Ella

Mis ojos chocaron con los ojos del chico que estaba en el mismo baño que yo. Imagínense que a mi se me querían salir los ojos de su lugar y no precisamente porque yo estaba desnuda y él estaba mirándome, sino porque la persona que me miraba era él, el hombre del que yo estaba enamorada. Que suerte que decidí poner espuma.

Él estaba tenso, estaba transpirando y algo nervioso. Para cortar este momento incómodo, abro mi boca para hablar, porque veo que él no se iba a dignar a decir ni una palabra.

—¿Me queres decir que haces aca? —le pregunto en voz baja, no vaya a ser cosa que nos escuche mi hermana y crea cualquier cosa.

—Yo... yo... yo—¿estaba tartamudiando?. No lo puedo creer, el gran Brian estaba nervioso. Eso me hizo feliz, pero no lo demostre —. Yo venia al baño, no sabía que estabas aca —me dice mirándome a los ojos.

Veo que se tilda por un momento, y entonces habló yo, de nuevo.

—Date la vuelta —le digo y veo que se destilda.

—¿Para que? —me dice, yo lo miro. Aveces me pregunto si es pelotudo —. Aaah, si si si —dice y se da vuelta.

Cuando veo que se dio vuelta, me levanto como tiro, agarró mi toalla y me cubro. Cuando ya estaba segura de que el toallon no se iba a caer, le digo...

—Listo —se da la vuelta y me mira —. Ahora explícame —exijo.

—Bu... bueno, yo venia a mear, digo orinar —cuando dice eso, me dieron unas ganas de reír, pero NO. Tenía que ser sería adelante de él. Él estaba tartamudeando, es tan tierno —, entro y te veo aca, en el baño principal. ¿Vos no tenes baño? —me pregunta.

—Si tengo, pero lo estaba usando mi amigo —le digo y me di cuenta de lo que hice a tiempo —. ¿Que te estoy explicando a vos?. Me voy.

Y así me fui de ese lugar, todavía, desnuda, bueno, envuelta en una toalla. Entró a mi cuarto, cierro la puerta y me apollo en esta. Suspiro y voy a buscar, otra muda de ropa, ya que mi otra ropa se quedó en el baño. Después la tendré que ir a buscar.

Termino de cambiarme y voy abajo a buscar a Izan, que supongo que debe estar fijándose en las pizzas, ya que no lo encontré en mi baño.

Voy bajando la escalera y ahí lo veo a él, sentado en el sillón, mirando la televisión y ¿comiendo MI pizza?. Se acaba de iniciar la tercera guerra mundial, nadie come MI pizza.

—¿QUE HACEN? —gritó y él se da la vuelta asustado y me inspecciona de pies a cabeza.

—Le convide pizza a los chicos —dice Izan levantándose del sillón rápidamente.

—¡NO ME INTERESA, NADIE COME MI PIZZA! —gritó y Brian salta del sillón y se esconde detras de mi hermana.

—Aca nada es tuyo —dice Lie calmada, con una voz neutra.

De un momento a otro, me encuentro arriba de Izan golpeandolo. Él, lo único que hace es gritar como nena.

—¡HACETE MUJER! —él me saca de encima de él, me levanto y camino a la cocina donde hay una pizza, la última pizza, así que corro como si no hubiese un mañana y la abrazo —. No voy a dejar que te toquen —le digo como si fuera un ser viviente. Corto la pizza, la pongo en una bandeja y voy caminando tranquilamente hacia el living. Como si el lío que hice recién por comida no hubiese pasado —. Ni me miren, no les pienso convidar —le digo mirando a Brian, él lo único que hace es sonreír divertidamente.

—Yo ni queria —dice Izan mirando la televisión con lo brazos cruzados, me parece que se enojo.

—¿Culo? —lo llamo, cuando me presta atención le digo —, ¿queres? —le pregunto, poniendo cara de perro.

La verdad, es que si, si me siento mal. Me puse a pelear por comida. Pero entiendanme, no me importa que Izan coma de MI pizza, lo que no me gusta, es que Brian, coma de MI pizza. No entenderían mis sentimientos.

—Metetela por donde no te da el sol —dice Izan serio y se escucha una carcajada —. Yo no se que te causa — habla Izan mirando a Brian.

—Que se están peleando por una simple pizza —contesta Brian con una sonrisa burlona.

—Eso a vos... espera, espera —cuando digo eso Izan me mira, él sabe lo que está a punto de pasar —. Dijiste... —me tocó el pecho —, ¿una simple pizza? —yo, en ese momento, ya estaba parada de mi asiento —. Iza —lo llamo.

—¿Que? —me pregunta.

—AGARRAME QUE LO MATO! —le gritó y él me agarra antes de que me tiré arriba de Brian. El susodicho se estaba cubriendo con sus manos —. NUNCA TE METAS CON LAS PIZZAS, NUNCA. ELLAS NO SON "UNA SIMPLE PIZZA", ELLA ES "LA PIZZA". ESPERO QUE TE QUEDE CLARO! —grite a todo pulmón. Él asintió asustado, hable tan rápido que, uff, me cansé.

Cuando ya me calme, un poco, seguí hablando normalmente, y él volvió a su postura de arrogante, tarado. Como dije antes, segui hablando en lo que me quede antes de reaccionar asi...

—Como estaba diciendo antes. Eso a vos no te importa, además, ¿qué haces aca? —le pregunto, haciéndome a la que no me importa. En realidad estoy súper emocionada de que este acá. Perdonen mi bipolaridad.

—Estoy esperando a Lie —dice sonriendome.

—Dame una rebanada mejor —me dice Izan sacandome la bandeja.

—Devolveme eso si no queres que te deje sin hijos —le digo apretando los dientes. Él me la da inmediatamente, yo sonrió —. Gracias, así me gusta.

Todo el mundo sabe que nadie se puede meter con la comida de María, pero mucho menos con la pizza, es, es la comida que más amo, así que ya saben, bitches.

~•~

Él

Dios... esta chica da miedo.

Me asusté bastante cuando intento pegarme, per... NO, NO, yo no me asusté, no se me movió ningún pelo por la reprimenda y por el casi homicidio.

Salí de la casa de Lie después de despedirme de ella, su hermana y de Izan.

La verdad pase una muy buena tarde, comi pizza, vi una pelicula, vi a maria casi desnu... NO, NO.

Tengo que dejar de pensar en eso, me voy a volver loco. Subí a mi auto y manejé hasta mi casa. Cuando llegó estación mi auto en el garaje, bajo y voy directo a mi cuarto, estoy muy, pero muuuuy cansado. Abro la puerta de mi cuarto y al adentrarme en este me encuentro a Jennifer.

Jennifer es una chica con la que me acosté un par de veces. Le dije que no quería nada serio pero ella sigue insistiendo, y no la puedo dejar con las ganas. Como ya saben, soy un chico de cero compromisos. Y ella lo sabe perfectamente, ella decide si quiere seguir involucrándose conmigo después de eso.

Ahora que me doy cuenta, PAREN TODO!. ¿Como entró a mi cuarto?. O mejor dicho, ¿cómo entro a mi casa?, ¿esta enferma o que?. Salgo de mi trance para preguntarle como entró y que hace aca.

—¿Cómo entraste a mi casa? —le pregunto cerrando la puerta de mi cuarto, conmigo dentro, claro.

—Por la puerta, dah —me dice obvia. Yo me estoy enojado cada vez más.

—¿Que, quien te dejo pasar? —le pregunto de nuevo.

—Me abrió tu hermano, me dijo que se iba y que te espere aca arriba, porque vos ya venias. Y parece que no mintió —tengo que matar a Kyle.

—Ah, y ¿qué querías? —le pregunto sentandome en un mini sillón que tengo en mi cuarto. Ella estaba sentada en mi cama.

Cuando pregunto eso, ella se para de mi cama y se acerca moviendo la cadera exageradamente, no voy a mentir, tengo ganas de reír. Cuando ya está lo suficientemente cerca, me dice en el oído...

—Vos sabes lo que quiero —me susurra muy cerca del oido. Y sonrió, un rapidito no le hace mal a nadie. Aunque su movimiento de cadera sea exagerado al caminar, no voy a negar que ella es sexy.

Me levanto y voy a la puerta de mi cuarto para poner el cerrojo. Me acerco a ella y la agarro de la cintura para besarla, ella me corresponde inmediatamente.

No es de los mejores besos que di, pero, ¿que se le va hacer?. Es lo que hay. Agarro su trasero para levantarla y que ella enrede sus piernas al rededor de mi cadera. Camino con ella en brazos, y la acuesto en mi cama.

Me saco la remera y la tiro a algún lugar de mi cuarto, ella hace lo mismo y se desabrocha el short, extremadamente corto, ¿acaso esta piba no tiene frío?. Yo sacó un preservativo del bolsillo del pantalón, antes de sacarmelo.

Y bueno, ya saben lo que pasó. No hace falta que se los diga con manzanitas, pero ustedes ya saben. Cuando terminamos caigo rendido. Antes de dormirme, note que se estaba yendo, yo sonrio, ella ya sabe las reglas.

Cuando ella cierra la puerta me permito caer en los brazos de Morfeo, mucho leer watppad me está afectando. ¿Que?, Lie me contagió su adicción.

Me despierto a eso de las 2 am algo desorientado, si que me encontraba cansado. Me resfriego la cara con ambas manos y me levanto para ponerme mi ropa interior, ya que me encontraba desnudo. Después de eso me coloco el pijama, pero solamente la parte de abajo. Y hablando de abajo, bajo abajo. Voy directamente a la cocina a buscar algo para comer, ya que me salte la cena y ahora me muero del hambre.

Cuando entro a la cocina veo a Kyle con su celular y un vaso de leche, blanca, iugh. A él solo le gusta así. Esta con su celular muy concentrado, tanto que no se dio cuenta que yo había entrado.

—¿Qué haces despierto? —le pregunto y él se sobresalta.

—¿Vos sos pelotudo?, casi me matas del susto —me dice, exageradamente, colocándose una mano en el pecho.

—Que exagerado —le digo abriendo el refrigerador —. ¿Que hacías?.

—Nada, estaba viendo el perfil de Instagram de María, la hermana de Lie —dice, mientras yo me siento adelante de él con un sándwich de algo.

—Yo la seguí y me aceptó la solicitud altoque —le digo orgulloso con la boca llena.

—A mi también, por eso estoy viendo sus fotos genio, y traga primero, sucio —me dice, ahora, burlándose de mí.

Yo le sacó la lengua, y él también. Lose, lose, somos muy maduros. Con mi hermano tengo una muy buena relación, no peleo casi nunca con él, y es bueno tener un hermano hombre, para poder hablar de tus chicas, o otras cosas. Yo tengo tres hermanitas, y se nota a un kilómetro de distancia, que de grandes, nos van a hacer la vida imposible a Kyle y a mi. No lo digo de la mala manera, sino de la buena, me refiero a que como son muy hermosas, como su hermano, de grandes van a tener un monton de chicos atrás y eso es lo que me molesta. Va, en realidad, a Kyle y a mi nos molesta, hablamos un monton de veces de esto, tendrían que escuchar nuestras charlas, son graciosas.

Pensando como evitar que tus hermanas tengan novio. Lo peor es que son tres, SON TRES. ¿Ustedes saben lo que es eso?. Volviendo a la realidad, vuelvo a escuchar a Kyle.

—¿Y que pasó con Jennifer? —me pregunta asiendome acordar.

—De eso te quería hablar, no dejes pasar a ninguna chica si yo no estoy —le digo serio.

—¿Me vas a decir que no la pasaste bien? —me pregunta, con una cara pícara.

—Ay mejores, pero la pase bien —le digo y salgo de la cocina para volver a mi cuarto, ya había terminado de devorar mi sándwich así que no me quedaba nada más por hacer en la cocina.

Subi hacia mí cuarto y me adentre en el para tirarme en mi cómoda cama y volver a dormir.