—Seokmin no...

—Ya, Woozi, hay que apoyarlo en lo que quiere.— Hoshi murmuró en el oído de Woozi, solo que Seokmin pudo escucharlo. —¡Yo creo que es una buena idea!

Se encogió en hombros tratando de no pensar mucho en eso, si bien estaba un poco avergonzado también le emocionaba la idea. Era extraño, demasiado extraño.

Habían pasado meses desde que dejó a Mingyu así que tenía que ser normal que Seokmin buscara salir de nuevo, salir con sus amigos, divertirse, calmarse, trabajar... tener citas. No citas como tal, simplemente salir y conocer personas como dijo Jun, no tenía que ser nada serio ni significaba que comenzaría una relación, simplemente iba a salir a ver a personas.

En realidad solo estaba haciéndolo porque Jun le insistió, y aunque dijo que estaba bien si no estaba preparado ¿Por qué no hacerlo? Seokmin se había estado sintiendo como una mierda en esos últimos meses, demasiado desagradable para las personas pisando sus propios errores y defectos, solo quería saber si sería capaz de gustarle a alguien. No quería nada profundo, solo quería saberlo, si alguien allá afuera aun lo consideraba atractivo entonces Seokmin podría dejar de pensar tanta basura de su apariencia y actitud.

"Debes darte cuenta por ti mismo." Ei-sa le había dicho por mensaje, pero Seokmin simplemente no podía hacerlo.

>>Eres un mal partido, jaja, pero no te preocupes, te conseguiré buenas citas.

El mensaje de Jun era poco alentador.

Tonto.<<

>>No eres malo, solo que no ganas lo suficiente como para ser un buen partido, y no te graduaste de la universidad, y definitivamente no vienes de una buena familia.

Mi familia es buena. La tuya y la de Joshua son caricaturas, por eso es malo compararlas.<<

>>Jaja

>>Se igual de gracioso en tus citas.

Seokmin hizo un pequeño puchero queriendo golpear a Jun, a veces era demasiado estresante.

Cuando Jun dijo que le conseguiría "citas" Seokmin jamás imaginó que esa "s" al final fuera relevante, ahora, despues de conocer a varias personas en el lapso de una semana no creía querer conocer a nuevas personas, estaba agotado socialmente, y extrañaba comer en casa y usar su tiempo libre para desperdiciarlo con Joshua en lugar de correr a restaurantes o centros recreativos. Lo peor era que cada cita era mucho más extraña que la anterior.

Chicos, chicas, abuelas, Jun le había dado un enorme rango de edad y genero porque Seokmin le había dicho que no tenía un tipo de persona en especial. Así que en una cita podría conocer a una chica de veintidós años y en la otra a una abuela... literalmente abuela viuda que le mostraba fotos de sus nietos.

No había tenido tiempo para procesar la cita anterior cuando tenía que llegar a la nueva, Jun le daba algunos ánimos diciéndole que así descartaría rápido a quien no le interesaba y se quedaría solo con quien pudiera recordar, pero... Seokmin no era quien estaba escogiendo.

>>No tienes que darles tu número a todos, solo a los que te interesan.

De cualquier forma no me llaman si no están interesados en mi.<<

>>El punto es que tu escojas. No ellos.

Jun le mandó una larga lista de emojis enojados. Miró su celular y observó el asiento vacío frente a él, había hablado de nuevo con un chico para una segunda cita, era agradable, solo que también era una caricatura que se sorprendió y se asqueó cuando Seokmin dijo que en el restaurante lavaban los platos en lugar de comprar nuevos para cada cliente. Al parecer no le gustó la idea de comer en un plato donde alguien comió antes... Seokmin no estaba seguro de que ese chico se hubiera acercado antes a una cocina.

De cualquier forma el asiento frente a él estaba vacío.

Y Seokmin estaba aliviado.

No quería otra cita con esa persona, pero decirle que no se sentía un poco incorrecto, y mostrarse desinteresado era como ser desagradable. Seokmin no quería agradarle y ser su pareja, él solo quería... ¿Qué era lo que quería?

Jun estaba molesto con él porque no rechazó a ninguna persona con la que salió, pero tampoco le había gustado nadie lo suficiente. Era extraño.

No le gustaba nadie, pero rechazarlos era incomodo, no responder sus mensajes o simplemente decirle a Jun que no había funcionado era incomodo.

Así que estaba solo, en medio de un restaurante exageradamente caro, con su celular esperando la llamada del chico que no se había molestado en llegar. Era vergonzoso y un poco humillante, no sabía que hacer e irse no era buena opción sabiendo que los demás sabrían que fue abandonado allí.

—Seokmin...— Reconoció la voz y giró sorprendiendo, la mano en su hombro se sintió amigable. —Hola...

—Hola ¿puedes sentarte y fingir que vienes conmigo? Quiero escapar de aquí pero no se como hacerlo, solo será un momento.

La persona soltó una linda sonrisa que contagió a Seokmin y se sentó en el lugar de su abandonadora pareja. Fue un pequeño alivio, solo que no lo fue tanto cuando lo vio acomodarse en la silla en una postura que le decía a Seokmin que no se iría pronto.

—¿alguien no llegó a su cita?

—Si, creo que no le agrade.

—Que bien. Si le hubieras agradado no te habrías dado cuenta que es un idiota.

—Ya... en realidad no es tan malo. No lo culpo, yo tampoco quería venir.

—¿y porque estás aquí?

—Porque... no sé. Solo... Creí que sería grosero no venir.

La bonita sonrisa de Jeonghan era amable, su rostro transmitía algún tipo de calma que hizo a Seokmin sentirse como un niño pequeño.

—Me agradas ¿sabes?— Jeonghan se inclinó sobre la mesa recargándose en sus codos, Seokmin pensaba que eso era de mala educación, no para él, sino para la gente de caricatura alrededor. —Prefieres que la gente sea grosera contigo antes que tú serlo.

Seokmin se encogió un poco.

—No es eso... Solo creo que la gente puede ser grosera o no, pero yo no lo haré porque no quiero ser así.

—La gente puede ser mala pero seguirás siendo una buena persona.

—No a ese extremo.

—Yo creo que sí... La persona a la que ames será muy afortunada.

Oh. Seokmin bajó la cabeza mirando el mantel.

—La persona a la que amaba se enamoró de otra persona...

La sonrisa de Jeonghan desapareció por un segundo.

—Eso no cambia el hecho de que fue afortunada de que le amaras. Pero el amor es complicado.

Seokmin asintió.

—Eso creo.

Jeonghan se puso de pie y Seokmin alzó la mirada, ahora tenía la excusa perfecta para levantarse e irse sin que se dieran cuenta de que fue abandonado. Tomó sus cosas apresuradamente y miró a la puerta como la meta de llegada.

—Lo dejaron esperando. Puedo cambiar de lugar con él.— Jeonghan se puso frente suyo impidiéndole la huida.

—¿esperando? ¿Quién?

Seokmin giró de golpe con los ojos abiertos, ahora se sentía un poco apenado. Joshua estaba allí, mirándolo confundido.

—Su cita. Cambiemos lugares. Seokmin, toma mi lugar y yo tomo el tuyo.— Jeonghan tomó el asiento donde Seokmin había estado antes. —Esperare aquí.

—Puedo regresar solo.— Seokmin dio un paso atrás.

—¿tienes auto?

—Vine en taxi.

—Ahora Joshua es tu taxi.

—Jeonghan...— Joshua sonó cansado, no de la situación ni de Jeonghan, solo cansado.

—Esperare aquí.

Jeonghaninsistió, y por alguna razón los tres supieron que no cambiaría de opinión.

...

El final del siguiente capítulo determina mucho el ritmo de la historia, puede ser más larga o más corta.