Brave enough.
❕Inspirado en los últimos arcos del manga.
❕Leer con auriculares.
❕Modo de lectura: se le da prioridad a la narración.
Brave Enough
[Fairy Tail – Songfic]
Reproducir la canción en este momento.
Camino lentamente por el suelo de madera, que cruje suave bajo mi peso, sintiendo la aspereza a través de mis pies descalzos. El inmenso mar se abre paso frente a mis ojos y se pierde en la distancia, haciéndome estremecer cuando una ráfaga de viento me envuelve, sacudiendo mi cabello y el fino vestido blanco que traigo puesto.
El cielo de la mañana es hermoso pero, de cualquier manera, siento aquel paisaje como algo terriblemente vacío.
Porque sé que falta alguien que ya no existe.
{Hay algunas cosas que tuve que haber dicho}
Mis pesados párpados contemplan los casi invisibles rayos del sol que se asoman por el horizonte.
{Estaba muy asustada}
—Natsu...—le susurro al aire, ignorando el frío que se aferra a mi cuerpo y lanzando un suspiro que forma una nube de vaho en mis labios.
{Simplemente, era muy difícil hacértelo saber}
Aún ahora, mi interior tiembla al pronunciar su nombre. Clavo mis ojos en un pequeño velero que navega en la distancia.
—Quería decirte algo...
{Pero ahora es muy tarde}
—...aunque ya sea tarde.
{Lo que teníamos era hermoso, no lo quería arruinar}
Una pequeña película comienza a reproducirse en mi cabeza, momentos en los que crecíamos y aprendíamos juntos las cosas sorprendentes de la vida, protegiéndonos mutuamente y riendo. Años llenos de alegría y esperanza que sé que jamás podré olvidar.
{Todos los días pienso en la verdad}
Aunque detrás de mi vieja sonrisa, siempre se habían ocultado mil palabras que jamás dije.
{Desearía haber sido, desearía haber sido lo suficientemente valiente para amarte}
Te quería.
Más allá de nuestra amistad, en el fondo, una tímida y reservada parte de mí lo sabía. A pesar de siempre haberlo negado, a pesar de construir una pared secreta entre nosotros dos por miedo de enfrentarme lo que en realidad era un sentimiento que todos podían notar. Todos menos tú.
Me pregunto ahora, en este amanecer tan extraño, a qué le tenía tanto miedo. ¿Por qué me resigné a ser tu mejor amiga si una parte de mí deseaba ser algo más? Conociéndote, sabía que jamás me dejarías de lado, aunque no sintieras lo mismo...
Es irónico, ¿no? Nuestra vida se acabó el día que creíamos que lo habíamos alcanzado todo.
Recuerdo tus ojos asustados esos últimos segundos, tus labios entreabiertos como si quisieras decirme algo; tu mano extendida hacia mí, tratando de alcanzarme...
¿Por qué?
¿Por qué no fui lo suficientemente valiente para amarte?
{Instrumental}
Una explosión hace el suelo temblar.
No me inmuto. Sigo presenciando cómo el sol lucha por surgir entre la niebla de esta mañana. Me recuerda a ti, porque eres lo que todos necesitamos en este instante.
Todo acabó.
Las heridas en mi piel están sangrando y soy consciente de que, con cada segundo pasa, mi cuerpo se vuelve más y más difícil de mantener en pie.
Estoy muriendo.
Esta guerra no hizo más que tomar la historia que habíamos escrito y partirla en mil pedazos, destruyendo su final, al gremio, mis sueños...
...y tu corazón.
¿Por qué?
¿Por qué te sacrificaste por salvarme?
Mi destino era el que debía acabar en ese momento, no el tuyo. Tú eras el que podía salvarnos a todos, no yo. Tú eras el que siempre nos daba las fuerzas para levantarnos del suelo y luchar en nombre de Fairy Tail.
¿Acaso nunca te diste cuenta?
Soy una cobarde.
Un sollozo se escapa de mis labios al recordar como aquel golpe atravesó tu pecho y cómo te diste cuenta al instante, por tu expresión paralizada, que era tu final.
Tu cuerpo chocó contra una roca al caer y un charco de sangre se formó instantáneamente. Un grito desgarrador escapó de mi garganta entonces, en el momento que me arrojaba de rodillas frente a ti y tomaba tu rostro entre mis manos, rogando que estuvieras bien.
Pero, Natsu...
Las lágrimas que cayeron de tus ojos en ese momento y la manera en la que sostuviste sin fuerza mi muñeca, me hicieron entender que, esta vez, no existía otra salida.
Cuando levantaste tu mirada hacia a mí, una ola de pánico, miedo y dolor me recorrió. Tus lágrimas de pronto se volvían más y más reales, al igual que las mías, y era porque ambos sabíamos lo que estaba por ocurrir:
El capítulo final de nuestra aventura.
{Destruiste las paredes que había construido}
Aún puedo sentir la leve caricia que me diste con el pulgar sobre la marca del gremio. Mi nombre salió como un murmuro entre tus rotos labios.
{Pero nunca nadie lo había hecho}
Con tus ultimas fuerzas, pude ver en tus ojos que querías decir algo más...
{Lo más difícil es que nunca sabremos}
Dudaste.
¿Por qué lo hiciste?
Las palabras se quedaron atoradas en tu garganta.
{Si estábamos destinados a durar}
El sol sigue luchando por surgir entre las nubes, al igual que tú por permanecer consciente en aquellos segundos.
{Lo que teníamos era hermoso...}
Un hilo de sangre se resbala desde mi hombro hasta mi mano, hasta caer a la áspera madera de este viejo y maltratado puerto.
Si giro mi cabeza hacia atrás sé que veré, además de una ciudad destruida, el lugar en donde nos conocimos.
El día en el que fuiste lo suficientemente tú como para hacerme despertar al instante.
Todos los días pienso en la verdad...
{Desearía haber sido...}
Desearía saber qué es lo que habías estado por decirme. Quizás, sólo así, yo también hubiera podido confesarte que hace tiempo no te miraba como a un amigo, sino como algo más.
Quizás tu me querías también.
Quizás hubiéramos sido, aunque sea una milésima de segundos, de verdad felices.
Pero dudaste.
Me examinaste con tus ojos, que se cerraban débiles y volvían a abrirse por el esfuerzo que hacías para hacerlo.
Sentí una vez más cómo apretabas mi muñeca, volviendo a abrir los labios para hablar...
Pero, Natsu...
El escaso tiempo que dudaste en decírmelo, fue el mismo que tardó tu corazón en dejar de latir.
Se detuvo de repente, robándote un quejido seguido de un pesado suspiro...
Y tardó menos de tres segundos en desaparecer de la Tierra, con los ojos en el cielo, el alma del chico a quien quería.
{Instrumental}
Caigo de rodillas, escapándose de mí un doloroso llanto que siento que terminará de romperme el corazón. Llevo mis manos a mi pecho, tratando de calmarme y tratar de seguir, pero no puedo hacerlo.
—No puedo...—digo en un hilo de voz, antes de que otro sollozo me haga soltar un grito frustrado que se pierde en la inmensidad del mar frente a mí.
Escucho los gritos de todos a mis espaldas: están luchando. Están luchando aunque todos sabemos que ya no tiene sentido hacerlo, porque ya hemos perdido.
El mundo como lo había sido acabará antes de que el sol vuelva a salir.
—N-Natsu...—Lloro, aferrando mis manos a una de las tablas del puerto e intentando apaciguar el dolor demoledor que recorre cada centímetro de mi cuerpo.
Sin embargo, de repente ni siquiera mis brazos son capaces de sostenerme y mi cabeza cae sin fuerzas, provocando que aquel ruido retumbe en mi mente una y otra vez.
Quiero ponerme de pie pero no tengo más energías.
Quiero vivir pero el dolor es demasiado.
Quiero luchar pero no puedo hacerlo.
Giro mi rostro con la última fuerza que tengo para ver cómo en el horizonte el sol ya se asoma brillante, cambiando toda la oscuridad de la noche con color. Llenando de alegría el antes nublado cielo y envolviendo mi piel con un suave y cariñoso calor que, entre silenciosas lágrimas, me hace sonreír un poco en medio de otro sollozo.
Porque siento que eres tú.
—Natsu...—le susurro al sol, sintiendo como la vida se me va en cada lágrima que sale de mis ojos.
De repente, las explosiones se detienen y, por unos momentos, siento cómo una tranquilidad envuelve todo el reino. Sólo siendo el sol y yo los espectadores de tan hermoso amanecer.
—Me gustas.
Y el puerto se raja porque alguien ha llegado a él de un salto, alguien que quiere terminar de acabar conmigo.
Pero no tengo miedo y el dolor de repente no existe, porque siento cómo el sol me invita a perderme con él en el cielo y dejar atrás este mundo sin futuro.
—Te quiero...—digo, dándome cuenta cuando lo hago hacia fuera que de verdad lo hacía. Más de lo que yo misma sabía y más de lo que podré hacerlo jamás.
Si hubiera dado el primer paso...
Si hubiera confiando en mi corazón...
Si no hubiera creído que el tiempo es eterno...
Me desvanezco.
De verdad, de verdad, de verdad...
Desearía haber sido lo suficientemente valiente para amarte.
FIN
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro