Dicen que la vida es inesperada y que todo puede cambiar de un momento a otro.

Y eso es justo lo que paso.

La mañana en que Chris apareció en mi puerta.

Abrí sin pensarlo, creyendo que sería la señora del piso viniendo a cobrar el alquiler pero en su lugar lo encontré encontré él.

Traía una sonrisa en el rostro y se veía más guapo que antes.

—Hola Kassie—Tanto tiempo sin vernos.

—Chris...—como es qué — que haces aquí.

—Pasaba por el lugar y pensé en visitarte—Tienes tiempo hoy? Quieres ir a tomar un café?

—No creo poder— tengo trabajo y justo estoy saliendo para allá.

—Ah— bueno.

—Y que dices si me das tu número y podemos quedar otro día.

—No tengo teléfono

Era una mentira descarada. Hoy en día todos tenían un teléfono y el mio estaba sobre la mesa de la entrada, esperaba que no lo hubiera visto.

Y también espere que el comprendiera que lo estaba rechazando.

—Bueno.. supongo que hablaremos en otro momento dijo.

—Fue un gusto verte de nuevo.

—Si— que estés bien también — le dije y cerré la puerta.

Lo cierto era que no quería conversar con nadie. Y menos alguien que me conociera de antes.

Cuando era más joven tenía muchos sueños y quería hacer muchas cosas pero nada de eso resultó como quería.

Mi vida no era ni la mitad de lo que pensé que lograría a esta edad.

21 años se repite en mi mente.

Y no eres nadie.

Lo único en que pienso es en como llegare a fin de mes. Las cuentas de los servicios que hay que pagar, el alquiler, la comida, el pasaje para el autobús y me pongo a pensar si mi sueldo llegara a tiempo.

Además del hecho que aún vivo con mi madre, ya se que de hecho le molesta que no sea el prospecto de hija que quería.

No soy parecida a ella en nada y se encarga de decirme que solo soy una fracasada.

En este punto de mi vida estoy llegando a pensar que es cierto.

Tomo la tarjeta del tren, las llaves y el bolso. Cierro la puerta y bajo las escaleras lo más rápido que puedo. Que dicho sea de paso, no tengo condición física para ello.

Después de unos minutos llego a la primera planta e intento respirar con normalidad.

Y ahí lo veo.

Chris no se ha ido.

Esta parado a un lado de un auto. Y me mira.

—Qué te parece un aventón?

Me queda claro que no entendió el mensaje. Pienso en rechazarlo pero por un lado siento que sería mejor cortar el tema de una vez. Si quiere platicar un rato.  Eso es lo que haremos y después le pediré que no vuelva a buscarme.

Empiezo a sentirme incómoda por esta situación.

—Esta bien— Vayamos.

—Sube—dice abriéndome la puerta del copiloto.

Y cuando estamos dentro, arranca el auto.

Me resulta incómodo estar ahí sentada así que solo me limitó a mirar por la ventana.

—Y dónde trabajas

—En una oficina por el centro.

—Vaya tienes tu propia oficina

—No— solo soy una de las asistentes.

—Ah— ya veo.

—Entonces sigues estudiando? En que universidad estas?

—No fui a la universidad.

—Ah —  pensé que si. Tenias buenas notas en el colegio.

—Ya ves que al final esas cosas no terminan importando — le dije intentando esbozar una sonrisa, como si eso no me afectará.

—Y qué estuviste haciendo en este tiempo

—Trabajaba en una cafetería.

—Debió ser interesante.

—Si—Aprendí a preparar muchos tipos de café.

Late, Capuchino, Frappe.

—Vaya— un día de estos deberías enseñarme a prepararlos. Casi siempre termino comprando un late.

—Si—Puede que algún día.

Para ese momento lo único que quería era llegar a mi destino lo más pronto posible.

Cuando subí al auto no pensé que toda la conversación se direccionaría hacía mí. Y decir en voz alta lo que había hecho estos años, solo me hacía sentir patética.

Sabía que Chris había ido a la universidad, tenía un trabajo en una buena empresa y por lo que vi hoy un auto. A su lado yo no era nadie.

¿En que estaba pensando al subir al auto? ¿Tal vez tenia ganas de avergonzarme a mi misma?

Cuando el auto se detuvo solté un suspiro de alivio.

—Gracias por traerme — le dije.

—De nada—dijo—Veamonos la próxima para almorzar.

Ahí estaba de nuevo su amabilidad y decidí que lo mejor era cortar el asunto ahora.

—No vuelvas a venir a buscarme — le dije.

—Ya no estamos en la escuela— y tampoco somos amigos. Esta situación me incomoda.

—Gracias de nuevo y que te vaya bien— le dije y abrí la puerta y salí.

Avance por el lugar y sonó mi teléfono, me apresuré a buscarlo en el bolso, tal vez sería mi jefa buscándome. Y pensé que había llegado tarde.

Cuando respondí la llamada alguien me tomó de la mano.

Volteé al instante y era Chris.

—Siento haber aparecido de la nada. Es solo que me sentí emocionado sabiendo que volvería a verte.

—A que te refieres

—Soy el nuevo jefe de esta sucursal— anuncio.

—Así que nos veremos seguido.

—Y por si te lo preguntabas

—Si— estoy interesado en ti Kassie. Desde que estábamos en secundaria.

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Nota: Y bueno aquí de nuevo con otra historia.

Solo que esta es un poco diferente... también es romance con drama pero desde ya siento que.. puede que uno de los dos protas salga herido..

Y bueno decir que para iniciar a escribir esto no lo pensé mucho.. como que fluyo la inspiración además de que la idea surgió mientras estaba cenando jaja algo de verdad muy random xd

Siento que no es de mi estilo de escritura pero no quise desechar esta idea sin haberla escrito. Así que por eso esta aquí.

Gracias por leer!

Y si les gusto la historia o algo de ella, con lo que se sientan cercanos, si logré que sintieran alguna emoción al leer, agradecería me lo dijeran en los comentarios.

Y si la detestaron avísenme para ya no seguir escribiendo la xd

Nos vemos!