Capítulo #25
BRIAN
Nos levantábamos y les agradecimos antes de salir de la sala y dirigirnos a los pasillos para ir de regreso al camerino.
Había sido nuestra primera conferencia, la primera vez en la que teníamos muchas cámaras encima y nos hacían pregunta tras pregunta, fue una experiencia extraña.
Algunos preguntaban cosas interesantes y se mostraban curiosos, nos preguntaban qué escuchábamos y quienes eran nuestra inspiración para hacer música.
Y otros sobre nuestro estilo de ropa y peinado, también mencionaban a los Beatles y hacían comparaciones, no les prestábamos mucha atención ya que nos habíamos preparado y sabíamos que harían esos comentarios.
Andy nos dijo que nos tendríamos que ir acostumbrado y que solo siguiéramos con lo nuestro.
—Bueno, ahora sí están libres y si quieren pueden quedarse aquí en el camerino o.... —todos nos habíamos sentado y él se había quedado enfrente de la puerta.
—¿O qué? —preguntamos a coro.
—Podríamos ir a ver el show pero... —se apresuró a decir porque ahora Bill y los demás sonreían emocionados—. Solamente por unos minutos.
Todos se levantaron y se pusieron en fila delante de Andy.
—Supongo que es un sí, quédense cerca, ¿ok? —todos asentimos y seguimos a Andy que abría la puerta y salía.
Recorrimos el pasillo y de vez en cuando pasaban personas como Chris, tratando de planificar
y revisando hojas con el paso acelerado.
—Oh Dios —Bill se detuvo por un momento provocando que chocáramos entre nosotros.
—Esta es una de tus fantasías —se burló Mick y le dio un pellizco en el hombro—. Y ya no es un sueño.
—Me voy a morir aquí mismo.
—No, no, ahorita no —Charlie trató de sostener a Bill que se echaba para atrás y parecía que se desmayaría en cualquier momento—. Contrólate.
Yo era el último de la fila así que no entendía por qué Bill se comportaba tan raro, aunque eso era común en él, pero también estaba emocionado y una vez que pudo calmarse, un poquito, se peinaba y le preguntaba a los chicos si se veía bien.
—Todos ya, tranquilos —se quejó Keith que se acomodaba el cabello.
Y entonces una puerta se cerró y logre escuchar varias voces femeninas, los chicos murmuraban cosas y reían nerviosos y se empezaban a arreglar la ropa.
—Aprendan a gobernarse y a sus hormonas —les dijo Andy disimuladamente a los chicos.
Las chicas de Bailando con Cinna Cinnamon pasaron a nuestro lado, tenían vestidos cortos y brillantes, todas iban de cabello suelto con una diadema blanca.
No voy a negar que tal vez me comporté un poco como los chicos, me sentí aún más inquieto cuando ellas notaron que actuábamos como todos unos adolescentes gracias a su presencia, su reacción fue sonreír de esa forma coqueta con la que siempre lo hacían al bailar.
"Eh, ¡son los Rolling Stones!"
"Yo sí saldría con uno."
"El vocalista se ve más lindo en persona."
"Los prefiero a ellos que a los chicos buenos de los Beatles."
"Me encanta su estilo."
"¡Ayy! Están muy guapos."
Me reía de algunos comentarios que hacían y supuestamente algunas murmuraban para que no las escucháramos, que era algo tonto ya que pasaban de nuestro lado.
Y saludamos a algunas que se dirigían directamente a nosotros, unas lo hacían de manera tímida y otras sin pena alguna.
—Adiós muñeca —vi como Bill le decía a una de las bailarinas y ella con la mano le indicaba que se verían en ¿cinco minutos? ¿en un momento? No supe descifrar lo que significan sus señas.
Desaparecieron en la esquina que estaba al final de pasillo y no las vimos más, aunque su perfume todavía se hacía presente.
—Y si tenemos suerte, ninguna saldrá embarazada de Bill —se burló Keith que volteaba hacia su compañero que tenía la mirada ida, seguramente pensaba que haría luego con esa chica.
—Esperemos que no —Andy volteó su cabeza para advertirnos y siguió hasta llegar a una puerta que indicaba ser el set de Rory.
Entramos y no teníamos mucha vista del público pero sí del escenario, ya que se suponía que estábamos detrás de escena.
Nos pusimos a un costado donde varias personas del equipo pasaban para asegurarse de que todo estuviera en su lugar, parecía que estaban arreglando algo en el escenario.
—Tal vez no fue buena idea traerlos —Andy se rasco la cabeza y parecía ansioso—. Y se los repetiré otra vez, compórtense —escuchamos de nuevo varias voces femeninas y varias chicas pasaron por nuestro lado para ir al escenario.
—Es como si se fueran a mostrar para que uno pueda elegir y luego llevarla a la casa.
—Eso es lo más tonto que has dicho —Charlie volteó los ojos fastidiado a un Bill que no dejaba de ver a las modelos acomodarse a un lado de la pasarela.
—Eh Andy, ¡es un gusto verlos de nuevo! —Chris ahora nos saludaba y se ponía observar a sus compañeros arreglar los últimos detalles.
—Lo mismo digo, ¿sabes qué van a hacer? —Andy se dio un golpe en la frente por lo tonta que había sido su pregunta—. Quiero decir, se ve que son modelos, ¿quién es la de vestido azul y que está junto con Rory?
—Es Beth Bond, es la diseñadora de Pretty And Young y pues ellas son sus seleccionadas de una agencia que tiene aparte —se acomodó los lentes y nos miró antes de seguir—. A menudo hace atuendos para los elencos y también hace donaciones generosas a la compañía —cerró un ojo y sonrío.
—Ya veo, es una mujer importante —Andy le respondió embobado por Beth que le aplicaban más maquillaje y se ponía en posición.
—Oye, Chris —Bill se ponía a su lado y le ponía el brazo en los hombros—. Me preguntaba si no podrías, ya sabes, tú que estás en todo —movía los ojos hacia donde estaban las modelos, tratando de que el chico de lentes entendiera a lo que se refería.
—No, no es el momento para encuentros casuales —Andy exhalo y alejaba a Bill de Chris que se reía nervioso—. Ellas tienen una agenda ocupada y ustedes también, todavía tienen que tocar.
—Oh, sobre eso. Luego de que Beth y sus modelos terminen, Rory irá a comerciales y ahí es cuando arreglaran el escenario para ustedes —Chris revisaba sus notas y nos informaba mientas lo hacía —. La pasarela se quita rápido y pues los instrumentos ya están listos en las plataformas movibles.
—Eso quiere decir que nos podremos quedar a verlas modelar —Mick juntaba sus manos emocionado.
—Ya escuchaste, Andy —Bill puso su brazo sobre él y miraba hacia el escenario—. Nos toca después de ellas así que no hay necesidad de regresar a esperar al camerino.
—Sí, lo hice —le respondió en un tono enfadado pero que lo cambió al regresar su a atención al chico de gafas—. Gracias por infórmanos —Andy se despidió de Chris antes de que esté se fuera a su lugar ya que Rory regresaría al aire.
Dieron la señal y ahora Rory le sonreía a la cámara y presentaba a Beth, le hizo unos cumplidos antes de quedar hipnotizado y que alguien de producción le tuviera que hacer señas para que él se fuera del escenario.
Beth llamó a la primera chica y comenzó a hablar de las prendas que modelaban.
—Yo le doy un 8, creo que es la blusa —comentó Mick que parecía estar muy concentrado en ellas.
—Sí, tal vez no debería de traerla puesta —añadió Bill que reía para él mismo y los demás trataban de mostrarse serios pero podía darme cuenta que querían unírsele.
—Recuérdenme nunca llevarlos a un show de moda —dijo Andy moviendo la cabeza con desaprobación.
Conforme pasaban las chicas, ellos seguían platicando y calificando a las modelos.
Mentiría si digo que no eran lindas, a diferencia de Bill y sus comentarios descarados, yo sólo tenía cumplidos más decentes.
Pasaron varios minutos y distintas chicas hasta que una de cabello rubio comenzó a hacer su caminata, se me hacía conocida.
Traía una blusa blanca y una falda roja como sus tacones, supe de quién se trataba hasta que se acercó al final de la pasarela y la luz le dio en la cara, era la chica que habíamos conocido antes, Pamela.
—Parece un ángel, pero uno sexy —comentó Bill cuando ella volteó a nuestra dirección y nos saludo.
A Lola no le hará gracia saber que estamos en el mismo lugar, pero no debería preocuparme ya que ella no es celosa y sabe que yo no la engañaría.
Ninguna de esas chicas se podía comparar con Lola, tal vez serán lindas y hasta simpáticas.
No lo sé y no estoy muy interesado en averiguarlo, había conocido a la chica con la que quería estar y no me interesaban otras.
Tuve que dejar mis pensamientos a un lado cuando las chicas ahora salían del escenario y Beth también.
Habían terminado y ahora quitaban la pasarela y varias personas movían las plataformas con los instrumentos.
Minutos después, estábamos en nuestros lugares y Rory había regresado de comerciales, nos presentó para que la gente pudiera escuchar nuestra nueva canción.
Todos se volvieron locos y los gritos se escuchaban tan fuerte como la música, los chicos y yo de vez en cuando nos veíamos para sonreír complacidos por la reacción de la gente.
Esto era por lo que había trabajado tanto, antes todos los días había tenido que recorrer la ciudad para conseguir un lugar dónde tocar,
hubo ocasiones donde lo hacíamos gratis porque necesitábamos darnos a conocer y teníamos que tomar cualquier oportunidad que se nos presentaba.
Ahora la gente nos conocía y nos pagaban bien, no parábamos de hacer shows, habíamos conseguido grabar varias canciones y en nuestro futuro solo veía cosas prometedoras.
Al acabar de tocar, todos se pararon y nos aplaudieron, los gritos nunca pararon.
Pude notar que Pamela y algunas de sus compañeras estaban a un lado viéndonos, los chicos las volteaban a ver, y claro, trataban de presumir y mostrar lo geniales que eran.
Yo trataba de concentrarme, teníamos que tocar bien, además los gritos de la audiencia eran demasiados y me inquietaban.
Había chicas llorando y dando saltos de la emoción, algunas sonreían y no escondían lo contentas que estaban, otras reían y tenían la cara de un tono rosa, eso no les impidió que se esforzaban en gritar aún más.
Rory subió al escenario y nos felicitó, nosotros le agradecimos por habernos invitado, luego de eso nos despedimos para regresar al camerino y descansar un rato.
Por suerte las chicas no decidieron venir saludarnos pero sí nos felicitaron también cuando salimos del escenario.
—¡Chicos! A la gente le encanto —Andy tenía las manos en la cintura y nos veía con una sonrisa en la cara—. Y eso sólo significa que se vienen cosas buenas.
—Uf, a veces sentía que no me escuchaban y trate de cantar un poco más alto.
—Sí, casi me dejan sordo —Keith se dio unos golpecitos en el oído como si eso le fuera de ayuda para quitarse la sordera.
—Ya que se han refrescado lo suficiente y han trabajado mucho —todos habíamos dejado de hablar y le pusimos atención a Andy que estaba parado en medio de la pequeña sala—, pensé que podríamos salir a tomar un trago.
—Me apuntó, ¡vamos! —Keith puso su mano en el pecho de Charlie para impulsarse y levantarse del sillón.
—Oye, ¡eso dolió! —se quejó Charlie que se pasaba la mano por el corazón.
Todos imitamos a Keith y salimos de los estudios, en la camioneta Andy nos siguió felicitando y no paraba de decirnos lo orgulloso que se sentía de nosotros.
Yo tenía ganas de regresar a casa con Lola pero sentía que debía de pasar más tiempo con ellos, ya lo hacíamos en el estudio y en los shows, eran mis compañeros de trabajo pero habíamos empezado como amigos y siempre lo seríamos.
Quería salir a celebrar con ellos y tener un poco de diversión como lo hacíamos antes, cuando no teníamos tantas responsabilidades y compromisos.
No fuimos al bar de siempre, Andy nos llevó a uno diferente, parecía algo exclusivo, no tuvimos que esperar a que nos dieran acceso, él solo se presentó con el guardia de la puerta y entramos.
En medio había una pista de baile con gente, la barra estaba llena y decidimos ir a las mesas del fondo donde tendríamos más espacio.
Al principio Andy nos platicó de varios planes para la banda, pero conforme bebíamos platicábamos de temas al azar y nos reíamos, de vez en cuando nos interrumpían personas para saludarnos o pedirnos autógrafos.
La noche avanzaba y el nivel de alcohol en nuestro sistema también, no sabía qué horas eran pero sentía que era muy tarde y me empezaba a dar sueño.
—Ay, perdón —la chica de cabello castaño y ojos verdes se acercaba a mi, provocando que me pegara a la pared.
Susan y sus amigas vinieron a saludarnos como las demás personas, aunque los chicos decidieron invitarlas a sentarse con nosotros.
—No hay problema —traté de poner distancia lo más que pude, podía ver que nadie la empujaba, lo hacía intencionalmente.
Por suerte no lo siguió haciendo y pudimos platicar por un rato, de vez en cuando me incomodaba que se acercara tanto al hablar, aunque me dijo que lo hacía para que la pudiera escuchar bien.
En un momento de la conversación, me sentí acorralado cuando se acercó tanto que ya tan solo faltaba que le pusiera mi brazo para poder abrazarla.
—Okay, disculpa, ahorita vuelvo —me deslicé del asiento y salí por debajo de la mesa, Susan había puesto su mano en mi pierna y esa fue la señal de retirada.
Era hora de ir a casa, a veces los chicos bailaban en la pista o iban a la barra, no faltaba que alguien los detuviera para platicar unos minutos.
O a veces también desaparecían con una chica por un rato.
Un rato después, regresé a la mesa y me senté lo más lejos que pude de Susan, tuve que esperar a que todos nos encontráramos juntos y no tarde en decirles que la fiesta había acabado para mí, sorprendente para ellos igual.
Salimos y tuvimos que esperar a un lado de la calle para agarrar un taxi, en realidad no fue sólo uno, ya que los chicos veían acompañados.
Nos tardamos varios minutos al ver cómo nos íbamos a dividir, yo compartiría con Bill y Mick, más sus chicas.
Keith compartía un apartamento con Mick pero no sé por qué razón no quiso que fuera esa noche, ambos ya habían ido con chicas antes, discutieron por varios minutos, lo poco que alcancé a escuchar es que al parecer Mick va a donde no lo llaman.
—Perdón, pero pensé que decías mi nombre —dijo Mick.
—¿Por qué lo haría cuando estoy con una chica ha... —le tuve que tapar la boca a Keith antes de que dijera algo no acto para menores aunque no había ninguno ahí, esperé a que acabara para quitar mi mano—. No lo entiendo, ¿cómo confundes el nombre de Bailey con el tuyo?
—Nooo sé, esta vez no iré al cuarto —se puso la mano en el corazón y como no pudo convencer a Keith, se tuvo que poner de rodillas pero no duro ni un segundo y se levanto.
—Pronto tendremos que arreglar eso —Andy bostezaba y trató de sacar una mini libreta que a menudo traía con él pero decidió no sacarla al haberse pasado las manos en todo el cuerpo y no tener rastro de ella—. Ok, recuérdenme buscarles un piso a cada uno.
Mick y Keith asintieron pero un segundo después volvieron a pelear, no podíamos seguir más tiempo observando como dos tipos ebrios discutían sobre estupideces y los taxistas tampoco esperarían más, me tuve que sacrificar y le propuse a Mick que fuera a pasar la noche con su chica a mi piso.
El camino no fue nada cómodo, estaba en medio de las dos parejas que no sé si se besaban o intentaban tragarse el uno al otro, dejamos primero a Bill y aliviado pude sentarme lo más lejos que pude de Mick y su chica.
Llegamos y traté de salir como pude del taxi, casi me convertía en un tipo de almohada para la chica porque, Mick no se podía controlar y se le encimaba.
Casi lo mismo me pasó al abrir la puerta, Mick y la chica me empujaban contra ella y no me facilitaban poder entrar y terminar con esta noche.
No lo decía en forma de queja, me divertí mucho con mis amigos, solamente no pensé que regresaría acompañado.
Aunque lo hice y lamentablemente no se trataba de mi hermosa Lola.
Lo primero que hice al entrar fue ir a mi cuarto, tenía que agarrar una almohadas y algunas sabanas para que pudieran dormir, o hacer lo que el cielo sabrá qué en mi sillón.
Regresé a la sala y mientras que acomodaba las cosas escuché sus paso.
—Oigan, ¡esperen! —les grite al verlos entrar a mi cuarto y cerrar con llave—. Perfecto, tengo que dormir en el sillón —me toqué el cabello y me deje caer fastidiado.
Le hablaría a Lola para decirle que estaba en casa pero ya era muy tarde, aparte de que lo había hecho antes para avisarle que era probable que saldría con los chicos después del show.
En estos últimos días había estado muy ocupado que no pudimos vernos ni pasar tiempo juntos.
Andy mencionó varias cosas que harían que las cosas siguieran cambiando y pasar tiempo con Lola fuera más difícil.
Podía decir que la banda estaba en su camino al éxito y yo me sentía muy feliz y orgulloso de todo lo que habíamos trabajado para llegar hasta este punto.
Lola era muy importante para mí, me inspiraba y me hacía querer mejorar día con día.
Y lo mismo me pasaba con la música, tendría que encontrar un equilibrio entre ella y la banda.
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