Capítulo 66.

"¡Oh dios mio! ¡miren esto! ¡¿quién es ella?!"
Escuché como gritaba uno de los comentaristas. Violett había salido a dar su lucha contra otra de las divas pero como era de esperarse, a Apple se le había ocurrido dar su "debut". No hubiera deseado hacer eso si no fuese porque se dio cuenta que Violett estaba junto a mi en la marca.

—¡Maldita bruja! —mordí mis uñas cuando vi como la golpeaba por la espalda con una patada en la espina dorsal. Le gritó algo a la cara y Violett la miró con odio—. Pégale Hardy, pégale y no tengas piedad —susurré y me miré el cuerpo, por suerte no tenía ningún aparato extraño.

Violett la tomó del tobillo provocando que se cayera de cabeza como lo había hecho anteriormente con la otra mujer, enrolló su pierna con la de ella y le cortó el oxigeno apretando sus manos en su cuello.
Esa era su movida, y yo se la había recomendado. En cierto modo me sentía orgulloso.

La mano de Apple se movió como loca sobre la lona pero nadie podía detener a la imparable Hardy, incluso más de tres referis trataron de separarla de ella, hasta Foley. ¡Mi nena imparable!

—¡Ya está! —la soltó con rabia.

—¡Acábala! —le grité a la pantalla, estaba solo—. ¡Tiene el rostro morado, no falta mucho! ¡Luego yo soy tu abogado en la corte!

—¡Seth sal ahora! —apareció Stephanie.

—¿Por qué?

—Es tu novia, ¿no? —preguntó con obviedad.

—¡Cierto! —chasqueé los dedos y pasé a su lado—. ¿Está bien si camino lento al escenario? Me duele la pierna un poco —mentí haciendo tiempo, pero sólo rodó los ojos y me hizo un gesto de manos para que fuese de una vez por todas.

"¡A mi oficina ahora mismo!"
Escuché como le gritaba Foley.

Seguí caminando mirando mis uñas, ya casi llegaba a las cortinas y no quería hacerlo. Merecía un poco de su propia medicina.
Tarareé una canción contando hasta diez segundos.

Lo hice y todos comenzarón a gritar por mi salida, cambié mi rostro a ser uno de enojo con preocupación y pude ver como Violett caminaba de espaldas por la rampa mientras más personas se acercaban a mi "novia", sabía que chocaría conmigo.

—¡Hey! —sonrió aún más grande. Quería sonreír con ella, chocar puños y reír de la situación, pero me controlé, miré al frente y seguí caminando—. Por nada, eh —me tiró un beso, una sonrisa diminuta se asomó por mis labios pero la disimulé y subí al ring. Ese gesto de Violett me había puesto jodidamente caliente.

—¿Estás bien? —me acerqué a ella acariciando su rostro.

—Cárgame... —susurró, aún no recuperaba su color natural. Le hice caso y todos me dejaron pasar—. Le haces un escándalo ahora mismo o yo la mato... —susurró en mi oído—. Y tú sabes que prefiero los cuchillos a las armas —tomó aire—. ¿Quieres que la corte en pedacitos y le de su carne a tus mascotas o haces lo que te digo?

—Eres una perra.

—Me halagas —sonrió—, ahora, has lo que te digo —se bajó de mis brazos cuando llegamos a backstage. Apretando los labios le hice caso y fui tras de Violett.

—Oye, tenemos que hablar —le toqué el hombro.

—¡Oye que te pasa! ¡no me toques así! —le entregó Sunshine a Reigns. Este le hizo un gesto y desapareció de la escena—. ¿Quieres pelea? ¿eso quieres? —hizo sonar los huesos de sus dedos cuando se giró a mi.

—¡Le has lastimado la tráquea! ¡quien te crees que eres! —le grité con dolor.

—Bajame el tonito tarado, que yo no te he gritado —me apuntó—. Además, tu novia fue quien se apareció atacandome primero. Sabes lo que pienso del ataque por la espalda, al menos le hubieras advertido que yo me convierto en una perra ante esos truquitos.

—Tú eres quien no acata las reglas y por tú culpa ella tuvo que hacer su debut antes de tiempo.

—¡Puta que pena Rollins pero es mi momento! ¡no el suyo! —se acercó amenazante.

—¡Eres tan egoísta y...

—¿Egoísta? ¡mira quien habla de egoísmo! —comenzó a gritarme a través de mis gritos, no entendía nada.

—¡Ya basta! —la voz de Foley se hizo más fuerte que la nuestra—. ¡Los dos a mi oficina, ahora mismo! ¡Y no se atrevan a seguir discutiendo! —nos miró.

—Esta bien, sólo no me toques —levantó los brazos y comenzó a caminar a su oficina, imité su acción y después nos siguió Foley. Abrió la oficina y entramos después de él, se sentó en su puesto queriendo que hicieramos lo mismo.

—Violett... —la miró separando sus manos—. ¿Qué fue todo eso? ¿qué... qué fue eso? Porque realmente no lo entiendo, no creí que fueras así.

—Lo siento que tengas que haberlo visto de esta manera, pero cuando se meten conmigo... la cosa se pone seria y termina en estas condiciones —respondió ella. Solté una carcajada aún estando en mi papel y levanté los pies sobre el escritorio del barbón.

—Seth —me llamó la atención—. Luego hablaré contigo, ahora cállate.

—No he dicho nada —me encogí de hombros haciendo un puchero con humor.

—Sólo cállate —volvió a mirar a Violett—. ¿Sabes lo qué has provocado esta noche, Violett? Esto se puede tomar como un intento de violar el bienestar de una de las luchadoras debut, si Stephanie lo ve como todos los demás apreciando esa demostración en el ring podrías incluso estar fuera hasta nuevo aviso.

—No me sorprende, ya me ha sucedido y sé como librarme de eso. No sería nada nuevo, mucha boca pocas nueces.

—¿Ves como te habla? —me metí de nuevo—. Yo que tú la penalizo y busco con los demás una nueva forma para dejarla fuera de acción por un tiempo.

—Lo lamento corazón, pero soy la favorita de la familia McMahon y saben que no son nada sin mi —apretó mi mejilla. Era tan infantil.

—No juegues con fuego, que te puedes quemar —advirtió Foley—. Bueno, como no son capaces de comportarse como personas civilizadas, díganme de una vez por todas que fue todo ese alboroto.

—Bueno, este hombre aquí presente —hizo un ademán hacia mi—. Comenzó todo esto porque golpeé a su prometida en pleno show.

—¡Le pegaste y ella solo estaba actuando!

—Si, te voy a creer —rió con sarcasmo—. ¡Ella me golpeó con odio! ¡no lo entiendes porque no te lo hizo a ti! —me empujó con ambas manos, pero no me moví. "Me ha hecho cosas que no te imaginarías, cosas que quedarán marcadas en mi piel hasta el día en que me muera".

—¡No exageres! —me paré—. Ella solo trataba de sorprender al público y tu le pagas con una llave asfixiante... ¡tienes envidia! ¡eso es lo que sucede contigo!

—¡Estoy en todo mi derecho! ¿sabes por qué Mick? —se giró a él—. ¡Porque él se metió con...

—¡Cállate! —le tapé la boca con una de mis manos, pero mordió mi dedo y la solté por instinto.

—¡Él se metió con...

—No es necesario que lo sepa, todo el mundo lo sabe—volví a cubrir sus labios.

—Tienes razón Seth, no me interesa su relación. Eso es cosa de ustedes y si aún se tienen rencor arréglenlo fuera de la empresa, no dentro de esta —se levantó de su puesto.

—No me vuelvas a tocar nunca más, te lo advierto —me miró con odio—. Sólo te digo Mick, si no quieres tener más problemas, evita ponerme en una storyline o al menos cerca de este hombre —me apuntó—. Somos como el agua y el aceite, no nos mezclamos.

—Está bien Violett, ahora sal de mi oficina —restregó sus ojos.

—Adiosito —le dije.

—No agravies más las cosas Seth, porque no saldrás librado de esta —me respondió Foley.

—Adiosito —me dijo ella esta vez saliendo de la oficina, cuando lo decía sonaba mucho mejor.

—Bien, ¿qué me gane ahora? —levanté una ceja.

—Nada, pero después de esto me dí cuenta que tu novia no debe estar aquí —juntó sus manos—. Te pido que no dejes que vuelva, ¿de acuerdo? Porque Violett es de armas tomar y no queremos ver más víctimas de este deporte.

—No lo defraudaré —sonreí, estaba más que feliz de hacerlo.

—¿Puedo contar contigo entonces?

—¡Por supuesto! —me levanté de mi puesto y me fui.
Al menos una de mis casas no fue invadida.