Jungkook mantenía un ceño fruncido en su rostro mientras contemplaba la pantalla de su teléfono, pensando en si debería o no llamar a Jimin para asegurarse de que estuviera bien y averiguar si se había metido en algún problema con el estúpido de Min.

No sería la primera vez que se metía en problemas después de todo, era como si el apuesto hombre fuera un imán para ellos.

—Ahí está otra vez —murmuró Taehyung, capturando la atención de Jeon.

—¿Qué cosa? —preguntó observándolo.

—Esa parte tuya sigue prácticamente igual —resopló.

—¿Me quieres decir de qué estás hablando?

Con disgusto, Taehyung señaló con su cabeza el teléfono entre sus manos.

—Por alguna razón piensas que Jimin está en problema y quieres ir a rescatarlo, siempre has tenido un complejo de héroe —contestó.

—Por alguna razón no, yo sé que Minnie está en problemas —corrigió—. Y no tengo complejo de héroe.

—No, Jimin en realidad se veía bastante bien al lado de Min Yoongi, incluso cómodo —aseguró—. Tú también debiste de percatarte como se tranquilizó en cuanto el abogado ese apareció, tú solo estás viendo problemas donde no los hay porque te cae mal Min —indicó—. Y sí, tienes complejo de héroe, siempre tienes que sacrificarte por los demás, lastimarte por los demás... Y aunque es una característica que admiro, también la odio —confesó—. A veces provocas que uno sienta... —agitó su cabeza y guardó silencio cuando se percató de que estaba hablando demás.

—¿De qué estás hablando? —preguntó con su frente arrugada—. ¿Qué es lo que se supone que hago sentir? Habla claro Taehyung.

—Ya no tiene importancia —negó.

Jungkook le observó con sus ojos entrecerrados.

—Qué conste que yo nunca te traté como un caso de caridad o algo así.

El detective Kim resopló sin mirarlo.

—El señor Kim les puede atender ahora —anunció la secretaria de Kim Namjoon, interrumpiendo lo que sea que tenía pensado decir Jungkook.

Antes de seguir a la mujer mayor, Jeon observó a Taehyung, advirtiéndole con sus ojos brillantes en confusión y enojo que la conversación no había terminado ahí.

Y aunque no era un tema que particularmente el detective Kim quería tocar, estaba un poco feliz de que finalmente Jungkook mostrara indicios de querer hablar con él algo aparte del caso.

—¿Qué es lo que puedo hacer por ustedes, detectives? —preguntó el hombre pelinegro parado detrás de su escritorio, con una de sus manos descansando sobre su silla.

—Él es el detective Kim Taehyung y yo soy el detective Jeon Jungkook, tenemos algunas preguntas respecto a su relación con cierta persona —anunció.

Namjoon alzó ambas cejas con tranquilidad y luego asintió con su cabeza. Señalando las sillas frente a él, invitó a los detectives a tomar asiento junto a él.

—Díganme —pronunció.

—¿Conoce usted a un hombre llamado Kim SeokJin? —interrogó Taehyung.

—Sí —asintió.

—¿Cuándo fue la última vez que le vio y habló con él? —interrogó el detective Jeon.

—La semana pasada lo visité en su peluquería, y hace unos días me llamó quejándose de unos hombres, supuestamente bajo mis órdenes, vigilando su tienda —respondió con aparente tranquilidad.

—Supuestamente —repitió Taehyung—. ¿A caso usted no estaba detrás de él?

—SeokJin me gusta y estoy tratando de conquistarlo, pero no enviaría a algunos guardias detrás de él sí sé que eso puede perjudicar su negocio —explicó y se recargó en el respaldar de su silla—. ¿A qué viene estás preguntas, detectives? ¿Le ha ocurrido algo Jin? —preguntó mostrando un poco de preocupación.

—¿Por qué crees que le ha ocurrido algo? —cuestionó Jungkook.

Namjoon alzó una ceja—. SeokJin no es la clase de personas que enviaría a otros para resolver sus problemas, si algo le molesta, estaría aquí mismo informándome al respecto.

—Parece que ya lo ha hecho antes —observó el detective Kim, anotando algo en su pequeña libreta.

—La primera vez que empecé a enviarle joyas como regalos —asintió y se encogió de un hombro como si no fuera la gran cosa.

—Necesitamos que nos diga todo lo que SeokJin le dijo respecto a esos hombres que rondaban su tienda —pidió Jeon.

—Primero quiero saber por qué —condicionó.

Jungkook observó a su compañero antes de comenzar a hablar.

—Fuimos a verlo a noche, no lo encontramos. Esta mañana volvimos y encontramos su tienda totalmente quemada junto a su casa en el piso de arriba —reveló.

—¿Y SeokJin? —preguntó Namjoon con voz tensa.

—Encontramos un cuerpo en el departamento, totalmente calcinado, en este momento nuestro médico forense está tratando de averiguar quién es a bases de pruebas —contestó Taehyung.

—¿Por qué dos detectives fueron a ver alguien como SeokJin? —cuestionó Namjoon observándolos fijamente con sus formidables ojos verdes.

—Es un tema clasificado —negó Jungkook.

—Bueno señores, me temo que entonces yo tampoco puedo decirles algo más —anunció.

—Estaría interfiriendo con una investigación, tendremos que llevarle a la comisaría —advirtió Jeon.

—En realidad, creo que ustedes no saben dónde están parados en este momento, detectives —comentó con una calma que ningún asesino podría aparentar.

A menos que sea un experto.

—¿Qué sabes de Kaleidos? —cuestionó repentinamente el detective Kim.

—Taehyung —gruñó Jungkook.

—Él sabe algo —advirtió su compañero cuando percibió un sutil cambio en expresión de Namjoon.

—Kim Namjoon, por favor síganos a la comisaría —ordenó Jungkook levantándose de su silla al igual que su compañero.

Suspirando, Namjoon obedeció y siguió a los detectives tranquilamente.

—Llama a mi abogado —ordenó a su secretaria antes de seguir a los detectives fuera de su oficina, y pronto de su casino.

—¿Quieren decirme por qué tienen en la habitación de interrogatorios al dueño del casino Kim Royal, Kim Namjoon? —cuestionó Heechul a sus dos detectives.

—Se está negando a cooperar con nuestra investigación —respondió Jungkook.

—Y estamos esperando a su abogado —añadió Taehyung.

—Perfecto. Magnífico —exclamó su superior.

—¿El médico forense ya contacto con usted? —preguntó Jeon.

—Aún no —respondió—. ¿Por qué esperan que confirme si la persona del edificio quemado es Kim SeokJin? —preguntó—. ¿Qué tiene que ver con la investigación?

—Nuestro informante nos dirigió a él —anunció Jungkook—. El sector donde estaba ubicado la peluquería y departamento de SeokJin, era el lugar perfecto para ver las ventas de droga o cualquier otra transacción. Y nos enteramos de que antes de que le ocurriera eso, SeokJin estaba siendo vigilado —explicó.

—Seguramente vio algo que no debió de ver —pronunció—. Eso no es poco común.

—Pero tomarse tantas molestias con él por ver algo que no debió de ver... ¿No es extraño? —preguntó Taehyung—. ¿Y si vio algo relacionado con Kaleidos?

—Eso... Podría ser —asintió lentamente.

—Si Kim Namjoon está tan enamorado como aseguró de SeokJin, no me lo imagino no haciendo algo luego de enterarse de que su chico estaba siendo vigilado, ese hombre es parecido a Min Yoongi, después de todo —expresó Jungkook.

—Me lo tomaré como un halago, aunque temo decir que no se siente como uno —pronunció Min Yoongi apareciendo finalmente con su infaltable traje y maletín—. ¿Dónde está mi cliente? —preguntó.

—Llévenlo —ordenó el sargento Heechul antes de contestar la llamada de su médico forense.

Ambos detectives comenzaron a guiar al abogado a la habitación en la que tenían al dueño del casino.

—Quiero un momento a solas con mi cliente —pidió.

—Claro —respondió Jungkook abriendo la puerta para él.

—Nuestra conversación será privada, si me entero de que estuvieron escuchando a escondidas los demandaré —advirtió antes de entrar en la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

Acercándose, dejó el maletín sobre la mesa y observó a su amigo cruzando los brazos sobre su pecho.

—Necesito saber qué fue lo que les dijiste antes de que llegara —ordenó—. Y cuida tus expresiones, pueden no escucharnos, pero seguramente nos estarán observando a través del cristal.

—Ellos preguntaron por SeokJin, la última vez que lo vi y hablé con él. Les respondí. Ellos preguntaron entonces sobre los tipos que lo estaban vigilando —respondió.

—¿Quiénes eran los que seguían a SeokJin? ¿Por qué? Y dime si estabas envuelto en eso —demandó.

—No lo sé...

—No me mientas.

—Es... Confidencial —torció sus labios.

—Soy tu abogado, si no me dices todo no podré ayudarte y no será mi culpa —advirtió.

Suspirando, Namjoon asintió y comenzó a hablar explicándole todo a su amigo y abogado, desde el momento en que Jin había llegado a su vida y más.

—¿De qué crees que estén hablando? —preguntó Taehyung observándolos a través del ventanal al igual que su compañero.

—Seguramente de lo que queremos saber —respondió.

—Sargento —pronunciaron ambos cuando Heechul se acercó a ellos junto a un desconocido.

—Chicos, él es Park Chanyeol de la unidad anti-drogas —presentó.

—Detective Jeon Jungkook.

—Detective Kim Taehyung.

Se presentaron ambos y se dieron la mano.

—Él está aquí por Kim SeokJin —anunció su superior.

—¿Entonces, se confirmó su muerte? —preguntó Jungkook.

—El médico forense Baekhyun confirmó la muerte del agente Kim SeokJin —asintió Chanyeol.

—¿Agente? —repitió Taehyung, sorprendido.

—Hace un año, el agente SeokJin se le dio la misión de infiltrarse en el bajo mundo y averiguar sobre una nueva droga llamada...

—Kaleidos —interrumpieron ambos detectives.

—Así es —asintió—. Y el hombre ahí —señaló con su cabeza a Namjoon en la otra habitación—, era su informante principal.

—Sabía que Kim Royal no era limpio —exclamó Jungkook.

—No me malentiendas, detective Jeon, Kim Namjoon está tan limpio como su casino, él solo ayudó a nuestro agente con información —corrigió Chanyeol—. Después de todo su negocio es la mejor forma de averiguar cosas.

—Entonces... ¿La muerte del agente SeokJin y las personas que le estaban vigilando...? —preguntó Taehyung.

—Creemos que está relacionado, pero nuestro agente no alcanzó a informarnos al respecto —contestó—. Esperaba que él pudiera darme respuestas —observó a Namjoon.

—Puede hablar con él si gusta, pero me temo que ya ha llamado a su abogado —advirtió Heechul.

—El señor Kim hablará si me ve —aseguró antes de retirarse, siendo seguido por los dos detectives.

La atención de Yoongi y Namjoon se posó sobre las tres personas que se internaron en la habitación, siendo el tercero un total desconocido para Min, en teoría al menos, ya que suponía que ese debía de ser el jefe de SeokJin según lo que le había contado Namjoon.

—Señor Kim —pronunció Chanyeol.

—Señor Park —contestó—. Mi abogado Min Yoongi —presentó Namjoon.

—Park Chanyeol —estiró su mano y Yoongi la estrechó.

—Si está aquí, me imagino que es porque ya se ha aclarado este malentendido —expresó soltando su mano, echando una rápida mirada a los dos idiotas detectives.

—Totalmente —asintió.

—¿Cómo está SeokJin? —preguntó Namjoon, apenas mostrando la preocupación en su rostro, pero su tono lo estaba delatando.

Park Chanyeol le observó por un momento en silencio, uno que despertó un mal presentimiento en Namjoon.

—El médico forense confirmó que el cuerpo encontrado era de SeokJin —informó finalmente, como si con aquellas palabras no acabara de sacudir el mundo del otro.

El corazón de Namjoon pareció dejar de latir por un momento ante la noticia, en shock.

—Lamento ser yo quien tenga que dar estas noticias, pero quería agradecer su cooperación en esta investigación —expresó—. También necesito saber, ¿SeokJin le comentó por qué lo estaban vigilando y quiénes?

—¿Tiene que ser ahora? —preguntó Yoongi alzando una ceja, percatándose de que su amigo no estaba bien.

La reacción de Namjoon lo delataba, algo más había ocurrido con SeokJin y lo suyo no había sido solo una relación laboral como había comentado con anterioridad.

Los otros podrían no verlo, pero él sí lo hacía.

—Es necesario —asintió Chanyeol.

—Está bien —pronunció Namjoon observando a su abogado antes de mirar a Chanyeol—. Él no me dijo mucho, solo que personas estaban vigilando su tienda y se preguntaba si yo los había enviado, cuando negué me cortó y no volví a saber de él hasta ahora —explicó con tranquilidad.

—Y cualquier evidencia o pista que podría haber dejado para nosotros, fue destruida junto a su tienda y hogar. ¡Maldición! —exclamó Chanyeol pasando una de sus manos por su cabello—. Gracias de todas formas, y por favor, llámame si recuerdas algo —pidió antes de retirarse de la habitación.

—Si no hay más preguntas, nosotros nos vamos —anunció Yoongi levantándose, observando a los otros dos detectives que se habían mantenido en silencio en todo ese momento.

Inmediatamente el pelinegro imitó su acción levantándose, ordenando su traje.

—¿Puedes pasar a dejarme al casino, Min? —preguntó—. Los detectives aquí fueron tan amables que me trajeron en su carro.

—Vamos —asintió y le dedicó aquella mirada de "tenemos un asunto del cual hablar aún".

—Min —llamó Jungkook cuando pasaban por su lado.

Yoongi se detuvo, más no miro en su dirección.

—¿Dónde está Jimin? —preguntó, observando con desagrado el perfil del abogado.

Una de las esquinas de su boca se alzó en una molesta sonrisa ladina, y le observó de reojo.

—En casa esperando por mí —respondió antes de comenzar a caminar nuevamente.

—Esa mierda —gruñó Jungkook intentando perseguirlo.

—Detente —espetó Taehyung atrapando su mano, impidiéndole avanzar más.

—Déjame ir, tengo que ir a darle una lección a ese imbécil y sacar a Minnie de ahí —exclamó y su compañero apretó con más fuerza su mano, sin dejarle ir.

—Serías un completo imbécil si intentas ingresar a la fuerza a la casa de un abogado —le regañó.

—¡Jeon, Kim! —pronunció logrando callar la discusión de ambos—. Tenemos una reunión de emergencia —anunció guardando su teléfono—. Apareció una nueva víctima, parece que Baekhyun finalmente obtuvo las evidencias que necesitaba para ser tomado en cuenta.