«sixteen»
- Felicidades, serás madre dentro de siete meses - ¿qué carajos? eso ha sido como hielo - ahora a cuidarse por dos - sonríe la doctora.
Si ella supiera que no me da ni un poquito de alegría escuchar la noticia. Juré que olvidaría el día que me violaron, pero al parecer la mala suerte me persigue.
- Quiero abortar.
- Any - mi amiga cambia su tono de voz al hablarme - ¿Por qué mejor nos vamos a casa y lo piensas mejor?
- No, yo no tengo nada que pensar.
- Bien, es tu decisión - parece molesta - ¿Puede hacerlo doctora?
- En estos momentos no, pero le puedo agendar una cita para el lunes - anota algo en su computadora.
- Ok, cuanto antes mejor - en una semana será entonces.
Vamos en su auto, el aire se siente denso. Ninguna de las dos nos miramos o decimos algo.
- Sé que esto es difícil para ti - comienza a hablar.
- No tienes idea de cómo me siento - lloro.
- ¿No quieres tener al bebé?
- Si hubiese sido en otras circunstancias quizás sí, ¿pero qué le voy a decir cuando sea mayor y pregunte por su padre? - sorbo mi nariz - ¿Qué es un violador?
Toma una de mis manos y la aprieta.
- Tranquila, vamos a salir juntas de esto.
- ¿Juntas?
- Te voy a apoyar pase lo que pase, pero tienes que ser fuerte, ¿sí? - asiento.
[...]
Estoy fuera de mi casa, los padres de Anna han regreso y lamentablemente no tengo a dónde ir.
Respiro profundo tomando el pomo de la puerta, rezo en silencio para que Lilith no esté presente, no sé qué haría si la viera.
- ¿Qué haces aquí? - ay por Dios, todo yo.
Ilusa yo, por pensar que no estaría la bruja en su cueva.
- Vivo aquí.
- Hace dos meses que no - valla pero si contó hasta el tiempo.
Pongo los ojos en el techo y exalo para encontrar una fortaleza interior.
- ¿A dónde crees que vas? - toma mi maleta cuando trato de pasar a su lado.
- A mi cuarto.
- No - río sin gracia porque no sé ni qué decir.
- Aparta - trato quitarla de mi camino.
- ¡Te largas!
¿Qué? No sé si he cambiado por vivir con Anna o el bebé está evolucionando mis sentimientos porque me han dado ganas de llorar.
- No tengo a dónde ir - rebato con un nudo en la garganta.
- Vete con tu amiguita..
- Mamá..
- ¿Me has dicho mamá? - brama molesta.
¿He dicho eso?
- Estoy embarazada - y ahí está, la primera lágrima desciende por mí mejilla y ella ni se inmuta.
- Pues mejor aún - alega - Vete con tu novio..
- ¡No tengo novio, Lilith! - grito - Deja de decir estupideces, el día que me drogaste, ¿recuerdas ese día? Ese hombre me violó.
- ¿Y?
- ¿Acaso no tienes sentimientos? - vocifero y brinco del susto por el trueno que ha caído.
Claro para hacer el ambiente más dramático se ha desatado una tempestad fuera que ni los meteorólogos habían predicho.
- Somos tu hija y tú futuro nieto - trato de respirar adecuadamente porque estoy llorando a mares.
- ¡Hija y futuro nieto ni mierdas! - me hace retroceder cuando se acerca a mí - Ahí está la puerta, he dicho que te largues - tira mi maleta y ya sé que no tengo más remedio que marcharme.
¿He dicho que odio mi vida? ¿Sí? Ah, vale, pues vuelvo a decirlo, odio mi vida.
No sé a dónde ir, está claro que con Anna no puedo y ya no tengo más amigos. Las tormentas me dan pavor y hace tanto frío que ya no siento los dedos de mis pies a pesar que ando con zapatillas, estoy mojada completamente.
No tengo ni un centavo y ningún trabajo tampoco.
Trato de llamar a Anna pero no contesta, si sigo intentando quizás pueda localizarla.
Un tono.
Dos tonos.
Tres tonos.
Cuatro tonos.
Cinco tonos.
Y contesta. ¡Al fin!
- Hola Any - esa no es la voz de mi amiga.
- ¿Namjoon? - trato de que no tiemble mi voz por el llanto, el frío y el miedo a la lluvia - Pensé que estabas en Corea.
- Hemos regresado hoy.
- ¿Me puedes pasar a Anna? - cierro los ojos al escuchar el estruendo de otro trueno y aprieto el teléfono lo más que puedo, estoy temblando.
- ¿Oye estás bien? Se escuchan truenos desde dónde estás.
- Oh, sí, no te preocupes.
- Any puedes confiar en mí..
- Nam, pásame a Anna - le corto antes de que siga su parloteo.
- Es que está en el baño, nos vamos a Chicago estamos en el aeropuerto.
Mierda, qué buen momento amiga.
- Ahh...joder - maldigo al escuchar otro trueno.
- ¿Any? - al fin mi amiga se digna a aparecer.
- An..- trago grueso - Anna - y ya, no aguanto más, lloro más fuerte que antes.
- ¿Qué pasa? - se alarma - ¿Mi sobrino?
- No - le paro - Lilith me ha corrido y hay una tormenta, tengo miedo.
- ¿Qué? Esa mujerzuela la voy a...ash - maldice.
- ¿Oye que ocurre? - escucho a su novio preguntar.
- Su madre la ha sacado de casa, está lloviendo, ella le tiene terror a las tormentas - le explica y parece una madre mientras lo hace, nunca nadie se había preocupado tanto por mí - Nam no puedo dejarla sola, está embarazada.
Ay por Dios, la mato.
- ¿Embarazada? - chilla.
- Es una larga historia - y al parecer se ha olvidado que estoy del otro lado de la línea.
- Anna no te preocupes, vete a Chicago, te llamo más tarde. Te quiero - y cuelgo antes que responda algo más.
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