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Cómo lo habían acordado el cuarteto de amigos ya tenían aproximadamente una semana comiendo juntos pero ya no en el salón de clases sino al aire libre para mayor comodidad.

Y aunque Taehyung desde un principio no estaba de acuerdo con la idea de no estar solito con su bebé ahora admitía que era muy divertido estar con aquella pareja.

Ojalá algún día pueda tener el título de novio con Jungkook porque si, ese pequeño omega de mejillas gorditas traía a su lobo y a él comiendo de la palma de su mano o más bien, de su manito.

Sin embargo, él no lo notaba.

Volviendo al tema principal, la comida que el castañito le preparaba con cariño era de lo mejor, siempre le traía sandwiches y su preciada leche de fresa pero había ocasiones que le llevaba comida extra, como ahora que vino acompañado de unos ricos originis.

El alfa estaba consciente de que el menor recibía algo de ayuda de su padre por lo que a veces su imaginación creaba escenarios donde ellos están en la cocina de su hogar con un Taehyung abrazando a un Jungkook por la espalda ayudándose mutuamente mientras se daban muchos besitos.

"Viene el avioncito di, ahhh~" una pequeña bolita de arroz se interpuso en su campo de visión el cual era sostenida por el castañito que mantenía la boquita abierta por lo último dicho. "Come TeTe, se me está cansando el bracito di, ahhh~" volvió a repetir.

Y bueno, Kim Taehyung era una persona débil cuando de Jeon Jungkook se trataba, así que con una sonrisa brillante en su rostro se dejó alimentar por su bebé.

"Mhmm... está realmente delicioso Koo" degustó a su vez que alagó porque sabía que el menor esperaba alguna reacción de su parte, el susodicho sonrió con una gran sonrisa que achicaba sus ojitos. Por lo que no se resistió a apachurrar sus chachetitos

"En serio me alegra que te guste Hyungie"

"Eres la cosita más bonita del mundo y amo como se te ve tu coronita de flores" Jungkook amaba usar accesorios en su cabecita como broches (que a su vez combinaba con el color de su cabello), cintas, listones y coronas de flores eso lo hacían sentir más bonito.

Jungkook siempre se veía bonito.

"¡Pero Mimi!" ambos giraron dónde provenía el grito de Namjoon y con un Jimin cruzado de brazos y con expresión de enojo.

"Te dije que no te daré más dulces hasta que yo lo decida mientras estarás en abstinencia de caramelos"

"¡No puedes hacer eso! Yo amo tus dulces" zarandeaba al pelirosa que no daba su brazo a torcer.

Taehyung entendió muy bien lo que se referían en cuanto a los dulces una vez tuvo el gran error de preguntar que significaba y vaya que se arrepentía de saber y solo se limitó a hacer una mueca de desagrado.

Pero un inocente y tierno omega no estaba consciente de ello, entonces por el contrario este estaba muy feliz ante la mención de caramelos.

"¡Oh! Yo quiero, ¿Me podrían dar dulces, hyungs, por favor?" Jungkook mira a sus mayores con ojos grandes y brillantes, sus mejillas prontamente tintadas de un bonito color rosita. "Uhm, mis papis dicen que no puedo comer mucho porque me pongo imperativo, pe-pero no importa, porque no sucederá esta vez" el castañito batió sus pestañas e hizo un puchero para obtenerlo.

"Cariño, yo no me refería a esos dulces exactamente" comenzó el beta. "Yo me refería a..."

El pelinegro apresurado tapó los virginales oídos de su menor para que no escuchara tal cosa.

"Por favor Taehyungie déjalo que sepa, lo mimas demasiado" habló el presidente estudiantil.

"¡¿Pero qué les pasa?! No ven que está chiquito, hay que cuidarlo no corromperlo"

Y así pasaron otro desayuno más, los mayores discutiendo el tema y el menor... Bueno, el castañito solo disfrutaba de su lechita sabor banana sin entender porqué su hyungie le tapaba sus orejitas en vez de compartirle unos dulces.

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