- Te juro que lo mataré.

Estoy hablando por video llamada con Anna, ha puesto el grito en el cielo cuando le conté lo que había sucedido en la biblioteca.

- Bueno ya, no quiero seguir hablando sobre ese asunto.

- Te ves horrible - le pongo mala cara por su comentario.

- Lo sé.

- ¿Saldrás entonces con nosotros?

- No lo sé Anna, sabes que no me gustan mucho las fiestas - es cierto, nunca he sido de salir mucho.

- Ya me tengo que ir, pero si cambias de opinión me llamas e iré por ti.

- Está..

- ¡Y quita esa cara de muerta! - grita cortando la llamada.

Nuevamente siento mi teléfono vibrar sobre mi estómago, pues me encuentro acostada. ¿Qué habrá recordado Anna ahora?

- Funeraria, buenas tardes - sí, esa soy yo haciendo un mal chiste.

- ¿Any? - pregunta la voz de un chico del otro lado y me siento como resorte en la cama.

- Sí, ¿quién me habla?

- Soy Ian.

Shock, estoy en shock, por qué Ian me llama y por qué tiene mi número, madre santa.

- ¿Sigues ahí? - yo aún estoy desconsertada, mi día ha sido relativamente de locos.

- Hola Ian - no puedo aguantar sentirme feliz de un momento a otro.

- Oh, hola - repentinamente se ha quedado la línea en silencio, ninguno de los dos dice algo.

- ¿Ian?

- ¿Quería saber cómo estabas? - what, esto es raro no, rarísimo - Saliste corriendo de la biblioteca y estabas..

- No te preocupes, solo me corrieron de mi trabajo - por qué dije eso.

- ¿Por qué?

- Un pequeño..¿problema?

- Los chicos saldrán ésta noche - ¿acaso quiere que valla? - Pensé que como Anna irá, tú también.

- Ya me ha comentado sobre ello.

- ¿Entonces irás? - ¿eso fue alegría lo que escuché? Moriré aquí mismo.

- No lo sé aún..

- Anda, vamos, debes despejarte un poco - nunca pensé que el chico que me gusta estaría implorando por salir de fiesta conmigo.

Suspiro, porque no tengo palabras, estoy en las nubes.

- ¡Ok, iré!

- Genial, pues nos vemos ésta noche, guapa.

Ya ha cortado la llamada y no me ha dejado decirle que él es hermoso. Chillo con la cabeza enterrada en un almohadón.