Capitulo 3.

—¿Estas lista, nena? —me preguntó Colby desde el cuarto.

—Ya salgo —le grité desde el baño mientras lavaba mis dientes, luego me asomé—. ¿Qué harás ahora que Joe te ganó el Título? —volví a meter el cepillo en mi boca.

—Buscaré la revancha.

—¿Y si no te la quiere dar? —me lavé los rastros de la pasta dental y me acerqué a él.

—Me la dará —se levantó de su puesto y besó mis labios—. Es hora de irnos.

—¿Tenemos que ir? —hice puchero mientras él acariciaba mi mejilla.

—Podría reportar que estas enferma, pero... —mordió su labio interior—. Quiero ver tu hermoso trasero en el ring esta noche —me abrazó, reí un poco y luego tomamos nuestras cosas para salir de casa.

—¿No has visto a Evelyn estos últimos días? La he estado buscando pero no la encuentro —subí mis pies sobre la guantera al estar dentro del auto.

—¿A quién? —encendió el vehículo y salimos de allí.

—Evelyn... Evelyn Fisher —lo miré, pero él aún no captaba quien era—. La reciente pareja de Allen.

—Oh, esa muchacha —sonrió—. No ha ido últimamente, ¿por qué la necesitas?

—Hace mucho que no la veo, extraño nuestras salidas —me encogí de hombros.

—Entonces no te gusta estar conmigo.

—Claro que si mi amor, pero necesito pasar un tiempo con una amiga de verdad —tomé su mano libre.

—¿Qué pasó con Alex?

—Ella no era de verdad... me hizo daño a pesar de haberme salvado, eso jamás lo olvidaré, pero es la única cosa buena que hizo por mi. Yo sé la devolví al haberle entregado un buen hombre en sus manos. La deuda está saldada.

—Bien dicho —apretó mi mano—. Tal vez se aparezca esta noche, Styles ha estado saliendo a petición del público, lo adoran.

—Como no, si está bien bueno... —lo había dicho y no pensado.

—¿Disculpa? —me miró frenando de repente, no me acordaba que fuese tan celoso.

—Ven aquí —me recargué sobre su pecho y con ambas manos sujeté tu rostro para llevar mis labios a los suyos, traté de demostrarle todo el amor que sentía por él al juntar nuestras lenguas, Colby sabía muy bien ese juego. Y para rematar, mordí su labio con un poco de fuerza—. Te amo, Lopez —me senté en mi lugar y limpié el borde de mis labios con una sonrisa, de reojo pude ver como se le formaba una sonrisa en los labios y pestañaba varias veces. Me gustaba esa reacción.

—¡Avancen idiotas! —gritó un auto atrás de nosotros. Me levanté de mi puesto sacando mi torso por la ventana y le mostré el dedo medio de ambas manos mientras Colby seguía nuestro camino, aquel hombre se quedó con los labios entre abiertos y me hizo un gesto con la mano de "no me importa", reí y volví a entrar.

—Quien se cree ese imbécil —me acomodé en el asiento como estaba anteriormente.

—Eres una demente, ¿te lo habían dicho?

—Todo el tiempo —lo miré, éste también lo hizo y comenzamos a reír.

Al llegar al coliseo, como era costumbre Colby llevó las cosas de ambos mientras tomaba mi mano y entrelazaba nuestros dedos.
Cruzamos la entrada y Vince estaba parado junto a Hunter.

—¿A qué se debe esta agradable sorpresa? —pregunté soltando la mano de Colby para cruzarme de brazos pero él pasó su mano por mi cintura.

—También es un gusto verte, Violett —Hunter sonrió ignorando mi pregunta.

—¿Qué sucede? —preguntó Colby esta vez.

—Nos dimos cuenta que perdiste el Título la noche pasada contra Roman Reigns —respondió McMahon.

—Así es.

—¿Te importaría venir con nosotros a la oficina?

—No hay problema —asintió con la cabeza, esos buitres se fueron y nos dejaron solos un rato.

—Pero que manera de ignorarme —bufé para luego girarme a él.

—No le tomes importancia, aún eres la chica favorita de Helmsley —rió para luego dejarme un casto beso en los labios.

—Luego me cuentas lo que sucedió, Sethie —le sonreí, tomé las cosas de su hombro y seguí mi camino a los camerinos mientras él caminaba en la dirección contraria.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me dí cuenta que alguien se encontraba parado al frente de mi, levanté mi vista y era Evelyn, ya era hora.

—¡Hardy! —Evelyn saltó a mis brazos como me cargaba Colby la mayoría del tiempo, era liviana.

—¿Cómo estás? —sobé su espalda, luego se bajó.

—Bien, ¿y tú? —chocó mis puños.

—Muy bien, te andaba buscando —la miré a esos ojos verdes que tenía. En realidad, teníamos un ligero parecido; su tez también era blanca, era bajita y su personalidad... puff... éramos un desmadre estando juntas, pero también era cariñosa con Aj y no le importaba estar en público.

—¿Ah si? ¿y por qué sería? —sonrió.

—Extraño nuestras salidas de chicas —golpeé su hombro.

—De femeninas no teníamos nada —rió, su risa era contagiosa.

—Eso era lo mejor, Fisher.

—Tienes razón, ¿quieres salir mañana? —acomodó su cabello castaño hacia un lado.

—Cuenta conmigo —le guiñé un ojo y seguí mi camino, pero aún así me siguió—. ¿Cómo estás con Aj?

—Muy bien, gracias —respondió animada—. Mi osito es muy cariñoso.

—¿Osito? Me harás vomitar gomitas —entré en mi camerino.

—Hazlo, tengo antojos de comerlas.

—Aquí vienen —saqué un paquete de gomitas e hice que salieran de mi boca.

—Qué sofisticada —tomó el paquete del suelo—. Y que higiénico.

—Todas tuyas.

—Gracias —la abrió y comió con ansias, era bueno que anduviera con estas golosinas, nunca se sabe cuando te harán falta—. ¿Y a ti como te va con Seth? —se sentó a mi lado al ver que lo hacia.

—Muy bien —le sonreí.

—Supe por ahí que pensaban tener hijos —habló con la boca llena, que adorable.

—Aquí nada se mantiene en secreto.

—Entonces es cierto.

—Así es —apreté los labios juguetona—. Pero lo hemos dejado un tiempo, Joe le ha metido cisaña a Seth al respecto.

—¿Qué?

—Le ha hecho cambiar de parecer.

—Si lo sé, pero preguntaba porque.

—No lo sé, aún me sorprende —pasé una mano por mi cabello aún negro, iba a teñirlo de otro color cuando saliera con esta muchacha—. No sé cual es el descaro de venir a decirlo alguien que tiene una hija en estos momentos.

—Tal vez cree que porque te vas a comprometer con algo tan grande, vas a dejar de preocuparte de él —arrugó el embase vacío.

—Por favor, no es un bebé que tenga que mimarlo —me levanté de mi puesto y desempaqué la ropa que iba a usar esta noche.

—Pero él aún te quiere, ¿no?

—Claro, como a una amiga.

—¿Y qué tal si no es así?

—Lo nuestro acabó hace mucho tiempo y él lo sabe perfectamente —le pedí que sostuviera mi ropa mientras yo cerraba el bolso, pero Evelyn se dedicó a observar lo que usaría.

—¿Y tú usas esto tan corto? —levantó mis shorts.

—No son cortos —reí—. Deberías ver los de Nickki, esos si son extremadamente cortos —hice un gesto con mis manos de como le quedaban—. ¿Me acompañas a entrenar?

—¡Por supuesto! —dio un saltó animada.

—No te aloques —la apunté con una sonrisa.

—Quiero que me enseñes tu The shining wizard.

—Es muy sencillo, mejor te enseño The devil-lock.

—¡Si! —chilló.

—Vale, pero déjame cambiarme —le avisé haciendo que saliera del camerino, me reclamó un poco pero luego lo aceptó y me esperó afuera.

Esta vez había traído una camiseta de Punk, amarré mi cabello y comencé a vestirme, los shorts me apretaban un poco en la parte trasera y eso se me hacia raro, no había crecido una talla porque lo hubiera notado a simple vista.
Le resté importancia encogiéndome de hombros y seguí con lo que hacía, terminé acomodando mis zapatillas y luego me coloqué las vendas en cada mano.
Salí en busca de Evelyn.

—¿Nunca has pensado trabajar aquí? —moví mis dedos para acomodar las vendas.

—No lo sé —se encogió de hombros—. Porque para este tipo de vida no conozco ni siquiera lo que quiere decir "WWE".

—World Wrestling Entertainment. —respondí con el significado como si fuese automático.

—¿Lo ves?

—Pero poco a poco se aprende, no puedes aprender en un día, todo toma su tiempo —la abracé por los hombros mientras caminábamos—. Varias reglas que debes saber de la WWE son: jamás esperes respeto —levanté uno de mis dedos.

—Eso lo sé, lo aprendí observándote —acarició mi espalda.

—Nunca pienses que de la calle llegarás a la WWE en una semana —levanté otro dedo—. Pero estás con AJ, él te ayudará un poco pero no mucho porque es una carrera que uno solo debe construir con su propio esfuerzo —humedecí mis labios, irónicamente le estaba dando consejos sabiendo que mi camino había sido un poco más fácil porque me estaba metiendo con el campeón furor del momento—. Y jamás esperes ser un campeón en tres días.

—Bien dicho —asintió con la cabeza—. Creo que lo pensaré.

—Podríamos ser pareja —le ofrecí mi puño, ella lo golpeó divertida. Luego apareció Styles mirándonos con una sonrisa cariñosa.

—Hola, cariño —Evelyn le habló de una manera empalagosa—. Ya te estaba echando de menos.

—Y yo a ti.

—¿Me disculpan? —me solté de Eve y me tiré al suelo simulando hacer ruidos de vómito, rápido pude sentir sus risas. Los miré y estos estaban casi por juntar sus labios, así que me quejé más fuerte.

—¡Ay por favor! —rió ella—. ¿Podrías... —intentó preguntar, la interrumpí—. Dejar... —lo hice otra vez—. ¡De hacer eso! —habló con rapidez.

—Vale, creo que ya estoy bien —limpié mis labios y me levanté—. Pero no hagan eso de nuevo.

—¿Qué? ¿esto? —lo besó.

—Diablos —cubrí mis labios como si el "vómito" estuviera a punto de salir—.,Bueno, creo que me voy —les hice una seña con los dedos sobre mi frente.

—¿A dónde vas? —preguntó AJ.

—A entrenar.

—Si quieres te acompañamos... —apuntó a Eve y a él.

—Si no se aburren —me encogí de hombros.

—Igual necesitaba hacerlo —imitó mi gesto.

—Te aviso ahora que mi entrenamiento es muy diferente al tuyo —le sonreí—. Y Eve quiere decirte algo.

—¿Quiero? —preguntó confundida.

—Si. Quieres —repetí. Me giré y seguí caminando seguida de su presencia.
Mientras ellos se decían cosas lindas y reían de lo que decían, yo prefería ir adelante, ellos se amaban y eso lo notaba, era algo tan bello.

—Hola, enana —apareció Dean hablándome con una voz muy masculina.

—¿Qué hay, Dean? —maté el momento, pero fue divertido.

—Acabo de llegar —me abrazó y besó mi mejilla—. ¿Y tú?

—Voy a ir a entrenar con AJ mientras Evelyn mira.

—Eso suena picaresco —levantó las cejas, sólo pude reír como retrasada.

—Tal vez, pero no lo es.

—Nunca le digas que no lo es a Dean Ambrose —sonrió.

—No lo es —dije cada palabra al frente de su rostro, luego apreté su mejilla seguida de una palmada—. ¿No vienes?

—Tengo que ir a ver a Ro porque le ganó el Título a tu novio.

—No por mucho —hice sonar mi cuello.

—¿Quieres apostar? —preguntó juguetón—. Diez dólares a que gana Ro esta noche.

—Hecho, veinte porque gana Seth —seguí mi camino y él desapareció por el pasillo, no sin antes saludar a los chicos detrás de mi.

Llegué a mi zona de confort donde podía entrenar y comencé con lo básico, que era el estiramiento. AJ me imitó después de dejar a Evelyn sentada.

—¿Cómo te va con Rollins? —preguntó en silencio mientras estirabamos los brazos.

—Últimamente me lo han preguntado muchos —hice una mueca—. Bien supongo, ¿por qué la pregunta?

—Porque él y Reigns están tomando sus luchas a un nivel más personal.

—¿Por qué lo dices? —toqué la punta de mis pies—. Seth solo quiere el Título, nada más.

—Hace un rato se toparon y sus miradas eran asesinas.

—Vamos, no exageres —reí pero un poco preocupada.

—No exagero, sólo digo lo que veo —estiramos la espalda.

—¿Podríamos dejarlo por un rato? No quisiera preocuparme más de la cuanta —pedí y golpeé su hombro ligeramente, éste asintió e hizo el mismo gesto.

—Muchas gracias por entrenar conmigo.

—No es nada, es más... fue agradable —pasó la toalla por su cuello—. Podría entrenar contigo todo el tiempo.

—Sólo pídemelo y ahí estaré —tomé un poco de agua tratando de controlar mi respiración.

¡Me has entendido! ¿eh? ¡Así que calla tu maldita boca!
De repente se escucharón gritos venir de un lugar muy cerca de donde nos encontrábamos.

—Te lo dije —AJ hizo una mueca. Sin pensarlo más tiempo busqué de donde provenían las voces, al hacerlo me dí cuenta que era Seth y Roman discutiendo a un nivel que ya incluían los golpes.

—No hagas nada absurdo —Evelyn me tomó de la cintura, ella sabía que yo pensaba hacer algo.

—¡Dime algo más y te arrepentirás de haberlo hecho! —Seth lo empujó.

—Traidor —le dijo en su rostro.

—Lo siento —le hice cosquillas y me soltó, así pude correr rápidamente—. ¡Ya basta! —me paré al frente de ambos, pero sin pensarlo, no tardó en llegarme un golpe directo en el ojo haciendo que me desplomara en el suelo a una distancia increíble.

—¡Que te pasa! —Dean gritó hacia uno de ellos, no logré verlo y se dejó resvalar a mi lado en cuestión de segundos, eso me había dolido y se me dificultó abrir el ojo. Me lloraban sin que yo quisiera.

—Y-Yo... —Roman tenia una cara de arrepentimiento, así que había sido él.

—¡Imbécil! —le gritó Seth para luego devolverle el derechazo, ahora ya no me interesaba si se golpeaban hasta matarse.

—Sácame de aquí —le susurré a Dean mientras veía como AJ abrazaba a Evelyn y ya se formaba un círculo de muchas personas. Dean me tomó en brazos y sólo pude ocultar mi rostro en su pecho, precisamente mi ojo golpeado para que no vieran lo que esa estúpida pelea había causado. El enojo por parte de La Autoridad al saber que le habían pegado a una mujer fuera de la pantalla sería brutal.

¡Dolía mucho, carajo!