Él.

Después de que corte con Lie, me fui a dormí. Me despierto al otro día a eso de las 10:25 am...

NO, no no no no, Lie me va a matar, llego demasiado tarde.

Me levanto de un salto de la cama y voy directo al baño. Me ducho y salgo con una toalla enrollada en la cintura, voy directo a mi guarda ropa. Salgo cambiado con algo que se vea bien. Quiero impresionar a esta chica, ¿como se llamaba?, ah sí, María.

Anoche habíamos acordado con Lie, que la iba a llamar antes de salir de mi casa. Así que la llamo.

—Hola —me dice.

—Hola, me retrace un toque, pero estoy en tu casa —digo mirando mi reloj de mano —, en un rato —termino medio dudoso.

—No te preocupes, yo —me dice y se escucha un alboroto del otro lado —...yo recién llegue, ¿ya salís? —me pregunta, suspirando.

—Si, estoy —y agarró las llaves del auto —... agarrando las llaves. Ya estoy saliendo, esperame —le digo y ella suelta una risita.

—Siempre tan impuntual —dice y suspira de nuevo.

—Pero así me amas —le digo con aires de superioridad.

—Ya quisieras —me dice riendo.

—¿Que decís?. Yo soy la persona más hermosa del mundo —le digo cerrando la puerta de mi casa.

—¿Egocéntrico donde? —me dice entre risas.

—Ya estoy por entrar al auto, egocéntrica —le digo y cierro la puerta de mi auto.

—Aca el único egocéntrico, soberbio y agrandado sos vos —me dice sin dejar de reír.

—Te faltó, alto, rubio, lindo, hermoso, fenome... —y no me deja terminar ya que me interrumpe.

—Si si ajá, y muchas cosas más —dice ignorandome.

—Ya voy a cortar, tengo que arrancar, sino me voy a quedar adentro del auto —le digo.

—Si, llegá rápido, o sea, no manejes tan rápido, pero igual, llegá rápido —me dice y corta.

Jajaja, ¿quien la entiende?.

Pasaron unos seis minutos desde que salí de mi casa y ya estoy en frente de la casa de Lie. Estaciono el auto en frente del aparato de identificación y tocó el "timbre", por decirle de una manera al gran aparato.

Espero unos segundos y me contestan por el micrófono.

—¿Si? —dicen, pero no puedo reconocer la voz.

—Hola, soy Brian, el amigo de Lie, ¿esta ella? —pregunto pero no me contestan —. ¿Hola? —vuelvo a preguntar y escucho un carraspeo.

—Aah si, hola, soy la hermana, ahora te abro —y se escucha un sonido y ahí es cuando se abre el gran portón.

Entro con mi auto y lo dejo en el garaje, me bajo, le pongo el seguro y voy directo a la entrada, toco la puerta y espero unos segundos.

Pasaron unos quince segundo y me abre un chico.

—¿Hola? —digo, nose quien es este chico.

—Hola, soy Izan, amigo de Maria —me dice el chico llamado Izan—. ¿Vos, buscas a Lie? —me pregunta.

—Si, ¿la podrías llamar? —le pregunto.

Él asiente y se va escaleras arriba. Espero un rato en la sala de estar cuando veo como alguien sale caminando de la cocina. Conozco la casa de mi amiga, como la palma de mi mano y también puedo reconocer a ese alguien, es la hermana.

—Izan, abrí la puerta, que vino el amigo de mi hermana por favor —dice con la cabeza agacha, creo que se estaba sacando algo de su remera —. Yo voy arriba a bañar... —pero no termina su frase, ya que levanta la cabeza y me ve.

Cuando me ve, se le va la sonrisa que tenía. Ahora tengo mejor panorama de ella, hacia frío, pero ella estaba con un short y una camiseta, estaba cubierta de harina, parece que eso era lo que se quería sacar de la remera. La miro a los ojos, ella también me mira a los ojos, todo quedo en pausa, hasta que escuchamos que alguien baja por las escaleras. Era Lie.

María enseguida desvía su mirada de la mía y mira a su hermana.

—Yo, yo voy con Izan —dice María. Estaba subiendo las escaleras y se para a mitad de camino —. ¿En donde está Izan? —pregunta mirando a su hermana.

—Esta en tu baño, le di ropa de Kye para que se cambie ya que estaba lleno de harina. Seguro que dejaron un desastre en la cocina —dice Lie, estaba enojada.

—Bueno, yo me voy a bañar, y vos —queda en pausa unos segundos —, ¿miras las pizzas porfis? —le pide María a su hermana, en tono de súplica.

—Sabes que odio la pizza, pero bueno, pegate un baño que no está Ross para limpiar tus desastres —le dice Lie a María.

—Si, TE QUIERO —le grita ya desde el segundo piso.

—YO NO —le grita Lie a su hermana, yo río —. ¿Te saludo? —pregunta apuntando hacia arriba, dirigiéndose a mi.

—Nop —le digo —. Pero no importa — digo cuando me doy cuenta, que se iba a ir a buscar a su hermana —. ¿Vos no me vas a saludar? —le pregunto estirando mis brazos.

—Si —dice con vos de bebé y viene corriendo hacia mi, y me abraza —. ¿Vamos a mi cuarto? —me pregunta.

—¿No tenías que fijarte en las pizzas de tu hermana? —le pregunto.

—Tenes razón —me dice, empezando a caminar hacia la cocina.

—Espera —cuando le dije eso ella se queda parada en su lugar —, voy al baño —le digo y ríe.

—Bueno, anda al mío —me dice —, o al principal, como vos quieras, es tu vejiga —me dice riendo.

—¿Vejiga no es lo que tienen las mujeres? —le pregunto antes de subir.

—No burro, a la vejiga la tenemos todos. La de las mujeres es vagin —grita, no tanto, entrando a la cocina. Yo río.

Subo las escaleras y me dirijo al baño principal. Lo cierto es que me da pereza caminar hasta el cuarto de mi amiga. Ya bastante tengo con tener que subir unas escaleras tan largas.

Cuando ya estoy en frente de la puerta del baño la abro un poco y cuando la abro por completo escucho que alguien canta. Y si, estaba en el mismo baño en el que se estaba bañando la hermana de Lie. ¿Pero que hace acá?, ¿ella no tiene su baño?.

Se que parecerá muy depravado, pero... me quedo ahí, parado, escuchando como canta.

La miro y ella estaba cubierta por espuma, o sea que no se le veía nada, nada de nada. Estaba con auriculares y con los ojos cerrados. No me veía ni escuchaba. ¿Como no se electrocuta?, cosas de la vida.

Estaba por salir del baño pero justo, justo en ese maldito momento, ella abre los ojos, y me ve. Si, me ve. Abre los ojos como si se le fueran a salir, nos miramos a los ojos por unos segundos.

Imagínense como estaba yo, en ese preciso momento estaba transpirando, y diciendo en mi cabeza, ¿donde me meto?, ¿donde me meto?, hasta que ella hablá. Si, ella tomo la iniciativa.

—¿Me querés decir que haces acá? -—pregunta en vos baja.

—Yo... yo... yo  —mierda, ¿porque tartamudeo?, nunca me paso esto con una chica, y mucho menos con una chica desnuda —. Yo venia al baño, no sabía que estabas acá —le digo mirándola a los ojos para no tener que mirar a otra parte de su cuerpo.

—Date la vuelta —me dice María, sacandome de mis pensamientos.

—¿Para que? —esa pregunta se me escapó, es muy obvio para que. Que tarado que soy, ella me queda mirando —. Aaah, si si si —digo y me doy vuelta.

Escucho unos ruidos y después me dice...

—Listo —me doy vuelta y la veo envuelta en una toalla —. Ahora explícame.

—Bu... bueno, yo venia a mear, digo orinar —me corrijo rápidamente, ella no es Lie —, entro y te veo acá, en el baño principal. ¿Vos no tenés baño? —le pregunto.

—Si tengo, pero lo estaba usando mi amigo —me dice y sigue —, ¿que te tengo que estar explicando a vos?. Me voy —y así es como se fue del baño.

Me parece que me odia, nose, pero eso es lo que parece. Hago mis necesidades y salgo del tocador. No voy a negar que tiene buen cuerpo, o sea es linda, pero tuve mejores.

Nose porque reaccione así ante ella, nunca me paso esto, o sea, el tartamudeo, el sudor, nose que me esta pasando.

Lo que si se es que esto va a ser difícil, ella es difícil, no es como las otras. No va a ser fácil.