Capítulo #30
LOLA
Quién diría que Julia Park trabajaría para una de esas revistas de moda y me haya dado el visto bueno para considerar comenzar una carrera como modelo.
La tía Alice sentó a Julia en el sillón del salón por una hora para bombardearla de preguntas sobre la profesión.
Por suerte, Julia supo persuadir a la tía Alice para que me dejara intentarlo y lo más importante, también logró convencerme a mi.
Una vez que la tía Alice consiguió toda la información que necesitaba liberó a Julia Park.
Las chicas me rodearon para compartir su emoción por la propuesta de Julia y mi posible futuro como modelo.
La tía Alice estaba tan contenta y emocionada como nosotras, me sorprendía que reaccionara de esa manera.
Cuando cerramos el salón y fuimos a casa, me ayudo a practicar el maquillaje y decidir cuál sería el indicado para mi primera sesión de prueba.
Al terminar, la tía Alice guardó el resto de los productos de maquillaje mientras que yo me lo quitaba en el baño.
Cuando regrese ella me esperaba en la sala con el estuche a un lado y los brazos extendidos.
—Ay, mi Lola será modelo —me dio un abrazo y me apretó fuerte—.Ya se me hacía raro que nadie se te acercará para reclutarte, ¿te das cuenta de que tenía razón? Eres la chica más guapa del país.
—Tía, eres una exagerada —le correspondí el abrazo y me separé mientras que reía—. Sé que no lo soy pero gracias, quizás lo dices ahorita porque ya andas muy cansada y no ves bien —le dije bromeando y ella volteó los ojos, ya me di cuenta de quién lo había aprendido.
—Debías de responder que la razón por la que eres guapa es porque lo heredaste de mi —movió la cabeza indignada—. Y tú también ya deberías de ir a la cama —bostezo y tomo de la mesita su vaso de leche—. Tienes que dormir bien para estar lista mañana.
Y antes de que le pudiera responder, el teléfono comenzó a sonar y conteste para escuchar la voz Brian del otro lado de la línea.
—Dile que serás modelo —dijo la tía Alice antes de salir de la sala para subir las escaleras e ir a dormir.
Esperé a escucharla cerrar la puerta de su habitación para platicar a gusto con Brian y tener privacidad.
Nos saludamos como siempre y no faltaba que me contara cómo les estaba yendo en la gira y si los conciertos eran un éxito, obviamente sí.
—Y entonces, ¿qué es lo que querías decirme?
Respire y trate de quitarme los nervios que no sabía exactamente por qué los tenía si sabía que a Brian le alegraría la noticia.
—Lola, ¿sigues ahí? Me estás asustando, ¿seré papá o algo parecido?
Al pronunciar esas últimas palabras noté que ahora Brian empezaba a sentirse ansioso.
—No, no es eso —me reí para calmarlo y lo escuche suspirar del alivio—. Hoy conocí a una mujer y en resumen me dijo que debería ser modelo.
—A ver, espera, ¿por qué? Cuéntame cómo pasó todo.
En ese momento mi sonrisa se desvaneció porque no esperaba esa reacción de Brian. Pensé que me felicitaría o se mostraría entusiasmado con la idea.
Le tuve que contar la historia de
cómo Julia se la pasó estudiando mi cara y la angustia de la tía Alice al notar su comportamiento raro.
Brian no me interrumpía, me pregunté si no lograba escucharme bien, por la línea podía oír el alboroto en donde se encontraba él.
Alcanzaba a escuchar a los chicos hablar y algunas voces femeninas también, aparte de la música sonando a todo volumen.
—Hablamos con Julia que fue muy linda y realmente parecía ser una buena persona. Varias veces me pidió hacer el intento porque confiaba en que podría irme bien. Me convenció y también a la tía Alice, que por cierto, creo que fue la primera en mostrarme todo su apoyo.
Brian se quedó callado y yo no dejaba de jugar con el cable del teléfono, no sabía por qué actuaba así de extraño y diferente.
—Creo que podría ser divertido, y ¿por qué no? No todos los días se presentan oportunidades como esta.
—Lola, ¿estás segura que quieres hacerlo? Porque no creo que deberías. Quiero decir, sé lo hermosa que eres para ser una modelo pero, ¿no es mejor así?
—¿Cómo? No entiendo qué quieres decirme, Brian.
—Pienso que no es la mejor idea porque cuando yo este en la ciudad y quiera estar contigo no podremos. Estarás ocupada y le darás más atención a tu carrera y a los chicos esos de revista.
—¿Qué? Brian, esa gente estará pendiente de su trabajo y no en con quién quieren salir.
Además tú eres mi novio y te respeto a ti y a nuestra relación, no tienes que estar celoso. Y por si lo olvidabas, no te he visto en meses y todavía estamos juntos, si podemos hacer eso entonces, ¿por qué no esforzamos un poquito más?
—No lo sé, Lola. Todo será más complicado de lo que ya es, aparte de que no conozco a los chicos de esa industria y sus intenciones.
No quiero que te arrebaten de mi, no trato de desanimarte ni nada pero creo que sería mejor que no lo hicieras. Las cosas van bien así como son, ¿por qué cambiarlas para terminar arruinándolo?
—Brian, eres parte de una banda que ya es muy popular, he estado en los shows para decir con seguridad que varias chicas buscan más que solo conocerlos y saludarlos de mano. Y ahora dime, ¿cuándo me he quejado y mostrado como la novia loca y celosa? Nunca porque comprendo cómo son las cosas y confió en ti. Y lo más importante, apoyo tu carrera como músico porque sé que amas lo que haces. Nunca te pediría que dejaras de serlo aunque eso signifique no verte por semanas y extrañarte mucho.
No me contesto por unos segundos y yo empecé a pensar que tal vez había logrado cambiar su opinión y me apoyaría.
Se disculparía varias veces por técnicamente pedirme que no haga algo que quiero y estaría avergonzando de su comportamiento.
—¿Pero qué me dices de lo tranquila que es la vida trabajando con Archie y tu tía? Despiertas y vas a esos lugares que ya son conocidos y cómodos para ti, ¿por qué cambiar eso?
Me di un golpe en la frente de frustración y por tener esperanzas de que Brian cambiase de opinión en tan pocos segundos.
—Sí, es buena, pero no por eso me tengo que conformar cuando sé que soy capaz de lograr más en la vida. Julia, la tía Alice y más gente confía en mí. Sé que puedo ir a más lugares y triunfar como modelo si me lo propongo. Y no entiendo, Brian. Eres la persona más especial para mí y se supone que me quieres ver feliz, por eso deberías de estar apoyándome. Pero en cambio, me estás pidiendo que lo deje si tan siquiera intentarlo al menos.
—Lola, sabes que te adoro y no quiero perder lo que tenemos, por eso mi sugerencia de que lo pienses mejor. Por nosotros, por el bien de nuestra relación. No hagas las cosas más difíciles, no lo tomes mal.
—Brian, no sé que es lo que se pusieron a beber ahí en esa fiesta en la que estés, no llegaremos a ningún lado si seguimos esta discusión. Así que, ¿sabes qué? Mejor tú deberías pensar en todo lo que me has dicho. Date cuenta de lo comprometida que estoy con nuestra relación. Yo quiero que las cosas funcionen tanto como tú y por esa razón pensarás en todo lo que hemos hecho hasta ahora. Podemos superarlo todo y somos capaces de tanto porque nos queremos. Espero que la próxima vez que hablemos, me digas algo parecido.
No le di oportunidad de responder y colgué el teléfono. Fui a la cama enojada y con lágrimas en la cara, no podía evitar sentirme decepcionada.
******
Al día siguiente
Aunque me dolía recordar la discusión de anoche, tenía que levantarme y seguir con mi vida.
No dejaría que las palabras de Brian sabotearan la sesión de hoy, disimularía que todo estaba bien entre nosotros hasta creérmelo y olvidar la realidad de las cosas.
Salí de casa y fui al edificio donde trabajaba Julia. Me recibió en su oficina junto con Gordon Johnson, un fotógrafo de la revista que amablemente acepto ayudarnos.
Me hizo dos sesiones, la primera fue en uno de los estudios que tenían ahí.
Antes de que yo llegara, Gordon había preparado todo: la iluminación, su equipo, y el fondo que era negro porque no necesitaba ser llamativo.
No fue la gran cosa porque el propósito de esa sesión era capturar todos mis ángulos y los detalles de mi cara.
Julia se quedo unos minutos para supervisarme y darme consejos hasta que tuvo que irse para seguir trabajando.
Fue sencillo al imaginarme a Gordon como a la tía Alice cuando solía tomarme miles de fotos cuando era pequeña.
Quizás sonaba tonto pero el truco me funciono los primeros minutos para tranquilizarme y colaborar con Gordon.
Su actitud era genial y eso hizo que no tardará en mostrar seguridad ante la cámara, no fue tan malo como pensé que sería. En realidad, me divertí mucho.
La segunda sesión fue en las calles, me sentí un poco incómoda por la gente que pasaba alrededor, aunque no fue por mucho tiempo gracias a Gordon.
Él era tan paciente y trataba de ayudarme en concentrarme, me hacía cumplidos y comentarios chistosos para que me olvidara de los nervios y las miradas de los desconocidos.
Luego Gordon empezó a darme indicaciones sobre lo que quería que hiciera y yo lo escuchaba, el tiempo fue avanzado y yo empezaba a sentirme mejor.
Una hora más tarde expresó que estaba satisfecho con lo que habíamos logrado y dio por finalizada la sesión.
Antes de irme y regresar a casa, les tuve que agradecer un millón de veces por haber sido tan buenos conmigo.
Julia era un ángel al mostrarse tan atenta y amable al dejarme usar unos atuendos que tenían ahí.
Y pensaba que Gordon era el mejor fotógrafo y el más genial, trabajar con él fue una experiencia muy buena.
Me sentía tan especial y suertuda de que gente como ellos aparecieran en mi vida.
Y así que en los últimos días, desde que conocí a Julia y Gordon, seguí estando posando para la cámara y así hacer un portafolio.
Me concentré en eso ya que era muy importante que lo tuviera, aunque era inevitable que Brian invadiera mis pensamientos.
Desde que tuvimos la discusión no habíamos hablado más y eso me empezaba a preocupar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro