«twenty»
Entramos al elevador a tropezones mientras nos besamos y apenas llegamos al apartamento nos volvemos a fundir en besos desesperados hasta que me hace rodearlo por las caderas con mis piernas y me presiona contra la pared, el jadeo contenido sale de mi garganta justo cuando la puerta se abre y entra conmigo en sus brazos.
Inmediatamente la puerta se cierra cuando entramos y me quita mi playera, me baja para que me quite los zapatos y él igual, desabrocho su pantalón mientras retrocedemos torpemente hacia la habitación y la cama. Cae conmigo sobre ella y somos un enredo de piernas entrelazándose.
Sus manos recorren todo mi cuerpo y me las arreglo para que mi cabello no le caiga en el rostro y además quitarle su sudadera que logro con éxito, cuando sus labios comienzan a descender por mí mandíbula siento que todo se detiene, sus suaves labios me hacen enloquecer y un poco de la realidad me golpea.
- Espera - susurro - Espera Jungkook.
- ¿Qué, qué sucede? - me mira fijamente y me siento sobre su vientre - ¿Estás bien?
- Si..- los labios me tiemblan levemente por lo que le quiero decir - Jungkook, yo..te quiero.
- Yo también te quiero Any.
Y luego se acabó la charla. Usamos nuestros labios, lenguas y dedos para comunicarnos. Sus besos en la columna de mi garganta desatan a un animal salvaje, hambriento y necesitado de su toque. Jadeo y gimoteo, como la bestia rabiosa en la que me he convertido.
Le beso a lo largo de su mandíbula hasta llegar al lóbulo de su oreja donde tiene el arete y lo mordisqueo.
- Joder, Any - gruñe.
Agarra mis caderas frotándome contra él. Nunca he pasado de cero a cien en nanosegundos pero él me provoca eso. Poso mi mano en la piel satinada de su abdomen y ronronea.
- Any, me vas a arruinar.
- Tú ya me has arruinado.
Mis manos suben por la parte posterior de su cuello y llegan hasta su cabello lo acerco a medida que nuestras bocas se mueven una contra la otra.
Rompe el beso, sus ojos dilatados se clavan en los míos y luego se gira quedando sobre mí cuerpo.
Esto es muy inesperado. Y también lo es el hecho de que me gusta. Nunca un hombre me había hecho ésto antes, es como, si no pudiera tenerme lo suficientemente pronto, morirá.
[...]
N
ecesitan inventar nuevas palabras para el sexo con Jungkook. "Wow" no le hace justicia. ¿Cómo puedes poner en palabras algo que no has experimentado antes en tu vida?
Cualquier tonto puede ver ésta energía, ésta pasión que ha estado construyéndose entre Jungkook y yo desde hace un tiempo. Pero nada pudo haberme preparado para la explosión de necesidad que atravesó mi cuerpo por tenerle cerca.
Me giro en la cama somnolienta, quejándome por haber despertado y abrazo el cuerpo que me da la espalda, él susurra un buenos días que apenas escucho, beso sus hombros descubiertos y pálidos con suavidad. Le causa cosquillas que mis manos se enreden por su torso pero aún así las toma con las suyas.
- ¿Qué hora es? - le pregunto juntando mis piernas a las suyas sintiendo frío - Tengo clases a las diez.
- Casi son las diez Any - se ríe con voz ronca - Quédate conmigo, yo no tengo clases.
S
e gira, besa mi frente y acaricia mi cabello mientras mantengo los ojos cerrados, disfrutando de su toque y no quiero que se aleje pero lo hace.
Pero cuando creo que se ha ido, sus manos llegan a mis costados y comienza a recorrerme con sus dedos, haciéndome cosquillas, me retuerzo ante él y me escucho reír desesperada con fuerzas.
Intento alejarme de él sobre la cama, arrastrándome por el colchón desarmando todas las mantas y mi risa resuena en la habitación, también la de él, ronca pero agradable. Intento no golpearlo mientras me hace más cosquillas, pero comienzo a llegar a la desesperación así que pellizco su brazo y lo toma como una señal, se aleja sentándose sobre sus rodillas a mi lado.
- Jamás te había oído reír así de fuerte - dice sonriente y se acerca a mí rostro - Me encanta tu risa, como tú.
Se acerca y me besa profundamente tomándome de la nuca para intensificar el contacto, sus dedos masajean mi cuero cabelludo relajándome, el roce y sonido de nuestros labios juntos es tentador. Levemente muerdo su labio inferior cuando comienza a alejarse y gime un poco adolorido.
- ¿Acabas de morderme? - pregunta tocando su labio y comprobando que no esté sangrando.
- No pude evitarlo - sonrío de lado, pero sigue sosteniendo su labio entre sus dedos y alzo una ceja - ¿Te hice daño?
Sus manos juguetonas me acarician las caderas, subiendo lentamente adentrándose a mi playera, provocándome escalofríos porque tiene las manos frías.
- Así que no pudiste evitarlo - su voz ronca me hace arrugar la nariz un poco.
Sus labios capturan los míos nuevamente, en algo que se siente lindo y romántico, un beso muy normal pero que me acalora. Sus manos van desde mis caderas hasta mí espalda y desvía los besos hacia mí cuello y me muerde.
- No me muerdas me dejarás moretones - me quejo suspirando, es todo menos doloroso.
- Lo siento, no pude evitarlo - siento que sonríe cuando besa donde mordió antes.
- Me voy, se me hará más tarde por tu culpa.
Cuándo termino de arreglarme salgo del baño no muy convencida del atuendo que escogí.
- ¿Qué te pasa? - se acerca a mí lado mirando mi reflejo por el espejo.
- ¿Me veo bien así?
- Eres hermosa y no lo sabes - comienza a hablar - Te miras en el espejo y te cuesta creerlo porque con frecuencia te estás comparando con otras chicas. Sin embargo la belleza es relativa. Algunos tienen gusto por los gladiolos, otros por los tulipanes o por las margaritas. Unos aman el jazz, el blues o simplemente la poesía. Hay otros como yo que podemos ver más allá de la ilusión y no nos convence la idea de definir la belleza por la redondez del trasero, el volumen de las tetas o la distancia entre cada hueso de la cadera. ¿Cómo quieres que te explique qué eres bonita y que lo que te pongas te hace lucir genial? - creo que lloraré si me sigue hablando así - La composición química del brillo de la luna habita en tu piel. Si formulamos una ecuación matemática con los factores de la vida, el resultado te hará entender que prácticamente eres un milagro. Si te lo hago ver con palabras sabrás que eres tanto ninfa como pincel, tanto campo como volcán, tanto atardecer como lluvia - suspira y lo imito, ya mis ojos están cristalizados - Pero para que veas eso debes invertir la vista hacia el corazón porque es ahí donde se origina la luz y la verdad.
Ha pasado unas pocas semanas desde que somos novio y pareciera como si fuese un esposo excepcional todo amoroso.
- Te amo, cielo - dice finalmente.
Sonrío cuando me giro levantando la vista y lo veo sonreírme ampliamente con sus hoyuelos, me guiña un ojo y siento que era él lo que me hacía falta desde hacía mucho tiempo.
- Yo también te amo - le abrazo - Ahora que te he encontrado no quiero separarme de ti jamás.
- Yo nunca me alejaré de ti - me estrecha más fuerte entre sus brazos - Ni aunque el mundo se me caiga encima a pedazos.
Fin...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro