Gemma.

Mi madre pensaba que, había perdido la razón, cuando le anuncié que mi hermano tenía novia. Incluso, llegué a pensar durante todos estos años, que tendría una novia poco agradable y llena de tatuajes.

Sin embargo, Ana, era todo lo contrario y me agradaba.

Saliendo de mis pensamientos, puse atención a lo que estaba haciendo con mi madre, que era preparar el té para la merienda.

Cuando colocaba las típicas galletitas de chocolate, que tanto me gustaban, escuché el crujir de la escalera de madera, a medida de alguien bajaba.

Al dirigir mi mirada hacia la entrada de la cocina, me encontré con Ana, quien me sonreía.

- ¿Al fin te liberaste del pesado de mi hermano? Pregunté riendo.

Ana: Sí, aunque fue difícil dejarlo solo, ya que me pedía que me quedara con él, mientras lo revisaba el doctor- Confesó ella, haciendo una mueca.

- Ni que lo fuera a violar- Respondi sarcásticamente.

- ¡Gemma! ¿Qué te dije de hablar mal de tu hermano?- Reprendió mi madre, como siempre, acercándose a nosotras. Rodando los ojos, me acerqué hacia ambas, para presentarlas.

- Mamá, ella es Ana Lancaster, la novia del pesado de Harry- Sonreí, al ver como mi madre, me fulminaba con la mirada - Y ella es mi madre, que se llama igual que tú.

Ana: Mucho gusto, señora Ana- Respondió ella, dándole la mano.

- Nada de formalidades, eres parte de la familia- Contestó, abrazándola.

Realmente me asusta pensar que ella sea tan afectiva y más con Ana.

- Mamá, creo que dejarás sin aire a Ana... - Suspiré pesadamente, al ver que no la soltaba- No sé quien es peor, si ella o Harry.

- Oh, lo siento- Se disculpo, mirándola con cariño - Es que, no puedo creer que seas la novia de mi bebé.

¿Acaso no es pesada? ¿Alguien tiene cloro?

- ¿Te gustaría tomar té? - Pregunté, tratando de sacarla, de aquella situación incómoda. No quería que se llevara una mala impresión de mi familia.

Ella sonrojada, negó con la cabeza:

- No me gusta el té.

¿Cómo que no le gusta? ¿Acaso no sabe que es la hora del té?

- Soy de tomar mate- Sonrió- Es como tomar el té aquí en Inglaterra pero en Argentina.

Bueno, aunque sea, sabe que tomamos té pero ¿Qué es el mate?

- ¿Qué es el mate?- Preguntamos a la misma vez, mi madre y yo.

- Es una infusión, al igual que el té, pero que se toma de una manera diferente- Explico, levantándose y buscando algo en los bolsillos de su pantalón negro- Iré a buscar mi equipo de mate- Indicó para retirarse hacia la salida.

Realmente me tenía intrigada, no sabía que la gente en Argentina, tomaba mate... Bueno, tampoco he ido, aunque ganas no me faltan.

Segundos después, apareció con un bolsito floreado, de dónde saco varias cosas que jamás en mi vida había visto.

Ana: ¿Gemma, puedes poner a calentar agua?- Pregunto un poco indecisa.

- Seguro- Respondí, observando curiosamente como colocaba "yerba" al mate, junto a una bombilla.

- ¿Estás seguro que eso, se toma?- Volví a preguntar con cierta temor.

Ana: Claro- Sonrió, esperando que el agua se calentara.

Cuando estuvo lista, la colocó en "su termo" y comenzó con su labor.

La observé durante un largo rato, hasta que ella me pasó su "mate".

- ¿Debo tomarlo como tú? Indagé, perdidamente.

Ana: Sí,de la misma manera- Explicó- Absorbe el líquido por la bombilla, de a poco, hasta que te lo acabes- Sonrió, dejándome experimentar.

Absorbiendo por primera vez, aquel líquido caliente, degusté el dulce sabor mezclado con la "yerba", y debía confesar que era rico.

El flash del celular de mi mamá, detuvo mi proceso de "tomar mate".

- ¿Qué haces? - Pregunté un poco enojada.

Anne: Es para instagram- Sonrió con la vista en su celular- ¿Ana puedes ponerte cerca de Gemma?

¿Foto con mi nueva cuñada? ¡Suena genial!

- Está bien- Contestó, acercándose y sentándose en la silla siguiente a la mía.

Anne: One, two, three ¡Say cheese!- Exclamó, capturar la foto.

Anne: ¡Quedó genial!- Chilló de la misma manera.

Rodando los ojos, seguí con lo anterior; así nos pasamos un largo rato hasta que bajó Robert, acompañado con Harry, quien se veía mejor y que instantáneamente se acercó a Ana y la rodeó con sus brazos.

¡Ni que fueran a robarla! Pensé.

Anne: ¿Cómo sigue mi bebé?- Preguntó mi madre.

Harry: ¡Mamá! - Reprochó este, con sus mejillas sonrojadas.

Anne: No creo que Ana tenga incoveniente de que te diga bebé, al fin y al cabo, eres y serás mi bebé. - Sonrió, haciendo que Harry se sonrojara más de la verguenza. Mientras tanto, Ana, negaba con la cabeza, obviamente, aguantando la risa.

Robert: Harry se encuentra mejor aunque debe cuidarse y tomar los medicamentos que le receté, para que no pase a mayores- Explicó, seriamente.

Aunque me gustaba burlarme o pelearme con mi hermano, no deseaba que nada malo le pasara, así que... ¡Te haré tragar como sea, esos medicamentos! Afirmé mentalmente, ya que, Harry odiaba tomar jarabe o pastillas.

Anne: No sé que hubieramos hecho sin tí, Robert. Muchas gracias- Agradeció mi madre, con cierto cariño- ¿Algo que podamos hacer por tí? - Ofreció gentilmente.

Roberto: Bueno, si no es mucha molestaria, me gustaría tomar un mate.

¡Otro que sucumbe al poderoso mate!

Ana, colocando más azúcar y agua caliente, le entregó el mismo, para que Robert se deleita con el, un buen rato.

Roberto: Riquísimo, como lo recordaba- Halagó, sonriendo a Ana.

- ¿Usted fue a Argentina? Preguntó, pasándome nuevamente el mate, que ahora ,lo recibía con más confianza.

Roberto: Por favor, tuteame- Pidió- Y claro que he ido a Argentina, mi esposa es argentina, y me enseño a adorar a ese país.

- Me alegro que conozca mi país y en cuanto tenga oportunidad de ir nuevamente, lo invito a mi casa, junto a su esposa.

Robert: Muchas gracias Ana- Agradeció- Mi esposa no creerá que tú, nos has invitado, es muy fanática tuya.

- Entonces, más que bienvenidos. - Volvió a responder.

Charlándo un poco más, Robert se retiró y mi madre también, dejándonos a Harry, Ana y a mí, solos en la cocina.

- ¿Puedo conocer Argentina también? - Pregunté dudosa.

Ana sonriéndo, contestó:

- Claro, tú también eres bienvenida.

Harry: ¿Gemma, acaso no tenías que hablar con tu novio?- Interrumpió éste, indicándome que me retirara.

- No recuerdo que debía llamarlo- Haciéndome la desentendida.

Harry me fulminó con la mirada. Poco después, susurró algo a Ana; ella asintió para levantarse.

- ¿A dónde van? Pregunté curiosamente.

Harry: A un lugar dónde las hermanas entrometidas no puedan entrar.

Sacándole la lengua, me despedí con una sonrisa, de Ana.

Ella aceptando la mano de Harry, salieron rumbo a la calle: seguramente irían por los medicamentos. Suspirando pesadamente, tomé mi celular para llamar a Niall, debía contarle que ellos se habían reconciliado y que además ¡Eran novios! y por supuesto, ¡Había tomado mates!

¡Nuevo capítulo! Espero que les guste, y que voten o comenten. Me gustaría saber sus opiniones.

Saludos... Ana xxx