Harry.

Luego de una larga ducha, dónde logré recuperarme un poco, me cambié y bajé, encontrándome con Gemma. Era mejor enfrentarla ahora, y no después. Tomando asiento, ambos quedamos frente a frente.

- Bueno... ¿De qué quieres hablar?-  Pregunté inocentemente.

Gemma: No lo sé, dime tú.  - Contestó sarcásticamente, entregándome una taza de café con una pastillas, supongo que para evitar la resaca del día siguiente.

- Sé que estuvo mal pero te puedo asegurar, que no fue mi culpa...- Contesté a la defensiva-  Yo sólo tomé algunas copas en un bar y luego ella apareció, se ofreció a traerme y así llegó a lo que tú viste... 

Gemma: ¿Te parecería grato, que tú entraras y me encontraras de la misma forma con un hombre? Preguntó ella furiosa.

- Es diferente, yo sólo quería distraerme... - Encogiéndome de hombros, tomé un poco del café, que por cierto, estaba amargo.

Gemma: ¿Con alcohol? ¿Con esa mujer que no sabemos ni quien es? Agregó más furiosa.

Vamos, que lo están haciendo muy bien ¡Styles!

- ¿Lo siento, sí? Yo sólo quería olvidarla, olvidar ¡mis malditos celos!-  Susurre cada vez más despacio. No sabía si era conveniente, hablar sobre Ana.

Gemma: ¿De quién estás hablando? Y ni si te ocurra mentirme, porque tarde o temprano me voy a enterar... 

Suspirando pesadamente, me recosté en el sofá...

- Creo que me estoy enamorando de una chica y hoy arruiné todo y  entonces vine aquí...y pasó todo esto...- Contesté contrariado.- Sin duda, los problemas me siguen.

Gemma: ¿Quién es la afortunada? Si es que así se la puede llamar. - Sonrió, reprimiendo su risa. 

- Ana Lancaster, seguramente la conoces...

Gemma: ¡Eres un maldito suertudo! ¡Ya quisiera tener tu suerte!-  Contestó emocionada- Y claro que la conozco, una de mis compañeras está realizando un trabajo de investigación  acerca de ella. 

Asintiéndo con la cabeza, sonreí al pensar en Ana.

Gemma: Te trae loco ¿No?

- Sí, más de lo que te imaginas... 

Gemma: ¿Por qué no vuelves y le ruegas que te perdone? Debe entender que a veces, eres cabeza hueca. 

- ¡Oye! ¡Soy tu hermano! - Contesté indignado. 

Gemma: Eso lo tengo muy en cuenta, hermano. - Agregó burlándose.

Tirándole un cojín, ella subió las escaleras hacia el segundo piso; seguramente para tomar una ducha y luego dormir.

- ¡Buenas noches! Grité con mi voz ronca.

Gemma: ¡Buenas noches, bobo!  - Riéndome por su bipolaridad, tomé mi celular, para mirar la hora.

11:30 PM.

Cerrando mis ojos por un momento, pensé en la posibilidad de volver. ¿Me perdonaría? Acomodándome, me dejé llevar por los dulces sueños y por la esperanza de que así lo fuera.

 Ana.

Un día nuevo comenzaba en Irlanda, y lo apremiaba con un radiante sol; alistando mis últimas cosas, para el día de campo, escuché que alguien llamaba a la puerta.

- Adelante...

Cerrando mi mochila, dirigí mi mirada hacia la puerta, encontrándome con Cecilia.

- ¡Hola! ¿Cómo andás? Pregunté, acercándome a saludarla.

Ceci: Muy bien ¿Vos?

- Más que tú lo dudo... - Sonreí, guiñándole un ojo. 

Ella sonrojada, me ayudó gentimente con mi bolso; bajando al primer piso, me encontré con los demás chicos y sus respectivos bolsos.

Liam: Debemos dividirnos en grupos, ya que sólo hay 3 autos disponibles...- Propuso, mientras mostraba entre sus manos, tres llaves. Todos asentimos con la cabeza, para seguir escuchándolo. Él era como nuestro padre.

Liam: Louis y Zayn, ustedes irán con su novias...- Dándole la primera llave, ellos se fueron-  Niall, tú iras con los demás, ya que debo buscar a mi novia. - Sonriendo, entregó la segunda llave y finalmente emprendimos nuestro pequeño viaje al confortable campo.

Mi tío, fue el encargado de manejar mi auto, ya que, por mi "salud", no podía; observando que los dos tortolitos se veían muy felices juntos, tomé el asiento del acompañante. Abrochándome el cinturón, apoyé mi cabeza en la ventana, pensando en Harry.

¿Dónde estará? ¿Qué estará haciendo? ¿Me extrañará? Suspirando, me liberé de mis pensamientos, volviendo a la realidad. ¡Era un viaje para disfrutar no para llorar!

Gemma.

- ¿Harry? ¿Estás bien o no? ¿Quieres ir al doctor? Pregunté por décima vez.

Me preocupaba que se encontrara descompuesto en el baño, sin haber comido nada por su reboltoso estómago. 

- ¿Harry? ¡Contesta! - Demandé ya sin paciencia.

Sin embargo, no me respondió. Poco después, abriendo la puerta, puede apreciar su rostro, sus ojos apagados y su frente llena de sudor. Realmente no me gustaba que estuviera así. Tocándole la frente, confirmé lo que temía; él estaba volando de fiebre. Llevándolo a mi habitación, tomé mi celular para llamar a nuestra madre, ella seguramente sabría que hacer. 

- Hola ma ¿Cómo andás? - Hablé, cuando ella contestó.

- Hola hija, bien ¿Vos? - Respondí alegremente.

- Bien, pero tengo un problema... - Mordiendo el labio inferior, toqué nuevamente la frente de Harry,  más caliente aún.

- ¿Qué sucede cariño? - Preguntó preocupada.

- Harry está descompuesto y tiene fiebre. ¿Lo llevo al doctor? O ¿Qué debo hacer?

- Mi bebé ¿enfermo? Espero poder ir, aunque es imposible cariño... por ahora sólo, dale un ibuprofeno y bajale la temperatura con agua fría, además no te olvides de que se hidrate. Si en las próximas horas no mejora, iré con Robert.

- Está bien, mamá. Te aviso cualquier cosa. Te queremos. - Despidiéndome, fue a la cocina.

- Bueno, yo también los quiero. Besos.

Colgando la llamada, busqué algunos pañuelos, para luego mojarlos en agua fría; dándole el medicamento y un poco de agua, aguardé en silencio, pidiendo a Dios que se recuperara. Siempre el que se enfermaba de gravedad en casa, era él... Sólo esperaba que éste no fuera el caso.

Dos horas. 

Mojando por vigésima el pañuelo, lo coloqué en la frente caliente de mi hermano; parecía que antes de mejorar, empeoraba cada vez más. Tomándo mi celular, decidí llamar a Niall; los chicos debían estar al tanto de la situación. Por lo que sabía, debían presentarse a una entrega de premios en dos días y como estaba Harry, dudo que podría.

- ¿Gemma? 

Escuchar la voz de Niall, hizo que volviera a la realidad.

- Holla Niall ¿Cómo estás?

- Emm, bien y ¿ tú?

- Cansada y preocupada por Harry. 

- ¿Por Harry? ¿Qué pasó? Preguntó preocupado.

- Está descompuesto y con fiebre. Tengo miedo de que sea algo grave.

- ¡Ni lo digas mujer! Él se va a recuperar y más si llevas a su razón de vivir.

- ¿De qué hablas? - Fruncí el ceño, sin entenderlo.

- Bueno, tengo un plan y espero que me ayudes...

Sonriendo, lo escuché atentamente. Él siempre lograba que las cosas se solucionaran, aunque no sabía cómo.

- Bien, entonces, que comience el mismo...

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Bueno, ¡ Nuevo capítulo! Quizás cortito, pero mañana seguiré escribiendo. Por favor, voten o comenten. ¡Necesito de su apoyo chicas! Si tienen amigas o conocidas que le gusta leer novelas de los chicos de 1D, recomiéndela, please!! 

En fin, gracias por todo, y espero su voto o comentario con ansias.

♥Ana♥

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