Abrí mis ojos lentamente, sintiendo los rayos del sol sobre mi piel. Una horrible sensación de mareo y dolor en la cabeza comenzó a molestarme lentamente. 

Diablos, ¿qué había sucedido?

Intenté pensar con más claridad pero de repente, la puerta se abre rápidamente. Era un hombre, de eso estaba segura. Tenía el cabello negro y hombros algo anchos. También era muy alto, demasiado. Me parecía familiar. Lo miré por un par de segundos, hasta que el pelinegro se dió la vuelta. Lo reconocí al instante.

—¿Qué haces aquí?—Pregunté confundida. Lo reconocí al instante cuando sus ojos azules se clavaron en mí. Sabía que sólo él me observaba de esa manera. Sin embargo, su reacción no era la que esperaba.

Se acercó rápidamente a mí y, sin siquiera dejarme hablar, me abrazó. Arqueé mi espalda, colocando mis manos detrás de su cuello. Lentamente, cada una de las cosas que habían sucedido pasaron por mi cerebro. Aunque él me estaba abrazando, se me venía a la cabeza cuando se acercaba hacia mí enfadado, antes de que todo se pusiera completamente negro. Todo esto era completamente extraño, sinceramente. Pero luego de unos dos segundos más, se separó de mí. Comenzó a acercar su rostro al mío, observando mis labios y a mis ojos mientras el espacio se achicaba.

—Aaron...—Coloqué mis manos en su pecho. Pero él seguía acercándose a mí.

Desgraciadamente, mi espalda no podía seguir estando arqueada. Mi cuerpo descendió lentamente hasta acabar recostado en la cama del..., esperen, ¿en dónde diablos estoy? Estoy segura que esta no es ni mi hogar, ni...

Sentí que alguien me besaba con tal vehemerencia e ímpetu que logró que saliera de mis pensamientos rápidamente. Cuando reaccioné, me percaté de que Aaron había colocado sus manos sobre mi mejilla, acariciando suavemente las zonas color carmesí. Sus labios se movían de tal forma que me comenzaban a quitar el aire. Pero aún seguí sin reaccionar. Unos segundos después, intensificó el beso jalando mi cabello hacia delante, haciéndome casi imposible separarme de él. Ahí mismo supe que aunque intente separarme, nunca lo lograría. 

Correspondí el beso lentamente, dejándome llevar por sus labios y sus movimientos rápidos. Él me poseía, me convertía en una chica idiota, y todo gracias a sus deliciosos besos. 

Él me matará, de eso estoy segura.

Mordió mi labio inferior, haciéndome soltar un gemido. Sin embargo, una fuerte presión golpeó mi cerebro de manera que me separara—aún no sé de que manera—de Aaron. Este último me observó aterrado al ver mi expresión de dolor. 

—¿Quieres que llame a la enfermera?—Preguntó, ayudándome a sentarme en la camilla.

—¿Estamos en el Instituto?—Cuestioné algo aturdida.

—No exactamente...—Rascó su nuca.

—¿A qué te refieres?

—El instituto tiene una enfermería...

—Sé eso—Lo interrumpí.

—Cállate y déjame terminar—Ordenó con una pisca de enojo—. El instituto tiene una enfermería; pero cuando el problema es algo “grave”, deciden llevar al alumno a una especie de hospital, pero el hospital es exclusivamente para los alumnos de aquí. ¿Entiendes?—Asentí lentamente—. Nadie sabía qué mierda te había sucedido cuando te desvaneciste, ni si quiera habías golpeado contra nada—Espera...

—Pero yo recuerdo que golpeé con algo duro, como una pared—Murmuré.

—No golpeaste con nada—Aseguró—. Muchos corrieron hacia ti, fue... fue un jodido caos—Soltó un suspiro—. Al comienzo nadie reaccionaba, pero después comenzó todo. Una profesora llegó de repente y se volvió completamente loca. Comenzó a gritar que alguien buscara al director o a la directora, que alguien hiciera algo, cuando realmente nosotros estábamos  ayudándote y esa hija de perra solo observando y ladrando órdenes. 

—¿Venía desde el pasillo?—Pregunté, recordando a la profesora que me había visto golpear a Laurie.

—No lo sé, Allison—Pasó los dedos por su cabello—. No le presté atención a nadie mas que ti cuando te desvaneciste. Me desesperé completamente—Me observó fijamente—. Comencé a correr hacia ti. Yo... yo no sabía lo que hacía ni lo que pensaba, estaba completamente desesperado por “salvarte”, si esa es la palabra correcta. Ahora sé que no lo es, pero en ese momento pensé que te morías. Y sí, puede sonar exagerado, pero Allison—Noté que tomaba mi mano—, no pude y no puedo controlarme junto a ti. Exagero las cosas, me enfado, me desespero, toda clase de emociones de mierda, pero que extrañanemente me encantan—Lo observé sorprendida. Sorpresivamente, su mirada pasó de ser preocupación, a una extraña mirada de inseguridad. Y luego, esas palabras que salieron de sus labios se quedaron en mi cerebro para siempre—. ¡Te amo, Allison! Te amo.

—A-Aaron...—Mi garganta había quedado seca repentinamente, dejándome sin palabras. Quería responderle “yo también te amo”, pero las palabras no salían de mis labios.

—¿Tú me quieres?—Me preguntó con esperanza. Sin embargo, aún seguía sin palabras.

—Yo...

—Dímelo—Ordenó—. Espera, yo sé que me quieres. Tú me miras mucho y mierda, siempre me estás observando. ¿Por qué hago preguntas tan estúpidas? Tú me quieres como a nadie, tú amas cuando te beso, tú... tú... tú me quieres, ¿cierto?

—Aaron—Lo llamé, agradeciendo que le voz me saliera firme. Él me observó—. Yo no...

—¿No me quieres?—Se puso de pie—. ¿Tú no me quieres?

—Yo no te quiero—Respondí. Toda su esperanza se desvaneció, y solo quedó de él una chispa de decepción, y una gran chispa de enojo.

—Le avisaré a la enfermera que te has despertado—Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación.

 El “te amo” había quedado en el aire, mis labios no pudieron acabar la oración. 

Aaron, yo no te quiero. Yo te amo.

 n/a: la segunda parte de este capítulo SÍ o SÍ es el siguiente. Pero lo termino acá porque tengo que hacer otras cosas, y que mejor que finalizar el capítulo así. Bueno, no es un buen final de cap. para Allison. 

Sí, sé que me tardado 8 días en subir y ¡mil disculpas! :3