☼Capítulo 50- Nada termina, todo comienza... (Final)
Ana
"Entonces, atente a las consecuencias.
Sabes que no me gustan las niñas desobedientes... "
Aquellas palabras retumbaban en mi cabeza, una y otra vez.
¿Cómo llegamos a esto?
Cayendo de rodillas sobre el piso, observé varias de nuestras fotos desparramadas y rotas. ¿Por qué? Me pregunté, sintiendo mis lágrimas recorrer la superficie fría y tenue de mi rostro.
¿Debería ir y arriesgarme? ¿Debería acaso llamar a alguien?
Negando con la cabeza, me levanté, aunque mis piernas temblaran y caminé hacia nuestra habitación. Sea cual sea la decisión, iría preparada, para enfrentarlo.
La cama estaba revuelta, la ropa de ambos yacía esparcida desastrosamente en múltiples colores sobre el piso, dando una imagen pintoresta pero a la vez siniestra y llena de oscuridad.
Volviéndome a poner sobre mis rodillas, pegué mi rostro, a la suave alfombra que cubría el piso de madera y esperando tener algo de suerte, busqué la caja. Tomándola con algo de dificultad, la limpié del polvo que había acumulado durante todo este tiempo y abriéndola, me encontré con lo que tanto temía. Mis pupilas de repente se dilataron, mi corazón comenzó a bombear más sangre de lo que mi cuerpo necesitaba, tal vez, era parte de la adrenalina que ahora expedía a grandes cantidades mi cuerpo y supuse, en ese momento, que debía correr... Debía correr, por el amor de mi vida.
*Días atrás- Recuerdo*
- ¿Araceli?- Sonriéndole, la abracé. Hace tiempo no la veía y era una verdadera sorpresa tenerla de visita en mi nueva casa.- ¿Qué haces aquí?
Ara: ¡Viene a visitarte! - Respondió, sonriendo ampliamente.- Por cierto... ¡Feliz cumpleaños!- Abrazándome nuevamente, reí al sentir como alguien, se aferraba a mis piernas.
- ¡Lux!- Exclamé, alzándola y llenando su hermoso rostro de muchos besos.
Lux: ¡Feliz cumpleaños mami! - Besando sonoramente mi mejilla, cruzó sus pequeños y frágiles brazos alrededor de mi cuello.
Ara: ¡Lux! Ya hablamos de eso... - Frunciendo el ceño hacia ella, me sentí mal.
- Está bien, no tengo problemas con que me llame así... - Sonriéndole, traté de dejar el tema de lado. - Ven, pasemos a la sala.
Ara: Lo siento Ana pero si Jace no le pone un límite, yo lo tengo que hacer. - Sentándose, dejó un bolso de lado.- Te vas a casar y a tener un bebé. Esa será tu verdadera familia y nosotras, no formamos parte de ella y debe entenderlo.
- ¿Cómo supiste lo del bebé?- Frunciendo el ceño, acaricie el cabello de Lux que se encontraba ajena a nuestra conversación, por raro que parezca.
Ara: Hace mucho tiempo, lo sé.- Encogiéndose de hombros- Soy doctora, ¿No te acuerdas?
- ¿Alguien más lo sabe?- Sintiéndome amenazada, por un momento, sólo esperé que su respuesta fuera negativa.
Ara: No, sólo yo... - Haciendo una mueca- Somos amigas y soy fiel a nuestra amistad.
- Gracias, yo también lo soy. - Dirigiendo mi mirada hacia el pasillo, sonreí, al encontrarme con Nora.- Ven, quiero presentarte a mi amiga...- Ella, con cierto recelo lo hizo.- Nora, ella es Araceli y es doctora... Araceli, ella es Nora y es enfermera, además de que vale mucho para mí. Es como mi segunda madre. - Afirmé con mucha seguridad, esperando que hicieran las paces.
Nora: Siento mi comportamiento, bienvenida. - Besando su mejilla, recibió el saludo de ella y luego, tomó asiento a mi lado- ¿Y esta bella nena?
- Es su sobrina, se llama Lux.- Besando su frente- Lux ella es como mi madre, así que... ¿Qué te parece ir a dar un paseo con tu abuela?
Lux: ¡Sí, me encantaría!- Saltando de mi regazo, tomó la mano de Nora y pronto, ambas desaparecieron de mi vista.
Ara: Se nota que te quiere... - Asintiendo con mi cabeza, sonreí- Antes de que me olvide, te traje un presente de parte nuestra. - Tomando su bolso, sacó un pequeño estuche, envuelto en papel de regalo. - Espero que te guste.
- No hacía falta... - Aceptándolo, rasgué el papel- pero muchas gracias...- Jadeando de sorpresa, observé con total deslumbrez, el collar de zafiro que tenía antes mis ojos. - Esto es mucho... Yo debería, devol...
Ara: No, es tuyo... - Tomándolo, me ayudó a ponérmelo- Realmente, lo compré para ti, no lo rechazes.
- Eso no sacará de mi cabeza que esto vale mucho... - Abrazándola- Gracias, por tu regalo.
Ara: Es de parte mía, de Lux y Luke... - Aclaró, volviendo a tomar asiento.- Y Jace, te mandó esto.- Pasándome una caja cuadrada, también envuelta en papel de regalo, no supe que decir. ¿Se lo devolvía o lo aceptaba?- Y me dijo que por más que tu lo rechazaras, no lo llevara conmigo. Ni sé que es, por cierto...
- Gracias... - Susurré, sin poder creer que, hasta llegó a rogar, para que lo aceptara. Rasgando un parte del papel, me detuve al escuchar que los chicos habían llegado.
Ara: Creo que es hora de irme... - Levantándose, me sonrió apenada.
- No, por favor... Puedes quedarte a almozar con nosotros- Intentando que cambiara de opinión.
Ara: Me gustaría pero ya tengo planes. La próxima será, gracias por la invitación de todas formas- Asintiendo con la cabeza, llamé a Nora, que se encontraba en el jardín junto a Lux.
Nora: Esta niña es muy inteligente para su edad... - Besando su mejilla, dejó que también lo hiciera.
- Nos vemos, cariño... - Despidiéndome de Ara, al igual que Nora, la vi partir.
Nora: Una lástima que se hayan ido tan pronto... - Pasando mi brazo sobre sus hombros, caminamos de nuevo a la sala.
- También lo creo... - Sonreí, al ver que las había aceptado.
***
- ¡Dios mío! - Exclamé, dejando caer el arma sobre la caja nuevamente. Cerrándola, me pasé mis manos nerviosamente, por mi cabello.
¿En qué carajos estaba pensando Jace, a la hora, de elegir un regalo?
Tomando mi celular, marqué su número; varios segundos después, al esperar que me atendiera, no desistí de decirle unas cuantas verdades.
- ¿Estás completamente loco? ¿Cómo se te ocurre darme de regalo, un arma?
Jace: No, no estoy loco... Y sí, se me ocurrió darte una pistola porque sé que la vas a necesitar tarde o temprano. Es algo práctico ¿No crees?
- ¡Vete a la mi****! ¡Ni se te ocurra acercarte a mi casa ni mucho menos a mi familia, nunca más! Llamaré a la policia y no sólo para hacer una denuncia ¡Si no para que te encierren! ¿Me entiendes o no soy clara?
Jace: Tranquilízate, yo no te quiero hacer daño... - Suspirando lentamente- Sólo guárdala, uno nunca sabe cuando el enemigo está cerca de uno... - Cortando la llamada, fruncí el ceño, tratando de entender sus palabras.
¿Acaso hablaba de mi padre?
*** Fin del recuerdo***
Harry.
No supe bien que sucedía, hasta que algo frío, se esparció sobre mi cuerpo y me despertó de un sueño profundo. Tomando a grandes borbotones aire, que hice traspasar dificultosamente por mi boca, y sintiendo como el frío del agua, traspasaba brutalmente mi cuerpo y hasta inclusive mis huesos, temblé y me removí nerviosamente sobre las sogas que sujetaban doloramente mis manos y mis pies.
- Parece que mi amigo no está cómodo....
Girando mi cabeza hacia todos los lados, intenté percibir de dónde venía aquella voz. Sin embargo, una tela oscura, me impedía hacerlo.
- ¿Quién eres?- Pregunté.- ¿Qué quieres de mí?
- ¿Acaso Ana no te habló de mí?- Riendo suavamente, hizo erizar mi piel.
- No y tendrá sus motivos- Contesté valiente, forzando las sogas alrededor de mis muñecas.
- ¿Conoces a su padre?- Volvió a preguntar, escuchando sus pasos, cada vez más cerca.
- No... Y no pienso seguir hablando contigo, no sé quién eres y qué quieres de mí.- Contesté sin demostrar el miedo que sentía por dentro.
Sintiendo como se acercaba hacia mi cuerpo, de repente, la luz me cegó. Era evidente que me había liberado de aquella tela oscura y molestosa.
- Bien, al fin nos conocemos Harry... - Habló, posando sus ojos azules sobre los míos.
Girando mi rostro, pude ver el lugar, dónde me encontraba. Frunciendo el ceño, pensé de dónde me conocía y aunque lo intenté una y otra vez, ningún recuerdo cruzó por mi mente. Nada bueno podía ser, estar en el presencia de éste hombre y menos en éstas condiciones.
- Disculpa, pero no te conozco.... - Hablé, ladeando la cabeza y observando más detalladamente su rostro. Tenía una pequeña cicatriz en el púmulo derecho que casi no se lograba notar por la luz, pero sin duda, lo que más llamó mi atención fueron sus ojos. ¿Por qué lo encontraba tan familiares?
- Pero a Ana, sí, ¿No?- Caminando hacia una mesa, tomó un sobre.- Todo este tiempo, te he estado vigilando, al igual que a Ana... ¿Se aman, no es así?
- Sí, la amo. Y la protegería contra usted si es necesario... - Contesté, actuando automáticamente en defensa de Ana.
- No te preocupes, no le haría daño intensionalmente. También quiero lo mejor, como su...- Sin terminar la oración, sonrió y de una manera, siniestra. Restándole importante, pregunté:
- ¿Como su...?-
- Harry, ¿Qué pensarías si te digo que Ana es la hija de un asesino? ¿Me creerías o pensarías que soy un mentiroso? - Sus preguntas me tomaron por sorpresa, y aunque quería negarlo, derrumbaron el muro de defensa que había creado por Ana. ¿Acaso me estaría mintiendo o diciendo la verdad? ¿Y si era que verdad, Ana lo sabría? ¿Cómo debería actuar con toda esta información?
- Ana es una persona muy buena, muy correcta y tener un padre asesino, no cambiaría lo que siento por ella... - Contesté, dejando de lado mis cuestionamientos.
- ¿Ni siquiera si ella lleva la misma sangre que él? - Volvió a ser cieto incapié en el tema. ¿Por qué le importaba tanto mi opinión? ¿Por qué me había traido hasta aquí?
- No, eso no altera su forma de ser... - Respondí, firmemente. Ana no era así, y nunca lo sería.
- ¿Estás seguro?- Cuestionó- ¿Y si Ana resulta ser como él, una asesina?
- No, ella no puede ser como su padre... - Negué, pensando que sus manos jamás sostendrían una pistola. Lo único que ella sostendría en sus manos, sería su raqueta, mi mano y la mano de nuestros hijos pero jamás un arma.
- ¿Por qué no? ¿Acaso conoces a su padre?
En cierto modo, ya me estaban molestando sus preguntas. ¿Por qué tanta importancia en su padre? ¿Acaso debería darle alguna importancia?
- No, y ni quiero conocerlo, si es un asesino... - Respondí, haciendo una mueca.
- Lastima, es demasiado tarde...- Sentándose sobre una silla y prendiendo un cigarillo- ¿Sabes quién soy yo?
- No, pero si piensa así de Ana, y me tiene de esta forma inhumana, debe ser alguien peligroso y que Ana no quiere tener cerca suyo.
- Me resustaste astuto- Susurró, riendo posteriormente- Aunque no lo quiera, siempre seré parte de su vida.- Acercándose a mi cara- ¿Y sabes por qué?
Negando con la cabeza, observé sus ojos. Parecía a los de Ana.
- Porque yo le di la vida... Yo soy su padre... - Su aliento a tabaco y sus palabras, congelaron cada parte de mi cuerpo y sin saberlo, mi mundo comenzaba a caer ante mis ojos y ya nada podía hacer.
Ana.
Mi corazón palpitaba fuertemente sobre mi pecho y el tráfico, ponía mis nervios de punta.
¿Por qué había tanto tráfico? Pensé.
Pareciera que el mundo hoy estuviera en mi contra. Suspirando pesamente, aparqué en el primer lugar que encontré, aunque para ello tuve que recibir varios bocinazos y protestas de ciertos conductores, con palabras nada buenas.
Corriendo, como si de eso dependiera mi vida, crucé varias calles, hasta llegar a mi objetivo. Tomando el pequeño papel arrugado que había guardado en mi chaqueta, revisé la dirección y dándome cuenta de que era correcta, entré a la fábrica abandonada.
Antes de abrir la puerta, toqué mi vientre.
- Te prometo que saldremos bien... - Sintiendo una lágrima recorrer mi mejilla- Saldremos con tu papí y seremos felices...
Empujando la puerta oxidada, por el pasar de los años, entré. La oscuridad reinaba en el lugar, y la tenue luz se filtraba por algunas partes del techo roto, que se imponía sobre mí. Varias ratas se encontraban paseando sobre suelo, entre los escombros y algo de basura podrida. Tapando mi nariz, traté de aguantar las nauseas. Esto realmente era asqueroso.
Caminando, saqué el arma y sacándole el seguro, aceleré mis pasos hasta llegar a otra puerta. Entrando me encontré con un pasillo con varias puertas, a sus costados. ¿Dónde se suponía que estaban? Abriendo la primera puerta, me encontré con una habitación vacía y así seguí hasta dar con la que me llevaba a otra habitación más grande pero oscura. Realmente no me gustaba la oscuridad y menos sino sabías qué podías encontrarte en ella. Escuchando como la puerta que anteriormente había abierto se cerraba, puse en alerta mis 5 sentidos.
- Hasta que al final volvemos a estar en el mismo lugar... - Su voz se escuchaba más cerca de lo que quería. Apuntando el arma hacia todos lados, giré sobre mi cuerpo, sintiendo mi piel erizarse.
- Baja esa arma, te puedes lastirmar...- Riendo, escuché sus pasos rutumbar sobre el piso.
- ¡Si te acercas te juro que disparo! - Exclamé, conteniendo las lágrimas pero sobre el gran miedo que me producía.
- ¿Y si es al revés? ¿Y si te mato a tí?
Sus preguntas lograron descolocarme, olvidándome dónde y con quién me encontraba. Un fuerte escozor en mi brazo derecho hizo que volviera a la realidad. Tocándolo,sentí un líquido mojar mis dedos, acercándolo a mi boca, sentí el olor ferroso a sangre.
- Hace mucho no sentía el olor a sangre.... Pero es delicioso, ¿No crees?
Arrugando mi nariz, limpié mis manos por mi chaqueta y poniéndome nuevamente en guardia, intenté percibir cada uno de sus movimientos.
- Podemos hacer esto rápido.... - Contesté, dando unos pasos- Deja a Harry en libertad, y también deja en paz a mi familia y a Nora, ella no tiene nada que ver en esto... ¡Te daré lo que pidas!
Escuchando su risa siniestra, tragué saliva nerviosamente.
- ¿Piensas que las cosas son así de fáciles?- Escuchando cómo chasqueaba sus labios- Además, ¿Estuvieras dispuesta a darme lo que yo quisiera? ¿Inclusive a mi nieto?
¿Qué? ¿Cómo se enteró de eso?
- Seguramente te estarás preguntando cómo se de tu embarazo... - Riendo suavamente- Nora, me lo dijo...
- ¡Mentira! - Exclamé, volviendo a sentir otro escozor pero ahora en mi espalda, giré apuntando a la nada.
- No te conviene exaltarte, sólo provocarás que te lastime más...
- ¡Terminemos de una buena vez !- Volvió a exclamar, sin importar su amenaza- ¿Qué tiene que ver en todo esto Nora?
- Más de lo que tú crees... - Contestó, cegándome con la luz que de repente, iluminó la habitación.
Observando que se acercaba, retrocí defensivamente.
- No te haré daño, sólo quiero que escuches lo siguiente.... - Dirigiendo su mirada al celular que se encontraba entre sus manos, comenzó a teclear un número y tiempo después, poniéndolo en voz alta, escuché los pitidos hasta que una voz conocida, inundó el silencio sepulcral....
- Hola Lizzi...
- ¿Qué quieres?
¿Lizzi? ¿Por qué su voz se parecía tanto a la de Nora? ¿Acaso eran algo? ¿Acaso me habré confundido?
- Parece que hoy estás de mal humor- Riendo- No es así, ¿Nora?
- ¡Déjame en paz! Ya te di todo lo que me pediste, ¿Qué tiene que ver mi nombre falso en todo esto?
¿Nombre falso? ¿Ella me mintió?
- Nada, simple curiosidad... - Dirigiendo su mirada hacia mí- ¿Disfrustaste mintiéndole a Ana?
- ¡No hables de mentir, por qué eres mucho peor que yo!- Exclamó furiosa- Yo le mentí, sí, lo admito pero sólo lo hice para protegerla de tí....
- ¿Protegerla? - Preguntó burlonamente- Nunca fue mi intención hacerle daño...
- ¡Claro que fue tu intención! ¡Desde que la tuve en mi vientre, tu intención fue hacerle daño! - Gritó, haciendo que mi mundo colapsara- ¡Lo único que querías era lastimar a mi hija, a la hija que tú nunca amaste!
Sus últimas palabras confirmaban lo inevitable, lo que jamás había esperado en mi vida.... Ella era mi madre y me lo había estado ocultando todo este tiempo.
- Bueno, me alegro escucharte tan furiosa como siempre y sé que lo que te diré, te pondrá más furiosa aún pero sobre todo, muy pero muy desesperada e impotente...
- ¿Qué? ¿De qué estás hablando?
- Nuestra dulce y angelical hija, se encuentra junto a su padre, escuchando la conversación....
- No te creo, ¡Estás mintiendo!
- Bueno... te daré pruebas...- Observando sus actos, él comenzó a caminar hacia mí y apuntándole con el arma, grité:
- ¡Aléjate de mí, maldito!
Volviendo a escuchar su estúpida risa, cortó la llamada sin importarle lo que Nora o como se llamare, le decía.
- Bien... ¿Con qué debemos seguir ahora?- Preguntó, tomando el cuchillo nuevamente- ¡Ah! Ya sé... ¿Quiéres saber dónde se encuentra Harry?
- Sí, y será mejor que no lo hayas lastimado porque te...
- Claro que lo he tratado bien... - Interrumpió- Hasta he envuelto su cuerpo en sábanas blancas antes de tirarlo al primer compartimiento de basura que encontré...
Una sensación de mareo y náuseas me golpeó fuertemente al procesar sus palabras...Debe estar jugando, me repetí mentalmente, tratando de mantener mi postura delante de él.
- Estás mintiendo.... Tú sabes que si lo matas no obtendrás lo que quieres de mí...
- ¿A mi nieto dices?
- ¡Tú jamás tendrás nietos, ni siquieras tienes hijos! - Escupí, con cierta rabia.
- Si sigues así, lo único que vas a lograr es perder a tu bebé....
Haciendo una mueca, ignoré su asquerosa y fingida atención.
- Dime que quieres de una buena vez.... - Hablé firmemente, sosteniendo el arma sin titubear en ningún momento- ¿Es dinero lo que quieres?
- Necesito dinero pero no de tí.... - Caminando hacia la salida- Lo único que necesito es que firmes un papel....
¿Un papel? ¿Para qué quiere eso?
- No lo haré, seguramente es otro de tus juegos sucios....
- Está bien.. - Encogiéndose de hombros- Entonces haste cargo de las consecuencias...- Contestó, antes de salir hacia el exterior.
Corriendo hacia él, la puerta se cerró y el ruido metálico a las llaves, me hicieron saber que me había encerrado.
- Si antes no creías que Harry estaba muerto, pues bien, ahora lo estará....
- ¡Maldito infeliz!- Grité, golpeando la puerta- ¡Te juro que saldré y te arrepentirás de hacerme esto!
Sollozando de manera involuntaria, caí de rodillas, en el suelo frío y sucio.
- ¿Por qué? - Me pregunté, limpiando mis lágrimas- ¿Por qué me tiene que suceder lo peor, en el mejor momento, de mi vida?
Debería estar en casa, con Harry feliz, por la noticia de nuestro bebé pero ¡No! Estoy aquí, llorando, temblando del miedo y sin saber si Harry todavía sigue con vida.
El sonido de un disparo, hizo que me congelara en milésimas de segundos... Él lo había....
- ¡No!- Grité, levantándome y apuntando hacia la cerradura de la puerta, lo hice volar en cuestión de segundos, produciendo a la vez un fuerte ruido que aturdió mis oídos.
Corriendo en dirección hacia dónde había escuchado el disparo, logré verlo a él.... Sin pensarlo dos veces, apunté y disparé. Miles de lágrimas querían escaparse de mis cristalizados ojos pero no debía. Finalmente el arma cayó a mis pies, cuando me di cuenta, de lo que había pasado.
- Soy una asesina... - Susurré, viendo su cuerpo boca abajo, con una laguna de sangre, que comenzaba a esparcirse sobre el suelo. Caminando hacia el cuerpo, lo di vuelta para llevarme una gran sorpresa...
- No.... - Llevando mis manos hacia mi cara, sollozé nuevamente.... Él no era mi padre, él no era la persona que esperaba que fuera. Acariciando su rostro, sentí crecer un odio en mi interior, hacia mi misma.
- No quería matarte... - Susurré, con cierto dolor- No quería matarte Edward....
Harry.
Hace varios minutos que me encontraba solo en aquella inmensa sala pero no podía reaccionar todavía, antes las palabra del señor, que resultó ser el padre de Ana.
¿Por qué me lo había ocultado? ¿Fue él quién la ataco? ¿Fue él quién mato a la esposa de Mattew? Con sólo pensar en todos esos interrogantes, se me erizaba la piel.
- Ella no es como él... - Negando con la cabeza, pensé en Ana. La amaba demasiado y esto, no cambiaba en nada nuestra relación pero ¿Qué sucedería luego? ¿Podríamos vivir en paz? ¿Qué quiere realmente su padre? ¿Por qué la odia tanto?
Escuchando un disparo, di un respingo de sorpresa. ¿Qué fue eso?
Intentando desatar las sogas que amarraban mi cuerpo, lo logré. Masajeando mis muñecas debido al fuerte escozor que habían dejado las ataduras, pude divisar un arma sobre la mesa, caminando hacia ella, la tomé. No quería que me tomaran por sorpresa y menos desprotegido. Revisando que estuviera cargada, comencé a a dar sigilosos pasos hacia la única puerta, que daba paso a mi libertad. Saliendo, me encontré con un extenso pasillo, dando varios pasos, volví a escuchar otro disparo. Siguiendo la dirección de dónde hacía escuchado el último ruido, me detuvo delante de una puerta y colocando mi mano sobre el picaporte, pensé con qué me encontraría. Cerrando mis ojos por un instante, sólo pedí que no fuera nada malo. Girando el picaporte, entré. Ajustando mis ojos a la casi escasa luz que provenía de una abertura en el techo, busqué un interruptor de luz, y poco más tarde lo pude tocar con mis manos. Prendiéndolo, me encontré con la escena que menos esperaba en mi vida...
- Esto no puede estar sucediendo...
Frente a mis ojos, se encontra Ana junto al cuerpo sin vida de Edward. Intentando decir algo, unos aplausos hicieron que pusiera atención a la persona, que se acercaba, detrás de Ana.
- Buen tiro, Ana.... Diste en el blanco.... - Riendo sínicamente, tomó el arma que se encontraba a unos pocos metros de ella, y la envolvió en un pañuelo- ¿Ahora me crees Harry? ¿Ahora crees que ella es igual que su padre?
Negando con la cabeza, me acerqué hasta quedar frente a ella. Apuntando hacia él, le pregunté:
- Dime que no es cierto... Tú no eres una asesina como él, no lo eres y nunca lo serás- Dirigiendo mi mirada hacia él, con cierto odio- ¡Contesta! - Exclamé, sintiendo un gran dolor en mi interior.
- Vamos Ana.. Dile la verdad- Habló, depositando el arma cerca de ella - Tú sabes lo que hiciste y debes asumir las consecuencias...
- ¡Tú debes asumir las consecuencias!- Exclamé, apuntando su cabeza- ¡Aléjate de ella!
Él levantando sus manos, se alejó lentamente, no sin antes darle un beso en la frente. Ana siguiendo en su estado de shock, ni se movió ante tal gesto. Acercándome finalmente, la tomé entre mis brazos.
- Ana, por favor, dime ¿Qué sucedió? ¿Qué te hizó?- Acariciando su rostro- ¡Contesta por favor!- Exclamé agitando suavemente sus hombros.
- Lo maté... Yo lo maté... - Susurró, rompiendo mi corazón en mil pedazos.
Sus palabras se repitieron miles de veces en mi mente, asimilándolas si es que se podía. Reaccionando de repente, me alejé. ¡Esto no puede estar sucediendo!
- No sólo lo mató sino que además se liberó de su amante, del padre de su hijo....
¿Qué? Caminando hacia él, lo golpeé con el arma.
- ¡ Eso es mentira!- Grité, golpéandolo otra vez.
- ¡ Harry, por favor para!- Exclamó ella, acercándose y separándome de él.
- ¿Por qué lo defiendes? ¿Acaso te has aliado con tu padre para matar?
Sintiendo un cachetazo de su parte, toqué mi mejilla que ardía del dolor, pero éste no era nada comparado con el dolor que sentía en mi corazón.
- ¡No soy igual que él! Yo... - Pasando sus manos temblorosas por su cabello- lo maté por accidente, él y yo no...
- Lo mataste porque te convenía, no querías que Harry supiera del bebé que habías engendrado en una de sus aventuras... - Él levantándose del suelo, se limpió sus labios, llenos de sangre.
- Harry, por favor, no le creas.... Él está mintiendo... - Insistió, con lágrimas en los ojos.
- ¿Y acaso tú no lo has echo todo este tiempo? - Pregunté, apuntándole con el arma- Jamás me dijiste que él te ataco, que él mató a la esposa de tu hermano.... ¿Por qué?
No tenía evidencia de qué así lo fuera pero todas las piezas comenzaban a cuadrar demasiado bien en el rompecabezas que armaba, a medida, que todo ésto sucedía alrededor nuestro.
- No lo hice por miedo... ¡Él no es una persona de fiar!- Exclamó, dirigiendo nuevamente una mirada de dolor hacia mí.
- ¿Y por qué debería confiar en tí?- Volví a preguntar, ignorando su dolor- ¿Cuándo pensabas decirme qué esperabas un hijo de él? ¿Cuándo festejáramos su primer año? O peor aún, ¿Cuándo él me llamara papá? ¡Sin serlo!
- ¡No es su hijo, es tuyo! ¡Jamás te he sido infiel! - Exclamó, acercándose.
- ¡No te acerques, ni tú tampoco!- Grité, a ambos que se encontraban a pocos metros de mí.
- Tengo pruebas de que así lo es... - Sacando un sobre de su bolsillo, lo depositó sobre el piso y lo hizo resbalar con fuerza, hasta que llegó a mis pies. Tomándolo con mis manos, lo abrí y si antes me sentía destrozado, ahora había cabado mi propia tumba.
- ¿Qué mierda le diste? - Gritó ella, con cierto odio.
Observando con cierto rencor las fotos, se las tiré, esparciéndolas sobre el suelo.
- Me dices que es mi hijo pero le permites que toque tu panza, como si él realmente, fuera el padre...
Ana observando las fotos, negó con la cabeza.
- Esto fue en Australia, cuando fui a tomar un café con él y se enteró que estaba embarazada de...
- De él... ¡ Vamos no lo ocultes más! Toda ya está más claro que el propio agua.... - Contesté, riendo nerviosamente.
Las sirenas de la policía, comenzó a escucharse a los lejos. Esto no podría ser peor.
- Es hora de irme... y Harry, tú decides qué hacer con ella.- Caminando hacia la salida- O la matas ahora, o dejas que la maldita policia luego la deje en libertad, sin que tu primo tenga la justicia que se merece.
Ana.
Sin la presencia de mi padre, el ambiente se volvió aún más tenso. Él seguía apuntándome con el arma y yo seguía llorando, sin poder creer lo que había sucedido.
- Deberías de dejar el arma, no te haré daño.... - Susurré, temblando del frío.
Harry: Más daño de lo que me has echo, lo dudo.... - Contestó sarcásticamente- Nunca pensé que termináramos así.... Tú siendo una asesina y encima infiel con la propia persona que acabas de matar...
- ¡Ya basta!- Grité, sosteniéndome sobre la pared. Un fuerte mareo, me impedía mantenerme de pie- ¡No ves que estoy mal!
Sintiendo un dolor fuerte en el vientre, tomé asiento en el suelo, sin importarme nada.
Harry: ¿Acaso piensas que te voy a creer? Podrías estar actuando para escaparte... - Río sarcásticamente, sin moverse.
- ¡Deja de tratarme como un verdadero imbécil! No me escaparé ni mucho menos mentiré acerca de lo que hice. Si te hace feliz que me vaya a la cárcel, iré....
Harry: No me hace feliz pero tampoco me siento conforme- Acercándose, colocó el arma sobre mi vientre- Debería matarte pero sé que vales mucho más con vida...
- ¿De qué estás hablando?- Pregunté, intentando ignorar la presión que generaba la punta del arma-
Harry: Sé que éste bebé vale mucho para tí... - Traspasándome con su mirada verdosa- Así que me encargaré personalmente de sacartelo y de que jamás en tu vida lo vuelvas a verdad...
- Tú no harías eso, es nuestro hijo... - Susurré, intentando acariciar su mejilla.
Harry: ¡No me toques!- Alejándose, sentí desfallecerme.
Él me rechazaba, él pensaba lo peor de mí... Él ya no era la persona que amaba.
- Harry, perdóname... - Susurré, sintiendo un gran vació en el pecho.
Harry: Ya es demasiado tarde para pedir perdón... ¿No te parece?
Y tal vez, así lo era.... Jamás debía haberme enamorado de él, jamás debía haber permitido que él también lo hiciera. Desde un principio, sabía del peligro que corría a mi lado y sin embargo ,seguí adelante ignorando cada uno de los sucesos que fui ocultándole. No merecía su perdón, ni mucho menos su amor. Mi vida era un desastre y ahora con mucho dolor debía aceptar que había jodido su vida, que la había convertido en un desastre.
- ¡Levanten sus manos! - Gritaron unos hombres vestidos de negro. Las letras bordadas en sus chalecos, me hicieron reconocer que eran del FBI. Acercándose a mí, me levantaron.
- ¿Se encuentra bien señorita?- Preguntó uno de los agentes.
- ¿Qué sucedió aquí?- Preguntó otro.
Harry: Ella junto a su padre, mataron a mi primo.... - Contestó, dándole el arma.
- Fue accidentalmente, yo pensé que era mi padre... - Susurré, con un nudo en mi garganta- Me había dicho que lo iba a matar a él y...
- Suficiente, arréstenla. - Interrumpió- Tiene el derecho de permanecer en silencio, cualquier palabra puede ser utilizada en su contra- El agente que anteriormente me había preguntado si me encontraba bien, tomó unas esposas de metal y colocándolas sobre mis muñecas, me llevó hacia el exterior.
- Usted también me tendrá que acompañar, debe declarar cómo testigo....
Harry: Está bien oficial, sólo quiero justicia para mi primo....- Dirigiendo su mirada una vez más hacia mí, pude ver su dolor pero también odio.
¿Ahora me odiaba?
Entrando al auto de los policias, esperé por unos minutos, hasta que arrancó. Otros policias, habían quedado en la escena del crimen y Harry, era trasportado en otro vehículo, que venía a pocos metros de nosotros.
- Bien, es hora de poner en marcha el plan- Frunciendo el ceño, me pregunté de qué hablaban.
- Señorita necesito que me preste el collar que tiene puesto, por favor... - Solicitó el agente que se encontraba sentado a mi lado.
Asintiendo con la cabeza, me los saqué con cuidado y se los di, sin entender para qué lo querían.
- Bien, segundo paso.... - Habló, el que conducía.
Un gran camión delante de ambos, despistó, provocando que nos quedáramos incomunicamos y fuera de la vista del segundo auto policial, dónde traían a Harry.
- Último paso...
Abriendo las puertas, me sacaron al exterior y nos movilizamos a un auto con vidrios polarizados.
- ¿Dónde me llevan? - Pregunté con miedo.
- No se preocupe, estará bien...
Entrando al nuevo auto, mi sorpresa fue mayor. Jace se encontraba de conductor vestido de la misma forma que los agentes. Acelerando, observé como introducían cuerpos demasiados reales para mi gusto al mismo y sin poder apreciar más, me sobresalté al escuchar la explosión que destruyó al auto anterior.
- ¡Ustedes sí que están locos!- Exclamé, sintiéndome un poco mareada.
- Bien, una vez que hayan fingido la muerte de la señorita, necesito que vuelvan a la estación....- Habló a los agentes, antes de que bajara con su ayuda a un gran edificio.
- ¿Asi qué ahora juegas a ser policia?- Pregunté sarcásticamente- O acaso... ¿Es para bajar los años de condena por robar bancos?
Jace: Mejor entremos, hay muchas cosas que aclarar y no tengas dudas, que todo tiene que ver contigo y la nueva vida, que de ahora en adelante vas a llegar y que todo este tiempo, te lo han ocultado.
¿De qué está hablando? ¿Acaso se volvió loco?
Jace: ¿Vienes o te vas a quedar todo el día parada? - Preguntó, sosteniendo la puerta de entrada- Ara nos espera adentro, debes curarte esas heridas...
Asintiendo con la cabeza, lo seguí; ya nada importaba más que salvar a mi bebé... Que salvarme a mí misma, de la perdición absoluta.
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¡Final! ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
Realmente no puedo creer que ha llegado este día.
¡Esto es sorprendente y todavía no caigo!
Hay muchas cosas que quiero decir... Por empezar, quiero agradecer un montón, con todo el corazón y el alma, a todas las personas que me apoyaron durante todo este tiempo ( un año y 3 meses), leyendo, votando, comentando (aunque no tengo muchos comentarios o gran parte de ellos, sean de mis amigos o conocidos) ; no saben lo feliz que me hace saber que les gusta esta novela, que lo trato de hacer de la mejor manera posible.
No es fácil escribir y más cuando debes recrear situaciones y sentimientos, que a veces, uno no vive. Y sí, sé que ahi entra en juego la imaginación y lo que uno haría, en el lugar de otro. No niego que mucho de lo que pasó en esta novela, fueron situaciones que me pasaron personalmente pero creo que eso es la que la hace diferente de otras y me alegra saber que viviré muchas cosas más, para luego poder volcarlas en un papel, aunque con algunos cambios y poder finalmente, compartirlas con ustedes y que obviamente, disfruten de todo esto, que los hice por y para ustedes.
Otra cosa que cabe destacar, es que Harry Styles, es la inspiración de todo esto. No lo conozco personalmente pero creo que es una persona sumamente maravillosa que ha dado mucho que imaginar, no sólo a mí si no que a muchas chicas. Es realmente una fuente de imaginación, además de que estoy sumamente enamorada de cómo es. Ojalá algún día lo conozco y pueda mostrale ésta novela ¿Quién dice no? Los sueños se hacen realidad... ;)
Sin más que decir aunque por mí seguiría escribiendo, me despido pero no hasta siempre porque... ¡LA SEGUNDA TEMPORADA DE BREAKPOINT ESTÁ EN PROCESO, AHHHHHHHHHH!
En mi perfil, todas mis obras, podrás encontrar el link que los guié a la segunda temporada, o pueden buscarla en el buscador de Wattpad, como Breakpoint 2. H.S. ♥♥♥
Muchas gracias por todo una vez más y los espero en la segunda temporada, que será tan emocionante o mucho más que esta. :D
Ana. xxx
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