Capítulo 5
Hace un par de horas que habían llegado de la casa de Clint y Wanda sacaba los regalos que Cooper y Lila le dieron para ella y para Pietro, cuando alguien toca la puerta
—Pasen.— Gritó ella mientras que bajaba la maleta de su cama y pudó escuchar ese peculiar ruido que hace Vis cuando traspasa las cosas.
—¿Cómo le fue en su viaje Wanda?— Dijo mientras se quedaba a un lado de la puerta.
—Muy bien, Vis, los hijos de Clint son un amor, muy lindos y bien educados.— Dijo Wanda mientras se sentaba en la cama y le indicaba a Vision que se sentará a su lado.
—Nunca he tenido algún contacto con niños, pero, al parecer para los humanos es algo... Especial.— Dijo tratando de darse a entender.
—Si, son una parte muy especial en nuestra vida, a veces son los que nos ayudan a cambiar.— Dijo ella alegre pensando en como ella y su hermano cambiaron la vida de sus padres.
—Pero también la gente comete acciones atroces por amor.— Comentó el humanoide recordando todas las noticias que se han hecho por amor.
—Son los efectos secundarios del amor, uno siempre va a buscar lo mejor para la persona que ama, no importa si está viva o muerta, siempre va a actuar por impulso.
—Si, es algo que aún no logro entender muy bien sobre ustedes los humanos.
Wanda soltó una pequeña risa, estar con Vision era algo muy divertido pues se podría expresar ella misma sin temer a lastimar a alguien.
Cuando vio el reloj de su cuarto se dio cuenta que aún tenía tiempo para ir con Pietro y prepararse para la noche
—Vis, que te parece ir a ver una película y haces ese desayuno especial.— Comentó ella feliz, por su parte él afirmó con su cabeza.
—Bien te veo en 15 en la sala de cine.— Ella se puso de pie y este imitó la acción.
—¿Hoy desea un café o un té?— Preguntó él al margen de la puerta.
—Té de canela.— Dijo ella feliz.
Wanda ya estaba en la sala de cine y había decidido la película de verían, pues no quería perder más tiempo con eso.
Vision llego con una bandeja con comida, unas waffles, fruta, fruta seca y algo de té, era el plato que contaba la bandeja.
Los dos tomaron asiento en la sala Visión no hizo preguntas y se dispuso a ver la película.
—Vamos a ver una que me recomendó Sam, es para niños, pero eso que importa.—Dijo ella feliz Vision le devolvió la sonrisa y puso la película.
Para ellos el rato paso algo lento ya que, cuando Vis no entendía algo de la película, le ponía pausa para que Wanda le explicará, esto para ella era algo espectacular, le encantaba mostrarle las cosas mínimas de la película, como el porque las niñas iban a un campamento, o porque aquel saludo de la niña con su mayordomo, cabe resaltar que Wanda le obligó a intentar hacer aquel peculiar saludo, pero solo obtuvo unos cuantos golpes por parte de Vis y mas preguntas.
Wanda disfrutaba de la compañía del humanoide, ella no sabia descifrar bien el porque pero de algo si estaba segura, es que no quiere que los momentos con él desaparezcan.
La película acabó, al igual que casi todos los bocadillos que en un principio estaban bien arreglados gracias a Vis, los dos llevaron las cosas a la cocina y Wanda se excuso con que tenia que ir con Pietro para no tener que lavar los platos, no era novedad que le disgustará hacer aquello.
Todos estaban dando los últimos toques para la fiesta no tan sorpresa de Wanda, mientras que ella huía de lavar los platos para ver a su hermano.
—Hola Piet felices 23. Quien lo diría, llegamos a los 23 juntos, bueno medio juntos.— Tomó los cabellos platinados y los cepillo con sus dedos.
—Me haces mucha falta eh, necesito tus malditos celos de hermano y solo vengo a molestarte con eso.—Le dijo algo divertida mientras tomaba asiento en la cama con el.
—Sabes me gusta el capitán América, pero no lo acepto y creo que yo también le gustó pero no nos aceptamos, Nat dijo que las cosas pueden ser diferentes y tengo mis sospechas de que así sera. Espero y él se anime a dar el primer paso porque creo que yo no lo lograría, moriría en el intento.— Río al escuchar aquellas palabras.
—El punto es que, se que algo viene y grande. Otra cosa que pasó en casa, porque ahora tenemos una nueva familia, pude recordar cosas de la infancia de cuando estábamos en Alemania, ¿te acuerdas? Si mal no recuerdo teníamos unos 2 o 3 años. Ví a un señor de caballos y ojos claros junto con una señora morena de ojos y cabellos cafés ondulados como te gustan, fue raro porque estábamos en una casa los 4 y a lo lejos escuché que murmuraban cosas pero no sé a qué se referían. Pero bueno dejemos eso de lado y retomemos la lectura pendiente que tenemos.
Después de una hora de leer alguien toca a la puerta
—Pase.— Dijo ella mientras dejaba un cuento en la cama.
—Oye vamos a ir a cenar entonces en hora y media salimos.— Dijo Nat al margen de la puerta.
—Si ya voy.
—Bueno te espero en la sala.— Estaba a punto se salir cuando regresó.— Feliz cumpleaños gemelos.
—Gracias Nat.— La castaña le regaló una sonrisa y vio como su amiga salió también con una sonrisa.
—Ves si nos quieren a pesar de todo.—Se pusó de pie y acomodo todo en su lugar antes de irse.— Te veo mañana y te traigo los regalitos de nuestros hermanos, quién diría que después de casi 13 años podemos tener hermanos y gracias por el peluche me encanto.— Beso la cabeza de su hermano y salió a su habitación.
Al llegar a su cuarto buscó entre su nueva ropa y vio un bonito vestido azul pero aún no la convencía del todo así que tomó una blusa roja con cuello que completaría su conjunto.
Entró a la ducha emocionada después de 13 años de sufrimiento vuelve a sentí el amor de una familia, un hogar.
Mientras la castaña se arreglaba, Natasha en su cuarto vio que su maquillaje y peinado estaban listos y así que tomó aquel vestido verde y se lo puso, ese que le recordaba mucho aquel hombre que le ha robado el corazón. A esa primera cita que tuvieron a solas en secreto pues ninguno creía conveniente tratar de explicar esto que tenían si ni ellos sabían que era.
Ella se preguntaba porque era tan difícil amar y ser correspondido, se supone que cuando encuentras a la persona ideal, ya no existen más sufrimientos y todo es amor, es algo que ella aún no logra entender.
Al final tomó su bolso de mano y salió a la sala en espera de sus demás compañeros. Pero solo estaba Vision así que se sentó en el sillón en espera de los demás.
—Buenas noches Srta. Romanoff.— Dijo muy cortés como siempre aquella máquina.
—Hola Vision ¿sabes si ya llegó el rubio?— Comentó la pelirroja con celular en mano.
—Me parece que está llegando en este momento.
Por la ventana se veía los rayos y un fuerte estruendo, la mayoría sabía que se trataba del Dios del trueno así que siguieron en lo suyo. Justo en eso también iba entrando Steve luciendo impecable con un traje negro.
—Ese fue Thor, ¿verdad?.— Comentó mientras se quedaba a lado de su amiga.
—Así es Capitán Rogers y parece ser que llegó con compañía.— Termina de informar Vision.
—¿Ese era Thor?.— Comentó Sam que llegaba a la habitación luciendo un traje negro.
—Así es amigos mortales he llegado.— Entró con los brazos victorioso y un paraguas en la mano.
—Y él ¿Qué hace aquí?— Dijo Nat con su pistola en mano que sacó de bajo de su vestido.
—Primero que nada quiero pedir disculpas, parece ser que perdonan muy seguido a sus enemigos además quizás esa bruja necesita algo de ayuda.— Dijo muy feliz Loki al ver como los compañeros de su medio hermano entraban en razón de que aquello era cierto.
—Bueno pero tú te encargas Thor.— Dijo el capitán.
—Me parece. ¿Ya estamos todos?— Comentó sin importancia Thor pues tenia hambre.
—Falto yo.— La castaña venía bajando las escaleras con lentitud pues nunca había usado tacones.
Por su parte Steve estaba más que sorprendió al ver aquella niña que físicamente uno podría decir que no lo es, en ese momento se vio envuelto en un gran dilema sobre su compostura y su fuerte deseo de que sea de él y solo de él.
—Wow ¿es real que tiene 23?—Dijo el Dios del engaño acercándose a ella.— Un placer mi nombre es Loki Laufeyson legítimo rey de Jotunheim.— Dijo mientras besaba su mano y ella lo miraba impactada.
—Ha hola.— Dijo algo sonrojada pues nunca nadie la había tratado así.
—Se nos hace tarde nos movemos.— Dijo el capitán un tanto celoso cosa que pudieron notar algunos de sus compañeros.
—Claro Don celoso.— Comentó Nat por debajo mientras salía sola.
—Entendí la referencia.— Dijo el moreno saliendo con Visión.
—Muévete hermano que esa es flor de otro jardín.— Loki solo le dedicó una sonrisa a la castaña y salio junto a su hermano.
—Déjame decirte que te ves hermosa.— Comentó Steve mientras le ofrecía su brazo para salir.
-Gracias tu no te quedas atrás eh.
Los dos salieron del brazo ya todos estaban listos en los autos.
—Wanda cariño tenemos que mejorar tu andar con tacones.—La pelirroja habló desde el asiento de piloto.
—Primero aprendo a caminar y después hablamos.— dijo la castaña sorprendida mientras entraba al carro y Steve cerraba su puerta.
—¡Vamos anciano que tengo hambre!— Gritó Sam como copiloto del otro carro.
—Ya estamos ¿Acaso Vision puede manejar un carro?— Volvió a hablar la pelirroja.
—Según Tony si y apresúrate que se va a enojar.— Comentó Steve atrás con Wanda.
—¿Tony o Pepper?— Dijo el moreno.
Todos rieron por su comentario y salieron de las instalaciones directo a la nueva casa de la futura Fam. Stark Potts.
Ya todos estaban en la casa de Stark, Rhodey, María Hill, la famila Barton quienes llegaron antes a la casa estaban más que listos para sentarse a cenar.
—Bueno gracias familia por llegar 20 minutos tarde.— Reclamó Stark sentado en la gran mesa que se encontraba en su lujoso patio.
—No digas nada, que Wanda es más lenta en tacones.— Se quejó su amiga.
—Es entendible nunca en su vida uso tacones, se le dificulta.— Apoyo la mano derecha de Fury a la cumpleañera.
—Gracias María.
—Pero aún así a mi también me gustaría que iniciarán lo más pronto posible.
—Huu te traicionó.— Comentó el mayor de los hermanos Barton.
—Con amigas así para que enemigas.— Todos rieron por el comentario de Wanda.
—Bueno volviendo al tema tengo que dar varios anuncios.
—Stark dando anuncios no me lo creo ¡Es el fin del mundo!— Bromeó su amigo moreno.
—Oh por favor amigos esto es serio.— Trato de calmar a sus amigos que reían.
—¿Qué es serio?, ¡Vamos Stark que ni tú te lo crees!— Río otra vez la viuda negra con sus amigos.
—Por favor maduren.
—Bueno ya, ¿qué nos quieres decir?
—Gracias capipaleta, primero que nada. Muchas felicidades brujita me encantó tu nombre de súper héroe y espero que te sientas cómoda con nosotros.
—Gracias Tony la verdad es que lo estoy y les doy gracias por dejarme unir a su familia, por no abandonarme en mi peor momento. Pietro y yo estamos muy agradecidos.
—No es de nada brujita.— Dijo servicial Tony.—Sólo son $15 la hora.
—¡TONY!— Le regañó su futura mujer.
—Ya que hablas cariño la siguiente y última cosa es sobre ti.— Su pareja lo miró raro.— Como todos saben Pepp y yo nos vamos a casar y anoche soñé con que teníamos una hija.— La rubia casi se ahoga con su copa de vino.— No no Pepper es verdad era muy real ¿Dime estás embarazada? Porque no estoy listo para eso.
—No Tony, no lo estoy.— Dijo ella más seria pero todos los demás estaban muertos de la risa.
—Bueno si es así podemos comenzar con la comida.
Tomó asiento el multimillonario y se pusieron a comer, platicando de la boda de este y lo lujosa y costosa que sería ya que Pepper quería las mejores cosas, después Thor platicaba como estaba la situación de su reino y sobre la salud de su padre, mientras que Loki solo se limitaba a molestarlo.
Al acabar la cena y antes que los niños se durmieran tenían que molestar a Thor otro rato.
—Señor de cabellos bonitos.— Habló la única Barton.
—Dime pequeña.— Dijo él a su altura con el martillo en forma de paraguas en su mano.
—Es verdad que solo usted puede levantar el martillo.
—Así es pequeña lady, solo yo puedo hacerlo.
—Lo puedo intentar.— Dijo ella sería, segura de si misma Thor solo se quería reír al igual que los demás a excepción de Clint y Wanda que eran los que estaban planeando esto para probar una loca teoría.
—Claro jovencita pero créeme que ninguno en esta sala lo ha podido levantar.
—No hables por todos.— Comentó Wanda y Sam al mismo tiempo.
—Bueno si quieren todos lo intentan.
—Disculpe señor Odison pero yo también puedo.—Comentó Vision.
—Pero tu tienes la gema eso no vale.— Comentó con esa risa nerviosa.
—Bueno primero yo.— Se abrió paso el mayor de los hijos Barton.
—Venga hijo demuéstrale lo que es un Barton.— Llegaron todos a sentarse en las sala de jardín y unos que otros en el piso.
El niño tomó el martillo pero sin ningún éxito como su padre pudo.
—Así es pequeño no se puede.
—Yo no pensaría eso.— Le respondió él.
—Con permiso sigo yo.— Lila se movió entre su hermano y el rubio vio el martillo y sin muchas ganas lo tomó con ayuda de Wanda la niña pudo moverlo un poco. Perfecto la teoría de Cint y Wanda funciona.
—¡SI ESA ES MI HIJA!— Gritaba feliz su padre.
—Eso no es posible.— Thor no lo creía.
—Hermano alguien más se suma a la lista.-
—Bueno hagamos sentir mal a Thor.— Barton recibió un golpe de parte de su esposa.—Auch pero que fue eso.— Su esposa solo lo ignoró y platicó con Pepper así que tomo al bebé y lo puso delante del martillo.
—¡Por Odin!, Clint no es necesario que hagas esto.— Reclamó el rubio.
—No no vamos déjalo, si lo levanta gobernará Asgard y seremos ricos.
—No lo creo.— Dijo muy seguro Thor.
—Apuesto un viaje a Asgard, a todos, si el mini mortal lo levanta.— Dijo Loki animado y todos gritaron de la emoción.
El bebé tomo la cabeza del martillo y la puso en sus piernas como si fuera un juguete.
Obviamente que con ayuda de su hermana todos quedaron sorprendidos como eso era posible, Wanda y Clint solo reían su teoría fue exitosa.
—Quiero mi viaje a Asgard.— Reclamó María.
—Pero es un bebé no puede gobernar.— El rubio sacaba excusas sobre la situación.
Mientras los demás seguían peleando sobre su viaje a Asgard. Wanda tomó su vaso de limonada y fue por más, alejándose de todos, pero Steve la siguió.
—¿Te gustó la fiesta?— Pregunta él llegando a su lado.
—Me encantó, muchas gracias.— Le dio una sonrisa.
—Oye yo... Te quería dar a parte tu regalo.— Dijo algo apenado.
—¿Así? ¿qué es?— Estaba muy emocionada.
Saco de su pantalón una cajita y se la entregó, ella emocionada la abrió y se encontró un collar con el escudo del capitán.
—Es para cuando te sientas sola sabes que siempre estaré para ti.
—Muchas gracias Steve me encanta, me lo pones.— Le extendió la cajita.
—Espera dale vuelta.— Dijo el haciendo un ademán con la mano.
La chica hizo aquello se encontró con una M un poco distorsionada y río al recordar que hace días le mostró a Steve ese dibujo que ella hizo.
—Te acordaste.
—Si dijiste que te gustó y querías usarlo pero sabias como así que aquí está.
—Me encantó.— Le entregó el collar, ella se levantó su cabello y Steve puso el collar con la M hacia delante.
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