Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☼Capítulo 1- Un día diferente.

*Recuerdo*

- ¡No vuelvas nunca más a esta casa! ¡Tú, ya no eres mi hija!

- Por favor, ¡entiéndeme! - Supliqué entre lágrimas.

- ¡Vete! - Gritó, mi padre.

Huyendo de su cercanía, observé cómo mi tío Nick recogía algunas prendas y las colocaba en un bolso. ¿Él sabía que esto iba a pasar?

Envuelta en sus brazos, escuché como mi padre le gritaba a mi madre que se había mantenido al margen de la situación.

- No te preocupes Ana, todo va a estar bien...- Susurro mi tío, besando mi frente.

- ¿Bien? No tengo dónde quedarme y estoy sin dinero ¿Qué está bien, Nick?

- Confía en mí, Ana -. Asintiendo con mi cabeza para no seguir hablando de lo mismo, caminé hasta su auto. Colocando las pocas cosas, dejé aquel lugar que solo me producía dolor.

3 años después...

¿Cómo pudieron abandonarme a mis 15 años? Era lo que siempre me preguntaba y a lo que nunca podía encontrar una respuesta que me convenciera del todo. Se suponía que debía pasar un día feliz, ¡Era mi cumpleaños! Pero no... Había sido estúpido organizar una fiesta y mucho más, hacerla en casa.
¿Cuál fue la consecuencia? Que mi padre llegara, arruinara la fiesta y golpeara a mi madre.
¿Qué hubo de mi hermano y yo? Solo lágrimas ya que como siempre no pudimos ayudarla.
Debía suponer que antes de la tormenta antecede la calma pero no pude reconocer en su mirada más que vacío.

-¡Ya basta! –. Me dije, antes de quitar de mi mente el cuento que siempre armaba en mi cabeza. – El pasado es pasado, Ana Lancaster-.

Y por cierto, ¿Qué hay del futuro? De mi futuro, hablando concretamente. Bueno... Hoy en día, soy una de las tenistas más famosas del mundo y eso, no lo logré gracias a ellos, sino que lo hice con mi esfuerzo y la ayuda de mi tío Nick.

- ¡Ana es hora de irnos!-. Gritó, interrumpiendo mis pensamientos.

- ¡Ya voy! –. Hablando del Rey de Roma, pensé. Tomando mi raqueta, bajé rápidamente los escalones. - ¿Se puede saber por qué el apuro?-.

- Por nada en especial. Sólo quiero llegar temprano al club-. Encogiéndose de hombros, abrió la puerta y caminó hacia su coche.

- No te creo, no logras convencerme -. Sonriéndole, esperé su reacción.

- Conozco esa sonrisa... ¿Qué insinúas?-. Ladeando la cabeza hacia un lado, aguardó una respuesta que ambos ya la sabíamos.

- Me he dado cuenta de cómo miras a mi entrenadora. ¿Estás enamorado?-.

- ¿No te produjo fiebre tanta tintura?-.

- ¡Qué chistoso! Es un gran mujer y sobre todo soltera.- Resaltando la palabra con mis manos.

- ¿Y qué tiene que esté soltera?

- Que puedes salir con ella...

- No pienso seguir esta conversación, señorita Lancaster.

- Está bien, ya no hablaremos de mi futura tía - Sonriendo, guiñé un ojo cómplice. Él, negando con su cabeza, se dedicó a manejar mientras la inexorable ciudad de Buenos Aires se iluminaba por un radiante sol.

Al llegar al club, sabía que llegaba la hora de actuar y de ocultarme para dar paso a una fría Ana, "la engreída" para muchos pero no me importaba lo que pensaran porque la mayoría eran personas que por lo único que iban, era para criticar o estar rodeado de gente de alto nivel social que hacían prepotencia de sus bienes o habilidades deportivas.

Como siempre, muchas de las personas volteaban a verme, algunos con envidia y otros solo para luego criticarme. Nunca sabías quién te clavaría el primer puñal.

Cuando faltaba poco para llegar a la bendita cancha, una señora pechugona que iba vestida elegantemente se acercó a mi tío. Su fragancia era tan fuerte que creía que en cualquier momento me desmayaría. A pesar de eso, sabía por qué se acerca a Nick y era por el dinero, siempre lo mismo.

- Ana, adelántate, luego te alcanzo. – Susurró, antes de que ella se interpusiera en nuestro camino.

- ¿Acaso te conozco?

- Seguramente- Suspiré, deteniendo ante su hipocresía.- Soy Ana Lancaster.

- ¡No lo puedo creer! – Expresó, haciendo más evidente, sus intenciones.- Eres mucho más joven de lo que pensé.

- No se preocupe señora... Lo he escuchado, anteriormente-.

- Soy Diana Dievich-.  Se presentó con cierta prepotencia.

- Un gusto conocerla...-. Mentí.- Lamento no poder acompañarla, tengo que entrenar. Espero volver a encontrarla pronto en el club-.

- Eso espero... -. Contestó, ya con sus afiladas uñas en mi tío.Aprovechando eso, me alejé.

Al llegar a la cancha asignada, me encontré con una gran sorpresa; otras personas se encontraban jugando en la misma y eso me molestaba. Acercándome, hablé sin más preámbulos:

- Disculpen pero ¿qué hacen aquí?-.

Tres de ellos se encontraban sentados mientras que los dos restantes jugaban.

- ¿Acaso no ves que estamos jugando?-. Contestó, un chico de cabello castaño.

- No me refería a eso-.

- ¿Entonces?-.

- Alquilé esta cancha desde las 5:30 p.m y han pasado 15 minutos-. Haciendo señal a mi reloj- Deberían irse-.

- ¿Podemos arreglarlos no?-. Parando el juego, se acercó.- ¿Qué te parece un autógrafo en tu raqueta?

- ¿Qué te parece la idea de largarte? ¡No quiero un maldito autógrafo! ¿Acaso creen que todo el mundo los conocen?-. Con poca paciencia, esperé que se alejara y no volviera más.

- Pues deberías conocernos-. Sonrió cautivadoramente.- Suponiendo que no me conoces, me presentaré. Soy Harry Styles. – Besando mi mejilla, confirmé su intento de coquetear.- Ellos son mis compañeros y juntos formamos una banda.

Rodando los ojos, asentí sin muchas ganas de seguir escuchándolos.

-Ya puedes saltar o gritar de la emoción. Estamos acostumbrados-.

Negando con la cabeza, respondí:

- Estás mal de la cabeza, si piensas que haré eso-.

- ¿Acaso no conoces la banda One Direction?-.

- No me interesa quiénes sean y antes de que  vuelvas a cambiar de tema, es mejor que se retiren.

- Pero...

-Harry, tiene razón. Es hora de irnos –. Uno de sus compañeros que parecía más sensato que él se levantó junto a los demás. Sonriendo con cierta burla, me dirigí a una silla y busqué lo necesario para hacer un pre-calentamiento muscular. Sin embargo, antes de empezar, alguien me tomó del brazo. Era ese tal Harry.

- ¿Acaso no entiendes lo que es "IRSE DE LA CANCHA"? ¿O hablo en chino?- Exclamé, demasiado molesta.

-Lamento si la señorita perfecta está enojada. Solo venía a proponerte un trato.

- ¿Y de qué se trata ese trato? No estoy para perder el tiempo...- Rodando los ojos, esperé su respuesta.

- Quiero un partido entre los dos.- Tomando su raqueta, volvió a sonreír.

¡Ya párale con tus sonrisitas de mier**! Creo que voy a morirme de diabetes, en cualquier momento, pensé. ¡Me sacaba de lugar!

- ¿Qué te hace pensar que yo quiero un partido con usted? - Levanté una de mis cejas, mostrando mi poco interés.

- Me llamo Harry...- Pronunció su nombre con cierta lentitud- Y en cuanto al partido, el que gana puede pedir lo que quiera al que pierde.

- Suena interesante.- Contesté, pensando en las posibilidades de que él perdiera y yo ganara.

- Claro que sí... ¿Aceptas?

- Está bien. No llores si gano.

- Lo mismo digo... – Acercándose, trató de ponerme nerviosa.

- El tenis es como el amor, sino arriesgas, pierdes-. Tocando su pecho con mi raqueta, busqué su punto débil.- Y sé, que tú perderás Harry... Te lo puedo asegurar.

- Puede que sí.- Remojando sus labios, sonrió.- Pero tengo algo que tú no...- Apartando el contacto de mi raqueta de su piel, se acercó de forma considerable a mi rostro. - Soy bastante experto en el amor a diferencia de ti.

____________________________________________________________________________

Primer capítulo ¡Qué emoción! Espero que les guste. Voten y comenten qué les parece.

PD: Foto de Ana en la parte de multimedia, parte derecha. Ella en la novela tiene el cabello rubio pero por este cambio, los chicos no la reconocieron. A partir de ahora su cabello será castaño claro. Aclaro por las dudas :P

Un beso grande.

Ana. xxx

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro