capítulo cinco
Observó y sonrió de lleno hacia los niños a su frente, viendo como estos parecían lo bastante concentrados para hacer otra que cosa más que escuchar el desenlace del libro entre sus manos. Los cojines estaban alrededor de la sala y una manta se extendía sobre ella donde los pequeños estaban sentados.
— Los ojos del pequeño tigre habían visto sinceridad en los del lobo, por lo que decidió tomar su mano y seguirlo hasta un lugar donde sus pies no fueran ensuciados por el lodo y nadie le hiciera daño — continuo con el relato, las palabras contenían los tonos correctos para narrar, aunque su voz fuese poco mas que grave para su propio gusto. La atención de aquellos doce cachorros no flaqueaba, unos con un dedo metido en su boca, otro par con los labios entreabiertos, y uno en especial, frunciendo el ceño como si la historia no calzara el suficiente sentido para él.
— ..." Si te sientes muy solo, puedo esperar contigo hasta que tus padres te encuentren" Dijo el lobo, un "si", fue la respuesta del cachorro de tigre, porque era mejor que estar solo y con miedo. ... — La historia en sí, era un cuento sobre la obediencia y la diferencia entre personas buenas y aquellas que no lo eran en absoluto, narraba la de un pequeño niño tigre que se había alejado del lado de su padre alfa cuando este le había dicho que no lo hiciera y de cómo la curiosidad por perseguir una lagartija había causado que cayera por una pequeña cuesta, entre otras circunstancias que solo hicieron que se perdiera más... hasta que, cuando estaba cansado y adolorido, un viejo lobo había ido a su rescate, aunque al principio no confiase en él, al final no resultó ser alguien de temer.
Oh, YoonGi amaba las historias, su abuela solía contarle muchas de ellas durante su infancia y parte de su adolescencia. La voz endulzante de la anciana era todo lo que necesitaba un cachorro en momentos difíciles y quizás esa era la principal razón por la que el omega recordaba aquello con tanto sentimentalismo, un secreto solo suyo y de aquella adorable vieja omega.
— ... Aunque la historia terminó con final feliz, el viejo lobo siempre dijo; "No todas las sonrisas que parecen sinceras lo son, pero los ojos nunca mienten" — Terminó el omega cerrando el libro y dejándolo sobre sus piernas. Los diferentes bebés cambiaformas aplaudieron, aunque no demasiado, en su mirar estaba la ilusión y la diversión que tanto caracterizaba a los cachorros... aquella manera de impresionarse con facilidad y la manera tan simple de razonar las cosas... si, el omega amaba a los cachorros.
— Entonces, Uhm — Alzó la voz una niña, Yeri era su nombre, cabello corto negro y una pequeña coleta adornada con un moño, era una alfa cambiaformas león, que desde que llegó hace un par de semanas había demostrado cuán curiosa era. — Sí las miradas no mienten — Ella frunció el ceño, como si tratase de acomodar mejor las palabras para no equivocarse. — ¿Por que si lo hacen las bocas? — Se cruzó de brazos, YoonGi soltó aire entre divertido y asombrado.
Los niños, cada uno de ellos poseía pequeños dones, él les llamaba asi, virtudes que podrían perderse en algún punto mientras crecían y eran más conscientes de ellos mismo y de lo que los rodea, aquellos mencionados eran desperdiciados a una edad tan temprana, porque la honestidad que brillaba en sus ojos llegaba hasta sus gargantas formando palabras que despues salian sin miedo a nada, sin necesidad de decir mentiras... porque no existía, al menos no en la mayoría de ellos, una manipulación... tampoco algún miedo de demostrar lo que sienten o quieren.
Si tan solo...
— Es verdad, ¿por que? — Su corazón se detuvo un momento por el imprevisto sonido elevado de la voz de aquel niño, oh, ese fue Beom-gyu, ese revoltoso cachorro beta de lince. — Los adultos suelen mentir, y es feo, es mejor decir que no te gusta algo, si, eso es lo mejor, ¿verdad?
Algunos de los demás comenzaron a asentir, confirmando las palabras del otro.
YoonGi sonrió y al igual que ellos asintió, mientras los otros niños comenzaban a hablar entre ellos. Si, el tambien tenia ese tipo de pensamientos, inocentes... aquellos que escapaban de sus manos y caían al suelo, como si fueran tan sencillos de poner en marcha, cuando la realidad difería de ello.
— ¿Entonces JeonHan también miente? — Habló nuevamente Beom, sus ojos fueron hasta el mencionado cachorro, aquel que era más retraído que los otros, el único cambiaformas lobo alfa de la guardería. El omega negó con la cabeza mientras se ponía de pie.
— No, claro que no Beomgyu, ¿de donde sacas eso? — Suspiro, aproximándose aún más a los pequeños. Observó hacia KiHyun que se encontraba a unos metros preparando una merienda, este no le miro, pero estaba seguro que no tardaría en terminar con eso.
El pequeño lince frunció el ceño.— Porque es un lobo, como en la historia.— Llevó uno de sus dedos hasta su boca, para seguidamente hablar, como si aquello fuera lo más lógico del mundo.
YoonGi miro el techo y frunció los labios, los niños eran lindos, tiernos, pero también tendían a encasillarse en ciertas cosas que de una u otra manera podrían dañar a otros. — Solo es una historia, a demás el lobo era bueno, ¿no es así? — Término por agacharse en medio de todos aquellos bebés. Suspiro sonriendo a cada uno de ellos, en especial a JeonHan, quien solo miraba con los labios fruncidos por el reciente comentario. — Así que, ustedes sólo deben ser cuidadosos con las personas... no solo ahora que son pequeños, siempre, siempre deben serlo, ¿de acuerdo?
Un "si" en unísono se escuchó y YoonGi se sintió satisfecho por ello. KiHyun llegó un momento después anunciando la merienda lista en el comedor, cambiando su expresión parcialmente serena a una más relajada y accesible para los niños, quienes al escucharle hablar, no fueron los suficientemente rápidos para poder llegar hasta él y sonreír entre balbuceos un poco más alto de lo prudente en ese momento.
Siseo llevando su índice hasta sus labios — No griten tanto, recuerden que MoonBi está dormido — Yeri y otro par de cachorros taparon sus bocas asintiendo ante eso. — Muy bien... primero, vamos a lavarnos las manos — Indico, para seguidamente caminar de regreso, siendo seguido por los niños en orden. YoonGi suspiro viéndolos irse hacia uno de los baños cercanos, también paseó sus ojos por el pequeño desorden de mantas y cojines en el suelo, sin embargo, cuando iba a comenzar a recoger, se percató que uno de los niños no estaba donde correspondía en ese momento.
Suspiro, y en vez de ponerse de pie, se aproximo al librero y se sentó justo al lado del niño. — JeonHan, ¿No quieres comer? — La manos del alfa se entrelazaron entre sí, sin verle realmente, como si quisiera decir alguna cosa pero no encontrase las palabras o la suficiente valentía para hacerlo. YoonGi le sonrió, con la esperanza que el cachorro percibiera confianza. JeonHan era curioso aunque sus acciones mayormente demostraran lo contrario, carecía de facilidad de expresión y eso era un problema del que estaba bastante consciente, él esperaba hasta el final de la lectura, cuando todos iban a dormir o comer la merienda para acercarse y cuestionar... o simplemente decir cuanto le había gustado algo de la misma. — ¿Que es Han Han?
El tono de voz suave, tan característico del omega le dio más reconfort al otro. Las palabras más sencillas podrían causar mucho de ello, si es que son con el tono correcto. El alfa miró por fin al mayor, y pese a que tardó un poco más en abrir la boca y hablar, YoonGi fue paciente.
— ¿Hasta usted es cuidadoso, señor Yoon Yoon? — La pregunta fue hecha con suavidad, aun así, aquella le confundió un poco, entonces JeonHan continuado dando un poco más de contexto a ella, dijo:
— La historia... usted dijo que seamos cuidadosos... pero — Fue pausado, se podía escuchar al fondo el sonido del agua corriendo en el baño, y uno que otro murmullo por parte de los cachorros y KiHyun. — Y-Yo, me pregunte... los adultos, a veces no se cuidan, ¿verdad? — YoonGi no terminaba por comprender del todo, sin embargo, la mirada en los ojos de JeonHan fue como si viese a través suyo... el se sintió expuesto cuando finalmente comprendió a donde iba el cachorro con ello, y cuando los pensamientos formaron sentido y fueron expulsados de la garganta contraria, el omega no supo qué decir:
— Usted — Trago saliva — Usted aunque sonríe... parece como si tuviera miedo y también, en la historia, cuando Yeri preguntó.. Yoon Yoon, sus ojos fueron diferentes — Quizás la expresión de JeonHan diciendo aquello lo aturdió, tal vez el grito de KiHyun llamando al cachorro a su lado fue el responsable... y más probable, los quejidos que comenzaba a dar MoonBin, cualquiera de ellos, cualquier excusa era buena, razonable.
Porque si, los niños eran increíbles... pero ninguno de ellos podía leer ese tipo de sentimientos.
Rebusco entre el armario y las cajas pocas cajas dentro, encontrando una más pequeña que el resto. El suelo estaba algo frío por las noches, y sus rodillas estaban descubiertas, pero eso no pareció importarle, no cuando observo lo que habia dentro del rectangulo de carton grueso.
Se relamió y apretó los labios, quedándose observando un momento el contenido. Sus dígitos se pasearon encima del envase de vidrio en forma de pera, y de los otros objetos ahí, aquellas cosas que guardaba celosamente.
No recuerdo mucho de tu aroma, aunque solo ha pasado poco menos de un año... pero yo, uh, robe tu perfume favorito. — Sonrió sin mostrar los dientes, mientras hablaba dentro de sus pensamientos a la nada. — A veces me pongo un poco en el cuello, ¿eso es un poco raro? — Frunció el ceño sacando el perfume, aplicando un poco en su mano, para llevar esta hasta su cuello y frotar con suavidad justo donde la marca ya casi invisible reposaba.
Suspiro una vez se acostumbró a la frialdad del líquido en su cuello, observó entonces la habitacion, MoonBi dormía desde hace poco más de una hora y el... el solo no podía conciliar el sueño, no es como si fuese algo nuevo... bufo para sí mismo por el pensamiento. La noche, en particular, no era tan fría como otras, ni tampoco tan solitaria como algunas anteriores, sin embargo, había un claro sentimiento en ella, uno que no era fácil de describir para YoonGi, aunque si hubiese que relacionarlo con una palabra... probablemente fuese; Culpa.
Aun recordaba los gritos de aquel alfa en sus oídos, los ojos rojos de la otra omega en su persona... y el enorme trauma que solo se incrementaba con los agregados. Ese día en el hospital, él solo podía ver la frenesis entre paredes blancas, llantos y gritos rebotando en los pasillos y su pecho ahogándose con cada minuto.
"Tu lo mataste, no fue otro que tu, maldito omega"
No, eso no era verdad....
Probablemente SeokJin le hubiese dicho justo en aquel momento, cuando las palabras se ahogasen en su garganta y el sentimiento fuese tan incontrolable, como si lo estuviese consumiendo por dentro....
"Respira mi pequeño..." Y eso hizo, porque con solo el recuerdo, el parecia ahogarse, el aire se estancaba como sus recuerdos y su propia vida desde entonces.
Rebusco en el armario uno de los repuestos de pastillas y cuando lo encontró el solo tomo un par de ellas, agitando el frasco en su palma y masticandolas una vez en su boca, deseando llorar, hacer algo para controlar su ansiedad, quizás gritar... no, él observó la cuna a unos metros y se puso de pie, dejando a un lado la caja, el perfume y las pastillas, para acercarse hasta donde descansaba su cachorro, sintiendo su sistema reaccionar calmado cuando más cerca estaba de él.
Si, el no debía llorar, al menos no demasiado porque aquellas feromonas que desprenderia con su cambio de humor no haría más que causar malestar a su bebé. Por lo que, con cuidado acomodo la cobija en el pecho de MoonBin y sonrió al escuchar su respirar tranquilo, pacífico.
Si, eso estaba bien.... — Descansa bien, y continúa respirando así de suave. — Aunque el mismo YoonGi no lo hiciera desde hace mucho.
¿Dudas, preguntas u opiniones?
|N O S L E E M O S|
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