Ana.

- ¿Qué...- Tratando de ocultar mis nervios?- ¿Qué haces aquí?- Retrocedí, tratando de protegerme.

- ¿Por qué te alejas?- Sonrió maliciosamente- No te haré daño... Tengo mejores planes para ti.- Recorriendo mi cuerpo con su mirada, lo cual, me hizo tener un escalofrío.

-   Debo irme- Respondí, comenzando a retroceder más y más hasta chocar con alguien.

Harry: Cuidado...- Susurró cerca de mi oído. Girando sobre mis talones  lo abracé para tratar de calmarme. No quería que el estúpido de Taylor  arruinara nuestra estadía.

-   ¿No me vas a presentar a tu amigo?

Dirigiendo mi mirada hacia él que ahora se encontraba sentado en el borde de un sillón, apreté mi agarre en la cintura de Harry.

Harry: Soy su novio. – Se presentó él, tendiéndole la mano.

-   Vaya, así que tienes novio...- Levantándose- Me debo ir, buenas noches. - Como si la oscuridad fuera su fiel amiga, lo envolvió haciéndolo desaparecer entre el gran pasillo que daba hacia el jardín.

Harry: ¡Qué sociable! ¿Estás bien?- Tomando mi cara y observándome  en busca de algún daño.

-   Sí, no te preocupes.- Acariciando su mejilla- ¿Vamos a dormir?

Harry asintiendo, se acercó y depositó uno de esos besos que me encantaban y me robaban hasta el alma. Tomando su mano caminamos hacia el ascensor y entrar a nuestra habitación, Harry se arrojó a la cama.

Harry: Me gustaría hacerte algunas preguntas...- Colocando su dedo y moviéndolo sobre sus labios- Pero respóndeme aunque sea una...

Asintiendo con la cabeza, me senté en la orilla de la cama esperando su pregunta.

Harry: ¿Debería sentir celos?- Sacándose sus anillos y comenzándose a desvestirse.- No me gustó que aquel chico...

Suspirando, subí a la cama y sentándome a ahorcadas sobre él aunque fuera un peligro para ambos, tomé su rostro y lo besé, dejando fluir todo el sentimiento que provocaba en mí, además de interrumpir su escena "pre-celos".

-  No deberías sentir celos...- Respondí rozando sus labios provocativamente- Porque al único que yo quiero es a ti.- Sonriendo- Es más, al único que amo es a ti. -Conectando mi mirada con sus ojos verdes- Sí, te amo.

Harry colocando sus manos en mi cintura, giró nuestros cuerpos, haciendo que ahora él se encontraba sobre mí. -  Yo también te amo- Respondió, haciendo que nuestros labios volvieran a juntarse y nuestros cuerpos se chocaran, buscando algo de fricción.

-   Harry...- Llamé aunque sonara más como una súplica.

Harry no respondió pero sus manos sí.  Volviendo a besar nuevamente mis labios y descendiendo por mi cuello, posó sus suaves labios en el valle de mis pechos haciendo que mis mejillas tornaran rojas.

Harry: Eh.... ¿Por qué sientes vergüenza?

-  No es que sienta vergüenza es sólo que...- Agachando mi cabeza, mordí mis labios- Es algo nuevo para mí.

Harry acariciando mi mejilla derecha, respondió:

-   Eso ya lo sé y lo siento, me dejé llevar por el deseo. - Dándome un beso en la frente fue hacia el baño, evitando mi mirada. Por mi parte, un poco confundida, caminé hacia el ropero y  saqué de uno de los cajones una bata de seda. Ajustándola, me deshice de mi ropa quedando así solamente con parte de mi ropa interior y luego, sentándome en el borde de la cama, pensé una y otra vez en lo que había pasado anteriormente. ¿Realmente estaba preparada para esto? Bueno, si era sincera conmigo mismo obviamente que diría que no. Sin embargo, el deseo que salía por los poros de mi piel aceptaban gustosamente así que caminando hacia la puerta del baño, esperé varios segundos hasta armarme del valor suficiente para llamarlo. 

Harry.

Ana: Harry, ¿podemos hablar?

Cubriéndome con una toalla de mis caderas hacia abajo, abrí la puerta y me encontré con Ana que sólo vestía una fina bata. Tragando saliva, traté de tomar distancia.

- ¿Podrías ponerte algo menos provocador? - Susurré, un poco nervioso.

Ella me observó por un instante antes de sentarse en la orilla de la cama y  comenzar a llorar, alertándome. 

- ¿Qué sucede?- Pregunté, acercándome para cubrirla entre mis brazos.

Ana: Tengo miedo pero... - Levantando su mirada, sonrió. - Quiero hacerlo contigo, Harry.

- Ana, no es necesario que lo hagamos ahora... - Acariciando su mejilla, sonreí. - Sabes que esperaré el tiempo que necesites.

Ana: Por favor, sólo quiero que me ames... - Suspirando pesadamente, besé sus dulces labios y repartí caricias por su cuerpo por un largo tiempo. 

-   Espero que estés preparada para el gran asalto.- Respondí, un poco preocupado ante su mirada de intriga.-  Te amo Ana... - Susurré, una vez que había llenado completamente su interior- Ahora eres mía y yo, soy completamente tuyo.

Ana tocándome mi mejilla, acercó sus labios a los míos mientras algunas lágrimas descendían hacia la nada.

-  Yo también te amo, Harry.

Sonriendo ante sus palabras, comencé a moverme lentamente tratando de que ambos nos adaptemos y disfrutemos al máximo las nuevas sensaciones que gobernaban nuestros cuerpos. Minutos después, cuando ambos nos encontrábamos llenos de sudor y con la respiración jadeante, nos liberamos, deleitándonos de como nuestros cuerpos exprimían hasta la última gota de placer. Abrazándola, comencé a acariciar su espalda.

- ¿Podemos hacerlo otra vez?

Su pregunta me sorprendió de tal modo que quedé paralizado por varios minutos. Colocándome sobre su cuerpo, observé que sus ojos desprendían un brillo especial.

-  ¿Estás lista? Pregunté antes de volver a ponerme protección y hundirme en ella,  sin siquiera dejarla contestar.

-  Más que lista...- Susurró sobre mis labios, dejando que nuestros cuerpos volvieran a unirse.

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¡NUEVO CAPÍTULO!

Espero que les guste, y comenten que les parece.

Ana