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Capítulo tres

HoSeok suspiro con pesadumbre, mientras la máquina de café hacía lo suyo, eran aproximadamente las dos y media de la madrugada, quizás poco más, y él, lejos de conciliar el sueño, había estado teniendo unos cuantos extraños que no podía recordar, solo se quedaba con la sensación de que los tuvo.

Endulzó el café y comenzó a revolverlo con una cuchara, dentro de la casa únicamente se escuchan aquello haciendo eco, mientras el sonido del metal pegando con el vidrio cesaba de a poco. Sorbió del café ya dulce y disfruto del olor de este acompañado del vapor que calentaba sus mejillas.

Se preguntó a sí mismo si debería acompañar la caliente bebida con alguna galleta o pan dulce; sin embargo, descarto la idea cuando se encontró sin muchas ganas de ello. El invierno se aproximaba con lentitud y sus indicios eran más fríos que de costumbre.

"Me agrada"

Ese había sido su pensamiento desde siempre, en cambio, unos cuantos años hacía acá aquello se había distorsionado un poco. 

Mientras recordaba a sus traviesos sobrinos, comenzó a notar la soledad que le acompañaba por las noches y la mera necesidad de querer abrigar a algún cachorro que fuese propio, apretujar entre sus brazos a una pareja y ¿por qué no? Consumar el acto carnal aprovechando la temporada fría.

Sonrió apenas dejando el café en el brazo de uno de los sillones de su sala. Verifico el celular mientras se dejaba caer en el mullido sofá. Había un par de mensajes de su hermana de hacía horas y otro par enviados por sus compañeros de trabajo, no prestó mucho interés por ninguno, exceptuando los de su hermana que no eran muy importantes, solo recordándole la parrillada familiar que tendrían en un par de horas.

— Y yo sin dormir... — Musito, sorbiendo del café, ahora simplemente tibio. Suspirando se recostó en el sillón. — Eish — Se quejo como un señor, cerrando los ojos, tragó saliva y comenzó a divagar, tenía el día libre y no demasiado que hacer antes de reunirse con la familia.

Probablemente, estaría escuchando los gritos de sus sobrinos revoloteando por allí y uno de sus tíos más jóvenes traería consigo alguna nueva pareja, apostaba su cafetera a que SooWoon sería el de eso. Sonrió, no lo culpaba, después de todo era difícil tener una relación bien hoy en día, quizás la muestra más clara era su hermana que pese a continuar casada, las peleas con su omega eran intensas a medida el tiempo avanzada.

"Al menos ambos cuidan de sus hijos"

Para su madre, aquello era algo de suma importancia, sin importar que sucediera entre una pareja, los cachorros eran prioridad y tanto su hermana como el omega de esta. Eran sin duda una dulzura como padres lograban congeniar tan bien en ello que si no les conocieran bien, pensarían que era un matrimonio feliz. 

Tener un bebé es arduo, día tras día veía entrar y salir a omegas e incluso alfas que criaban solos a sus hijos, sus rostros no se veían tan frescos y deslumbrantes. Estaban solos con uno o varios cachorros y aquello parecía tan difícil...

"Como Min YoonGi"

Tragó grueso, ese pequeño e indefenso omega había estado apareciendo en sus pensamientos desde hace un tiempo. El pálido chico era tan joven y estaba solo con un cachorro de casi cinco meses. Pese a ello, el niño se veía centelleante y bien cuidado que HoSeok únicamente pudo sonreír recordando. Se había sentido apenado hace unos días cuando, con más insistencia de la que debió, sacó información personal de él.

— Eres viudo...— Su voz fue más baja de lo normal mientras veía al hombrecillo asentir.

— Si, desde hace unos siete meses... No importa demasiado — Sonrió, como si supiese que HoSeok iba a soltar típica oración para darle el pésame. — MoonBin está bien, ¿verdad?  —Hábilmente cambio de tema. 

Pero a HoSeok le tomo un poco de tiempo asentir. YoonGi había sonreído como era su costumbre, el era sumamente cariñoso con el bebé, por lo que que veía las interacciones, el alfa dentro de sí, no podía evitar el retorcerse haciendo a su mente un pequeño lío.

Su vista se quedo fija en la taza de café, ahora fría, ya no aparecía de ella. Todavía podía sentir el dulce sabor de la bebida en su boca. Suspiro una vez más y se puso de pie, dejando la taza justo ahí, estaba decidido a dormir más si es que podía.

En una madrugada fría, HoSeok se acurruco en las tibias mantas mientras observaba el techo. A su mente vino de nuevo el tierno chico y algo dentro de su pecho vibro inquieto... Era un alfa que empatizaba muy fácil, por lo que no pudo dejar de pensar por un momento más en la situación del otro.



El insomnio era algo normal en YoonGi desde hace algunos años, aunque solía dormir muy bien cuando tomaba siestas durante el día, la jaqueca tomaba posición como de costumbre. Esa noche en particular sentía la punta de sus dedos fría, probablemente iba a enfermar, el no solía ser tan poco tolerante con el frío.

Resignado se puso las pantuflas y se abrigo con otro suéter encima del que ya traía. Sus pasos lentos fueron a dar a la habitación corriente a la suya, aquella donde su cachorro descansaba. Normalmente, MoonBin dormía junto a el en su cama, pero parecía que el pequeño estaba más cómodo en su cuna llena de sabanas suaves y almohadas mullidas.

Echó un vistazo al interior de la cuna de madera fina y suspiro con tranquilidad cuando vio a su pequeño dormir tan apacible, la fiebre de hace algunos días había bajado esa misma tarde después de regresar del pediatra, y YoonGi no podía estar más agradecido por ello.

Al principio pensó que no se iba a sentir cómodo con que otro especialista se encargara de la salud de su hijo, sin embargo, después de la primera consulta, había quedado satisfecho con los resultados. MoonBin no se incomodaba y el podía sentirse de alguna manera reconfortado. Jung HoSeok poseía el talento para sonreír y transmitir paz, YoonGi no creía en el destino u algún tipo de cosa por el estilo, pero, de alguna manera, la "paz" que ese pediatra transmitía no pudo ser más que bienvenida, por ello, no podía ni quería quejarse.

Llevaba tanto tiempo sin sentirse pleno y tranquilo.

— ¿Sabes? — Susurro con la voz más ronca de lo normal. — A tu papá le hubieras gustado mucho, te pareces mucho a el. — Achicó sus ya pequeños ojos mientras contemplaba con una tierna emoción. Se recargo de la cuna a su durmiente hijo en silencio. 

Se relamió los labios resecos mientras divagaba y experimentaba de una conocida y complicada sensación, MoonBin se merecía mucho más amor del que recibía, aunque el que YoonGi le daba era infinito, el sin duda debería recibir más... Amor de sus abuelos, tíos y demás familiares... Era una pena que estos aborrecieran tanto a YoonGi, y de alguna manera, los entendía, pero ¿a MoonBin? ¿Por qué su cachorro había recibido de ese odio?

Simplemente, es un pequeño ángel que no sabe nada y ve todo con una luz brillante. Un nudo se formo dentro su garganta mientras apretujaba la madera de la cuna debajo de sus manos. Su mirar se tornó serio y quizás sus ojos brillosos como si estuviesen por desbordarse en un oscuro océano.

MoonBin era tan pequeño, todavía y... Suspiro. 

Tú no mereces odio, solo amor, mucho amor.


¿Dudas, preguntas u opiniones?

~Nos leemos~

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