, but they don't know me yet
Y así fue como Wanda posicionó su cabeza en el cuello del soldado justo como la canción decía, y pensó que su cabeza encajaba perfectamente en el cuello del capitán, puso su corazón junto a su pecho y aspiraba el aroma de aquel soldado perdido, que despertó un día en un mundo que no era el suyo pero quizás en este mundo ella le podía ayudar a encontrar algo valioso por qué vivir.
Steve por su parte no le podía quitar la mirada, tenía a la mujer que desde que la vio, le ha dado sensaciones nuevas quería que ella lo viera como esa persona con la puede tener todo, quería que sus ojos brillarán con él y solo con él, pero aún sus miradas no se conocían del todo.
I was made to keep your body warm
But I'm cold as the wind blows so hold me in your arms
Wanda soltó la mano de Steve y colocó sus manos en su cuello este solo la miró y ella con sus poderes colocó las manos de capitán en sus caderas.
Es parte de la canción era tan de él, sentía que él podía ser todo para ella, su amigo, su amor, su amante, un guardián, su confidente, su pañuelo de lágrimas, él que esté con ella en las buenas y en las malas. Pero algo en él no lo dejaba con la libertad de hacer todo aquello por él realmente quería.
—Quizás ahora me toca salvarte.— Respondió ella sin quitarle los ojos de encima al capitán.
—Disculpa.- Steve arqueó una ceja.
—Lo siento, pero al estar descansando en tu cuello se me hizo imposible no poder entrar tu mente.— Steve la vio impactado, no por miedo o preocupación sino de felicidad de que la chica lo haya hecho.— Agradeceré después, se que la has pasado muy feo en estos últimos años y pues tú estuviste ahí apoyándome desde que llegué y la verdad es que si tú quieres podemos intentarlo.— Por fin lo dijo, después de meses Wanda al fin decía sus sentimientos o no en su totalidad ya que Steve la miró confundido. —Tan torpe soy que no entiendes.— Dijo bajando la cabeza.
—No es eso solo que, me has tomado por sorpresa.— La castaña lo callo.
—Tomemos las siguientes palabras de muestra para aclarar tu mente.— Río la castaña al recordar aquella canción que cantaba con las chicas.
Yeah I've been feeling everything from hate to love to lust
From lust to truth I guess that's how I know you
So I hold you close to help you give it up
—He pasado por mucho, fui mejorada con odio, con sed de venganza, pero al ver lo que representaban y lo que podía llegar a ser, me elevaron a la gloria, me hicieron ver qué era la mejor cosa en el planeta, me sentí amada y querida por poco tiempo pero cuando realmente me vieron quisieron ser como yo, me envidiaban y pagaba las consecuencias por aquello y lo único que causaron en mí fue más odio y rencor. Cuando pudimos escapar gracias a ustedes, y Ultron nos encontró, nos ofreció el trabajar con él, Pietro no quería pero mi lujuria, mi venganza me cegaron y acepte por tratar de acabar los, pero luego encontré la verdad, en unos ojos que me veían con ternura y melancolía, nunca los podré olvidar sus palabras de "Aún pueden escapar" empezaron a hacer click en mi mente, pero aún no lo suficiente, cuando en su totalidad ví la verdad me arrepentí de muchas cosas que hice, tuve que pagar con el precio más caros por mis errores. La vida de mi hermano, la única persona que me protegió y me cuido del mundo exterior, cuando veían lo rara que soy, hasta ahora, encontré a alguien que me apoyo y nunca me soltó. Quisiera ahora ser yo la que trate de salvarte, o tan siquiera intentar a ver si algo puede suceder con esto. Tirar poco a poco los ladrillos de tu corazón.—La chica callo estaba dicho ahora todo dependía del pobre soldado.
—Creo que después de todo lo que hemos pasado, nos merecemos el intentar.— Le contestó con una sonrisa.— Aunque tengo que decirte que muchos problemas me siguen.— Él temía por la chica sabía que era valiente pero aún así él quería cuidarla.
—Nada me va a pasar si estoy contigo, además que, a mi también me siguen los problemas.—Los dos rieron un poco.
—¿Y si te llego a lastimar?— Steve realmente se preocupaba por ella.
—Lo volveremos a intentar, aunque no lo creo capaz de dañarme capitán. Ya tenemos muy rotos nuestros corazones.- Dijo ella feliz.
—Entonces con las piezas rotas que llevamos iniciemos este nuevo corazón.— Steve beso suavemente sus cabellos.
Wanda no pudo resistir y se aferró a los brazos del capitán, por fin podía tener algo de paz en su vida, algo de amor, algo de cariño, eso que sus papás siempre le contar a ella y su hermano, hoy por fin ella puede empezar a disfrutar sobre eso. El aún tenía miedo, pero sabía que si estaba ella a su lado nada malo pasaría entre los dos lograrían sacar esto a adelanté. La canción acabo y los dos regresaban a sus asientos.
—Solo una cosa.— La castaña se soltó del capitán mientras a lo lejos veía a sus amigos que los miraban con curiosidad y alguien más quizás con unos ojos tristes pero ella no se dio cuenta.
—¿Que pasa?
—No les digamos aún, espera a que esto sea algo más ¿Oficial?— Pues sabía que esto era algo simple, sin compromiso alguno.
—Esta bien así, no estarán molestando.—Comentó Steve con algo de risa.— Tómalo como una pequeña aventura de amor.
—Me gusta esa idea capitán.—Tomó el brazo de su acompañante y caminaron a la mesa donde los demás ya los esperaban.
Al llegar a la mesa ninguno de sus amigos comento nada, Wanda se acerco a Natasha para hablar.
—¿Quién era el chico con el que bailabas?—Preguntó Wanda mientras tomaba asiento a lado de la pelirroja
—Un socio de Stark, Elijah Mikaelson.—Dijo Natasha observando a aquel joven de traje fino
—Es guapo, ojalá y te pida una salida.— Dijo Wanda mientras observaba a los demás invitados.
—Esta bien, pero para tu información, no estoy buscando citas.—Comentó mirando a Wanda de una manera seria pero esta sólo rió un poco.
—Bien yo la buscare por ti.— Dijo Wanda segura mientras que Nat la veía con algo de risa.
Y por un momento lo pensó, volver a las citas casuales con extraños y tratar de olvidar a aquel científico loco. Pero pronto recordó su emblema "el amor es para niños".
Después de aquella charla entre las dos chicas, se pusieron a disfrutar del bello momento que la familia Stark Potts estaban viviendo, la noche pasó entre risas, bailes, comidas y un par de bebidas.
Dió las doce en punto, iniciaba un nuevo día y el salón de la boda están medio vacío pues la fiesta había iniciado desde temprano y los novios estaban a punto de retirarse, solo quedan unos cuantos agentes y los vengadores. Nat, Wanda y María hablaban animadamente en una de las mesas del salón mientras que los chicos les traían un par de bebidas y un jugo para Wanda ya que Steve decía que aún era muy pequeña con sus 23 años.
—Entonces ¿Has vendido con Sam?— La pelirroja mira a su amiga que están en el suelo quitándose los tacones.
—No tenía a alguien más.
—¿Y el chico del Bar? Él si estaba muy bonito.— La castaña habló mientras tomaba el último trago de la cerveza de la rusa-
—Concuerdo con ella, disfruta ese último trago.— La rusa vio como se fue su trago y las tres chicas rieron.
—No se me ha hecho bueno el traerlo, ya sabes cómo es Stark, además estábamos de misión aún no sabemos si es bueno o no.— La pelinegra habló con calma.
—Bueno no es de fiar, lo investigamos el día siguiente.— La rusa habló otra vez -Ya que cierta persona no quería ir a entrenar.
—Oh vamos fue mi primera misión de noche, fue mucho para mí.— La chicas rieron de nuevo.
—Y tú qué me dices Nat ese empresario es demasiado guapo.— Dijo María al recordar cómo los vio hablando amenamente.
—Es lo que yo le digo, tenemos que conseguirle una cita con él.—Wanda miró a María para tener su aprobación.
—Por dios, la última vez que le hicimos una cita a Maria acabo mal.— Natasha recordó al ver la expresión de Maria y saber que su cita era un narcotraficante que querían atrapar desde hace tiempo.
—Eso no fue justo todo estaba planeado por ti.— Reclamó la pelinegra.
—Pero fue divertido ver tu cara.— Dijo Wanda mientras tomaba algo de agua y sus demás compañeras se reían y sus acompañantes llegaron con ellas.
—¿De que tanto ríen?— Comentó Sam quien se acomodó en una silla detrás de Hill.
—Nada importante, solo de una canción.— Dijo Hill divertida mientras tomaba el trago de Sam.
—Es que I Feeling Good.— Wanda canto esa parte de la canción y las chicas rieron, ellos solo las vieron raro.
Wanda paro de reír y dirigió su vista a un punto específico, la puerta del salón, como si su mente le dijera voltea y ven. Y así fue la chica dejo sus zapatos junto a los otros, tomó su vestido y corrió con prisa a las dos personas que estaban en la puerta que al parecer la están esperando pues la veían fijamente.
Sus amigos salieron detrás de ella al ver cómo lo ignoraba y salía corriendo.
—Disculpe, los conozco.— Dijo la castaña al llegar con el joven de cabellos claros como su hermano Dios que dolor, sus cabellos eran como los de Pietro.
—Él estará bien, pronto volverá.—Habló el hombre en sillas de ruedas que se olvidó de él al verlo al chico a su lado. —Son muy parecidos verdad.— Wanda quedó más que confundida al igual que sus amigos.
—Disculpe pero ¿Cómo se llama?— Hablo Nat viendo fijamente al hombre en la silla de ruedas quién estaba a punto de contestar pero interrumpió Clint.
—¡James viejo amigo cómo estás!—Llega Clint junto con su esposa.
—Barton, que bien te han tratado los años y veo que has seguido mi consejo, ¿cómo estás Laura?
—Muy bien y gracias por la nota- Laura le guiño al señor de la silla de ruedas rieron los tres. El chico que veían con el tal James no le sacaba la vista a Wanda, ni ella a él.
—¿Qué haces por acá?, No sabíamos que conocías a Stark.— James iba a responder pero de repente Clint se acordó que sus amigos estaban ahí con ellos.—Por Dios, como los olvidé, James ellos son mis compañeros de trabajo y familia, Sam Wilson, Natasha Romanoff, James Rholdy, María Hill, Steve Rogers y...— el chico platinado tomó la palabra.
—Wanda Maximoff, en un placer por fin conocerla, el profesor me ha hablado maravillas de usted.— Le extendió la mano y ella lo saludo dudosa pero de repente sintió una calma como la que le proporcionaba su hermano.
—Interesante que aún sigas buscando sobre nosotros.— Dijo Clint, mientras tomaba la mano de Wanda.—Él hermano de esta niña me salvó hace casi ya un año y ahora soy yo quien la cuidó, y la quiero como una hija.
—Asi como llegaste conmigo, me alegra que sigas haciendo cosas buenas.— Miró a las demás personas que estaban frente a ellos. —Todos hacen algo importante, no importa que les digas crean en ustedes y ustedes señorita Wanda, le aseguro que llegará a alcanzar su potencial.—Le regaló una sonrisa a la castaña y está lo vio raro.
—Profesor es hora.— Retomó la palabra el chico platinado.
—Bueno muchachos, es un gusto conocerlos, se que nos seguiremos viendo.— Todos se despidieron y vieron como salía James junto al chico platinado que no dijo su nombre.
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