Ana.

Era miércoles, y toda la familia se había reunido. Louis, Niall, Zayn y Liam, aunque ésta también era su familia y ellos así lo percibían y sentían, decidieron pasarlo con sus familias.

Louis: Te deseo lo mejor Ana- Abrazándome- Que el niño Jesus, te traiga lo mejor- Acercándose a mi oído- Menos un niño...

Golpeándolo en el hombro, él rio a carcajadas, ganando la miradas de todos, en la sala.

Louis: Ya tenemos suficiente con Harry- Rodando los ojos- ¡Felicidades!

Negando con la cabeza, lo abracé fuertemente. Era como un hermano y lo iba a extrañar, aunque sólo fuera por unas horas.

Niall: Bueno, Tommo- Acercándose- Es hora de que vayas a empacar tus cosas, sino quieres quedarte- Él sacándole la lengua, subió al segundo piso- Y en cuanto a tí, ¡Ven y dame un abrazo!

Riendo ante sus palabras, lo abracé efusivamente. ¿Qué haré sin ti, Nialler? Pensé.

- Te voy a extrañar- Susurré, sintiéndome nostálgica.

Niall: ¡No digas tonterías!- Exclamó, besando mi frente- Sólo será un día, seguramente mañana mis padres vendrán conmigo. Ellos te estiman mucho.

- Mándale saludos de mi parte- Sonriendo- Y más a tu sobrino Theo, que es una dulzura.

Sí, había tenido el privilegio de conocer a Theo. Era un bebé precioso, y muy galán con su primer año de vida. ¿Qué se puede esperar? Su tío es sexy, uno de los integrantes de la banda más famosa y era lógico que murieran de ternura por él, aunque, cuando tuviera la edad de su tío, seguramente, sus padres tendrían un dolor de cabeza por sus fans.

Niall: Voy a tratar de convencer a mi hermano y a su esposa, que vengan con nosotros- Abrazándome de nuevo- Así Valentina y él, juegan juntos.

- Está bien...- Besando su mejilla- Ve a ordenar tu maleta .. ¡no te olvides de tus medias blancas que están sobre tu ropero!- Grité, esperando que él me escuchara, desde el segundo piso.

Vivir con hombres era así pero ya me había acostumbrado, y sabía cada uno de sus manías.

Zayn: No te voy a quitar mucho tiempo- Abrazándome- Te deseo lo mejor Ana, muchas gracias por permitirme ser parte de su famiia pero sobre todo ser tu amigo.

Zayn podía ser demasiado tierno, cuando se lo proponía.

- Zayn, te quiero mucho- Susurré, con lágrimas en los ojos- Te estimo mucho y nunca te olvides, que puedes contar conmigo, para lo que necesites...

Zayn: Yo también te quiero y cuenta conmigo- Abrazándome por última vez, permitió que Liam, se acercara.

- ¡No te olvides de tu espejo!- Exclamé a Zayn, que subía las escaleras, tranquilamente.

Zayn: ¡Es lo primero que guardé en la maleta!- Guiñándome uno de sus preciados ojos marrones, siguió su camino.

Liam: Parecen niños.. - Negó con la cabeza- Pero son mis amigos, al igual que tú- Abrazándome- Muchas felicidades Ana, gracias por brindarme tu amistad...

- No, gracias a vos- Riendo modestamente- Contigo y tus charlas, volví a ser lo que era antes y disfrute al máximo estar con ustedes. Eres un gran amigo, aunque, pareces más un padre.

Liam: Tal vez- Encogiéndose de hombros- Ya tengo bastante experiencia con ellos, para serlo- Señaló a Louis que bajaba a toda velocidad con su maleta y luego de este, le seguía Niall...

- Se van a golpear... Susurramos ambos.

Liam: No van a cambiar nunca- Abrazándome- Cuídate y disfruta de ésta noche con tu familia porque mañana todos, si es que Louis y Niall, no terminan en el hospital, iremos a una gran fiesta.- Sonriéndome, se dirigió hacia ellos, retándolos.

Negando con la cabeza, giré sobre mis pies, encontrándome con mi querida familia. Frunciendo el ceño, me di cuenta, de que Harry no estaba con ellos. ¿Dónde se había metido?

Mattew: Ana, ¿Podrías traerme un babero, por favor?

Hace varios días, Valentina, estaba babeando mucho, y Nora decía que podían ser los dientes aunque era muy temprano todavía. Sólo tenía 4 meses.

Asintiendo con la cabeza, subí las escaleras y me dirigi a mi habitación .Abriendo el primer cajón de mi escritorio, saqué el babero que habia comprado días atrás. Sabía que mi hermano, con su poca memoria, se olvidaría de comprar uno nuevo.

Cerrando el cajón, giré sobre mis talones y sin darme cuenta, choqué contra un cuerpo tibio y que por su aroma, sabía de quién se trataba.

- ¿Qué haces aquí?- Pregunté, frunciendo el ceño.

Harry:  De tanto fruncir el ceño, te saldrán arrugas- Con su dedo, trató de suavisar mi expresión.

Negando con la cabeza, y un poco molesta, sí, aunque no tenía la menor idea de por qué actuaba así, traté de esquivar su adictivo y casi sobrenatural cuerpo. Y por sobrenatural, me refería a su belleza.

Harry: Oye, ¿Qué haces?- Preguntó, tomando con un suave movimiento mi brazo.

- Mi hermano me está esperando, déjame ir...- Respondí sin mirarlo.

Él, caminando con cierto magnetismo, se poso delante de mi cuerpo. Me abrumaba demasiado tenerlo tan cerca. Llegaba a dominar mi cuerpo y mente, de una manera sorprendente y más con esos labios que desprendían un dulce y fresco sabor a menta.

Harry: ¿Qué sucede?- Preguntó, acariciando mi mejilla.

Suspirando pesamente, terminé por abrazarlo y fuertemente, como si fuera la última vez que no iríamos a ver. Sí, era un poco bipolar, o quizás bastante. Con él, pronto necesitaría un psicólogo.

- No lo sé- Encogiéndome de hombros- Creo que es la época.

Harry besando mi frente, recorrió mi espalda con sus suaves manos, tratando de tranquilizarme.

Harry: ¿O será por que no estaré contigo?

¡Punto para el señor Styles!

Hace días me había dado la noticia que él pasaría la navidad con su familia y era algo lógico pero no sabía por qué me inquietaba demasiado, saber que él no estaría conmigo, aunque sólo fuera por algunas horas. Quizás me había acostumbrado a su presencia y demasiado.

Harry: Todavía puedes cambiar de decisión e ir conmigo...- Besando mi mejilla- A mi madre le encantará tenerte de invitada y Gemma- Rodando los ojos- seguramente te hará probrar uno de sus deliciosos pasteles que siempre suele hacer para navidad.

Acariciando su mejilla, sólo atiné a perderme, durante un largo tiempo, en sus maravillosos ojos verdes con un tono ligeramente azul. Mediante esos cambios, había aprendido a decifrar muy bien sus estados de ánimos.

- Te amo Harry- Sonriendo tímidamente- Y por eso, debes ir con tu familia, y yo a la vez, quedar con mi familia. Ya habrá un momento para nosotros.

Harry, acercándose a mis labios, susurró:

- De eso no tengas dudas- Besándome lentamente- Por eso...- Balancéando de un lado a otro, como si estuviéramos bailando- A las 2, pasaré a buscarte, quiero mostrarte algo...

- ¿Qué estás ocultando?- Pregunté, mirándolo con los ojos entrecerrados...

Harry: Ya lo verás...- Sonrió, besándome nuevamente y llevándome a las profundas garras del amor.

Una tos falsa, hizo que ambos, prestáramos atención a aquella persona, que resultó ser Nora.

Nora: No quería interrumpir, pero necesito el babero para Valentina.

Con mi cara enrojecida, se lo entregué y ella, tomándolo entre sus manos, agregó:

Nora: Sigan con lo suyo, se ven tan adorables...

Negando con la cabeza, ella se retiró y nuevamente, ambos quedamos a merced de nuestro loco amor juvenil.

- Entonces... Quedamos a las 2..- Apretando mis labios- Espero que mi tío, no nos pille, sino estaremos en problemas...

Harry: No te preocupes, lo tengo fríamente calculado- Contestó, obsequiandome una de sus brillantes y blancas sonrisas perfectas, que sólo él, podía realizar.

- Bien, te ayudaré a empacar algo de ropa- Alejándome de él y tomando su maleta pequeña- No vaya a ser que necesites algo de ropa extra y por no ser precavido, no la tengas a mano.

Harry: Ana, todo estará bien, es sólo una cena familiar- Tomando mis manos- Y además, sólo cenaré con ellos y luego vendré, por ti, hermosa...

Sonrojando, por su cumplido, tomé la maleta y coloqué un par de pitillos negro de repuesto, y  con mucho cuidado,dos camisas blancas, que estaban y ojalá estuvieran planchadas, por el resto de la noche. Caminando hacia mi escritorio, abrí uno de los cajones grandes y extraje, tres regalos para su familia.

Harry: ¿Son para mi familia?

- Sí, para tu mamá, Gemma y tu padrastro.

Él asintiendo con la cabeza, me ayudó a acomodarlo. Una vez listo todo, cerré la misma y la baje de la cama.

- ¿No deberías irte ya?- Pregunté, al ver que el reloj de mi celular, marcaba las 4:30 y eso que el viaje hacia su casa era de una una hora y media o dos, si era bastante pesado el tráfico.

Harry: Sí, debería- Sonriéndome, me acercó a él- Te amo, Ana...

- Yo también, te amo- Acercándome, logré conectar nuestros labios en un dulce y pausado beso, como esos, que mostraban en las películas de amor.

Alejándose de mi contacto, tomó mi mano y ambos bajamos al primer piso, dónde él se despidió de mi familia y posteriormente, subió a la camioneta, con los demás chicos. Saludando por última vez, al igual que ellos lo hacían, salieron rumbo a su respectivas casas.

Entrando nuevamente a casa, caminé hacia el salón. Tomando asiento al lado de Mattew, suspiré pesadamente. No había pasado ni medio minuto, y ya extrañaba a ese par de bobos.

Nick : Se siente vacía la casa sin ellos- Sorprendida por las palabras de mi tío, ladeé mi cabeza y lo miré confundida- Ya lo admití y no pienso volver a repetirlo...

Riendo por su confesión, tomé a Valentina entre mis brazos y comencé a mecerla.

- Debes dormir, pequeña- Acariciando su cara- tu papá y yo, debemos ayuda a la abuela...

Ella sonriéndome, tomó mi pulgar y lo apretó moderadamente, como si estuviera dandome la razón.

Mattew: Se parece a Natalia....- Suspirando de repente- Es imposible no ver el reflejo de su madre, cuando tiene sus mismo color de ojos y esa sonrisa angelical.

Colocando a Vale, en su cochecito, y tapándola con la manta que Nora le había tejido, abracé a mi hermano.

- Todo estará bien, sólo piensa que ella, está bien- Besando su mejilla- Además es tiempo de navidad, ¡No de lágrimas!- Exclamé, limpiando mis ojos, de aquellas lágrimas escandalosas y llenas de dolor, aunque no quería admitirlo.

Mattew: Tienes razón...- Sonriéndome de repente- ¿Qué te parece hacer galletas con chip de chocolate?

- ¡Me parece genial!- Exclamé, felizmente. Saltando sobre su espalda, fuimos hacia la cocina, riendo de manera un poco apagada, por Valentina y sus dulces sueños, dónde ella, ahora se aventuraba.

Nick: ¡No aprenderán nunca!- Escuché decir a mi tío, que reía modestamente, junto con Nora.

- Bien, ¿Qué debemos hacer?- Pregunté, tomando un recipiente.

Mattew: Bueno, primero que nada...

Y así pasamos la tarde, como dos auténticos hermanos aunque muy en fondo, sabíamos que el dolor y daño, seguía presente, como una ponzoña, que continuaba esparciéndose sobre nuestras impuras sangres e iba marcadando cada vez más, nuestro camino hacia la perdición.

Mattew: No pienses más en él...- Soltó de repente, ganándose mi atención.

- ¿Qué?- Pregunté confundida..

Mattew: Él no se merece, nuestro amor, ni mucho menos compasión.

- Yo, sólo...- Recostándome sobre la mesa de mármol- No podría soportar más dolor- Susurré, dejando que una lágrima traicionera, bajara por mi mejilla.

Mattew: Ana, él no...

- Con solo mirar tus ojos, sé que ya no eres el mismo- Pasando mis manos temblorosas por mi cabello- Él mató lo que más amabas, ¿Por qué no debería pensar que él también puede matar lo que más amo? - Le pregunté, con un dolor indescriptible en mi interior.

Mattew: Porque no cometeras el mismo error que yo cometí - Colocando sus manos sobre mis hombros- No renuncies a Harry, él te ama, y por más que a veces, se comporte como un idiota, sé que lo amas- Acariciando mi mejilla- No permitas que el dolor y el miedo que él ha producido en nosotros, sea mayor que el amor que sientes por él...

 Abrazándolo fuertemente, lloré sobre sus hombros. Todo de repente se vino sobre mí... Mi padre y la forma fría en que me trataba y erizaba mi piel, Harry y nuestras continuas peleas, los secretos, el asesinato de Natalia, las pesadillas...

- Ya no sé si pueda- Susurré, sin ganas- Siento que él, es mas fuerte que todo...

Mattew: No, no lo sientas así- Tomando mi rostro- Él no es nada, y recuerda algo, estaré contigo en esto. -Abrazándome- No estás sola.

El pitido del horno, interrumpió nuestro momento y levantándome a duras penas, tomé un repasador y con cuidado, tomé el recipiente con las galletas.

Mattew: Huelen deliciosas ¿No lo crees?- Sonriendo, acercó una de sus manos a las galletas.

- ¡No!- Exclamé golpeando su mano- Están calientes y te lastimarás la mano.

Mattew: ¡Eres una insensible!- Exclamó, claramente actuando- Uno no puede ir por la vida, golpeando a su hermano, porque sólo tiene un amor incondicional a las galletas...

Golpeando la parte baja de sus costillas, agregué con cierto humor:

- Yo, sí puedo... - Tomando una galleta, le guiñé un ojo y subí rápidamente hacia mi habitación.

Entre preparar las galletas y las declaraciones, el reloj ya marcaba las 8 de la noche. Tomando mi ropa interior y mi suave toalla, corrí hacia el baño, Una relajante y espumoso baño, me vendría bien.

Al salir de mi habitación, una hora y media después, cambiada y arreglada para la ocasión, caminé lentamente hacia las escaleras, no quería tropezarme con los zapatos y caer. Había que evitar los accidentes torpes.

Una vez que me reuní en la sala con los demás, la noche fue pasando relativamente rápido, con anécdotas y con chistes por parte de mi hermano. Valentina con sus ojos brillantes y alegres, escuchaba atentamente a su padre, como si lograra entenderlo.

Cuando el reloj marcó las doce en punto, todos brindamos alegremente, recibiendo al niño Jesús. Entre abrazos y con las galletas de chip de chocolate, budín,  pan dulce y la sidra, me perdí por un momento en el mundo de la risa y la diversión. Sí, parecía que me había pasado un poco de copas. Yendo a la cocina por algo de agua fría, me sorprendí al ver la hora en el reloj. Sólo faltan 20 minutos para las 2 de la madrugada. Tomando algo de agua, salí rumbo a la sala.

- La he pasado genial y me encantaría seguir con ustedes, pero el sueño me está matando- Sonriendo tímidamente, saludé a cada uno. No era muy buena mintiendo pero parecía dar resultado, mi excusa anterior.

Caminando hacia las escaleras, comencé a subirlas lentamente. Ahora sí que era un gran peligro caer. Al llegar a mi habitación, tomé mi cepillo de diente y fui directo al baño, a cepillarme los dientes. Era una maldita costumbre luego de tomar, como si no me gustara tener olor a alcohol. En gran parte me recordaba a mi padre. Sacudiendo de mi mente, aquellos pensamientos, coloqué el cepillo y la pasta en su lugar, y acomodando mi cabello, salí del baño.

Sentándome en la cama, esperé a Harry, aunque si no llegaba pronto, iba terminar por dormirme en mi suave cama.

Un golpe de nudillos, hizo que prestara atención a la puerta de mi habitación. No creía o me negaba a creer que Harry había entrado por la puerta principal, mi tío lo mataría si sabía de su plan de salir, a estas horas.

Nora: ¿Puedo?- Preguntó ella.

Largando todo el aire contenido en mis pobres pulmones, asentí con la cabeza.

Nora: ¿No ibas a dormir?- Volvió a preguntar, con el ceño fruncido, al verme con mi ropa y con el tapado negro, que había logrado pasar entre mis brazos inertes.

- Claro, sólo...- Buscando una respuesta convincente- Estaba pensando...

Ella riendo ante mis palabras, se acercó y pese a mis malos pronósticos , me abrazó:

- ¿Estás esperando a Harry?

- ¿Cómo lo sabes?- Logré preguntar, dándome por rendida.

Nora: El brillo en tus ojos, lo delata.- Volviendo a reir- ¿Dónde piensan ir?

- No lo sé- Encogiéndome de hombros-Es una sorpresa...

Nora: Mientras la sorpresa, luego no sea un bebé, todo bien- Sonrió pícaramente.

- ¡Nora!- Exclamé, intentado sonar molesta.

Nora: Es una broma- Río modestamente- Aunque, sería lindo que tuvieran un bebé juntos...

- ¿Tú lo crees?- Sentándome en la cama- Él es tan intenso que a veces, me ciega como el sol... Quiere todo conmigo y a la vez, yo quiero darselo, pero me encuentro con nada...

Nora: Debes aprender a valorarte un poco más- Besando mi cabello- Él te ama porque tú, eres todo para él. Así que, no digas que no tienes nada, porque para él lo tienes todo.

- Tienes razón, es algo confuso y retorcido- Haciendo una mueca- O yo lo asimilo así.

Nora: Crean en su amor y nada ni nadie los separará...

- ¿Ni siquiera él?

Nora, dirigiéndome una mirada cargada de amor pero a la vez de dolor.

- Ni siquiera él.

El sonido de mi celular, hizo que ambas, volvieramos a la realidad.

*Mensaje de Harry*

Te estoy esperando, a una cuadra de tu casa. Te amo. xxx

- Debo irme- Apretando mis labios- Por favor, no...

Nora: No te preocupes, no se lo diré...- Abrazándome- Cuídense ¿Sí?

Asintiendo con la cabeza, besé su mejilla y fui hacia mi balcón. Horas antes, me había tomado el atrevimiento, de colocar una escalera. Una vez, sobre tierra firme, corrí hacia la entrada, cuidándome de los ojos de mi tío y mi hermano, en la ventana de la sala.

Caminando hacia la cuadra siguiente, pude divisar a Harry, recostado sobre su auto o eso creía.

- Hola..- Susurré, abrazándolo sin más preámbulos.

Harry: Hola...- Correspondiendo a mi abrazo.

Acercando mis labios a los suyos, agregué...

- Feliz navidad, amor.

Harry: Feliz navidad, cariño.

Besándome lentamente, me olvidé del mundo a nuestro alrededor y del frío que se calaba por mis piernas.

Harry: Será mejor que entremos- Seguramente había sentido que temblaba- Pero primero, te taparé los ojos...

- ¿Me taparás los ojos?- Pregunté desconcertada.

Harry: Es la primera condición para que te muestre la sorpresa- Sacando una bufanda de su bolsillo- Y no hagas trampa.

Rodando los ojos, accedí a su petición. Confiaba en él aunque desconfiaba un poco de su sorpresa.

Harry: Bien, vamos a entrar- Ayudándome, me sentó, sobre el asiento del acompañante, luego me abrochó el cinturón y finalmente besando cortamente mis labios, susurró:

- Te amo.

Sonriendo a la nada, costesté.

- Yo también te amo.

Y sin más palabras, dejé  que condujera hacia algún punto desconocido de la ciudad de Londres.

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¡Nuevo capítulo! :D Espero que les guste y que comenten ¡¡¡por favor!!! ¿Hasta ahora, que les ha parecido la novela? ¿Les gusta o no? ¡Quiero saber sus opiniones!

Pronto subiré la segunda parte, quizás más pronto de lo esperado, depende de ustedes, incentivarme.

En fin, ¡Muy feliz 2015! para todas/dos. Deseo lo mejor para cada uno.

Me despido, no sin antes, dejarle saludos y muchos besos, por supuesto.

PD: Les dejo una canción de Luis Miguel, "si nos dejan", anticipándole algo de lo que se pueden esperar en el siguiente capítulo" ♥♥♥ Y una foto de Ana, cuando fue hacia Harry y se escapo de su casa jaja... :3

Ana.ooo