Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☪ ✙CAPÍTULO 27✙ ☪


Dentro del despacho, Jeonghan observaba a su amo sin poder creer lo que había salido de aquellos labios delgados y firmes.

Unos, los cuales desafortunadamente aún no había tenido la oportunidad de probar como tanto ansiaba.

—¿Por qué? —preguntó—. ¿Hicimos algo mal? Prometo no volver a hacerlo.

—No hicieron nada mal —respondió Yoongi, recargándose en el respaldar de su silla mientras contemplaba a ambos sumisos con la arrogancia que le caracterizaba.

Intimidaba.

Con su frío carácter que no mostraba emoción alguna y su cuerpo que expresaba poderío, autoridad y supremacía con el tan solo mínimo movimiento.

—Pero... ¿Entonces por qué no quieres tener más sexo con nosotros? —cuestionó confundido, yendo contra sus instintos de no abrir su boca.

Es que simplemente no podía entender aquello, se habían estado divirtiendo a lo grande juntos durante tanto tiempo que la repentina decisión no tenía sentido para él.

—Si algo le molestó o me faltó a mí, solo dígame y lo arreglaré, amo —insistió.

—Jeonghan. —pronunció, cortante—. No tengo por qué darte explicaciones respecto a mis decisiones —anunció con frialdad Min, observándolo con aquellos duros ojos grises.

Jeonghan se encogió de hombros y los mantuvo arriba, mordiendo su labio inferior para mostrarse tan intimidado como se sentía.

Precisamente por eso odiaba hacer las cosas mal, con Min todo tenía que ser a la perfección si no querías tener esa mirada de desprecio sobre uno.

—Si ya no vamos a tener sexo... ¿Nos tenemos que ir? —preguntó RyuJin, que era lo que realmente le interesaba.

—No, su contrato no terminará hasta en un par de semanas más, entonces podrán irse y aun así les pagaré lo acordado —respondió.

—Oh, está bien entonces —asintió la mujer, quien no se veía tan afectada como su compañero.

—Por lo cual, tampoco quiero que aparezcan desnudos ante mí o que me busquen cuando no les he llamado —anunció observando al otro hombre, quien era el que tenía esa costumbre.

—Sí, amo —asintió aparentemente sumiso.

—Pueden seguir llamándome amo si lo desean, pero ya no habrá nada más. Ni juegos, ni sexo, solo serán unos invitados hasta que tengan que irse —prosiguió—. Si gustan también pueden retirarse en este mismo instante y el dinero seguirá siendo el acordado.

—Gracias, pero no, amo —negaron inmediatamente ambos sumisos.

RyuJin especialmente porque no quería renunciar a todas las comodidades y Jeonghan porque no quería dejar a Yoongi.

—Amo... —pronunció el castaño.

—¿Qué sucede? —preguntó observándolo.

—¿Esto significa que no renovará el contrato con nosotros? Aun después de que se vaya... Su otro invitado —preguntó pensando que tal vez, aún tenía una posibilidad de convencer al hombre de lo contrario.

Demonios, él prácticamente había sido el sumiso de Min Yoongi durante casi dos años.

Había visto como su amo traía a otros sumisos, pero estos siempre se iban, él era el único que se quedaba, porque él era especial.

Y se supone que eso nunca iba a cambiar.

—Ya veremos —respondió simplemente Yoongi y volvió su atención a los documentos que estaban sobre su escritorio, anunciando que su presencia ya no era necesaria ni querida.

En silencio, ambos sumisos salieron del despacho.

—Sabía que ese tipo traería problemas —exclamó Jeonghan cruzando un brazo sobre su abdomen mientras mordía la uña de su pulgar de su mano libre.

—¿Por qué te quejas? —preguntó RyuJin—. Esto es lo mejor, estaremos viviendo aquí gratis, disfrutando de todas las comodidades y aun así nos pagaran lo que nos prometieron.

—No, tú no entiendes —pronunció frustrado.

La mujer alzó una ceja—. Tú solo estás resentido porque el amo tiene un nuevo favorito, y tiene sentido, Jimin es un hombre hermoso.

—Yoongi no tiene un nuevo favorito —espetó enojado—. Esa perra es solo un interesado.

—¿Y qué tú no eres igual? —se burló.

—Claro que no —exclamó ofendido—. Yo realmente me preocupo de forma sincera por el amo Yoongi.

—Pero él no por ti —le recordó su compañera—. Ni por nadie realmente que no haya sido su hermano y... Ahora este chico.

—¡Eso es mentira!

—Oh vamos —rió la mujer pelirosa—. Tú mismo viste cómo se comportó cuando se percató de que Jimin ya no estaba con nosotros. Aquel hombre que siempre controla sus estados de ánimo y no muestra expresión alguna se mostró molesto y preocupado.

—Él haría eso por cualquiera de nosotros —insistió.

—¿En serio? —preguntó RyuJin—. Si sabes que lo llevó a su habitación, ¿cierto? Aquel lugar privado que a ninguno nos ha permitido entrar y lo dejó durmiendo ahí toda la noche, es más, en este momento Minnie sigue ahí mientras él está en su despacho —le recordó y Jeonghan simplemente no pudo responder.

Molesto, Jeonghan observó hacia las escaleras y contempló al pelinegro chico bajarlas apenas vistiendo un bóxer y una bata abierta de un tono azul marino que resaltaba su pálida piel y exponía su cuerpo delgado.

Con gracia, Minnie caminaba exponiendo sus marcas no de forma orgullosa como diciendo "mírenme", era más algo de desinterés y despreocupación que extrañamente lo hacía verse magnífico, aunque no buscara halagos ni nada.

Las miradas iban hacia él lo quiera o no, lo buscara o no.

Era solo... Su belleza innata.

Lo cual solo provocaba más envidia en Jeonghan.

—¿Vieron a Yoongi? —preguntó en un bostezo.

—Maldita perra —siseo furioso el otro varón castaño.

—Es quien lo dice —respondió automáticamente, apenas mirando en su dirección.

—Está en su despacho —respondió RyuJin, sus ojos vagando por el cuerpo de Jimin con interés.

—Gracias, hermosa, siempre me has caído mejor —le sonrió de forma somnolienta antes de pasar por al lado de ellos.

Ignorando totalmente la presencia del otro sumiso.

—Será mejor que lo dejes, no creo que él se quede tranquilo como Hobi si lo molestas —aconsejó RyuJin al observar a su compañero y contemplar la expresión de furia en este.

—Cállate —espetó Jeonghan—. Le mostraré al amo quién es realmente esa basura —anunció antes de ir detrás del hermoso pelinegro.

"Creo que Jeonghan intentará algo" advirtió Hoseok que había estado rondando cerca de Minnie.

"Cuando esté a unos centímetros de mi espalda, intenta empujarme con todas tus fuerzas" pidió Jimin deteniéndose frente a la puerta, colocando su mano sobre la manilla, pero sin abrirla.

Cuando el sumiso estuvo cerca, Hoseok le avisó a su amigo e intentó hacer lo que le había pedido, observando con curiosidad lo que sucedería.

A penas y si lo había tocado cuando de un momento a otro, Jimin abrió la puerta y cayó con fuerza contra el suelo como si alguien lo hubiera empujado con furia.

—¿Pero qué demonios te pasa? —exclamó con dolor, observando a Jeonghan desde el suelo mientras masajeaba su sien que se había golpeado.

—¿Qué demonios? —pronunció Yoongi saliendo detrás de su escritorio para ir al lado del pelinegro.

—¡Yo no lo hice! ¡Ni siquiera lo toqué! —exclamó el castaño horrorizado.

—¿En serio? ¿Entonces por qué demonios volé como medio kilómetro y terminé en el puto suelo? —exclamó el joven pelinegro, aceptando a regañadientes la mano de Min para levantarse.

Joder, tenían que darle un maldito premio al mejor actor del año, incluso había conseguido marcas de quemadura por la alfombra en sus rodillas.

—Deja de maldecir —advirtió Yoongi, sus ojos vagando por el semi desnudo cuerpo.

—Esa desquiciada perra me empujó —se quejó—. Sostén mi grandeza para que no se ensucie, le demostraré cómo empujar a esta gonorrea con patas —exclamó subiendo las mangas de la bata por encima de sus codos mientras avanzando un paso de forma amenazadora.

Con facilidad, Min rodeó la cintura de Minnie con un brazo e impidió que avanzara más hacia Jeonghan.

Aunque no había más que estupideces saliendo de la boca del pelinegro, la amenaza era verdadera, Min lo sabía.

—Juro que no lo hice amo, ni siquiera lo toqué —exclamó entre asustado e indignado el contrario.

—Ah claro, ¿y yo volé al interior de la habitación por arte de magia? —preguntó con burla el hombre más joven—. Sé que estás celoso de mí, es imposible no hacerlo, pero disimula un poco ¿quieres? Y tener algo de orgullo en el proceso tampoco te vendría mal —se mofó.

Yoongi suspiró—. No tengo cabeza para esto. Será mejor que no vuelvas a molestar a Jimin, Jeonghan, déjalo en paz el resto de los días que estarás aquí —ordenó—. Recuerda, solo eres un invitado. Nadie tiene un puesto privilegiado aquí.

Sonriendo burlonamente hacia el sumiso, Jimin tocó el brazo que seguía rodeándolo y transmitió fácilmente con aquella simple acción y lleno de regocijo, que él si era alguien privilegiado.

O al menos alguien con más importancia que Jeonghan.

—¡Pero si yo no hice nada! —insistió y apuntó con su dedo a Jimin—. Esa perra lo planeó todo.

—Te morderé ese dedo si lo sigues apuntando en mi dirección —amenazó Minnie mostrándole sus dientes.

—Mantente tranquilo los días que te quedan aquí, Jeonghan. Ahora, fuera —ordenó Min.

—¡Pero!

—Que dijo fuera —repitió Jimin, observándole con burla mientras escuchaba la risa de Hoseok desde alguna parte de la habitación.

Pisoteando el suelo, el sumiso finalmente dio media vuelta y se fue.

Quedando a solas, Yoongi observó al hombre entre su brazo.

—¿Qué fue eso? —preguntó alzando una ceja.

—El imbécil me empujó, ¿qué más? —respondió con inocencia—. Desde que me trajiste aquí que a ese tipo no le he caído muy bien —se quejó frunciendo sus labios.

—¿Y qué haces aquí? —preguntó observando el semi desnudo cuerpo del joven pelinegro con interés hambriento.

—¿Viste un bolsito que siempre tengo alrededor de mi cintura? —preguntó relamiendo sus labios.

Si no conseguía su inyección pronto, comenzaría a sentir los síntomas de ello.

—¿Por qué? ¿Qué tienes en el?

—Lo principal sería condones y cosas en realidad.

—Uh-uh, ¿por qué no te creo? —se burló deslizando sus manos por los costados de Jimin, deteniéndose en su cintura.

—¿En serio? —gimió sintiendo como aquellas manos se deslizaba bajo su bóxer y se apoderaban de sus nalgas.

"¿Es que ustedes no pueden estar alrededor del otro sin pensar en sexo?" exclamó Hoseok frunciendo sus labios.

—¿Por qué de pronto siento frío? —preguntó Min frunciendo el ceño—. ¿Hoseok está aquí?

—Pensé que podías sentir cuando Hobi está al rededor —le recordó.

—Sí, pero prefiero asegurarme —se encogió de hombros—. ¿Está aquí ahora?

"Sí lo estoy, pero me voy a ir si piensan tener sexo" refunfuñó.

—Uhm, nop, no está —respondió Jimin empujando sus caderas hacia adelante.

Antes de que Yoongi pudiera decir algo, Hoseok lanzó del escritorio unos documentos como si una fuerte brisa hubiera entrado en la habitación, aun cuando las ventanas estaban cerradas.

Observando aquello, el rubio abogado contempló a Minnie alzando una ceja.

—Bueno, tal vez esté —reconoció con un puchero.

Inevitablemente los ojos grises de Yoongi se dirigieron a aquellos labios abultados, aquellos que hace tan solo unas horas atrás, estuvieron envueltos alrededor de su pene chupándolo de forma maravillosa.

Sintiendo la intensa mirada, el pelinegro sonrió mientras deslizaba su lengua sobre sus rechonchos labios, humedeciéndolos.

—¿Qué estás-... ?

Jimin ni siquiera alcanzó a terminar la pregunta cuando Yoongi juntó sus bocas en un beso húmedo y desordenado en el cual él dominaba y demandaba toda su atención.

Aquella lengua ni siquiera pidió permiso, Min se aprovechó de un gemido que escapó de su boca y arrasó su interior como un torbellino.

"¿Por qué jodidos no nos habíamos besado antes?" se preguntaba Minnie mientras alzaba sus manos al pecho del contrario y se aferraba del traje impidiendo así que Min osara alejarse.

Pero Yoongi estaba lejos de ello mientras su boca seguía moviéndose, devorando y dominando a su paso. Apoderándose y nublado cualquier pensamiento en Minnie que no fuera más que besar, follar, lamer y morder.

Oh dulces Ángeles pecadores, cómo era posible que Min hiciera que algo más que no era un simple beso, pareciera que le estuviera follando con la boca.

Literalmente, él lo estaba haciendo con perversión y obscenidad codiciosa, deliciosa.

Respirando apenas, ambos se observaron fijamente antes de que Jimin moviera sus manos a los hombros de Yoongi y saltara rodeando con sus piernas la cintura de Min mientras este se aferraba a su trasero con sus manos, sosteniéndolo.

Como una batalla, ambos volvieron a unir sus bocas. Pero mientras Jimin buscaba desenfreno, Yoongi el control. Lastimosamente, lo único que controlaba a los dos era la pasión contenida.

Un beso...

Un simple beso estaba desencadenando tantas cosas sin resolver aún, sin asumir todavía.

El menor gimió disgustado cuando escuchó el sonido de la puerta y movió sus brazos rodeando el cuello de Min, no queriendo que se alejara.

Había escuchado a Yoongi describir la conexión que tenían como lujuria, una poderosa atracción, una obsesión, y... Tal vez estaba de acuerdo con aquella definición a juzgar como tampoco podía controlarse a sí mismo estando alrededor del molesto hombre.

—¿Señor? —pronunció la voz de MinJu, logrando que Yoongi rompiera el beso.

—¿Qué sucede? —preguntó en un gruñido, con su pecho moviéndose rápidamente en busca de oxígeno.

Jimin se quejó cuando unas manos apretaron sus resentidas nalgas al intentar alejarse tras poner sus pies en el suelo y lo mantuvieron cerca del gran cuerpo.

Sintiendo una dureza contra su cadera, Minnie ronroneo preguntándose si Min le dejaría tener su gloriosa polla en su boca otra vez.

—He preparado algo para que el señor Park coma como me ha pedido, pero no logro ubicarlo —anunció.

—Déjalo en el comedor, enseguida irá —ordenó.

Sin decir ninguna palabra más, el mayordomo se retiró en silencio.

—¿Dijo comida? —preguntó Minnie interesado, desde el día anterior que no comía después de todo.

¿O habían sido desde antes?

Bah, ¿qué importaba?

Observándolo, Yoongi lo besó por última vez de forma fogosa. Con sus manos apretando aquellos perfectos glúteos mientras lamia y succionaba aquella lengua juguetona.

Mordiendo el relleno labio inferior, finalmente se alejó escuchando satisfecho el disgustado gemido de Minnie, observando aquellos labios rojos e hinchados por su propia boca.

—Ponte algo de ropa y come todo lo que MinJu te preparó —ordenó—. Ah, y no te quiero ver peleando con Jeonghan o diciendo malas palabras —advirtió.

—Wouff, que significa sí mi señor, amo —exclamó fingiendo un saludo militar—. Pero esa cosa se atreve a tocarme y mi amabilidad con él se termina —anunció con una sonrisa inocente antes de robarle un fugaz beso y seguido salir apresuradamente de la habitación con una carcajada ante la mirada sorprendida de Min Yoongi.

¿Qué si se sentía bien de ser el único que al parecer podía poner una expresión en ese rostro atractivo?

Joder que sí.

Subiendo hacia su habitación, Jimin entró e inmediatamente sus ojos estuvieron sobre su pequeño bolso que descansaba encima de la cama.

"Mi hermano lo trajo mientras dormías" anuncio Hoseok.

—Ya pensaba que lo había perdido en uno de los bares —pronunció Minnie abriéndolo e inmediatamente preparando una jeringa.

"¿Por qué no le dices a mi hermano que eres diabético y necesitas inyectarte insulina?" preguntó curioso Hobi.

—En primer lugar, no necesito que nadie sepa de mis suciedades —anunció inyectándose la aguja en su muslo—. Y en segundo lugar, él no ha preguntado exactamente si padezco de alguna enfermedad. Además, si me obligó a hacer toda esa mierda de los exámenes debería de salir, ¿no?

"Tal vez espera que le digas por ti mismo o esos resultados aún no le llegan" argumentó. "Y si es así, sabes que se puede malinterpretar las cosas que llevas ahí dentro, ¿no?"

—No importa, siempre lo llevo alrededor de mi cintura por lo que nadie puede tomarlo —desestimó comenzando a vestirse.

"No lo sé. Yo que tú tendría cuidado con Jeonghan, él querrá vengarse por hacerle ver mal frente a mi hermano" aconsejó el fantasma.

—Esa perra ladra pero no muerde, solo pica como una molesta pulga —se burló—. ¿Por qué nunca quisiste decirle a tu hermano que ese idiota te molestaba? —preguntó curioso—. Por lo que he visto, Yoongi puede ser un estúpido controlador y todo eso... Pero de que se preocupa por ti... Lo hace.

"Lo sé, y es precisamente por eso que no dije nada" confesó "Si ese molesto hombre lo hacía aunque sea un poco feliz, yo podía soportarlo"

—Suena a que algo ocurrió entre ustedes —observó Jimin frunciendo el ceño de forma suspicaz.

Y luego recordó aquello que había visto gracias al suéter de Hoseok.

—Hobi... ¿Quién era su madre? ¿Qué fue lo que hizo? —preguntó con curiosidad.

Algo a su alrededor cambió, el ambiente comenzó a sentirse más frío y una extraña presión casi sofocante le rodeó.

"Nunca la menciones frente a mi hermano, Jimin, nunca le preguntes sobre ella" aconsejó Hoseok y entonces... Desapareció.

Frunciendo el ceño confundido, el joven pelinegro terminó de vestirse y salió de la habitación con su mente llena de pensamientos.

Tal parecía, que los hermanos Min tenían historias con su madre.

Pero quién era él para juzgar, considerando el padre que tenía y lo que había hecho para sobrevivir hasta ese momento.

Todos tenían demonios con los que luchar o convivir, aunque no todos fueran iguales.



_____________________________________

Espero que tengan un lindo fin de semana mis copitos, un besote y un abrazote! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro