Ella.

Me despierto por la irritante alarma. Agarro mi móvil y apago esa cosa tan insoportable.

Me fijo en la hora, eran las 7:40 am. Me levanto y voy directo al baño. Prendo el agua caliente y el agua fría al mismo tiempo para ponerla a una temperatura más tibia. Pongo música y me meto a la bañera.

Termino en unos 15 minutos y salgo de la bañera envuelta en una toalla. Voy directo a mi guarda ropas, agarro las prendas y me visto. Ya cambiada me dejo el pelo suelto.

—Vamos al natural —me digo a mi misma en voz alta, mirándome en el espejo.

Salgo de mi cuarto y voy al de mi hermana a ver si ya se levantó. Toco la puerta.

—¿Lie? —digo, pero no responde — ¿Lie? —vuelvo a pronunciar y se escucha como se cierra una puerta y se abre otra.

Lie me abre la puerta de su cuarto y puedo apreciar como tenía el pelo mojado. Parece que salió recien de bañarse e iba vestida con una musculosa negra, un jean rasgado de color negro, y una campera de jean, negra también. Cuando estaba por decir algo, ella sale de su cuarto, con su celular, llaves en la mano y me dice.

—Llama a Izan para ver si ya está despierto, yo no me despierto temprano por nada —me dice y asiento.

Saco mi teléfono del bolsillo de mi sudadera y marco el número de Izan y él atiende en segundos.

—Hello —me dice cuando contesta. Como se que es la canción de Adele, se la sigo.

—It's me —digo y estallamos en carcajadas.

—Hola gati —me dice, dejando de reir.

—Hola culi, pensé que te habías quedado dormido —en ese momento, yo estaba bajando las escaleras y yendo hacia la cocina.

—JA, no me quedaría dormido por nada del mundo. Te quiero ver perra —me dice y me lanza un beso por el teléfono.

—Bueno, son... —y miro a Lie, para que me diga la hora.

Ella estaba enfrente mío tomando café, estaba al mismo tiempo, con su teléfono.

—8:25 am —me dice mi hermana sin mirarme.

—Son las 8:25 —le digo a Izan.

—Bueno, entonces te espero —me dice.

—Dale, en un rato salgo —le digo y corto.

Me sirvo café de la cafetera en una taza, voy directo al refrígerador, sacó la jarra de leche y la agrego al café. Y asi es como María se prepara su desayuno.

Me dirijo a la alacena y sacó un paquete de oreos. Voy caminando con todo a la barra y me pongo a desayunar.

—¿Terminaste? —me pregunta Lie. ¿Esta chica me esta cargando?.

—¿Acaso no viste que me acabo de sentar? —le pregunto.

—Si —hace una pausa —, y no me importa —termina.

—¿No podes bancar unos minutos? —le pregunto —. Tengo que alimentarme.

—No, yo me tomé un mísero café, y encima sólo. Cuando vengamos de buscar a tu amigo, comemos algo, ahora vamos —y con eso me levanta de mi asiento y salimos de la casa. Bueno, en realidad nos dirigimos al garaje, sin auto no nos vamos a ningún lado.

Cuando llegamos al garaje, ella entra primero a su auto y despues me abre a mi. Salimos de casa, mientras yo, la dirigia a la de Izan. Cuando llegamos ella toca la bocina y en segundos sale Izan, ella le abre la puerta y nos fuimos. En el camino hablamos de pelotudeces.

Cuando llegamos a casa, bajamos del auto entre risas y más risas. Si les digo algo no me creen, Lie también estaba riendo. SI!!, losé, es un milagro de Dios.

Entramos a la casa y subí a mi cuarto a cambiarme. Me puse una camiseta manga larga que me llagaba a la altura del ombligo y un short de jean. ¿Que?, adentro de la casa había calefacción.

Cuando bajo, a Lie le empieza a sonar su móvil, ella atiende.

Izan y yo nos dirigimos a la cocina. Iba caminando y casi me caigo con un sillón del living, imagínense que Izan estalló en carcajadas.

Entramos a la cocina y Izan me habla.

—¿María? —me llama.

—¿Que? —le pregunto.

—Si te digo algo no me vas a creer —me dice.

—¿Que? —vuelvo a preguntar.

—Tengo hambre —dice y suelto una risa —. No desayune ni nada, ¿querés que haga pizzas? —yo me quedo sorprendida al escuchar esas palabras, si, me estaba burlando un poco de él, pero si me conocieran un poco más, se darían cuenta que estoy muy obsesionada con las pizzas. Esa es mi comida preferida, enseguida le contestó a Izan.

—SI! —digo efusiva —, yo te ayudo.

Y así empezamos a cocinar. Yo saqué las harinas de la alacena y nos pusimos a hacer las pizzas arriba de la mesada.

Estaba tan concentrada, haciendo la salsa de tomate, que no me di cuenta cuando Izan me tiró harina en todo el cuerpo, haciéndome tocer. Para vengarme, agarré el paquete de harina y se lo tiré entero. Y así empezamos una guerra de harina, pasaron unos minutos de nuestra pelea de niños, cuando me di cuenta, que sonó el timbre de mi casa. Me dirijo hacia el aparato y contesto.

—¿SI? —pregunto sacandome harina de la cara.

—Hola, soy Brian, el amigo de Lie, ¿esta ella? —y en ese preciso momento, mi corazón dejo de latir. Me quedé congelada en mi lugar sin decir nada.

—¿Hola? —me vuelve a hablar, y ya que sali de mi trance contesto. Aclaró mi voz y digo.

—Aah si, hola, soy la hermana, ahora te abro —digo y tocó el botón para abrir el portón.

Cuando me di la vuelta, Izan ya no estaba, supuse que se fue al living, y me dirijo hacia allí. Iba a pedirle a él si podía abrirle la puerta, no puedo ver a Brian en estas condiciones. Sacudo por un minuto la harina que se encontraba en mi cuerpo y salgo de la cocina. Me dirijo al living, yo en ese momento estaba con la cabeza agachada ya que iba limpiando un poco de harina que se encontraba pegada en mi camiseta y hablo, pensando que Izan se encontraba allí.

—Izan, abri la puerta, que vino el amigo de mi hermana porfavor —digo y cuando veo que salió algo de harina de mi remera, sigo —. Yo voy arriba a bañar...- pero no terminó mi oración ya que, desgraciadamente levante la mirada y lo vi ahí parado mirándome. En ese momento se me fue la sonrisa que tenía, él estaba mirándome con esos ojos color caca, profundos ojos color caca.

Él en un momento me recorrió toda, con la mirada. Nos miramos a los ojos por unos segundos hasta que escuchamos que bajaba alguien por las escaleras, era mi hermana.

Enseguida desvie mi mirada de él, de esos ojos y miro a mi hermana, o sea, miro a la dirección en la que venía mi hermana y digo...

—Yo... yo voy con Izan —en ese momento ya estaba subiendo las escaleras, o sea, que estaba en la mitad de la escalera. Miro a mi hermana y le preguntó —. ¿En dónde está Izan?.

—Esta en tu baño, le dí ropa de Kye para que se cambie, ya que estaba lleno de harina, seguro que dejaron un re quilombo en la cocina —mi hermana responde a la pregunta que le hice y me mira enojada.

—Bueno, yo me voy a bañar, y vos... —hago una pausa de unos segundos y le digo a mi hermana —, ¿mirás las pizzas, por favor? —en ese momento puse mi mejor tono y cara de suplica.

—Sabes que odio la pizza, pero bueno, pegate un baño que no está Ross para limpiar tus quilombos —me dice mi hermana.

Ross es una de las empleadas que trabajan en esta casa, ella está de vacaciones al igual que las demás personas del servicio.

Cuando mi hermana me dice eso yo ya estaba en el segundo piso y le gritó.

—SI!, TE QUIERO! —y escuchó que ella me grita...

—YO NO! —río y entro a mi cuarto.

Cuando entro me dirijo a mi baño. Pero escucho que hay música y me acuerdo que mi hermana me dijo que mi amigo se estaba bañando en mi baño. Voy a mi guarda ropas, agarró mi toalla, ropa limpia y voy al baño principal de la casa.

Cuando ya estoy dentro me desnudo por completo y empiezo a llenar la bañera, le pongo espuma porque me encanta, simplemente me encanta, casi como las pizzas o Brian.

Me adentró en la bañera y me pongo mis auriculares conectados en mi celular, con cuidado los dejó a un costado para que no se mojen y cierro los ojos.

Estaba tan tranquila escuchando música, cuando me doy cuenta que ya pasé bastante tiempo acá dentro, abro los ojos y me encuentro con una mirada.